57
¿A quién demonios se le ocurre tocar la puerta ahora?
Corrí hacia la puerta, soltando mis libros de texto sobre historia de la música. Al abrirla, pude observar a una niña rubia muy ruborizada.
—¿Viste a T? —dijo Grace, entrando muy rápidamente —. La he estado buscando para contarle algo, y supuse que podría estar aquí.
—¿Cómo llegaste aquí? —le pregunté, sorprendida por su aparición. Ella señaló una bicicleta que estaba apoyada en el césped —. Oh —dije —. Y no, no está aquí. ¿Qué querías contarle? —Grace abrió los ojos como platos.
—Oh, no, lo siento. No puedo contarte antes que a ella, pues T me mataría —dijo, bajando su mirada. Suspiré.
—Vamos, puedes contarme, Grace. No le diré a T —le dije, haciendo que suba su mirada hacia mis ojos. Sonreí; lo estaba logrando.
—¿Segura? —dijo ella, entrecerrando sus ojos. Asentí, sentándome en el sofá. Grace me siguió.
»Bien. Digamos que hay un chico llamado Caleb que me encanta. Hace poco me enteré que él gustaba de mí, y bueno, en la fiesta del sábado pasado en la casa de Terry... me pidió ser mi novio.
Abrí los ojos como platos; yo sí sabía quién era Caleb, y sabía que a ella le gustaba. Grace me la había contado hace meses.
—¿Y qué le dijiste? —le pregunté, con una sonrisa en el rostro.
—Bueno... inicialmente le dije no, ya que es un año mayor —dijo ella, con una mueca —. Luego le dije que lo pensaría, y hoy le respondí por texto.
»Le dije que sí.
Juro que en ese momento no pude hacer más que saltar del sofá y dar pequeños saltitos mientras gritaba:
—¡Galeb es real, Galeb es real!
Grace rio, y los próximos dos minutos no hice más que gritar el nombre de su pareja.
—¡Ya cálmate! —gritó Grace, mientras reía. Yo no la escuché, aunque debería haberlo hecho; resbalé, y me golpeé en la pierna.
Reímos sin parar. Aunque de hecho no recuerdo cómo es que atenuaba el dolor con la risa. El punto es que no me dolió hasta el día siguiente, cuando estaba en la escuela.
—¿Qué te sucede? —me preguntó Sebastián al día siguiente, al verme medio cojear. Me encogí de hombros.
—Ayer me caí y ahora me duele. Algo sin importancia, de hecho —le dije, haciendo un gesto despreocupado con la mano. Sonó la campana, y nos fuimos al salón de Música; nuestro primer exámen.
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N.A:
FELIZ CUMPLEAÑOS A LA BEST: MoonStylinsxn
AILOVIUUUUUU💞
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