Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Galletas de la fortuna

¿La situación podía ser más incómoda?, no, eso no era posible según el Hamada menor, quien ahora mismo era sujetado por el mayor de los mexicanos, en un abrazo por la espalda, eso ya era mucho para él, no le agradaba estar en esa posición. 

—¡Ya suéltame! —en un intento de separarlo terminó siendo más apretado—, no me gusta el contacto físico, ya suéltame—eso resultó, ahora era libre, aunque aún lo sujetaba por la muñeca derecha, eso hizo que rodará los ojos mirando a otro lado—, ¿Dónde está mi tía? —ahora se dirigió a Miguel, quien se había mantenido alejado del más bajo.

—Dijo que iba por algo—murmuró simple mirando a su amigo quien al parecer le encantaba sentir al menor cerca o sólo joderlo, una de dos.

—Perdón chicos, no las encontraba—la sonrisa de la castaña se presentó—, toma Miguel, te veré mañana.

Miguel asintió despidiéndose de su jefa y con una mano revolvió el cabello del más bajo en forma de despedida, mientras Marco besó la mejilla de ambos japo-americanos, eso molesto a el mexicano menor y que decir de los pelos alborotados.

—Eres hombre muerto Marco —susurró el azabache levantándose de la silla rumbo al mayor de los tres jóvenes, aunque fue detenido por la mayor.

—Los veo mañana —ambos chicos se fueron dejando a tía y sobrino en el comedor, en un abrazo por parte de la mujer—, lo siento Hiro, lo siento mucho, de verdad, no debí decir eso, ni siquiera sé porque lo dije, perdón, sabemos ambos que no es verdad, tanto Tadashi cómo yo estamos muy orgullosos de nuestro pequeño Hiro.

El menor se giró mirando a su tía y sonreír, nuevamente esa sonrisa falsa se presentaba.

—Tranquila, lo sé, no te preocupes —la voz del chico hizo a su tía calmarse—, sólo fue por el momento, no debes preocuparte, no tienes por qué disculparte—un beso en la frente a la castaña le ayudó a sentir que todo estaba bien, aunque Hiro no recibió ese beso, o terminaría en lágrimas, un beso en ese lugar en ellos era tranquilidad, algo que Hiro claramente no tenía—. Debo ir con los chicos, hay una emergencia en la empresa—sonrío nuevamente ahora causando una en su tía.

—Claro cariño, cuando regreses hablemos de medidas para ambos, en verdad quiero que estés a salvo Hiro—la caricia en la mejilla de menor hizo que este sintiera ganas de llorar.

—Claro tía Cass, yo también quiero que estés a salvo —con eso ambos se separaron, el menor se encontró a Marco y Fred en ¿un concurso de miradas?— ¿Qué les pasa?—su voz seria hizo que el menor de los mexicanos lo mirara.

—Tu amigo retó a Marco a un concurso sin parpadear, mi amigo siendo el pendejo de medalla olímpica que es, aceptó —eso causó una risa sincera y de burla en el más bajo.

—Amigo acabas de hacer lo imposible, hacer reír a Hiro —la voz del rubio impresionó al menor mirando al chino a su lado quien tenía una sonrisa de niño— ¡Genial, gané! —la voz feliz de Fred hizo que regresara su vista al frente—, Andando Hiro, me dijeron que te esperara.

—Claro, nos vemos —ambos se despidieron dejando a el par de mexicanos parados, aunque eso era lo de menos, ambos héroes necesitaban llegar lo más rápido con su equipo.

-—¿Y a ti que te pasa?— el mayor de los mexicanos habló causando un nervio en su amigo.

—Nada, sólo..., quiero hacerme amigo del chino—murmuró simple—, no se me hace una mala persona, además se ve que oculta mucho—su voz fue suave a la vez que miraba a su amigo.

—En parte me recuerda a ti, cuando no podías hablar de música ni nada y lo guardabas, sólo que lo de él, es más, no sé ¿pesado?, parece que tiene toda la gran muralla china para protegerlo.

—Aunque tiene muchos agujeros—susurró el menor caminando con su amigo—, por cierto ¿ya te comiste tu Danonino del día? —ahora el ambiente había cambiado y regresaba a Miguel molestando a Marco por su altura.

—Ni que fueras un pinche poste para decir eso, ¡Oye! ¡Ven aquí! —ambos mexicanos salieron corriendo con algunas risas rumbo a su hogar de momento, así eran ellos.

....
Por Hiro

Llegamos casi corriendo a la base mirando a mis amigos quienes empezaban a hacer teorías, además de un muro conspiratorio y anotaciones.

—Se tardaron—la voz de Gogo me hizo sonreír—, ¿Qué hacían, pasaron por tacos?

—No, le dije a Hiro y dijo que no —la voz despreocupada de Fred nos hizo verlo.

—Lo siento, bueno ahora ¿Qué tenemos hasta el momento?—miré a mis amigos viendo todo.

—Tenemos que hasta ahora nos odia, todo empezó hace un año y medio cuando fue el ataque de esos androides—la voz de Honey explicando me hacía poner más atención, no sabía por qué, además de las imágenes en la pantalla me hacían buscar cosas en cabeza que ayudaran—, lo que nos dijo es que en ese ataque perdió a su hija.

—Y nos culpa a nosotros por no salvarla— la voz de Wasabi nos hizo sentir culpables de una u otra forma—. Además de eso, no hay muchos informes de niños muertos durante ese ataque, sólo hay informe de cuatro, sabemos que era infante ya que antes dijo que en uno de los ataques anteriores donde habíamos salvado la ciudad le habíamos permitido conocer a su hija. ...

—Entonces la pequeña debía tener dos años o como mucho a punto de cumplir los tres—murmuré sintiendo más culpa.

—Exacto, eso nos reduce a tres pequeños, uno era un chico, las otras dos eran niñas— Wasabi me mostró los archivos—. El problema es que los padres están registrados al igual que los niños, murieron juntos.

—¿Entonces nos mintieron? —la voz de Fred sonaba preocupada.

—Eso, o que no la registró, recuerden, dijo "más o menos personas, daba igual ¿o no?"—la voz de la coreana nos hizo palidecer, si eso era correcto, desde hace tiempo había sido planeado, no dejar ninguna pista para descubrirlo.

—Y no es lo único que me preocupa, también dijo "y ayuda lo suficiente, hasta que de en el blanco correcto"— murmuré abriendo los archivos de las dos muertes recientes, ninguna tenía nada en común con la otra.

—¿Qué quieres decir Hiro? —la voz alarmada de Honey y la mirada del resto de mi equipo me hizo dudar.

—No estoy seguro, pero tal vez quiera que se pague de la misma forma, esas personas no tenían nada en común con la otra para decir que busca un patrón, pero se veían cómo madres...

—Buscará a nuestros familiares, ese es el blanco que busca—Gogo inmediatamente terminó mi idea, todos teníamos la mirada perdida, el miedo y adrenalina de detener a esa persona nos estaba consumiendo.

—Hay que movernos ya —me acerqué a la mesa sacando una imagen digital de toda la ciudad—, haremos un perímetro de seguridad, necesitamos mantener a salvo a las personas, el problema es contra nosotros, no con ellos.

—Pero la única forma en la que pueden llegar a nosotros es por ellos —todos miramos a Fredy quien ahora parecía demasiado serio—, buscará personas al azar, tal vez no sólo se refería a su hija al decir lo de las personas, si no a que no importa a cuantos inocentes dañe.

—Más o menos, daba igual —hablamos a unísono.

En ese momento el mundo se nos venía encima, por primera vez en cinco años, el ser héroes era un título que nos quedaba gigante, estábamos frente a un problema que nuestras mentes no podían resolver, pero como siempre lo íbamos a intentar.

—Creo que tengo una idea —la voz dulce de Honey nos hizo mirarla.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro