06
Por un momento los dos nos miramos fijamente sin decir nada.
Y yo estaba tipo:
...pensando en cuál sería mi siguiente movimiento.
Por otro lado, la cara de Luke era estupefacción total. Tanto, que si no hubiera estado tan impactada como él le hubiera dicho cierra esa jeta que hay moscas.
Luego, dos horas después como siempre, Luke reaccionó.
—Tú... —susurró, frunciendo el cejo, confundido. Se miró a sí mismo, y luego a mí otra vez, entendiendo el por qué de mi expresión, y luego, mientras yo lo miraba con cara de asco y me daba la vuelta, añadió—. Lucía, hey, escúchame...
Sentí una mano rodearme la muñeca, así que me volteé, para encararlo, aún sorprendida de que se acordara de que me llamaba Lucía.
—¿Qué? —le pregunté, burda de lo odiosa. Seguro parecía la propia acosadora, pero eso era lo de menos. Lo importante era que él acababa de amenazar casi que de muerte a su ex novia, y esa vaina, lo vieras por donde lo vieras, era un atisbo de violencia machista, webon. A menos que claro, tuviera una razón importante para ello. Pero no lo justifica, pues.
—Oye —comenzó a decir, puro viendo pa' los lados. Sabía que estábamos en un momento serio, pero admito que no pude evitar acordarme de Barney y la canción que decía 🎼mira a ambos lados antes de cruzar🎼—, no deberías haber oído eso.
—¿De pana? —contesté sarcásticamente. De verdad que este man era el rey de la obviedad.
Él primero hizo una mueca de desconcierto, y luego siguió hablando. Seguro no entendió ni papa.
—¿Hay alguna manera en que pueda hacer que lo olvides? —dijo delicadamente, sabiendo que eran palabras que debían decirse con mucho cuidado para no ser malentendidas. Sin embargo, para mí sonaron como si me cayera un tobo de agua con hielo encima; tipo que estaba haciendo el Ice Bucket Challenge tres siglos después.
Yo, por supuesto, sabía perfectamente a lo que se refería. Entre mi mamá y yo habíamos tenido que meter mano y bastante labia en todas partes al hacer los papeles de la apostilla para poder meterlos aquí al llegar a Estados Unidos. Me chocaba ser tan cara e' tabla con los chavistas de mierda de los de Inmigración... Pero si no, no hubiera salido de Maiquetía.
—El dinero no es un problema —agregó cuando vio que no respondía.
Ya va, para el transaragua. ¿Qué creía este que yo era? ¿Policía municipal? Yo no andaba aceptando real pa' callarme la jeta y no ponerte la multa, papi. Anda a darle pa'l fresco a otra.
—¿Estás sobornándome? —le pregunté, indignada. Él no supo qué decir, pues estaba claro en lo claro que lo había hecho—. Yo no quiero tu cochino dinero... —empecé a formarle su peo, pero de un momento a otro dejó de mirarme para dirigir su vista hacia algún punto detrás de mí. Luego me peló los ojos, lo que me hizo cerrar la boca.
—¿Lucía? —preguntó una voz también en inglés, con un acento que reconocí fácilmente—. ¿Qué...?
Me giré para encontrarme con Adam, que parecía más estresado que Vanessa Senior en cada vídeo. Por un momento alternó su mirada confundida entre Luke y yo, pero luego sacudió la cabeza, probablemente decidiendo hacer caso omiso y no preguntar.
—Olvídalo —Se volteó hacia Luke—. Andy acaba de llamar.
—¿Y? —preguntó este, echándome un vistazo como diciéndome que no habíamos terminado.
A mí del tiro se me habían quitado las ganas de mear, así que quería salir de ahí ya. No quería quedarme a ver cómo el mamaguevo de Luke me trataba como a la propia interesada, intentando convencerme de que no saliera con un chisme que no iba a contar, pues. Yo no echo cuentos a medias, así que como no sabía la historia detrás de la amenaza, no iba a salir a decir nada falso a nadie.
El problema es que Adam estaba más atravesado que mojón en cañería, y no podría salir sin que ninguno de los dos se diera cuenta. En qué peos me metía yo, definitivamente.
—No va a poder venir —respondió el británico, haciendo una mueca de desagrado.
—¿Y quién va a tomar las fotos del concierto que le prometimos a RockSound? —Luke arqueó una ceja.
Parecía estar contagiándosele el estrés del moreno.
—Venía a buscarte por eso; estamos reunidos en el camerino intentando pensar una solución.
Luke se quedó pensando, mirando a la nada por unos segundos. Esa era mi oportunidad para huir. Ambos estaban tan enfrascados en su dilema que seguro no notarían mi presencia o la falta de ella.
Comencé a retroceder lentamente, buscando no hacer movimientos bruscos para no llamar su atención. Me sentía la pantera rosa caminando en puntillas.
Cuando ya estaba cerca de la puerta, Luke exclamó, asustándome más que el coño —Espera un momento —dijo, agarrándome con las manos en la masa—. Lucía... ¿tú no le dijiste a Calum que eras fotógrafa?
No, no, no, no. Esa vaina no podía ser. De pana que ese era mi día, pues. Ya me estaba mentalizando cómo le iba a contar ese beta a Bárbara y a Daniel cuando llegara a mi casa.
Una vez el rubio le dijo a Adam que yo era fotógrafa, o que al menos eso le había dicho a Calum, al canoso hombre se le iluminó el rostro. Yo no entendía bien qué coño estaba pasando, capaz se debía a que no les estaba parando ni media bola porque quería salir corriendo de esos mamaguevos vestuarios ya. Lo único que había captado era la pregunta de Luke, a quien no quería ni ver a la cara.
