SEBASTIÁN'S POV

—¿Qué..., qué estás haciendo aquí, Allie? —dije, totalmente incómodo. ¿Qué diablos hacía ella ahí, justo en ese mismísimo instante?

—¿No te alegras de verme, Sebastián? —me preguntó Allie, con desilución. Me quedé callado —. Tomaré ese silencio como un 'sí, claro que me alegro de verte, Allie' —esto último lo dijo con voz grave. Mi madre agarró ambas maletas de la chica, y se adentró en la casa. La perseguí —. ¡Además te mandé un mensaje! —la escuché gritar.

—¿Allie se quedará en casa? —le pregunté a mi madre. Ella asintió. 

Demonios.

Llegamos al living, y allí estaba Eloise. Al ver a mi madre, se paró rápidamente con una sonrisa en el rostro; ella la amaba.

—¡Hola, señorita Wyght! —dijo Eloise, con una felicidad genuina. Allie seguía en la puerta —. ¿Por qué lleva dos maletas? —le preguntó ella, levantando una ceja —. ¡Oh, amo su nueva blusa!

—Hola, queridísima Eloise —dijo mi madre. Ella también amaba a Eloise —. Son de Allie —concluyó. Escuché a Eloise susurrar: «¿Allie?», al mismo tiempo que aparecía por el pasillo —. Y la blusa era de mi hermana. Yo... uhm, creo que ya sabes lo que le sucedió.

—¡Hola, soy Allie! Mucho gusto —dijo ella, presentándose a Eloise —. Soy la futura novia de Sebastián —abrí los ojos rápidamente. ¿Qué demonios estaba diciendo? —. ¿Y tú? ¿Qué eres? —sonrió.

—Soy... su mejor amiga —dijo Eloise, con una mueca parecida a una sonrisa en su rostro —. Fue un gusto, Allie. Yo... uhm, ya debo irme —se encogió de hombros, agarró su celular, me saludó con la mano, y se fue a paso apurado. La seguí, dejando a Allie sola.

Corrió afuera de mi casa, hasta la esquina. Allí, comenzó a caminar. No se había dado cuenta de que yo la estaba siguiendo. Apretaba sus puños, y murmuraba cosas entre dientes; hacía eso cuando aguantaba las ganas de gritar.

—Eloise —dije. Ella paró en seco, y se giró bruscamente. «¿Qué?», dijo —. ¿Por qué te fuiste así?

—Oh, tal vez porque de la nada aparece una castaña perfecta a decir que es tu futura novia, ¿no crees? —dijo ella, frunciendo el ceño —. Pensaba en decirte algo que he estado sintiendo hacia ti, pero se ve que mucho no te importa, así que qué más da. Sé feliz con ella, que hacen la pareja perfecta —se cruzó de brazos y suspiró al darse cuenta de lo que acababa de decir.

—Eloise... —comencé a decir. Ella negó rápidamente, se dio media vuelta, y se fue caminando lentamente. Iba a detenerla, pero un brazo me llevaba hacia mi casa. Era Allie —. ¡Eloise, Eloise, Eloise! —comencé a gritar. Ella giró su cabeza y pude ver que las lágrimas caían de sus ojos. Negó con la cabeza otra vez, y cerró los ojos, así dejando paso a más lágrimas. Sé que se las habría secado si no tuviese ambos brazos cruzados. Comencé a respirar con dificultad, mientras Allie me hacía entrar a mi hogar. Me libré de su mano, y corrí hacia mi habitación. Cerré con llave, y no escuché a Allie y mi madre cuando golpeaban la puerta, mientras me llamaban.

Ya no me importa. Hice llorar a una de las únicas personas importantes para mí.

Y todo se repite: Allie, arruinando todo... otra vez.