Capítulo III
Hello there! Acá un nuevo capítulo (No actualizo nada más porque me quedé corta de tiempo jaja, veremos si a la noche sale algo más)
Padme sonrió ampliamente cuando despertó abrazada a su esposo y se apegó más y más a él despertándolo.
- Parece que estás muy feliz hoy- dijo él sonriendo y ella lo besó en la mejilla
- ¿Tú que crees?- dijo ella y él la abrazó.
Cuando se despidieron esa mañana, él la abrazó y la beso apasionadamente y luego con mucha pereza se fue al templo jedi.
Padme sonrió. No habían estado así de bien hace días, y eso le dio más ánimos de ir a su de por si aburrido trabajo.
Cuando llegó al trabajo, Bail Organa la estaba esperando.
- ¿Un buen aniversario de bodas?- preguntó Bail Organa y Padme asintió.
- Bastante, ahora que se sabe que estamos casados oficialmente, es más fácil recorrer Coruscant sin tener que escondernos- dijo Padme y Bail sonrió.
- ¿Te arrepientes de que haya salido a la luz?- preguntó Bail- Ya sabes, por lo de tu trabajo
- En absoluto- dijo Padme sonriendo, a pesar de que a veces decía estar arrepentida, la verdad era que no se arrepentía de haber dicho la verdad- Fue la mejor decisión que he tomado- dijo ella, aunque fuera para evitar que su matrimonio acabara, pensó, pero eso no lo diría. Nadie tenía que saber por qué lo había hecho público.
Al principio había pensado que Anakin bromeaba, pero cuando luego de dos días lo vio haciendo sus maletas, supo que lo perdería si no hacía lo que él le había pedido, o más bien exigido.
Anakin había sido particularmente duro con sus palabras los primeros, días, por eso fue que ella llorando había publicado sobre su matrimonio secreto, y había tomado las imágenes de su boda desde la memoria de R2. Anakin no había regresado en casi dos semanas, arreglando asuntos en el templo jedi debido a eso, y ella había pasado por su despido totalmente sola. Y realmente lo había pasado sola, porque su familia habían estado furiosos con ella, más porque ella les comentó que lo había revelado porque había sido infiel. No le habían hablado en meses, y su padre había sido particularmente duro con ella, diciéndole que los avergonzaba a todos ellos por no saber mantener un matrimonio sin errores como ese.
Incluso Sola la había criticado, y Padme había aceptado sus críticas. Aunque Sola le había hablado a las pocas semanas, un día que Padme llegó llorando a Naboo, una de las primeras veces que Anakin la había rechazado sexualmente, y tan molesto como estaba había desaparecido por días en una misión voluntaria.
Ahora mirando a Bail Organa a los ojos, Padme sabía que la decisión de hacer público su matrimonio estaba bien. Todo mejoraría. O eso esperaba, porque cuando Bail le entregó los miles de papeles que debería revisar, solo quería tirarlos por la ventana.
Bail Organa en realidad estaba un poco incómodo con la información que tenía que darle a Padme.
Tenía entendido que Padme había pedido explícitamente no trabajar con una persona en particular, y a pesar de que él había respetado esa decisión, ahora le resultaba imposible respetarla, porque necesitaba que Padme trabajara con esa persona para acelerar las negociaciones.
- Padme- dijo Bail Organa y Padme supo que Bail tenía una mala noticia para ella.
Las manos de Padme temblaban, estaba sudando frío, y Bail debió correr a pedir que alguien le trajera un vaso con azúcar, porque estaba seguro que la presión de Padme había descendido drásticamente.
- ¿Padmé? ¿Estás bien?- preguntó Bail cuando la vio tomar el vaso y beberlo lentamente, mientras intentaba no llorar.
Ella asintió y luego lo miró suplicante.
- ¿No hay forma de evitarlo?- preguntó Padme
- Padme, intenté todo, pero no pude- dijo Bail poniendo una mano en su espalda- ¿Qué ocurre? ¿Rush Clovis te ha hecho algo? ¿Ha ocurrido algo?- preguntó Bail y Padme negó, incapaz de decirle cuál era su impedimento para trabajar con Rush Clovis.
- No me ha hecho nada- dijo Padme y una lágrima cayó traicionera de sus ojos- Solo no quiero trabajar con él, sabes que fue mi ex novio hace mucho- dijo ella y agradeció que Bail creyera que era por eso.
- Lo siento mucho Padme- dijo Bail y luego tuvo una idea- ¿Te sentirías mejor si te trasladas a mi oficina y trabajamos los tres allí? Yo no podría estar siempre, pero no tendrías que estar sola con él tanto tiempo- dijo Bail y Padme lo abrazó con fuerza.
- Gracias, realmente gracias- dijo ella y él sonrió respondiendo el abrazo reconfortándola.
Al otro día comenzaría a trabajar con Rush Clovis, que luego del caos en la galaxia, había sido elegido como líder y representante del Clan Bancario. Era por eso que Padme, que trabajaba como consejera de Bail, debía hacer todos los trámites legales, para que Bail presentara las propuestas al senado galáctico, y para eso debía trabajar codo a codo con el líder del clan Bancario afiliado a la república, que para eterna desgracia de Padme, era Rush Clovis.
Bail se dio cuenta que Padme estaba tan nerviosa que no había forma alguna de que piloteara sola a casa por lo que él la llevó hasta su apartamento.
Todo el camino Padme había respirado profundo, y había decidido que tenía que decirle la verdad a Anakin en el momento en que ella cruzara esa puerta, porque sabía que él ya habría llegado.
Entraría, lo miraría y se lo diría. Luego esperaría que él no se lo tomara mal, aunque sabía que sería imposible.
No había vuelto a ver a Rush Clovis desde que él supo que estaba embarazada y exigió que apenas el niño naciera, le fuera entregado a él, Anakin le había partido la cara nuevamente, y tuvieron que pagar mucho dinero para que ese escándalo no saliera del hospital. Desafortunadamente el niño jamás había podido nacer. Y probablemente Padme nunca tuviera hijos nuevamente.
Al ver llegar la nave de Bail, Anakin salió a ver que ocurría. Padme se congeló, rogando que Bail no fuera a comentar nada, afortunadamente el senador era inteligente, sabía que comentarle al esposo de una chica que ella trabajaría con su ex novio no era lo más prudente o algo que le correspondiera hacer.
- Senador Organa, es un gusto verlo- dijo Anakin sonriendo. Padme se preguntaba como de todos los hombres por los que Anakin había sentido celos, Bail nunca había sido uno de ellos. ¿Sería porque sabía que Padme lo quería como un hermano mayor?
- El gusto es mio general Skywalker- dijo Bail saludando con un apretón de manos- Si se pregunta por qué estoy acá, pues Padme no se ha sentido del todo bien, y no quise dejarla pilotear hasta acá
- ¿Qué ha ocurrido ángel?- preguntó Anakin tocando el rostro de su esposa que estaba pálida y temblaba, mientras parecía que iba a llorar en cualquier minuto.
- Solo me siento un poco cansada- dijo Padme y Bail notó que ella no mencionaba que era lo que la tenía así. Aún así él no lo mencionaría.
Bail Organa se despidió, luego de rechazar amablemente la invitación a quedarse a cenar de Padme.
Cuando Padme se quedó sola con Anakin entraron a la casa, y mientras lo veía correr a prepararle un té por lo pálida que se veía, Padme no encontraba las palabras para decirle que trabajaría desde mañana con Rush Clovis.
Estaban tan bien, y cuando él supiera la noticia, de seguro volvería a aquel humor sombrío que tenía muchas veces cuando solo escuchaba el nombre de Rush Clovis. Padme no mencionaba a Rush, las holonews lo hacían y aún así Anakin se ponía de mal humor. ¿Cómo sería cuando ella le dijera que estaría lado a lado con él?
No, era imposible que él lo tomara bien. Y ella no quería su mal humor nuevamente. Podría encontrar una solución. Una solución que no implicara a Anakin creando un escándalo en el senado, eso no sería bueno para su reputación como jedi, o para ella. Mucho menos para Clovis.
¿Tal vez si se arrodillaba frente a Mon Mothma que ahora era canciller suprema? Tal vez si le suplicaba lo suficiente, ella accediera a interceder para que ella no trabajara con Rush Clovis.
Si, definitivamente podría hacer eso, y claro que le contaría a Anakin, pero una vez que hubiera solucionado el problema.
Logró relajarse, y seguir el día normalmente. Fue solo un milagro que Anakin no sospechara nada.
Tal vez eso era porque estaba agotado, ya que el consejo lo había hecho entrenar niños todo el día. Anakin decía que ese era el castigo del consejo por no haber dicho de su matrimonio.
Padme se había disculpado y Anakin había rodado los ojos diciendo que él jamás se arrepentiría de eso.
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