Aunque bueno, dejando la exageración, lo que medio oí, sumado a mis conocimientos de fan, reciente, pero fan al fin, asumí que Andy DeLuca, fotógrafo oficial de la banda, no podía llegarse hasta el estadium, y ellos habían acordado con una revista de música o una vaina así que les pasarían fotos de ese concierto especialmente.
Tanto él como Adam Fitz me miraban impacientes, esperando una respuesta a la pregunta que acababa de hacerme Hemmings.
—Mmm... —comencé a decir, debatiéndome internamente entre ofrecer mis servicios a una de las bandas juveniles más famosas en la actualidad, sabes, casual, oportunidad que seguro nunca tendría otra vez, o huir del sendo peo en el que me estaba metiendo con uno de sus miembros—. Sí, ¿por? —contesté finalmente, escogiendo la primera opción
Adam reaccionó pelando las pepas de ojos grises que tenía, mirando a Luke con ilusión.
—¿Se lo pides tú o...? —comenzó a decir este, a lo que Adam acabó interrumpiéndole.
—Primero lo primero... —dijo—. Lucía —me llamó. Yo me centré en él, vuelta un zaperoco—. ¿Tienes alguna página donde pueda ver tus fotos?
—Sí. —Agarré mi teléfono y me metí en Instagram para buscar mi cuenta de fotografía.
¿Qué te pasa, calabaza? Yo también me ganaba mi dinerito no sólo a punta de YouTube.
—Adam, ¿es necesario? —se quejó Luke, sacando su celular del bolsillo para ver la hora—. Quedan veinti-tantos para empezar... —agregó, echándose el pelo pa' atrás.
—Sh —le mandó a callar, mientras yo me acercaba a él para mostrarle la vaina. El carajo se metió en varias publicaciones, inclinándose hacia adelante pa' poder estar de mi tamaño y ver la broma como era. Luego se paró derecho, poniéndose las manos en la cintura, con una sonrisa en la cara más grande que las de Bárbara—. No me lo puedo creer... —comenzó a decir, imagino que pa' sí mismo—. Bien, te explico...
Ajá, te estoy esperando, papi, pensé.
—A ver, sin entrar en detalles, nuestro fotógrafo no puede venir, y necesitamos fotos profesionales del concierto de hoy desesperadamente —siguió.
—Ajá. —Asentí con la cabeza, ignorando las miraditas de Lukrecio.
—Entonces, ¿Lucía? —Yo estaba más nerviosa que que si me estuvieran pidiendo matrimonio.
—¿Mmjm? —Ese bicho no se cansaba de decir mi nombre, vale. Como que 'taba comprobando a ver si se lo sabía de verdad.
—¿Podrías ser nuestra fotógrafa por esta noche? —me preguntó finalmente.
Al principio yo me le quedé viendo...
...sin saber qué decir, internalizando lo que me estaban pidiendo.
Esa vaina de estar pidiéndole a una caraja que recién conocen y no saben si es tracalera o no que les tome unas fotos burda de importantes era por irresponsabilidad, porque esa gente debía tener suplentes o respaldos o algo así. Todavía que tú me dijeras que ok, les acababan de pedir las fotos y ellos no son adivinos ni magos para saber que van a necesitarlos; pero si era algo que estaba planeado, coño.
Se te cayó, me dijo mi subconsciente.
...la moral, Mrs. Responsabilidad.
Bueno, admito que era verdad.
Sacudí la cabeza, concentrándome en la pregunta que me habían hecho.
Pros: me iba a gana' una platica, de paso tomándole fotos a mi banda favorita, que de paso de paso saldrían en una revista.
Contras: seguro Luke me iba a acosar pa' que me callara la boca y no chismeara de su peo con Sierra.
No, chica. Yo no iba a perder senda oportunidad por ese güevon al que por mucho que ahora viera diferente no dejaba de admirar. Además, yo era experta en sacudirme a la gente. Segurito que lo corría rapidito.
—Váyalo —respondí en español instintivamente, ganándome las miradas confundidas de ambos—. Que sí, pues —me corregí en inglés.
Adam dejó salir un pocotón de aire, aliviado. —No tienes idea lo mucho que te lo agradecemos.
Gracias no, pague. No mentira, vale. Tampoco la interesada.
—Ahora —exclamó reincorporándose—, tú tienes que prepararte para el concierto con el resto. —Puso las manos en las caderas, girándose hacia Luke para luego volver a voltear pa' donde estaba yo—. Lucía, tú te vienes conmigo. Vamos a buscar el material que dejó An... el fotógrafo.
Me hizo señas con la mano para que lo siguiera cuando nos dio la espalda tanto a mí como a Luke.
Eso pretendía hacer cuando una mano me agarró el brazo. No fue de golpe, ni duro, ni nada por el estilo, pero me cagué.
—Tú y yo tenemos que hablar, ¿sí? —me susurró al oído el dueño de la mano que me retenía, para luego soltarme y adelantársenos a Adam y a mí, dejando la peluca.
Nawebona.
Con los pelos paraos' del escalofrío, salí de los vestuarios detrás del agente, vuelta un soberano culo.
🎼En una noche tan linda como esta🎼...
Maaaaan. Antes de que me reclamen tengan claro que los adoro, ¿si va?
A los que hayan tenido problemas con las actualizaciones (que no abren, etc.), en mi perfil está una explicación a ese beta.
Bueno, cambiando de tema, este cap no termina en "...". Eso no pasa siempre.
Pues sólo les digo que el cap que viene ya es más light y más suavecito y happy.
Chao, pues. Loviu😘
~Camula❤️
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