Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12

...pero luego sonrió. Coño, marica. Nawesona' de sonrisa. Qué bello.

Así que no te caigo tan mal después de todo —fue lo que le salió decir.

Mjmmm —le respondí, llevándome las manos a la cintura—. Bien bueno, ps. —Mi expresión lo hizo reír, y la verdad es que el tipo me contagió la risa horrible—. No es que me caigas mal, es que todavía te estoy analizando.

Uy, uy. —Abrió los sendos ojazos que tenía así todo grande—. Perdóneme.

Y ahí, cuando por fin pude tener una conversación normal, de persona a persona —y no de manipulador a manipulado—, con el hombre más perfecto de este planeta, pude olvidarme así sea por un segundo de todos los peos que me rodeaban.

Lo que no sabía, era que me estaba metiendo en uno más grande.

Y ¿mariquito? —Luke hacía unas muecas de confusión que no mano, provocaba era hacerle memes a cada ratico—. ¿Qué se supone qué es eso?

Me reí junto con él. Amaba como decía "mariquito", o bueno, como intentaba decirlo, porque lo que hacía era pasar pena. Pero igualito me encantaba.

Marico, nunca entiendes nada. —Negué con la cabeza, para luego exclamar en español—: ¡Qué peo contigo, Luke!

Él sólo se rió más, casi que llorando. —Vas a tener que regalarme un diccionario venezolano —siguió diciendo entre carcajadas.

Estábamos saliendo de los baños, a la zona más tranquilita del local. A mí poquito a poquito se me iba quitando lo curda, aunque obviamente eso no era así de un momento pa' otro, por lo que aún estaba medio alcoholizada.

El punto es que por lo menos sabía dónde estaba y cómo me llamaba, y eso, era un gran avance.

Sigue chalequeándome —le reté, sonriendo, haciendo un intento de dármela de alzada—, pa' que tú veas. Que yo seré chiquita, pero peligrosa también.

Te acepto lo de ser un elfo, pero das tanto miedo como Michael disfrazándose de unicornio para Halloween.

¿QUÉ? —grité, cagada de la risa al imaginarme esa vaina—. Necesito fotos de eso.

Como guste, ma'am. —Empezó a sacar su teléfono, y a decir:— Dame tu nú... —cuando un grito nos interrumpió.

—¡LUCÍA ISABELLA RODRÍGUEZ DÍAZ!

Maaarico. Hasta aquí llegué yo, pensé cuando vi a Fiorella parada a unos metros de mí con una cara de arrecha que no se la quitaba nadie.

Ni mis papás aquella vez que llegué a la casa de una rumba a las cuatro 'e la mañana.

Dando grandes zancadas con sus piernas burda 'e lo largas, Fiorella se hizo camino entre una gente que estaba atravesada hasta llegar a nosotros.

Por instinto le agarré el brazo a Luke y se lo apreté, cosa que hacía siempre con Daniel y Bárbara cuando sabíamos que en mi casa había rifa de coñazos y nos estábamos jugando todos los números. Era como pa' que doliera menos. Aunque no lo hacía, pero ajá. Igual.

Él como que se sorprendió —o se hizo el sorprendido—, pero no se apartó.

—¡¿Tú eres o te la das de sorda?! —me gritó Fiorella, tocándose la cabeza varias veces—. Si uno te dice que no te muevas, ¡¿por qué coño de la madre te tienes que desaparecer?! —Ranchos dejó de mover las manos como loca, y dirigió la mirada hacia mí, mirándome de arriba a abajo—. ¿Eres gafa...? —En esa miradera, no pudo evitar notar la inminente presencia de Lukrecio, quien estaba más que perdío al no entender un coño de lo que decía mi amiga.

En ese momento, pareció estar analizando la situación. Seguro que desconfiaba de Luke, o al menos eso decía su cara. Y con toda razón, ps. Uno podrá ser muy fan y todo, pero a menos que haya tratado con una persona durante un buen tiempo, no se sabe qué esconden detrás de una sonrisa.

Y Fiorella que se la daba de mi tía. Peor.

Luke... —empezó a decir al aludido, entre el bullicio de la gente—. ¿Está todo bien?

—Fiorella —la llamé yo, sabiendo pa' dónde iba—. Estoy suficientemente sobria como para decirte que no hizo más que ayudarme. Evitó que unos malandros me metieran mano —enumeré en inglés pa' que Luke me entendiera—, me acompañó a vomitarlo todo, y ahorita estábamos buscándote. —Hice una pausa, en la que miré de reojo a Luke, quien me regresó la mirada con la sombra de una sonrisa de medio lado—. Y antes de que me vayas a joder, te digo que de pana que me quiero ir, Fiore. Sé que la cagué, pero salgamos de aquí y me formas el peo mañana cuando me vaya a acordar de lo que me estés diciendo.

Ella paseó su mirada entre Luke y yo, intentando tomar una decisión. En un principio andaba toda seria, pero después relajó la expresión, soltando un suspiro. —Dale, pues. Vámonos. —Me extendió el brazo, indicándome que empezara a caminar, cosa que hice, arrastrando a Luke con nosotras.

Gracias por cuidar a Borrachín —le decía Ranchos al man este, dándole un semi-beso de despedida en la mejilla, para luego meterse en el taxi.

¿Cómo que Borrachín, ridícula? —Le metí un lepe en la frente, mientras Luke se reía de nosotras.

—Deja la ladilla y anda a despedirte de tu jevo —contestó la rubia, en español.

Yo por mi parte rodé los ojos, volteándome hacia Luke al tiempo en que me apoyaba de la puerta abierta del carro. —Un millón de gracias, vale —le dije, sonriendo.

Me las pagas enseñándome español —repuso, regresándome la sonrisa— que ya me cansé de no entender nada de lo que dicen. ¿Trato?

Ay, vale. Este como que quería chanceo.

Si va.

Putería y zorrismo. Lo que me encanta.

Me incliné hacia adelante para despedirme de él con el típico beso en el cachete, pero pajua al fin, metí la pata en el hueco este del desagüe que hay entre la acera y la calle, y bueno, me caí.

Y no. Ya jurabas que iba a ser tipo Violetta cuando se resbala y la agarra Tomás. Sí, Luis. De paso más bello es León.

Así que nada, Luke como que no reaccionó a tiempo —como siempre— para evitar que me cayera, y obviamente yo terminé besando fue al piso.

Por puta.

¿Estás bien? —preguntó, agachándose para ayudarme a levantar.

A que me sale un chichón voy —aposté, sobándome el coco mientras me apoyaba en Luke para pararme.

Él sonrió, y marico qué vaina. Yo siempre me quedaba como pegada cuando él sonreía. Me provocaba caerme a coñazos a mí misma.

Después de unos segundos incómodos mirándonos ahí todo cerca, logré volver a la realidad y decir: —¿Qué más quieres que te deba?

Ya te dije cómo pagarlo —contestó— y lo prometido es deuda.

Iba a seguirle el juego, porque estaba gozando un puyero con esa tiradera de puntas, pero la marica de Fiorella tenía que meterse como siempre.

—¡Coño, marica, muévelo! —me gritó, agitando las manos como una loca—. ¡Tengo sueño!

—Baygon contigo, chica —le solté de vuelta, lanzándole un carajazo para enseguida volver a Luke—. Ya lo veremos —fue lo que terminé diciendo. Tú sabes, pa' dejarlo con la intriga.

Él me sonrió. Yo le sonreí también, calándome el cucardio que me estaba dando, y sin decir más nada, me metí en el taxi con Fiorella.

Luego de cerrar la puerta, el taxista nos preguntó que pa' dónde íbamos. Fiorella le dio la dirección del hotel, y una vez el tipo la puso en el GPS, el carro arrancó.

Por la ventana, me quedé viendo cómo Luke, con las manos metidas en los bolsillos del suéter, se quedaba parado ahí viendo el taxi alejarse poco a poco, y nosotras con él.


Y bueno. Eso es lo que medio había podido recopilar de los trozos de recuerdos que tenía, juntándolos con lo que sabía Fiorella.

Y ahí estaba, dándole más vueltas a la cabeza que un trompo; pensando en que jamás volvería a ver a esos niños en mi vida. O bueno, de que los iba a ver, los iba a ver —tú sabes, en revistas, YouTube, presentaciones y todos esos betas—, sólo que ellos no me verían a mí, Luke no me volvería a ver. Y no era como que me sintiera mal por él. "Ay, sí, pobrecito vale, se va a perder de mi excepcional compañía". No, pues. Me daba paja era que a la semana ya ni se iban a acordar de la yocsi. Porque ¿tú crees que esa gente sabría reconocer a la primera persona que los entrevistó cuando eran nulos? Y por mucho que hubiéramos montado el propio show, olvídate. Si yo misma de vaina y me acordaba de la lista del supermercado, menos ellos se iban a estar acordando de mí.

Desinstalando ilusiones... 100% completado.

Me removí en la cama, cambiándome de lado.

Según el relojito de la mesa de noche que tenía la habitación del hotel, eran nada más y nada menos que las 4 A.M. Y yo ahí todavía sin pegar ojo.

Empecé a hacer círculos con los dedos en mi antebrazo, en el sitio donde me haría un tatuaje más tarde. Seguí pensando, y pensando, y pensando, y pensando... Decidí repasar el día de hoy poco a poco en mi cabeza, y acabé deteniéndome al final del concierto, justo en el momento en que estaba hablando con Adam Fitz.

¡Eso era, marica! ¡Yo le había dado mi número! Maaaaan, no podía ser. Necesitaba que el tipo me necesitara —valga la redundancia—, que Andy no sé, tuviera diarrea y no se llegase otro día. Por lo menos pa' ver otra vez a los papis papis. Lo necesitaba.

Luego de eso ya me tocaría asumir que no era como que fueran a hacerse mis amigos del alma. Ahí me bajaría de esa nube. Pero en ese momento sólo sentía que necesitaba verlos. Una vez más.

Y así me dormí, con una sonrisototota en la cara, y con la esperanza de que a Andy le diera diarrea.

Ámenme, que hoy se los dejé bien, sin cortar nota.

Bueno, chamas, sorry por no publicar en días y si a veces pasó tiempo sin contestar el inbox, es que ando full con un examen de historia de dos temas y estoy llegando de viaje también, así que el poco tiempo que uso wattpad es que si pa' escribir, porque si no publicaría un capítulo por mes.

Entre otras cosas, los amo demasiado. De pana que burda es poco.

Les iba a pedir que me recomendaran canciones, que necesito unas así happy que me den ganas de hacer las cosas bien.

Pa' los que no sepan cómo soy yo, les dejo aquí las últimas que me descargué pa' que tengan una idea:

Ik, mi app pirata.

Las de 5SOS son Midnight que la acabo de escuchar y me encantó horrible, y Ghost Of You, pero esa es peligrosa, así que no le paren.

Y nada, vale. Les tengo uno, bueno dos la verdad, invitados especiales pa'l otro cap y les dejo el faceclaim de Nicole en la intro de la historia.

Chao, los amo again❤️

~Camello, pa' ti @Garsso

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro