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Dedicación pa' Babylonx5sos , -marikisima , @seventyniker , barbsterspace , @Infinitly y MaferQueenx ❤️
Espero que les haya llegado la luz a todos, mis amores. Si no, cuando lean esto, espero que estén bien. Que Dios los cuide y que todo mejore para todos los que están allá, y también para los que están fuera que estén pasando trabajo.
Los amo😘
Todo empezó con un beso común y silvestre, en el que los labios de mi catire bello impactaron con los míos en el momento en que yo pronuncié las palabras "dale play".
Teniendo el cuidado suficiente para no hacerme daño, pero aún así sacando su salvajismo interior, Luke presionó suavemente mi cuerpo contra la pared de la que mi espalda se apoyaba, fusionando su pecho con el mío.
Admito que de un momento a otro se me olvidó toda mierda: Nicole, Sierra, el mamaguevo de Maduro... Todo. Sólo podía pensar en el terremoto cucal que me estaba dando.
Y es que de bolas, con esa metida tan boleta que nos estábamos marcando... Adiós, virginidad bucal.
Yo en un principio me dejé llevar, simplemente siguiéndole el beso con los fuertes trazos de mi lengua. Sin embargo, no habían pasado más de unos cuantos segundos cuando se me metió lo Tony el tigre y empecé a atraer a mi novio hacia mí agarrándolo de la camisa.
Una loba en el armario, tiene ganas de salir, AUUUUUUU🎼
Amo a Shakira, chao.
Ya, hablando serio: necesitaba su toque, sus besos, que me recorriera con sus manos y su boca, y que así me hiciera olvidar todos mis problemas y crisis existenciales en menos de lo que podía decir "Maduro coño 'e tu madre".
Luke era mi escape, y la verdad era que en ese momento no me provocaba más que huir de todo lo demás.
Un escape. Corina y Gustavo ahora, pues.
Bueno, mejor no. Susto. Después pasa esto...
Y no, mami.
Total que mientras aquel se sostenía de la pared con una de sus manos, dejando su bien trabajado brazo extendido a un lado de mi cabeza, yo llevé una de las mías a su cuello con la otra aún jalándole la ropa. Luego, metí mis dedos entre sus cabellos rubios rizaditos, aprovechando para acariciarlos como tanto me gustaba hacer.
Decidí meterme por la vía vieja, recorriéndole la línea de la mandíbula con una serie de besos cortos hasta llegar a su cuello, en donde fui depositando un par de suaves mordisquitos traviesos.
Y chupones, puej, no nos caigamos a coba. Ya yo la santidad la dejé botada por ahí hace tiempo.
El que la consiga para que por fa ni se le ocurra mandármela. Usted quédese esa vaina o vea cómo hace, pero yo estoy fina aquí activa en putería y zorrismo. Gracias, La Gerencia.
Al parecer, a él también le dio por colaborar con la patria, porque llevó su mano libre a mi pierna izquierda y ahí comenzó a subirla por mi muslo. Yo levanté levemente dicha pierna, enredándola con la suya mientras Luke levantaba un poco la tela de mi vestido para abrir más la vía a sus caricias.
Te imaginarás el cucardio masivo con efectos acuáticos que me dio.
Yo literalmente en ese momento:
Sin embargo, ahí se quedó, porque tampoco nos íbamos a empelotar en público, pues. A ese extremo no llegamos.
Una serie de escalofríos me recorrieron de arriba a abajo, partiendo del lugar donde su piel rozaba la mía. En esas, regresé mis labios a los suyos al tiempo en que mis dos manos trazaban su camino devuelta a su cara.
Llegó un punto en la intercambiadera de saliva que sentí que si seguíamos en esa metedera tan intensa un minuto más, no iba a ser capaz de aguantarme el queso hasta la casa. Por eso, tuve que parar la vaina ahí antes de que se pusiera seria.
—Chamito... —susurré, cuando Luke se propuso recorrerme el cuello como lo había hecho yo antes con él, haciéndome levantar la barbilla para brindarle espacio.
El carajito aquel hizo un sonido que sirvió como pregunta, mientras concentraba su atención en bajar sus besos hasta mi clavícula.
—¿Qué tal si...? —comencé a preguntar, siendo interrumpida por una de las muchas cucascadas que me estaban dando. Aún así, conseguí encontrar las fuerzas para seguir hablando entre temblereque y temblereque—. Sigamos con esto más tarde... en otro lado más... privado... ¿Sí vacata...?
Ricitos de oro no pareció captar el mensaje al momento, porque tardó como medio minuto en reaccionar y detener sus movimientos burda 'e lo pasaos'. Una vez lo hizo, levantó la cabeza volviendo a ser el piaso' 'e poste que era, y me miró desde arriba tipo:
Ese seguro ni se acordaba que estábamos en plena rumba y había permitido que se le empezara a derretir el queso como a mí. Por eso, no se esperaba que llegara yo con el SEBIN a cerrarle la fábrica de Cheese Wiz así de coñazo.
Pero bueno, siempre cortanota nunca incortanota.
—Verga, no me veas así, vale. —Me reí por la cara que puso, entre sus brazos, metiéndome sendo coñazo con la pared de mármol cuando eché la cabeza para atrás por la risa—. Coño 'e la madre —exclamé automáticamente en español cuando sentí el golpe en el coco.
Lukrecio se rió que jode por mi gafedad, pasándosele el pique por haberle bajado el quesómetro en un pin pan pun.
—Eres un fail andante, Rodríguez —se metió conmigo el webon ese, bajando el brazo que había estado tocando la pared antes y así dándome un poco de espacio pa' respirar.
Lo miré burde' feo por andarse burlando de mí, y le metí un lepe suavecito en un brazo por la misma razón. —Respeta a tus mayores, muchachito.
Luke enarcó una ceja, mirándome en modo wtf a la vez que me decía: —Sabes que te saco tres años, ¿verdad?
—Será cronológicamente, porque mentalmente estamos claros que no, papi.
Luke literalmente pasó de estar cagado de la risa a ponerme una cara de culo del tamaño del Poliedro en menos de un segundo. Tipo Calum a cada rato:
—Te pasaste —me dijo todo picado, aunque en el fondo estaba luchando por no sonreír—. Ahora te "jodiste" conmigo.
Yo estaba gozando una bola y media ya de por sí, así que imagínate cuando me salió con el venezolanismo. Nawebona, cómo me reí.
Casi que desvariando por las carcajadas, le rodeé los hombros con los brazos y junté mis manos tras su cuello, evitando así que se diera la vuelta.
—No seas gafo, vale —le dije cuando pude calmarme, guindándomele encima para comenzar con la jalabolería—. Te estoy es chalequeando. No te arreches, mi niño bello, picioso', mi muñeco 'e torta, más picado que'r coño pero igualito así te amo... No seas así, vale...
Pa' los que digan que El Chavo no te enseña nada, vean que yo aprendí a jalar bola de la Chilindrina.
Acerqué mi cara a la suya, como buscando que me mirara a los ojos. —Coño, L, deja la vaina...
Luke se vio tentado a bajarle dos a la piquiña, y así hizo al final, pero no antes de poder decir con orgullo su insulto criollo recientemente aprendido: —Chavista tenías que ser.
Este sí era arrecho de verdad. A mí me podías decir de malparía' pa' arriba, pero ¿chavista? Se pasó de maraca.
Yo estaba clara que era pura joda, pues, pero igualito, menor.
—Por mí te puedes mamar una caravana de webo más grande que el Parque de Ferias de San Jacinto, ¿oíste? —lo insulté de vuelta, apartando la cara cuando intento besarme como recompensa al ver que la acababa de cagar.
Como entonces era yo la que se la daba de arrecha, fue él quien tuvo que jalarme pa' que se me pasara.
—No te molestes, Lu —pidió, posando sus labios en mis cachetes para dejar besitos cortos en ellos ya que había alejado mi boca de su alcance—. Anda, mi vida...
No, marica. Ya fue. Me rendí. Me convenció con el "mi vida". Ni dos segundos tardó el coñito 'e pepa ese en hacer que se me fuera la cara de culo.
Mano, ahorita que lo pienso. ¿Qué clase de pareja se marcaba semerendo chalequeo después de acabar de meterse de una forma tan criminal?
Nosotros como que teníamos un tornillo flojo, o bueno, pa' mí que la caja de herramientas completica.
—No te soporto —fue lo único que tuve para decir en mi defensa antes de acceder a darle el piquito que tanto había estado buscando, medio por las malas.
—Sí, claro. —Puso una cara de gozón que pegó perfecto con su tono sarcástico, mientras pasaba su brazo derecho sobre mis hombros y se giraba hacia el resto de la fiesta aferrándose a mí—. Será mejor que volvamos con los demás antes de que le canten cumpleaños a Mike.
Cuando me di la vuelta también, abrazándolo de la cintura, empecé a preguntarle: —¿Tú crees que nos hayan visto... ya sabes...?
En eso, ambos terminamos de girarnos hacia lo que constituía el resto de la fiesta, que era más que nada un montón de personas concentradas en la zona de los banquitos y alguno que otro par regado por ahí. Lo curioso de todo el tema, era que por lo menos un cuarenta por ciento de la gente estaba mirándonos, incluida Nicole.
Naguara, pensé, una ya ni se puede meter con el jevo tranquila porque la atacan visualmente. Los acosadores. La You. Qué arrecho.
—¿Eso responde a tu pregunta? —Como protegiéndome de las miradas furtivas de Raimundo y todo el mundo, Luke pasó de rodearme con su brazo a bajar una de sus manos hasta la más cercana de las mías, y entrelazar nuestros dedos. Con eso, podía adelantarse un chin a mí y así guiarme entre el bululú de gente.
Yo me dejé "proteger", aunque eso fue hasta que pensé en que viéndole el lado no bueno, sino maravilloso a la situación, ahora la Coleto ya tendría más que claro que mi macho no caería tan bajo como para quedarse atrapado en sus tentáculos. Úrsula, pues.
Pero bueno, sí. Que se le quedará grabado en la mente quién era la más arrecha ahí, nojoda.
Ahí, fue cuando se me metió la Miss Venezuela que llevaba dentro: levanté la barbilla, metí la barriga, saqué el culo, me paré derecha. Y de la mano de mi novio, caminé con todo el orgullo del mundo, como la diva que sentía que era en ese momento.
'Tan claras que yo tenía material pa' ser Miss Tuki 2019. Total; si tenía todo lo necesario...
No se imaginan la cara de Nicole, marico. Qué sabroso era verla retorcerse de la arrechera por no haber conseguido lo que quería.
Eso sonó feo, pero ajá. Por mí a esa caraja la podíamos mandar de un coñazo a hacerle compañía al satélite Simón Bolívar.
Aparte de eso, Luke me había demostrado una vez más que era el mejor jevo del mundo, además del más bello, el más cuchi, y el más todo. Uy, no. Lo amaba demasiado.
Así que bueno.
De mí pa' la Nico:
****
—¡Lucía! —me llamó Linus, un chamo burda 'e pana amigo de los 5 Ayuda que se prestó voluntario para tomarnos una foto a todos los invitados, mientras el resto del grupo nos acomodábamos para salir en esta—. ¡Ponte de puntillas que no te ves!
Los maricos aquellos amigos míos se empezaron a reír al darse cuenta de yo quedaba media cabeza por debajo de todo el mundo, y que por ese camino iba a salir en la foto el Día de la Pera.
—Ya estoy de puntillas —musité, sabiendo perfectamente el bullying intenso que se aproximaba.
Y sí, pues. Si antes se estaban riendo ni te digo en ese momento.
Qué bolas, pensé.
Con amigos así... Mentira, los amo.
Al final tuve que cambiarme de sitio e impulsarme de los hombros de KayKay para que por lo menos se me viera la cara. Pero sí salí, pues, y eso es lo que importa.
