N.A:

Me acabo de dar cuenta de que ya tenía 100 partes publicadas ke.

PD: Quería subir capítulo ayer, pero no pude bc fue un día muy... agitado. Y no pregunten D:

PD2: ¿POR QUÉ DEMONIOS NO SABÍA QUE VENDÍAN NUTELLA EN EL VEA?

PD3: Tengo tarea y me da flojera hacerla.

23 capítulos restantes.

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Me adentré en mi escuela con el ceño ligeramente fruncido. Temía por el resultado de la prueba. Temía por mi propia seguridad académica. Cuando entré al curso y vi a Connor apretando los dientes no me pareció nada bueno.

—¿Qué sucede? —le pregunté, antes de ir a buscar mi prueba. Él suspiró.

—Adrianna repetirá año. ¡Le dije que debía haber estudiado más, yo le dije! —gritó Connor, golpeando la mesa con el puño. La profesora que se encontraba entregando las pruebas finales le hizo un gesto para que se callara. Él asintió distraídamente.

Isabella lloraba en su pupitre. Kyra le sonreía a su exámen. Niall suspiraba aliviado.

Ya iban dos que no pasaban.

Lentamente me acerqué a la profesora. Ella buscó mi exámen entre tantos, y me lo entregó. Cerré los ojos, al mismo tiempo que contaba hasta tres.

Uno, dos, tres.

Abrí los ojos, y cuando aprecié la nota, no lo pude creer. ¡Un siete, un maldito siete! ¡Pasé de año! ¡No sé cómo demonios lo hice, pero lo hice!

Connor me quitó el exámen de las manos, mientras buscaba la nota con la mirada. Cuando la encontró, sonrió y me dio un abrazo. Aún podía sentir la incomodidad que él sentía al saber que Adrianna Fear, una de sus mejores amigas, se quedaría en cuarto año.

Cuando la profesora nos echó a todos, pude observar a T, Sebastián, Luke, Jake y Jamie apoyados en dos automóviles. Teníamos todo ya listo, y ellos me habías traído hasta aquí. Mi hermana sólo rodó los ojos, pero todos los demás me preguntaron la nota. Con la cabeza en alto, le pasé a Luke el exámen. Lentamente, uno a uno iban mirando ese pedazo de papel. Todo terminó en saltos de emoción.

Nos subimos a los automóviles, y estábamos a punto de partir hasta que a Jake se le ocurrió la genial idea de llevar a Connor.

—¡Pero si no tiene equipaje! —protestó Luke. No quería ir con más personas.

—Oh, vamos, puede arreglárselas con mi ropa —protestó Jake —. Además, si molesta lo dejamos en la primera parada de buses que vemos.

Todos miramos a Connor, esperando ver alguna reacción negativa. Pero él sólo se encogió de hombros.

Después de una larga discusión Luke aceptó. Se hizo una hora hasta que Connor pudo contactar a sus padres y todo eso.

Y así partimos. Con una persona más de improvisto, en un viaje que duraría más de siete horas.

* * *

—¡Pero si Alessa es hermosa! —gritó Luke, así despertando a T de una larga siesta que tenía lugar en la parte trasera del auto. Ella estuvo a punto de quejarse, hasta que vio la cara de enojo de Sebastián.

—¡Cállate, o despertarás a las chicas! —gritó este último. Así que creía que estábamos dormidas, eh... —. Veré si tienen los cinturones de seguridad puestos, porque conociéndote, tu enojo no terminará en nada menos que una frenada de golpe —Sebastián girí su cabeza. T y yo alcanzamos a lanzarnos una mirada fugaz que decía que debíamos fingir estar dormidas. Y eso hicimos. Él no notó las respiraciones aceleradas de ambas, por lo que volvió su cabeza a el lugar original. Abrimos los ojos.

—Bueno, tú eres el que dijo que Alessa no se comparaba con Allie—espetó Luke, haciéndose el enojado. Las cuatro personas presentes en el auto sabíamos que aquello era mentira, pues cuando Luke se enoja su tono no es así.

—Es que no lo hace —dijo Sebastián —. Sí, bien, Alessa es linda... —todos notamos la mirada que le lanzó Luke a Sebastián al pronunciar esas palabras —, cálmate, no dije que quisiera robártela —sonrió nervioso —. Siguiendo con mis palabras, Allie es más linda que ella. O al menos en mi opinión. Vale aclarar eso último antes de que arranques el freno de mano de su lugar y me golpeés hasta matarme —se rieron.

—Vamos, ambos sabemos que dices eso porque la chica que está ahí atrás —Luke me señaló con la cabeza —, te gusta más que cualquier otra —Sebastián suspiró —. Hablando de eso, ¿ya sabes cómo recuperarla? —miré a T, y ella estaba igual de sorprendida que yo; con los ojos abiertos como platos, seguimos escuchando a escondidas.

—Ya me resigné, Luke —contestó Sebastián —. Pero, ¿sabes de qué me di cuenta? Jamie es muy agradable...

—Dime que no piensas en Jamie como algo más que tu ex cuñada, por favor —suplicó Luke. Escuché a Sebastián reírse un poco —. ¡Por Dios, no! ¡Tiene quince años!

—¿Y qué? Yo tengo dieciséis.

—¡Sí, pero cumplirás los diecisiete en tres días! —gritó Luke —. Además, va en contra de moral. ¿Cómo quieres salir con la hermana de tu ex novia?

—Es lo que Eloise te hizo, ¿no? —pude oír a Luke resoplar.

—No, no fue así. Ella nunca salió conmigo, sólo con Jake. No confundas las cosas, ¿sí? —contestó Luke un poco bruso. ¿Me estaba defendiendo? —. Además fue hace mucho tiempo. Ahora dime hacia dónde indica el mapa, porque sé que Jake tampoco sabrá a dónde ir.

Y así lo hizo Sebastián.

* * *

Ya habían pasado dos o tres horas desde la charla entre Luke y Sebastián. T y yo ya estábamos despiertas oficialmente, y charlábamos animádamente los cuatro. De pronto, el auto se paró.

—¡Demonios, la gasolina! —gritó Luke. Oímos como el auto que iba detrás, el de Jake, pegaba el frenazo para no chocarnos. Todos bajamos de pronto.

—¿Qué sucede? —preguntó Jamie. Me encogí de hombros, al mismo tiempo que un auto paraba al lado de nosotros. Bajó la ventanilla.

Según escuché, nos intentó ofrecer ayuda. Pero Jake la negó, y no sé por qué.

Estuvimos una larga media hora decidiendo qué debíamos hacer. Empujamos el auto sin gasolina al lado del camino para no recibir bocinazos, y Jake movió su auto por su propia cuenta.

Jake y Sebastián irían a la gasolinera más cercana, a setenta kilómetros y medio, según nos dijo el mapa. Se subieron al auto del primero mencionado, y se marcharon.

Iba a ser un viaje muy extenso.