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Capítulo narrado en tercera persona.

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—¡Apúrate, que llegamos tarde —se escuchó gritar a una rubia con el cabello recién rizado; era T Smith, completamente enfadada —, imbécil! —agregó luego de una breve pausa. Tenía el ceño fruncido, los brazos cruzados con celular en mano, y estaba sentada en el sofá color gris oscuro que caracterizaba a la familia. No, no era un sillón de miles de dólares, pero tenía un gran valor sentimental para la hija mayor; había pertenecido a sus padres biológicos. Al cabo de un rato, bajó una Grace con vestido, tacones y maquillaje, y su madre detrás, con cámara fotográfica colgada del cuello. 

—Ya, estoy lista —dijo Grace, de unos trece años de edad. Trece cortos años. Su hermana mayor, T, resopló. 

—¿Por qué tienes que ir tú, Grace? —dijo T, parándose de un salto del sofá —. Eres muy pequeña aún. 

—Pero mamá y papá me dejaron ir —dijo la menor, sacándole la lengua a su hermana. La mayor, repitió su gesto. La madre de ambas sacaba fotos a montones, para luego pasarlas al computador; eso de revelar fotografías ya no se usa. 

—Bueno, ¿vamos? —preguntó Derek, entrando por la puerta. ¿Qué de dónde salió? Yo también me lo pregunto. A decir verdad, él no era una persona de la cual te enamorarías a primera vista, ya que sus rasgos no eran muy atractivos, pero a T eso no le importaba; ella miraba a su persona en general. Las dos hermanas asintieron, pero antes de que él pudiera desaparecer de la casa tan rápido como apareció, la menor de ellas se le acercó rápidamente. 

—Escúchame bien, cómo sea que te llames —dijo Grace, señalando el pecho de Derek —. En esta casa sólo se shippea Tuke, y de vez en cuando, si estamos de humor, Seloise. Así que quiero que sepas que no tienes mi aprobación —entrecerró los ojos, y se puso de puntillas —. Te estaré vigilando —y se alejó lentamente para atrás, hasta terminar tropezando con el pie de T; de hecho, ella sí que era estúpida e ingenua —. ¡Y más te vale conducir con cuidado! 

 La pareja de adolescentes y la pre-adolescente caminaron hasta el auto del ya mencionado chico, y conducieron hasta el baile escolar. En el trayecto, nadie habló. 

 Cuando llegaron, se podía vislumbrar niños de trece años, hasta adolescentes de casi dieciocho años de edad. 

 No, no era la típica fiesta que siempre aparecen en las novelas. No había adolescentes emborrachados, y mucho menos la música a todo volumen; era un baile escolar, completamente normal, en el que sólo se servía agua y refresco, y en el cual la música no superaba un volumen completamente aceptable. Y eso a T Smith le agradaba.

—¡T! —se escuchó gritar a tres personas a coro. Eran Sebastián, Luke y Eloise. La cuarta persona estaba cruzada de brazos, y poseía una cara de disgusto; era Gemma.

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N.A:

Subo la parte dos mañana, ya que me paso al móvil, y odio actualizar desde allí D:

PD: GRACIAS POR LOS 200K DE LEÍDOS. OPDOPDOPD :'DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

MUCHÍSIMAS GRACIAS :'DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD