Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo uno.

Las manos de Seungmin se aferraban a la ancha espalda de Chan, sus uñas se deslizaban por está, haciendo que dejara ligeros rasguños. Probablemente al día siguiente que Bang se bañara sentiría ardor por las rasgaduras en su piel, pero en ese momento estaba más centrado en dar estocadas más profundas dentro del precioso cuerpo de Seungmin.

—Oh, Dios, justo ahí, sigue —gimió Seungmin muy cerca del oído de Bang.

— No soy Dios, pero ya estoy por llevarte al cielo.

—Eres un imbécil.

Chan sonrió ladino, aumentado el ritmo de las embestidas, coló una de sus manos en el blanquecino cuello de la persona debajo de el, Kim puso los ojos en blanco (quizás por la excitación o quizás por la falta de aire, aún no la averiguaba Chris)

Sin aguantar más Bang se corrió dentro del condón, la mano que antes tenía en el cuello de su enemigo, la bajo hasta el pene del contrario para masturbarlo y ayudarlo a terminar.

—Di mi nombre —exigió demandante.

—Estas loco, no lo haré.

Aumento la velocidad en su mano, haciendo que Seungmin estuviera cada vez más cerca y se detuvo abruptamente acercándose a su oído.

—Di mi nombre y terminare lo que empecé.

Kim mordió su labio con orgullo, abrió sus ojos viendo a Chan que estaba expectante esperando, dejando su orgullo de lado solo atinó a decir;

—Chan, por favor

—Por favor, ¿qué?

—Por favor, ayúdame a acabar.

—Buen chico —sonrió de lado satisfecho.

Continuó masturbandolo por unos segundos más hasta que chorros del caliente esperma salió manchando el abdomen de ambos. Chan por fin salió del interior de Seungmin y se tumbó a un lado de él en la cama, Kim que aún era bastante pudoroso tomó el su bóxer que estaba en la cama y todo una playera que él creía era de Bang.

Chris aún yacía tendido en la cama intentando regular su respiración, cuando la pareja (no pareja) escuchó un fuerte llanto.

—Ve tú, Christopher, a mi me duele el cuello, la cadera y el trasero.

Sin mucha opción a protesta, el mayor se colocó su bóxer y su pantalón de pijama, antes de salir de la habitación, se encaminó al baño a lavarse muy bien las manos, camino al cuarto de su pequeña bebé, aproximándose al cunero, acercó uno de sus dedos a la pequeña boca de su hija y al ver que la abría, camino a donde estaban las mamilas y la fórmula de leche para prepararle un biberón a la niña, la cargo y se sentó en la mecedora cantándole una canción de cuna. Jungmin lanzo pequeños balbuceos enterneciendo al universitario.

—¿Tampoco puedes dormir, pequeña? Se supone las princesas deben dormir temprano —comentó alegremente besando la pequeña frente de su hija.

Paso algunos minutos más arrullando a su primogénita, hasta que esta por fin cedió en los brazos de Morfeo, Chan la volvió a depositar en su cuna, reviso que los dos monitores de bebé estuviera encendido y a manera perezosa camino hasta su pieza para poder dormir.

Bangchan despertó debido al ajetreo que se escuchaba desde la cocina, sin nada de ganas se levantó. Al estar en la entrada de la cocina, se recargo en el umbral de la puerta a observar como Seungmin terminaba de pelar una manzana, ya sancochada y como los metía en la licuadora para hacer una papilla.

Jungmin yacía sentada en su sillita alta, lanzaba alegres balbuceos ya que en el celular de Kim, puesto en la mesa (muy alejada de sus inquietas manitos) se reproducía Tayo, el pequeño bus que era la caricatura favorita de la pequeña.

Chan se acercó plantando un suave beso en la mejilla de la niña, esta sonrió y se viro a mirarlo, más a los segundos regreso su vista a su serie, el mayor se acercó a nevera, saco el cartón de leche y bebió directamente del envase.

—No seas asqueroso —regaño Seungmin.

—No es como si no hubieras tenido mis fluidos corporales sobre tu boca.

—Cerdo —musitó terminando de emplatar la papilla en un platito hondo de pocoyo y sentándose para darle de comer a su bebé —¿puedes cambiar a la niña? Se me hace tarde, aún debo bañarme y el tiempo no me alcanza para ambas.

—Si, lo haré.

Seungmin agradeció. Le dio de forma algo rápida la papilla a su hija y corrió a su cuarto para bañarse. Christopher realizo todo lo pedido y finalizo haciéndole una pequeña coletita en su corto cabello, dejo a la bebé sentada en cuna para poder hacer la pañalera de su hija.

—Pero, ¿qué haces, amor?, ya te había puesto las calcetas —suspiró y Jungmin solo balbuceo algo ineludiblemente debido a que su pequeño pie estaba siendo usado de chupete.

Kim ya pulcramente vestido y perfumado, entro a la habitación, al ver la escena, solo se limitó a tomar una toalla húmeda, para poder limpiando el piecito y colocarle  a la niña nuevamente la calceta.

—Pa, no —puchereó la castaña.

—Papá, si. Debes ponerte la calceta para que vayamos con la abuela.

—¿Bela mía?

—Sip, tu abuela.

—¿Hoy no ira a la guardería? —preguntó un muy confundido Chan.

—Desde ayer te lo dije, pero como jamás me pones atención.

—Bien, lo siento, ¿Por qué no ira?

—No lo sé, ayer solo mandaron mensaje de que estaría cerrada por hoy —revisó su reloj abriendo sus ojos sorprendido —y tengo el tiempo justo para llegar con mamá.

Al momento de saber del embarazo de Seungmin, los señores Kim habían optado por mudarse a Seúl para ayudar en lo que pudieran a su hijo, cosa que rara vez ocurría porque al chico no le gustaba molestar a sus progenitores. Cargo a la bebé entre manos, la acerco a Chan para que le diera otro beso, se puso un fular, su mochila y la pequeña pañalera azul cielo que había alistado Chan previamente. Antes de salir Seungmin dijo:

—Hoy sales a la 1:40, ¿no? —Bang asintió —hoy debo trabajar, ¿puedes ir por la niña? Papá y mamá saldrán con sus amigos a las tres, debes pasar por ella a las dos o a más tardar a las dos treinta, ¿puedes hacerlo o le digo a Hyunjin?

—¿Crees que no puedo hacerlo? —cuestionó molesto.

—No lo sé, por algo te estoy preguntando.

—Puedo hacerlo.

Chan agradecía que lo dejaron salir veinte minutos antes de clases, ahora caminaba por el gran campus, cuando fue retenido por Lucas, un chico que estudiaba su misma carrera pero dos grados inferiores.

—Hey, Chris, ¿estás ocupado?

—No realmente, ¿por qué?

—¿Quieres jugar con nosotros? —señalo a sus amigos que estaban en el campo de fútbol —nos falta un jugador.

Lo pensó por un tiempo, pero se dijo que si tan solo jugaba media hora, le alcanzaría perfecto el tiempo para llegar por Jungmin.

¿Qué podía salir mal?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro