Fase diecinueve: ¡...CON TODO SI LO AMAS!
...
Me mantuve en silencio, mirando hacia el piso y aguantándome las ganas de golpearlo frente a ese grupo de chicas pervertidas, que hablaban con Santiago animadamente, mientras yo me ocultaba tras su espalda, ¿cómo coño había llegado aquí...? Ah, sí, Laeti mencionó que la festejada padecía una enfermedad mortal y mi boca se había cerrado de inmediato.
-¿...Es el pasivo? Yo pensé que era una chica...
-¿Sí?- Rió nervioso, le dirigí una mirada fulminante, por su culpa estaba vestido de chica.
-¡Sí! ¿Y cuántas veces lo han hecho?
-...He...¿a-a qué hora debemos subir? ¿P-podemos ir a prepararnos?- Las chicas soltaron un "aw..." en conjunto, sonrojándose.
-¡Qué chico más mono! ¡ERES UN SUERTUDO!- Me dieron un codazo con fuerza, haciendo que perdiera el equilibrio y concluyera en el piso, con el maricón encima pues me afirmé a él en el intento de no caerme. Fallé. Thiago clavó sus ojos en los míos, con ambas manos a los costados de mi cabeza.
-...T-te ves l-lindo así- Tartamudeó, corrí la vista, sintiendo como mis mejillas comenzaban a arder.
-...D-deja de d-decir mariconadas, f-fleto de m-mierda...
-...Pero, yo...
-¡...BÉSENSE!- Chilló una voz femenina, Santiago dio un respingo y se puso de pie apurado, soltando risitas. Me senté. agachando el rostro para que la peluca cubriera mi sonrojo.
-¡ERES UNA ZORRA!- Le gritaron entre diez tonos diferentes.
-¡IBAN A BESARSE!- Me incliné más, deseando que la Tierra se partiera y me tragara.
-...N-no...n-nada de eso- Excusó el rubio.
-¿¡CÓMO QUÉ NO!?- Exclamó una con el cabello rojo y ondulado, exaltándose- ¡USTEDES SE AMAN, DEBEN ESTAR JUNTOS!
-...O no me digas...- Trinó otra con mechas azules-no me digas que no son pareja-, continuó incrédula.
-...No...
-¿¡...QUÉ!?- Interrumpieron todas.
-¡...PERO SI SE NOTA CUÁNTO SE AMAN! O sea...¡TÚ LO VES Y QUIERES HACERLO TUYO! ¿¡CÓMO NO SE PUEDEN AMAR!?- "Habló" una voz con toques dulzones.
-¿...D-de dónde sacan eso? Tienen una gran imaginación, ¿saben?- Rió- ¿Hacerlo mío?
-¡NO TE RÍAS, ZOPENCO!- Saltó la de los mechones- ¿¡NO VES QUÉ TU UKE ESTÁ SUFRIENDO A MARES POR TI!? ¡Y TÚ ESTÁS SUFRIENDO POR ÉL!
-...Hueones, hueones por todos lados por la chucha, voh' que te llamai Santiago deberíai ser má' avispao hueón, pero eri tan re ahueonao por la conchadesumadre hueón oh'...- Se lamentó una chica, dándole palmaditas.
-...Coño tío, que yo opino que si seguís así...lo único que lograréis es partirse en mil trocillos sus pobre y ya lastimados corazones, ¿me entendéis? ¿O se os explico...? ...Es decir, es este mundo...¡coño, que vuestro amor es lo único que debería importarles, par de gilipollas! ¿A caso estáis de coña? ¡Dejad las chorradas de una puta vez...!
-¿...De qué hablan?- Pregunté, poniéndome de pie, "sonriendo"- ¿De qué él y yo...? ¡IMPOSIBLE!-, hice una equis con mis brazos, echándome una risotada.
-...Por la re cresta, voh' te hací el pavo no má'- Masculló enojada-, voi a darle un par de cornetes culiaos a los dos a ver si así se les pasa la hueaita; que me chorean por la mierda-, se cruzó de brazos, ¿yo? ¿Hacerme el tonto?
Inhalé, le respondería pero me siento cansado. Demasiado.
-...Voy a arreglarme, sigue tus conquistas, campeón- Le puse la mano en el hombro y le sonreí. ¿Y ahora por qué estoy triste?
Sentí varios ojos sobre mí. No aguanté: Les mostré mi dedo del corazón, dándoles la espalda y troté.
Troté hasta que me agarraron y lanzaron dentro de una habitación, sobre una cama; el vestido se subió sobre mis rodillas y su escote se bajó, mostrando el brasier que me habían puesto contra mi voluntad.
-...Dile adiós a tus espermatozoides- Dijo la voz de una chica.
-¿De qué mierda...?- El pestillo sonó, mientras me retenían y amordazaban (por segunda vez en el día).
-¡Di hola a las bragas!- Cantó otra.
-¡Porque nosotras somos...!- Me vendaron los ojos, mientras trataba de patalear con los pies y las manos amarrados.
-¡...LAS LIEBRES FUCSIAS!- ¿Liebres? ¿Enserio? ¿Qué no es "Conejo Rosa"?- ¡Y nos encargaremos de que luzcas di-vi-na!
"...Mierda."
...
...
-¡...Señoras y señores! ¡Amantes del porno gay! ¡Y de los gay...! ¡Del soft y del hard...! ¡Soltaremos esta noche a quiénes estabais esperando! ¡Les ruego a todos hacer silencio durante la mención de las instrucciones del juego! ¡Traed a las fieras...!- Un gruñido en conjunto se oyó. Retrocedí un paso.
-¡...ME NIEGO A ENTRAR A ESTE COLISEO DE MARICAS!- Vociferé, un par de chicas, vestidas de negro me empujaron hacia el frente, haciéndome caer de boca en el escenario. Genial, esto es un teatro: Todo está oscuro y, como de película de terror, los ojos de un público en mayoría femenino parecen brillar- ¿QUÉ PUTERÍO ES ESTO?
-...Concursante número veintidós, por favor, fórmese- Le eché una mirada desafiante, tanto a ella como al chico que me ofrecía la mano para "ayudarme."
-PUEDO SOLO, ALACRÁN- Me levanté, dignamente, enderezándome el vestido largo e inflado que me habían puesto, además de los pechos. Y de la corona. Me corrí el cabello hacia un lado (la peluca, la verdad), y probé, al mismo tiempo que enderezaba mi labial; alcé mi vestido (¿a quién coño se le ocurre colocarme uno que arrastra el bendito piso?), con cuidado, levantando alguno de mis dedos-. GRACIAS-; pasé por su lado, me miraba atónito (junto con el resto); ahora...¿dónde está Santiago? Me dijeron que estaría aquí...
-Bueno, ese es el último concursante que nos faltaba, prosigamos- Tosió-; nuestros chicos, sí, queridas, solo chicos, deberán recorrer el edificio completo buscando pistas, hasta dar con su pareja, les aclaro que está conformado por cinco pisos de alto, más el patio y los subterráneos, no traten de escapar, nos ocupamos de cerrar las salidas y entablillar las ventanas. En cada piso se encontrarán con al menos un reto, dos Mate (si es que tenéis mala suerte) y unos cuántos obstáculos, deben buscar por vosotros las escaleras y ascensores; ¿ha quedado claro hasta esa parte?-; abrí la boca, pero me hizo callar con una seña. El resto asintió- Hay dos clases de habitaciones, así como pistas, A y B, tipo A, habitaciones, son aquellas que están completamente iluminadas, pistas, se refieren a acertijos, B, piezas oscuras y con sorpresas, pistas, retos, que van desde cocina, hasta hallar algún objeto perdido; ¿alguna duda?
-¿Cómo sabremos a quién buscar?- Preguntó un chico; me soplé un mechón de mi flequillo. Ni puta idea de qué hago acá.
-Oh, claro- Sonrió-, acá sois veintidós concursantes más los Infiltrados-; todos se miraron entre sí, yo simplemente presioné aún más el vestido, refunfuñando-, ellos os intentarán alejar de sus amores, y si lo logran...creo que no os gustará.
-...Santiago...- Susurré sin querer.
-¿...Qué sucede, princesa de cuentos?- Lo miré de reojo, inexpresivo- ¿Perderás a tu príncipe?-, achiné los ojos.
-...Antes muerto.- Respondí de mala gana, aunque si lo hubiese pensado un poco más...esa respuesta no era la que deseaba dar. Silbó.
-Veámoslo- Curvó sus labios y estoy a punto de plantarle un puñetazo en medio de las cejas.
-No necesito ver nada, lo sé. Nadie me va a alejar de él, porque él es la única persona a la que de verdad tengo.
-¡...Aquí tienen las fotos de vuestras presas!- Volví a mirar hacia el frente y mi sospecha se confirmó; inspiré hondo, viendo como todos miraban su foto. Muy bien, esto es demasiado.
Caminé a paso decidido y me posicioné en frente.
-¡...NADIE LO TOQUE O LE CORTO LOS HUEVOS! ¿¡QUEDA CLARO!?- Tiré el marco, para luego ocultarlo en mi pecho- ¡ESTE ES MI PERRO, MI MARICÓN, MI SANTIAGO Y EL QUE TRATE DE ROBÁRMELO, O SEPARARME DE ÉL VA A TERMINAR MAL, MUY MAL...!
Todos en silencio.
La cuenta regresiva del público.
-¡QUE COMIENCE! ¿¡CÓMO DICE!?
-¡...CON TODO SI LO AMAS!
-...Que conste que no lo amo, pero a saber con qué otro caliente como ese doctor de mierda se encontrará aquí. Que me agradezca que lo salve- Murmuré.
"...A correr."
...
...
"Si realmente lo has de amar, sus gustos de memoria sabrás."
-¿...Y ahora qué?- Observé por ambos lados la primera tarjeta. No lo amo, pero sé...un par de sus gustos...
-Buenas tardes.- Habló, haciendo que diese un brinco, un hombre vestido de traje y con bigote. Alcé una ceja.
-Buenas.
-La tarjeta, por favor- Estiró su mano, lo examiné desconfiado-, soy quién te evaluará-, se la entregué, cruzándome de brazos. Hace frío-; por aquí, pase-. Entró a una sala, le seguí, la iluminación era buena, eso significa que es de tipo A, ¿no?
-¿...Qué clase de pista es esa?
-Un comodín; me responderás diez preguntas sobre Santiago, ¿queda claro?- Asentí, un momento, ¿cómo...?- ¿Qué hace cuando está nervioso?- Sonreí.
-Fácil, comienza a reír, llevándose la mano a la nuca y a comportarse como el idiota que es.
-Segunda, ¿cuál es su color favorito?
-...El gris.- Dije, recordando todas las veces que lo había visto andar con ropa de ese color.
-Tercera, ¿fecha de nacimiento?
-Cinco de Octubre, actualmente diecinueve años.- Me acomodé, aburrido.
-Cuarta, ¿tipo de sangre?
-¿Ya? ¿Enserio? AB positivo.
-Quinta, ¿cuánto mide?
-...Veamos...uno ochenta y cinco.
-Sexta...
-¿No pude preguntar cosas más difíciles?
-La mayoría de las personas...no saben estos datos- Me mostró otra sonrisa.
-¿Te parezco cómo la mayoría de las personas?- Negó.
-¿...Cuál es su comida favorita?
-...Puré de patatas dulces, carne mechada y verduras salteadas, de postre crème brûlée, tarta de avellanas y...la verdad es que adora los postres, así que lo que le sirva le cae bien; no bebe alcohol, prefiere algún jugo natural, y su ensalada preferida...una con verduras grilladas.
-¿Qué hace una vez alterado?
-¿Me está preguntando por Santiago?
-Por Santiago, sin dudas.
-Es un exagerado de mierda- Sonreí-, capaz de llamar a la policía para encontrar lo que busca, aunque lleve cinco minutos buscando; cuando se altera, su respiración se acelera, y sus ojos...sus...ojos...- "...se ven tan lindos..."
-¿Sus ojos...?
-L-lo siento...sus ojos resaltan, digo, el color, sí, el color celeste, tal vez frunza el ceño un poco, o comience a recorrer la habitación de un lado a otro, tirándose sus propias mechas, es...especial...
-Lo he notado.- Puedo jurar que en su tono de voz hay un "ya sé lo que sucede aquí...", como sea, imaginaciones mías- ¿Cuántas parejas ha tenido?-; mis párpados se abrieron.
-...Y-yo...t-tal vez...una...
-¿Cuántas veces se ha enamorado?
-...U-una...
-¿Dónde está ese chico o chica?
-...Muerto- Bajé la cabeza.
-...Ya veo, puedes pasar, tienes ocho de diez buenas.- Se puso de pie.
-¿Qué?
-Eso, pasa, aquí tienes tu segunda pista- Me entregó un sobre color negro, bastante diferente al papel forrado con signos de interrogación anterior-; ve por esa puerta-. Apuntó-, nos vemos.
-...N-nos vemos- Hice una leve reverencia con el cuello, obedeciendo con paso lento y suave. Abrí el sobre una vez afuera.
"El verdadero amor debe enfrentar temores, ¿puedes tú aguantarte el horror?"
Sala B, segundo piso o subterráneo; más adelante encontrarás un ascensor.
"...Las estupideces que debo hacer por sacarlo de este coliseo de putas."
Suspiré.
De seguro él hubiese lo mismo, solo que con muertes agregadas...y un par de paranoias más; volví a andar, oyendo únicamente como mis zapatos resonaban en el oscuro y alargado pasillo; me quité la tiara, mis pasos se habían vuelto débiles e inseguros, ¿seré yo el único buscando a Santiago?
Me detuve, al frente del elevador.
¿Y si ya lo han encontrado y está feliz con otra persona?
Golpeé el diadema contra el piso, colocándole el taco encima y haciéndolo trizas.
-...No soy una princesa, soy su princesa y a veces un príncipe también necesita que lo rescaten- Presioné una y otra vez el botón del elevador, desconcertado, con el corazón latiéndome a mil. Voy a matarlo cuando lo encuentre.
Entré y se cerró casi inmediatamente, el interior es bastante bonito, de un estilo algo victoriano, con musiquilla de fondo, aunque...algo tétrica.
-¿Qué demonios...?- Susurré, sintiendo una gota caer en mi hombro y una respiración pesada no propia. Alcé la mirada, aunque deseé no haberlo hecho. Me tragué un chillido, ¿cómo puedo tener la mala pata de meterme a una caja con un tío medio loco en el techo, que me está mirando como si fuese un trozo de carne y se acerca lentamente hacia mí, girando...?- ¿Qué hace acá la versión masculina de la mina fea del exorcista?- Me miró algo incrédulo, sí, Derek buen plan- ¿A caso no tienes nada mejor qué hacer? ¿Ir al salón de belleza, tal vez?-, bufó- ¿Peluquería?-. Vi de reojo el indicador, ¿cómo puede una de estas cosas demorarse tanto...?- ¿Sabes? Te invito a...eh...un café...ahá, ahí conversamos...
Se abrió, ¡SÍ, MIERDA SE ABRIÓ!
"...Retrocede, retrocede mientras está pensando...si puede..."
-¡MUÉRETE!- Grité, cayó en cuenta de que ya estaba afuera, apretando botones y arrancó de nuevo. Lástima, lo pillé en la puerta. Salí corriendo, buscando.
Me di cuenta de que había dado con ella una vez que ubiqué el cartel: "La muerte está adentro."
-¿Me están chingado? Yo no quiero a la muerte, quiero al maricón.- Di un portazo, decidido a enfrentarme a cualquier peligro que hubiese.
-...Hola, bebé, soy la muerte-...Mi boca dio al piso: He ahí un chico de unos veinticinco años, con vestimenta negra y ajustada.
¿Enserio?
...He aquí la vuelta de los tics asesinos...
-¿...Dónde está la próxima pista?- Preparé mi puño, temblando de rabia.
-En mi culo- Me sonrió.
-Dámela.
-Puedo darte toda la noche, mi princesa.
-...No soy tu princesa. Y, vuelve a decir semejante mierda para dejarte sin dientes.
-Uh...pero si eres una gatita...- Se acercó a mí-debes acostarte conmigo si quieres obtenerla.-; aquí va la sonrisa seductora o caliente, nombre que tenga es la misma porquería.
-Me la entregas por las buenas, o por las malas- Sonreí cínicamente.
-Puedes hacerme lo que desees.
-¿...Sí? ...Pues trágate esta- Le pateé la entrepierna, él cayó al piso y procedí a enterrarle el taco en la misma zona.
"...Las ventajas de ser mujer..."
-¡...SUÉLTAME!- Gritó. Curvé los labios- ¡SÁDICO!-, expandí mi sonrisa.
-...Ni te lo imaginas...- Murmuré inclinándome, cerca de su oído-no te imaginas lo que he llago a hacer para conseguir lo que quiero, cariño...así que no me molestaría clavarte un cuchillo en el pecho...-. Admití-dame lo que quiero o las cosas se pondrán peores...mucho peores...-; movió su pierna y...¡oh! ¡Sorpresa!-estás duro, ¿hum?
-¿H-has matado?
-¿Hay algo de malo en eso?- Reí en su cuello- Puedo hacerlo de nuevo, no me importa, un marica más, un marica menos-, me encogí de hombros.
-...Sácala del bolsillo trasero- Me corrí un poco, él se puso de cuatro.
-Me da asco, entrégamela tú.
-Debes...
-Me la entregas o te reviento la cabeza, después de todo eres La Muerte- Lo tomé del cuello de la camisa-, no puedes morir por mucho que te maltrate, ¿no es así?
-...Y-ya entendí- Se la sacó del culo y me la pasó. Me puse los guantes antes de recibirla.
"Solo tres pruebas (si no te encuentras con un Mate) te han de quedar, para hacer un Jaque desde el tobogán te tendrás que lanzar, una vez que obtengas lo que buscas, al primer piso mojados tendrán que llegar."
-¿Un tobogán...?
-...Pero, cuidado, que tu peor fobia el camino te impedirá.
Tirité.
-...No...
-Eso es un Mate, se valen de todo para hacer que te cagues en los pantalones...bueno, calzones en tu caso, si es que ganan quedas descalificado, lo que significa que a quién buscas se lo llevará otro y ya te sabes el resto...
-¿...Eh?- Miré en su dirección, sintiendo como mis ojos titubeaban.
-¿No sabías...? Este juego tiene de premio personas, debes procurar alejarte de los sótanos o pisos bajo tierra...por cierto, lee la parte trasera de la hoja- La volteé, estaba llena de pastelillos y corazones.
"¿Te gusta comer? ¡Pues esta es tu oportunidad! ¡La próxima pista se encuentra ente veinte platos de comida distintos! Tienes mucha suerte de que te toca esta pista, debes estar exhausto...¡pero este es tu premio por haberte topado con el bombón que es La Muerte; ¡pasa por el tercer piso!"
Me callé y salí de ese lugar sin despedirme.
Este "juego" lo habían creado unos hijos de puta.
...
...
Más de quince platos distintos había dado vuelta y el número dieciocho resultó ser el "premiado"; lo limpié, ¿quién diría qué se encontraba en el inocente cerdo al palo?
-...Pobre...- Quité el relleno que estaba en mis manos, para continuar el procedimiento.
"¡...Tu suerte es buena! ¡...Ve al salón rosa de cuarto piso, una pregunta de comodín te espera!"
"¿Una?"
Lancé los guantes quirúrgicos hacia quién sabe dónde. Me estoy aburriendo de esto.
...Para mi racha del día, las escaleras se encontraban en la misma sala, para punto en contra, eran más de cincuenta escalones.
...
...
-...Cincuenta...y uno- Jadeé, ¿cómo se supone qué encuentre un salón "rosa"...?
"SALÓN ROSA".
Pintado de rosa.
Con rosas.
Y con un tipo vestido de rosa.
Creo que este es.
-¿Quieres un pastel? Es rosa- Dijo feliz, mostrándome una bandejita.
-...Me lo imaginé, y, por dentro...
-...También es rosa.- Cerró los ojos, mostrándome sus blanqueados dientes en una gran sonrisa.
-Lo supuse- Lo empujé y pasé-; ¿¡QUIÉN MIERDA ES...!?
-...Llegas un poco tarde, por favor, toma asiento en la silla de felpa rosada que hay ahí-. Extendió amablemente su mano. Me senté-; te ha tocado la pregunta comodín, ¿no?
-Solo apúrese.
-...La siguiente consulta es: ¿Por qué buscas a Santiago?- Mi palma dio de lleno en mi frente, ¿esto es de verdad?- Por favor, te rogamos una buena contestación, si consideramos que es lo contrario, te devolverás al nivel uno, solo que esta vez desde el sótano.
-...Yo...- Balbuceé, sin saber qué decir-lo busco...lo busco porque es mi mejor amigo, mi único apoyo real, porque lo necesito, porque lo quiero, porque es un maricón de porquería y...no sé qué haría si lo perdiese, además-, inflé las mejillas, desviando la mirada-yo no estaría aquí si no fuese por él; ¿quién diría qué yo necesitaría a un imbécil como él?-, mi voz tembló.
¿Y si no me dejaban pasar? ¿Y si me hacían iniciar todo? ¿Y si...?
-¿...Qué harías si te mandamos a uno de los subterráneos?
-...Era una pregunta...
-Te estoy dando otra oportunidad.
-...Tendría que subir de nuevo, ¿n-no es obvio? Yo no saldré de aquí sin él.
-...Recibe una taza de té, por favor.
-No. No quiero un té, nada me va a retener, ¿entiende viejo de culo fresa?- Golpeé el escritorio, poniéndome de pie- Lo voy a encontrar...
-...Ya, ya, que todos ya entendimos cuánto lo amas- Rió.
-...N-no lo amo.
-Así se llama el programa- Me guiñó el ojo; se dirigió a una puerta color morado. Y eso sí fue una sorpresa-; estas escaleras te llevarán al quinto y último piso...
-¿...Y la hoja?
-No la necesitas, la sala que sea te llevará a ese chico si pasas la prueba.
Asentí.
-...Gracias.
-Es bueno que no hayas aceptado nuestros ofrecimientos- Abrió la puerta-, se te hubiese descalificado.
...
...
El día de hoy he aprendido (reaprendido, la verdad) a no confiar en nadie, al menos no cuando estás en un juego como...
-...Entra, por...
-...N-no, yo no...
-ENTRA, AHORA- Me empujó. La música de la sala se detuvo.
-¿Trajiste a una princesa?- Consultó un chico desde uno de los caños. Se oyó el pestillo.
-¿Se nota?- Respondió, sarcástico; me alzó en sus brazos y me obligó a sentarme en el sillón- Está en shock.
-Doris, trae un vaso con agua- Interrumpió otro.
-Doris, trae un vaso con agua- Lo imitó con sorna-, ¿por qué no vas tú?
-Porque debes LEVANTAR TU ESTÚPIDO CULO.
"...Lento...sin ruido..."
-Eh, maricas, se nos está yendo la realeza.
-Que te den- Fruncí el ceño enojado, insultándolo con mi dedo; me arrastraron por el cuello de mi prenda, sentándome nuevamente-, maldito hocico grande.
-¿Y sus modales, su majestad?
-Díganme cuál es la puta prueba o acertijo, que me voy a dormir- El chico del caño se sentó en mis piernas, ¿qué? ¿Éste cree que soy marica como él...?
-...No te dejaré dormir- Se relamió los labios, moviendo sus caderas y acercándose a mi rostro.
-No te dejaremos dormir, nuestra señora...- Otro apareció por detrás y me succionó el cuello.
Los golpeé a ambos.
-...Tócame...- Añadió el de la puerta, tomando mis manos y colocándolas en su trasero.
-Hazme tuyo...- Murmuró cerca de mi oído.
-...Haz...
-¿¡...USTEDES QUIÉN MIERDA CREEN QUÉ SOY!?- Mandé a volar a todos, emputecido- ¿¡UNA ZORRA!? ¡NO, SEÑORES, ESO SON USTEDES! ¿¡VAN A DECIRME DÓNDE CHINGA ESTÁ MI PAREJA!?
-...E-en la última pieza del p-pasillo...
-GRACIAS- Marché hasta la salida-, Y PARA VUESTRA INFORMACIÓN TUS NALGAS TIENEN CELULITIS.
-¿E-eh?- Se sonrojó.
-LAS PIERNAS DE ESE OTRO TAMBIÉN, Y LOS ROLLOS SE LE SALEN- Di un portazo. Volví a abrir y meter el rostro-; Y QUE LES QUEDE CLARO, SE-ÑO-RI-TA.- Ahora sí me habían cabreado. Basta de juegos, mira que confundirme con una señora...- ¡...SANTIAGO! ¡VEN AQUÍ, VOY A ASESINARTE POR...!
-¿...Por qué lo vas a asesinar?- Mi cuerpo tiritó, esa voz...
Me volteé rápidamente. El tipo usaba antifaz, retrocedí.
-...A-aléjate...
-¿Por qué?- Caminó hacia mí.
-Aléjate...aléjate, ¡ALÉJATE!- Pisé el género del vestido, cayendo de cola- ¡FUERA!-; chillé.
Fue en vano. Me arrastró hasta un lugar oscuro, mientras pataleaba y lloriqueaba.
-¿Por qué me temes?- Me tiró a una cama.
-...Déjame...SUÉLTAME- Se situó sobre mi estómago, esposando mis muñecas tras mi cabeza.
-...Me excitas más así...- Se quitó la blusa, posteriormente izando la "falda" de mi prenda. Pateé. Él rajó la tela hasta mis muslos-pero esta cosa me molesta...
-DÉJAME, DEBO IR CON SANTIAGO- Siguió troceando, esta vez las hombreras.
-...Santiago...Santiago...Santiago...¿es lo único qué piensas?- Mordió mi cuello. Mis mejillas ardieron, y no era por ese contacto, es que...
-...Sí, no puedo sacármelo de la cabeza, pero no te incumbe- Le escupí en rostro.
-ERES UN MALDITO MAL AGRADECIDO- Me dio una cachetada.
-¿Y qué?- Traté de no mostrarle mi miedo.
-¿Y qué? Voy a violarte.
-No...
-...Sí...- Repartió sus labios por todos lados, descuidada y bruscamente.
-...N-no me toques- Giré, logrando botarlo hacia el piso, me erguí.
-...No te vas a escapar, gata barata- Me tomó el pie, tirándome-, voy a follarte.
-Ya no.- Musité.
Pero su fuerza me ganó.
...
...
Di golpecitos débiles la puerta, apoyando mi frente en ella, con cansancio.
No me acuerdo de nada.
Estoy llorando, embarrado, con las prendas desmenuzadas y ensangrentadas, aunque, solo un poco...
-¿...Si...?
-...Maricón- Gimoteé, subiendo la mirada. Le sonreí-, m-me duele...-, sollocé.
-...DEREK, ¿QUÉ TE PASÓ? ¿QUÉ TE DUELE? ¿PEQUEÑO...?- Descansé mi cabeza en su pecho.
-Caminar- Farfullé, ahogado-. Me duele, Santiago, me duele.-; zurré no sé qué parte de él, dando puñetacitos sin energía.
-¿¡...QUÉ TE PASÓ!?- Me abrazó alterado- ¿¡ESTÁS BIEN!?
-Duele mucho...no puedo a-andar...- "...De hecho no sé cómo llegué hasta acá..."
-...Bebé...- Musitó-lo siento...perdóname...
-...No p-pude...
Y solo entonces, le permití a mi cerebro dejar que mi cuerpo se desmayase.
...
...
Foto: Derek.
¡Un montón de gracias por todo! ¡Gracias, enserio! Sé que no siempre contesto los comentarios...me disculpo...¡cuídense y un montón de gracias, os quiero!
Kanra.
...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro