N.A: 

Capítulo narrado en tercera persona.

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Maratón 4/4

Y pudo ser la mejor noche de sus vidas. 

Si tan sólo su vestido no hubiera sido blanco...

Okay, creo que es mejor comenzar desde el principio, ¿no?

Sebastián estaba llegando al cumpleaños de la hermana de Eloise, cuyo nombre no recuerdo en estos instantes. 

Se veía muy guapo, y todas lo sabían. Excepto Eloise. 

—¡Hey, te estaba buscando! —dijo la chica de cabello color negro puro. Tenía puesto un vestido blanco, y sus ojos color verde estaban cubiertos de largas pestañas. 

—Acabo de llegar —dijo Sebastián, subiendo la voz por la música. Eloise rió, y le hizo una seña para que vayan a bailar.

 Ella no era la mejor bailarina, y él (¿cómo decirlo sin sonar ofensiva?), daba vergüenza.

 Pero la pasaron bien. Hasta las cuatro de la madrugada. 

—¡Hey! ¿Vamos a pedir alguna soda? —dijo Sebastián, haciendo señas hacia el bar de niños. Eloise asintió. 

 Y allí fueron los dos, bromeando como amigos. Pero, ¡si ellos supieran que se veían más bien como novios!

—Una Sprite, por favor —dijo Eloise. Luego, miró a Sebastián. Él la miraba suplicando —. ¿Qué? ¿Te piensas que yo pediré algo por ti? ¡Iluso! —se rió ella —. Pídetela tú. 

—Y también una Coca-Cola, si no es mucha molestia —dijo, esta vez, Sebastián. El camarero, luego de dos minutos, les entregó sus sodas, y ellos fueron a sentarse al patio trasero que había allí. 

 Habían chicas y chicos, sacándose fotos, bromeando, o simplemente, tomando soda. 

 Ellos entraban en la última categoría. 

—Y... ¿qué cuentas? —Sebastián quiso dejar el vaso en la pequeña mesa que había allí, pero su mano tambaleó, empapándole todo el vestido blanco a Eloise —. ¡Oh, lo siento! —Eloise rió. 

—No hay problema. Iré a lavar esto —dijo ella, aún riéndo. Y desapareció por la puerta, en dirección al baño. 

 Y él, no volvió a verla en toda la noche.