Yo: Tú estás cambiando de tema.

Sebas: ¿Y qué? ¿Quieres seguir hablando de mis sentimientos?

Sebas: Vamos, que esto termine en desastre.

Yo: ¿Por qué un desastre?

Sebas: Ambos sabemos que tú no sientes nada, Eloise.

Sebas: Ya está. Punto final.

Yo: ¿Punto final? No lo creo.

Yo: ¿Y cómo sabes que no siento nada?

Sebas: Se te nota.

Yo: Se me notan muchas cosas que no son así.

Sebas: ¿Estás diciendo...?

Yo: Me gustas.

Sebas está escribiendo...

Respiré hondo y acepté que no iba a pasar nada. Bloqueé mi celular, y lo dejé en mi mesa de noche.

Un rato después, sonó mi teléfono.

—Mira por tu ventana —me dijo Sebastián por la otra línea. Me puse un abrigo y corrí hacia mi ventana. Nada—. ¿En serio te la creíste? No me dejan salir, Eloise.

—¡Claro que no! ¡No estoy en la ventana! —le dije.

—Pues, te recuerdo que Ryder está en una fiesta al lado de tu casa —me quedé en silencio—, y te está viendo en este mismo instante. Me dijo que le gustaba tu abrigo de perrito.

—¿Cómo estás hablando con él mientras hablas conmigo?

—La nueva tecnología, Eloise —vi para la casa del vecino y efectivamente ahí estaba Ryder, sonríendome con un gesto de aprobación. El mío no fue demasiado bonito.

—Ya, ¿para qué me llamas? —le pregunté, acostándome de nuevo.

—Te lo iba a decir ahora por teléfono, pero me di cuenta de que era poco romántico. Mañana hablamos —y me cortó. Así como así.

No dormí en toda la noche pensando.

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N.A:

Perdón por no actualizar en 3 días y hacerlo con capítulos cortos. Saben que los amo </3