—Gracias por la colaboración, chama —le agradecí a la entonces pelinegra de la eco, desguindándomele de encima—. Corazoncito pa' ti.
Ella me sonrió, restándole importancia. —No es nada. —Me empujó un chin el brazo en un gesto divertido—. Es cool tener una amiga bajita.
Fruncí el cejo mientras le devolvía la sonrisa, en modo no entendí.
Iba a decirle otra cosa, pero justo en ese momento un par de manos se ciñeron sobre mis hombros, haciéndome pegar un brinco.
Mientras yo me recuperaba del susto, Luke se dejó ver inclinando su cabeza a un lado de la mía, haciéndome saber que era él quien se encontraba detrás de mí.
—Me asustaste, nojoda —le reclamé, al tiempo en que cruzaba sus brazos sobre mi pecho y reposaba su cabeza en el hueco de mi cuello.
—Esa era la idea —replicó sonriéndole de vuelta a KayKay, quien nos miraba como si fuéramos una película romántica más sobrecargada de azúcar que un pote 'e leche condensada.
Yo rodé los ojos, sin poder evitar ampliar mi sonrisita también.
Luke levantó un chin la cabeza para poder mirarme, aún abrazando la parte superior de mi cuerpo con cuchitura. —¿Nos vamos ya? —propuso, levantando ambas cejas catiras.
—Fuengo —acepté, sabiendo que ya era demasiado tarde y que Maikol también querría descansar del largo viaje que habíamos hecho desde Europa hasta Gringolandia—. Déjame que busque mi bolso y soltamos la peluca.
Él asintió, liberándome de su agarre para permitirme ir a buscar mi vaina.
Yo me despedí de KayKay agitando un chin una mano antes de encaninarme a la zona de banquitos donde había dejado botado mi bolso.
Ya lo había visualizado desde lejos, así que sólo tenía que llegarme hasta allá, agarrarlo e irme, tranquilita, como si no hubiera pasado nada. Más fácil que pelar plátano, ¿verdad?
Pero NOOOO. Siempre tiene que venir alguien a cagarla como si tuviera acumulada la diarrea de hace dos meses y viniera a echársela a uno.
—¿Lucía? —escuché una vocecita preguntar a mis espaldas, con el cantaito' venezolano presente en la entonación.
Vuelve el perro arrepentido, pensé al asumir quién sería su dueña, con el rabo entre las piernas.
Ah no, vale. Esa tipa parecía que estaba enamorada de mí, pues. Bien bueno ahora. Ni la chama esta del episodio de iCarly que secuestró a los chamos esos en su casa, y que de paso quería meterle mano a Freddy.
SuSTo.
Admito que yo me hice la loca, la que no había escuchado, y seguí con el proceso de agarrar mi bolso de la mesa en la que estaba, acompañado de otros cuantos pertenecientes a los demás invitados. Ya me lo había guindado de uno de los hombros, y me disponía a salir por detrás de la mesa para no tener que verle la cara cuando volvió a hablar, ahora más fuerte que antes: —¿Lucía?
Rodé los ojos, clara en que no me quedaba otra que voltearme hacia ella y preguntarle qué carrizo quería pa' que dejara la ladilla. Si no no me iba a dejar en paz, pues.
—¿Qué? —espeté de una vez, cuando me giré para no darle la espalda—. Si me vas a decir algo es ya, así que mueve ese culo.
Yo sé que me pasé un chin de directa, pero de pana no iba a perder mi tiempo otra vez con esa tipa. Ya no.
—Entiendo que estés a la defensiva —dijo en respuesta a mi agresiva reacción, analizándome al completo mientras dejaba estática en su cara una expresión neutral—, pero sólo venía a pedirte que me prestes para llamar; ando sin pila.
¿Guatafó? ¿Por qué iba a venir a pedirme saldo justo a mí cuando habían otras muchas personas en la fiesta? ¿A mí? ¿Yo que era a quien llevaba haciéndole la vida imposible desde que llegó? ¿De pana? No entendí.
—No me veas así —se defendió intuyendo mis pensamientos, y miró momentáneamente al techo pa' regresar sus ojos a los míos segundos más tarde—. Eras a quien tenía más cerca, pero si no puedes le digo a alguien más y ya está. Cero peo.
Yo me le quedé viendo de frente, manteniéndole la mirada fija por un rato. En sus ojos azulitos pude ver —aparte de maldad en estado puro— algo de... no arrepentimiento sino... ay, coño. Bueno, no encuentro la palabra exacta, pero es como si estuviera aceptando que yo le había ganado la partida de Ludo.
Y yo no sé si era que a mí me dio mucha cosita o que andaba medio aweboniada, pero cedí chama. Hablando serio no quería caer en sus juegos, pero para eso, el primer paso era demostrarle que no estaba jugando.
—Nicole —la llamé cuando se dio la vuelta, haciendo que volviera a girarse hacia mí—. Toma.
Ella se quedó viendo cómo yo le tendía mi teléfono desbloqueado en ofrenda de paz, analizando mis cortos movimientos como si yo fuera el depredador y ella mi presa.
Todos sabemos que la cosa era al contrario, pero yo opté por dejarlo pasar y quedarme callada. Ya no quería tener más peos con nadie, ni siquiera con ella.
Obviamente no era que íbamos a ser mejores amigas, pero por lo menos podíamos mantener la guerra en paz. Activas con la magia del arcoíris.
—Gracias —musitó, y aunque no lo dijo demasiado alto, supe que iba en serio. Como cuando por fin reaccionas y empiezas a bajar los niveles de maldad.
Y así, ambas calladitas, Nicole agarró mi celular mientras yo la veía hacerlo. Una vez estuvo en sus manos el aparatico de forro de gel azul clarito, ella empezó a teclear lo que supuse sería un número de teléfono.
Yo la dejé quieta que se apartara y llamara "en privado" todo lo que necesitara. Total, seguramente no tenía quién la llevara a su casa o alguna vaina así; como casi no conocía gente en L.A. por estar recién llegada y eso...
Total que aproveché ese tiempo que Nicole tuvo secuestrado mi celular pa' despedirme de la gente, repartiendo abrazos, besos y mini-discursos pa' cada uno. Como mi profesora de biología repartiendo cero-unos al final del lapso.
Y bueno, chamix. ¿Qué quieres que te diga?
Me costó fue burda despedirme de esa gente, en especial de los 5 Ayuda en sí, porque tú sabes: uno se va encariñando con esos mariquitos poco a poco y cuando menos acuerde son parte de ti. Pero bueno, ya como era la segunda vez que teníamos que separarnos por un periodo de tiempo mayor a un día, supe llevarlo sin ponerme demasiado cursi. Aunque al final igualito de broma y no lloro, pero ajá.
Y bueno, sólo me queda contarles el gran abrazo grupal de despedida que nos marcamos, ahí entre todo el mundo. Lo único que faltaba era que empezáramos a bailar pa' que se pareciera igualito al final de High School Musical.
Así que una vez la Nico me devolvió mi teléfono, Luke y yo nos fuimos, dejando a todo ese gentío atrás.
Esta vaina parece una película, dígalo ahí. Pero tú calmao', que ahora es que viene la mejor parte.
Sólo por soltarte ahí un spoiler rela, te cuento que fui senda gafa al prestarle mi teléfono a la Coleto. Pero no es mi culpa, porque yo no tenía ni idea de qué un simple gesto podría traerme tantos problemas. Bueno, si problemas llamamos al semerendo peo en el que me metí...
Alo qlq.
Chamix, acuérdense que tenemos un grupo de WhatsApp burda 'e lo calidad. Así que cero pena; si quieren entrar sólo manden números a groupieofcal o en su defecto a Babylonx5sos , con código de país.
No les recomiendo que me lo manden a mí porque yo leo inbox una vez al siglo. Pero igual está abierto a todo lo que necesiten.
Y bueno, nada. Les dejo unas foticos ahí:
Los amo😚
~Camz🥰
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