11
Y ahí estaba él, parado como el poste que era mirándonos a ambas.
Verga, nawebona de chismoso. Más salío que una gaveta.
—¿Cuándo? —pregunté, arrugando la nariz, haciéndome la loca, y esperando que el bicho ese no hubiera hecho un cursito de OpenSpanish online.
—...El mundo no gira en torno a ti —terminé la frase, o mejor dicho la balbuceé, porque ya el alcohol que pudiera tener el poco 'e mojitos que me tomé había empezado a hacer efecto.
Sendo argumento, papá, pensé, autofelicitándome. Soy yo en 3D...
—Y por lo que veo entorno a ti sí, ¿no? —replicó, sin perder la calma.
—Verga, te jodió.
La mardita traidora de Fiorella estaba era cagada de la risa. Yo no entendía a quién estaba apoyando ahí.
—Entonces, ps —le dije en español—. ¿Quién es tu mejor amiga desde tercer año? Tú me dices.
Ella rodó los ojos. —¿Y el resto de tu combo? —le preguntó a Luke, cambiando de tema.
—Se me perdieron hace quince minutos —El rubio miró a su alrededor, por encima de nosotras, para luego bajar la cabeza otra vez, cagado de la risa por vete a saber qué—. Ah, pues no. Están allá atrás.
Nosotras volteamos, para encontrarnos al 3/4 bailando con unas chamas. Ya sabía de qué se estaba riendo: del penoso intento de bailar reggaeton de los carajitos.
Fiorella y yo le hicimos eco, riéndonos como sendas pajuas. Es que, marico; lo que hacían era moverse de alante pa' atrás moviendo los brazos burda 'e raro. JAJJAJAJAAJJAJA NPS, me acuerdo y me río hasta más que en ese momento.
Pasados unos segundos, Luke interrumpió nuestras carcajadas, dirigiéndose a Fiorella:
—¿Me la dejas un segundo? —Me señaló, sonriéndole inocentemente a mi amiga, quien me miró toda pícara.
—Claro que yes —le respondió, aún viéndonos así—. Voy a ver si les enseño a bailar a tus panas. —Sin dejar de hacerlo, se paró de la silla alta, y se alejó de la barra, hacia la pista. Mientras empezaba a darle todo exagerado a los brazos como si fuera a perrear, hizo un corazoncito con los dedos, enfocándonos con él.
Malvada loca.
—Lucía —me llamó ricitos cuando me disponía a pararme yo también. No tenía ganas de hablar con ese bicho—. Esto es serio, ¿ok? No se trata de cualquier cosa; estamos hablando de todo lo que tengo. Todo, se puede ir a la mierda porque tú cuentes lo que sea que hayas escuchado, lo cual te puedo asegurar no es lo que crees.
Verga, qué intenso.
—Jujujuju —me burlé de él, echándole el trago final a mi vaina—. Ahorita —le señalé—, no tengo tiempo que perder comiéndome tus mojones. Pero muchas gracias, La Gerencia. Buenas noches.
Nawebona, hasta estaba hablando como la propia borracha, menor. Bien bueno, pues, Lucía Isabella. Qué estrella.
Luke me miró hundiendo las cejas, más confundido que yo en matemáticas. Luego como que vio mi copa y captó la vaina; pero ya era tardesita, porque ya me había alejado, metiéndome entre el gentío.
Yo no me acuerdo de la mitad de esa mierda, pero según Fiorella yo estaba era destornillándome en la pista cuando me consiguió.
Yo que bailaba era puro reggaeton, merengue, salsa y bachata, supuestamente estaba dándole duro hasta a la electrónica. Quejeso.
Y pa' remata', según ella, me encontró gritando a todo volumen ¡Patria, patria, patria querida! y cantando el remix de ¡Maduro, coño 'e tu madre!.
Lo siguiente que como que me acuerdo es que unas manos me agarraron por la espalda, y me arrastraron fuera de ahí.
—Pareces la propia carajita de preescolar —me dijo una voz femenina, seguramente la de Fiore.
Yo me reí, ni me preguntes por qué, sólo me reí.
Ella negó con la cabeza. —Un agua grande —le pidió al barman, quien asintió, dándose la vuelta para buscarle la bebida—. Tú de pana, vale. Nos vamos ya. Nicole y las otras están ahí mismito —señaló un punto entre la gente, pero yo la verdad que ni pendiente perro caliente—, voy a ir a avisarles que nos fuimos. Como te muevas te espera una zaparapanda 'e coñazos.
Rodé los ojos, aún riéndome. —Dale, Ranchi.
Fiorella suspiró, entregándome en manos el agua que acababa de pagar. No mucho después, dejó la peluca.
Como la Dory que era sumado a todo el alcohol que llevaba encima, una vez no vi más a Fiorella, se me olvidó lo que estaba pasando; así que mientras me tragaba el agua, me fui acercando a la zona de las mesas.
Me llegué hasta una en donde estaba sentado un grupito de chamos, que se veían más malandros que 'er coño. A mí no me pregunten, yo estaba era curda.
—Alo, Willmer —le dije a uno de los chamos, así a lo loco—, Zuleida manda a decir que si no vas a asumir tu peo del embarazo va a llamar a Yonaikel y a su grupito pa' rompete esa jeta.
El malandro me miró de arriba a abajo...
...sin entender un coño. Malandro al fin, parecía arrecho.
—Voy a hacer como que no acabo de escuchar eso —dijo, todo serio, volviendo la cabeza hacia sus amigos—, por tu bien.
Yo, más borracha que el alcohol, en vez de quedarme calladita y darme la vuelta, me reí en su cara.
—Uy sí —insistí, haciéndome la asustada—, me cagué. Tráeme el limpiaculito. —Le choqué el hombro con la mano, a lo que me miró con una cara de culo descomunal—. Ay, ¿te picaste, mariquito? ¿Te picaste?
El carajo se paró de coñazo, y no, marica, nawebona de alto e intimidante que era. Ahí me di cuenta de que la había cagado, y bien feo.
Lo miré desde abajo, tragando bien duro, mientras él decía: —Tú te lo buscaste.
Dos tipos de los que estaban sentados en la mesa se pararon como el propio par de robots, pues. Se llegaron hasta donde estábamos el maricón y yo, quien por cierto se me acercó mucho con demasiado. Yo de tanto echarme pa' atrás, quedé atrapada entre una mesa ahí y el carajo ese.
Cuando tenía a los tres delante, los que estaban a ambos lados de Willmer me agarraron de los brazos, intentando levantarme a la fuerza.
Yo me batuqueé y me retorcí lo más que pude, pero los carajos me agarraban durísimo. Uno de ellos me tapó la boca cuando fui a gritar, al tiempo en que me llevaban hacia... no, marico, no me podían estar llevando a los baños.
¡Marica, a mí no me iban a hacer esa mierda! ¡Me negaba! ¡Vayan a meterle mano a Willmer pa' que no sea marico!
Yo estaba más cagada que 'er coño mientras se disponían a abrir la puerta del baño. Me bajó y me subió. Pero justo en el momento en que estaba a punto de darme por vencida y dejar de patalear, imaginando que así capaz y sería menos doloroso, alguien se interpuso entre la puerta y nosotros.
Yo no sé si era la borrachera, pero lo que pude hacer fue reírme por la pose que puso Luke.
Lo que le faltaba era decir Vamo' a calmarno'.
—Hey, hey, hey —dijo burda 'e lo rápido, aún con los brazos abiertotes—. Oye, oye, créeme que no quieres hacer eso.
—¿Quién lo va a impedir? ¿Tú? —Willmer se medio rió, viendo al rubio con superioridad.
—Sólo tengo que tocar el botón de llamar para que vengan mis guardaespaldas y te hagan a ti lo que tú pensabas hacerle a ella. —Lukrecio hizo un movimiento de cabeza hacia al final de su brazo derecho, donde su mano sostenía su teléfono. Arqueó una ceja, sabiendo que acababa de dejar mal al malandrito marico ese—. O bueno, la verdad, ¿para qué amenazar si puedes hacer? —El chamo puso su dedo sobre el círculo verde de la pantalla de una sola vez, haciendo que empezara a repicar en altavoz.
Bastó y sobró pa' que los carajos salieran corriendo.
Nojoda, púuuyalo, marica.
El par de cobardes me dejaron ahí tirada y se perdieron entre el bululú de gente.
De pana que Luke era de admirar, no es por nada.
Como antes me estaban levantando del suelo, obviamente me caí, pues, así que mientras el piso y yo nos conocíamos, Luke vio cómo se alejaban los malandros, para luego agacharse a mi lado.
Con los codos reposando sobre sus rodillas, me dijo, negando con la cabeza, sin poder evitar sonreír en el proceso:
—Ven, vamos a limpiarte.
Cuando el menor ese dijo "vamos a limpiarte", no se refería literalmente a limpiarme, sino a botar todo lo que llevaba dentro. Así que ahí estábamos, en el baño, él sosteniéndome el pelo con una mano y rozándome la espalda con la otra mientras yo vomitaba hasta el alma en la poceta del baño de discapacitados en donde nos habíamos metido pa' que no nos vieran.
De vez en cuando él me daba alguna palmadita, indicándome que siguiera con lo mío.
Entre tanto, en lo único que yo podía pensar era en que ese carajo tenía que tener un olfato de acero, porque ni se inmutaba ante el asqueroso olor de lo que salía de mi boca. Nojoda, yo lo olía, y lo que me daban eran más ganas de vomitar.
Así lo hice, hasta que llegó un punto en que ya como que lo había terminado de sacar todo, entonces me alejé de la poceta, agarrando un piaso' 'e papel del rollo que estaba sobre el tanque para limpiarme la jeta.
Me quedé unos segundos procesando todo, aún medio afectada por el alcohol, mirando a la nada.
No podía creer que de verdad hubieran estado a punto de abusar de mí unos malditos malandros, y todo por mi propia irresponsabilidad. Era pa' caerme a coñazos. Estaba empezando a considerar seriamente no volver a beber en mi vida; no después de eso.
Seguro que si no fuera por Luke, hubiera salido de ahí toda violada y traumada pa'l resto de mi vida. Y yo estaba clara que le debía demasiado entonces, eso no lo podía negar, ps.
El susodicho se levantó, soltando un suspiro. Se veía cansado, suposición que sus ojeras me confirmaban. La verdad que me sentía apenada por haber sido más insoportable que una ampolla en el culo y por haberle causado tantas molestias. Sin embargo, tenía el presentimiento de que tanta amabilidad venía por algo. Ni que fuera pendejo.
—Dame la mano —me dijo, extendiéndome la suya.
Yo lo hice, sintiéndome débil y vulnerable. No me gustaba que nadie me viera en ese estado, mucho menos él. Tampoco me gustaba sentir que le debía algo a alguien; de hecho, era horrible. Tener esa sensación de una deuda sin saldar. Yo le huía a esas vainas, por eso en el colegio nunca pedía que me brindaran en la cantina, ni que me prestaran el maletín de dibujo, y obviamente tampoco que me pasaran en Casa Italia —pa'l que no sea maracayero, eso es un club donde va todo el mundo a reunirse los viernes— cuando se me olvidaba el carnet. Yo no jalaba bolas —casi nunca, aunque a veces no me quedaba de otra—, porque simplemente me chocaba.
—Gracias —le respondí, bajando la cabeza mientras me dejaba ayudar a levantar por él.
—No tienes que... —comenzó a replicar, pero no pudo terminar la frase ya que le interrumpí.
—Sólo para que sepas —le solté la mano, sin hacerlo parecer brusco. Tampoco la desagradecida—, no pensaba decirle nada a nadie.
Luke me miró confundido, pa' mí que haciéndose el Willie Mays. Yo de pana lo que quería era que me cobraran lo que debía lo antes posible.
—Estás equivocada si piensas que lo hice por eso. —Si, cómo no. Me la comí con todo y Diablito—. Me da igual lo que sepa, jamás hubiera permitido que le hicieran eso a nadie.
—No sé —hice una mueca, hablando con un chin de sarcasmo—, no me convence.
—Va en serio. —Me miró así como diciéndome que me dejara de webonadas—. Pero cree lo que quieras.
—Xs, pues —le resté importancia, esta vez mirándolo a los ojos—. Gracias, Luke. Y yo también estoy hablando en serio.
Él me echó un vistazo de vuelta. Al principio solamente se me quedó viendo así como procesando la información, pero luego...
Y volvió la tijera.
Bueno, chamas, muchísimas gracias por este 3k en leídas, hablando serio. Las amo burdish❤️
Vieron que llegamos que si a los primeros rankings en #lukehemmings, #calumhood, #ashtonirwin, #michaelclifford y #5sos.
Luke se la da de sube y baja, pero bueno, hay que hacerlo subir.
De pana que me hacen demasiado feliz en la vida y no se imaginan cuánto😘😘😘
La sentimental entonc.
Bueno, a otra cosa mariposa.
¿Les parece si le meto social media a la historia?
Ah, y las que no tengan dedicación aún me dicen.
Ya, ps. Chao.
Los amo❤️❣️
~Camiluqui💕
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