Recuerdo tres: "Creemos recuerdos."
...
Besó con ternura mis labios mientras me recostaba suavemente en la cama; como por impulso, me aferré a él con los ojos cerrados al sentir el roce de las frías sábanas en mi piel, él soltó una leve risita, para luego buscar mi oído y mordisquearlo con cariño; solté un quejido bajito, algo avergonzado y tímido, aún abrazando su cuello; Evan se situó sobre mí, comenzando a succionar mi cuello y a sacarme la camisa con cierta impaciencia, de alguna forma, si todo sobre su aprecio hacia mí es cierto, y nunca me ha tocado de esta manera...supongo que lo entiendo. Cerré los ojos.
-...Ray, bebé, ¿estás bien?- Se detuvo en seco- Tiemblas.-. Y es cierto, tiemblo. Asentí, aunque fuese mentira...él lleva demasiado tiempo aguantando 'esto' y es mi culpa el que haya sufrido tanto, no puedo perdonármelo, porque lo amo. Y no me perdono el haber sido tan idiota para lastimarlo tanto sin siquiera darme cuenta.
-...S-sigue, por favor- Separé mi barbilla de su hombro y lo miré a los ojos: Está preocupado-; no pasa nada...-; traté de tranquilizarlo, con una sonrisa.
-¿No pasa nada pero estás a punto de llorar?- Contestó extrañado.
-...Es que...no pensé que estaría así algún día contigo, Evan- Volví a sonreírle, y, en gran parte aquello era cierto, mi cabeza se había encargado de decirme una y otra vez que el hecho de que él me amara era imposible; sin embargo (y para mi pesar) los recuerdos de mi turbada infancia...de cuando abusaban de mí...no dejan de hacerse presentes. Esteban me miró. Él lo sabe, pero me empeñaría en mentirle.
-Osito- Acarició mi mejilla con una sonrisa-, yo no soy ese hijo de puta que abusó de ti.-; bajé la mirada, mis mejillas ardían- ¿Realmente quieres hacer esto?-. Levanté la vista y volví a mover mi cabeza de forma afirmativa, sonrojado, sintiendo como un par de lágrimas se desplazaban veloces por mis mejillas; sí, quiero, quiero demostrarle cuánto lo amo, lo arrepentido que estoy, cuánto me ha faltado, cuánto lo necesito; en otras palabras, simplemente 'sí'.- ¿Confías en mí?
-...Sí...- Susurré, era una pregunta tonta, si no confiase en él...ni siquiera estaría aquí...
-...Vamos a acabar con tu miedo, entonces- Se soltó de mi agarre de forma desprevenida, con una sonrisa; cerró por completo las cortinas color carmín y le echó llave a la puerta, de forma posterior, buscó algo entre su ropa. Terminó por sacar un pañuelo color azul marino. Lo miré confuso.
-...N-no me amordaces, por favor...- Retrocedí sobre la cama, asustado; alzó una ceja.
-No voy a amordazarte, lo que menos quiero es dejar de oír tu voz- Se acercó y se subió a la cama-; ven, tranquilo-; tiró delicadamente de mí hacia él; quise desistir, ¿y si luego llamaba a más chicos y todos abusaban de mí...?-, confía en mí.- Cedí; me cubrió los ojos con el pañuelo cuidadosamente- Ya que no me recuerdas, amor, haré que crees recuerdos sobre mí- Susurró, esta vez él, de forma seductora en mi oído. Me estremecí y mi cuerpo se tensó. Me tumbó en la cama y terminó de sacarme la parte superior de mi vestimenta, mientras repartía besos y caricias; sentí como jugueteaba con mis pezones, para luego mordisquearlos y hacer que soltara quejidos bajos; los lamió, produciendo que mi cuerpo se erizara-; dime, ¿besaba igual que yo?-. Consultó con la voz algo ronca, iniciando a masajear mi entrepierna sobre la tela de mis shorts; el contacto cálido con sus labios no demoró mucho en llegar: Se posaron sobre la comisura de los míos, entrando luego al interior de mi boca sin previo aviso. Le correspondí como pude a su lengua experta.
Separó su boca de la mía y jadeé; su cuerpo parecía estar 'reaccionando' a todo esto...y el mío también; percibí el roce de su intimidad en la mía, ambas algo duras. Negué.
-...É-él...no me besó...nnngh...- Admití, sintiéndome avergonzado de mi última 'palabra' y dándole agradecimientos a la ropa que me quedaba, por haber rozado 'sin querer' mi sexo; no supe si él estaba con ropa o no...como me miraba...si sonreía...o si le agradaba algo lo que estaba haciendo. Porque él lo estaba haciendo todo, a mi pesar.-E-Evan...yo...mmmh...t-también...- Su piel chocó contra la mía, supuse que se había quitado la ropa; depositó otro beso mientras iniciaba a bajar mis 'pantalones'. Gemí al sentir un mordisco en mi labio inferior.
"...Me hubiese gustado quitártela yo, idiota...", pensé. Yo también quiero tocarlo. Estiré mis brazos y encontré los suyos, los recorrí discretamente: Ahí estaban, podía sentir las cicatrices de pinchazos, algunas más profundas y forzadas que otras. Me detuve en una en especial y me acerqué tembloroso a explorarlo con mis labios. Sentí como se estremeció, casi instantáneamente, provocando que se detuviese.
-...No hagas eso...
-¿...T-te molesta?- Pregunté con voz extraña, para mi sorpresa.
-N-no, pero...
-...Si no me dejas verte...déjame...sentirte...
-...No querrías verlo...- "Créeme que quiero."
Hice un poco de esfuerzo y lo besé.
-...Q-quiero...- Traté de sonar lo más seguro posible, pero solo logré soltar un gemido a causa de que algo demandaba atención. No contestó, y percibí como llevaba tres de sus dedos a la entrada de mi boca; los lamí con la respiración agitada, en tanto él parecía divertirse mordiendo mi cuello y creando más gimoteos.
-...Va uno...- Consentí con un movimiento de cabeza. Uno de sus dedos se posó en mi entrada delantera.
-...E-Evan, yo...¡N-NGH!- Me retorcí, aguantándome las lágrimas- ¡Q-quítalo, d-duele...!-. Exigí en un sollozo; él movió su dedo lentamente, de forma circular. Me mordí el labio.
-...Tranquilo...ya pasará...- Musitó con voz quedamente preocupada. Me aferré a sus brazos, tiritando-el segundo...
-¡...N-no, aún...! ¡AAAH!- Chillé, y más lágrimas se escaparon- ¡D-duele!-, lloriqueé- ¡E-EV-EVAN!-. Traté de regular mi respiración. Nunca supe nada de esto, ni antes, ni ahora, yo...-¡...NGH...M-ME DUELE, EVAN Q-QUÍTALO, POR FAVOR!- Grité, sintiendo el tercer dedo que había metido sin previo aviso.
-...Lo que sigue te dolerá, bebé, un poco...
-¿Q-qué podría...?- Aprisioné mi labio con fuerza, con uno de mis colmillos. Mierda, esto es grande, mucho más grande que un dedo.
-...E-estás jodidamente estrecho...- ¿Y qué significaba eso...?
-¡...NNNNNGH!- Sentí como otro grito me desgarraba la garganta y él se quedaba quieto; sentí que algo entraba completamente en mí.- D-duele...- Sollocé bajito, sintiendo que las pocas fuerzas que me quedan me abandonarían en cualquier momento.
-¿...Puedes rodear mi cadera con tus piernas?- Consultó con voz suave- Sé que duele, cielo, duele mucho...-. Corrió un mechón de mi cabello y besó mi frente. Asentí, desconcertado, tragándome el dolor, y mis chillidos para obedecer.
¿A caso él ya...? Un nudito es formó en mi garganta. Eso no puede ser buena señal en esta situación.
-...Comenzaré a moverme, ¿va?- No respondí. Tampoco podía. Quise volver a soltar otro quejido, pero ese 'nudito' no me dejaba. Inició a moverse, lenta y dolorosamente, y el dolor fue desapareciendo de a poco mientras subía el ritmo a cada estocada. Y ahora quería pedirle que lo hiciese más rápido, que continuara y que no se detuviera- Te amo-. Jadeó al cabo de unos minutos.
"Yo también.", abrí los labios para decírselo, pero no salió nada, nada más que respiración agitada. Se acercó a besarme y sentí como un gritito se anidó en mis cuerdas, a la vez que me corría, y, algo tibio y viscoso recorrer mi estómago.
...Esteban se recostó en mi pecho, luego de salir de mí. Continué sintiendo como mi pecho subía y bajaba, cansado, y como mi corazón latía a mil. Me cubrió con las sábanas y me quitó el pañuelo de los ojos, a este punto, mis párpados ya no pueden...
-...Eres valiente...por eso te amo- Me abrazó. El nudito no se iba.
"¿Y ahora qué?", temblé, ¿y si me deja? ¿Me cambia? ¿Si no lo hice bien? ¿Si no le agradó...? Su respiración se tranquilizó cerca de mi cuello. La mía lo contrario: Parecía estar hipando, al ritmo de mis lágrimas, pero, nuevamente, ninguna palabra salió de mi boca.
...
...
-¡Buenas noches!- Su voz hizo que me despertara, y removiera un poco las tapas- Te traje la cena a la cama-. Me sonrió. Me estiré un poco para desperezarme.
-G...- Y nada más. Me miró ladeando la cabeza-G...G...-. Solo 'G' de un 'Gracias'.
-¿Qué te sucede?- Dijo preocupado.
-N...-'No sé.'-N...-' No puedo hablar'. Me senté rápidamente, cerrando los ojos a causa del dolor de cadera. No pude quejarme.
-¿...Estás bien?- Dejó la bandeja en el piso y se acercó. Me acaricié la garganta, mirando a un punto fijo.
-N...-'No puedo hablar.'
Lo miré, apuntándole mi garganta, moviendo mis labios y diciéndole 'No puedo hablar' con el dedo...o tratando.
-...Llamaré a un doctor- Y no dijo más: Salió a buscar el teléfono. Agaché el rostro y la cubrecama blanca se manchó con gotas que cayeron de mis ojos.
...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro