Tres años atrás.

Seungmin estaba totalmente emocionado de haber sido aceptado en la universidad, ahora lo deparaban cinco grandiosos años donde se forjaría como un gran odontólogo. El único problema es que él no era originario de Seúl y debía buscar donde vivir, hasta el momento su mejor opción era la gran residencia de la escuela, aunque la idea de compartir su habitación no le apetecía demasiado, era demasiado vergonzoso con su cuerpo como para dejar que otros lo mirasen.

Como un milagro caído del cielo, un día mientras procrastinaba en facebook, se topó un anuncio en el cual decían que se buscaba roomie, la renta era algo cara pero con el dinero de su madre y el salario que su tío le daría por trabajar en una pequeña farmacia, podría pagar bien la mitad de todos los gastos de la casa, tendría cuarto propio y el lugar estaba muy cerca de su universidad, por donde lo viera, era un ganar, ganar.

De forma rápida se contactó con el dueño de la casa, acordaron verse y tras conversar un rato, Kim firmo el contrato y sellaron el tratado con un fuerte apretón de manos. Ambos creyeron que serían los compañeros de cuarto perfectos.

Lo cual no fue así, el problema era que Christopher solo era perfeccionista con su trabajo haciendo que pasara altas noches en vela, para entregar pura calidad en sus composiciones, pero no pusiera la más mínima atención en el desastre que hacía. Seungmin era un maniaco por el orden y Bang Chan era como un huracán desordenando todo a su paso.

Pasados los seis meses juntos llego el punto donde ninguno podía verse sin tener que voltear los ojos, decir alguna maldición o simplemente querer meterle un puñetazo al otro, más nadie en aquella casa estaba dispuesto a renunciar a ese departamento por culpa del otro, obligándose así a soportarse.

Un día en una fuerte discusión que estaban teniendo, de manera impulsiva Chan estampo sus labios contra los de Seungmin, los dos se dejaron llevar por lo que sus hormonas decían teniendo de esa manera su primer encuentro sexual.

Descubriendo de maravillosa manera que el sexo, era en la única cosa que tenían buena química y vaya que lo disfrutaban. Sin oposición de ninguno continuaron esos "acostones casuales" haciendo que sus dos cuerpos se conocieran a la perfección.

¿Puedes acostarte tanto tiempo con alguien sin desarrollar sentimientos? Si le preguntas a Chan y a Seungmin te dirán que sí, pero si ves las miradas que se tiran al ver al otro, veras que detrás de la lujuria se esconde el amor.

Chan hacia leves caricias en los hombros de Seungmin, a pesar de todas las veces que se habían acostado, terminado la sesiones de sexo, Kim corría a mínimo ponerse una playera y bóxer, cosa que Bang no entendía puesto que para su gusto, el cuerpo de Seungmin era perfecto, pero ahora como solo en contadas veces ocurría, el menor prefirió quedarse tumbado en la cama acurrucándose con su hyung.

Seungmin trazaba con su dedo índice leves círculos imaginarios por todo el pecho de Chan, sorprendido de ver aun rastros de vela.

—Minnie —llamó.

—Mmm.

—Hagámoslo sin condón.

Seungmin dejo su tarea y se sentó en la cama, viendo a Bang.

—¿Con cuantas personas te has acostado desde que estamos teniendo sexo?

—Tres —comentó casualmente.

Algo en el corazón de Seungmin se quebró, pero no podía reclamar porque no eran nada y aparte, él tampoco estaba siendo monógamo.

—¿Te molestaría que nos hiciéramos una prueba de ets?

—Para nada.

—Bien, después de las pruebas podemos hacerlo sin condón.

Los dos eran hombres, ¿Qué podía salir mal?