Ella sería mi madrastra o al menos eso creía todo el mundo.

Era fría, con un toque de calculadora, egoísta, a veces interesada, mentirosa..., un sin fin de defectos juntos, que no podía comprender ¿Cuando se había vuelto así?

A pesar de sus engaños y falsedades yo la amaba; ¡nosotros la amábamos! incluso sin tener una sola razón para hacerlo, y con todo el dolor que nos causaba quería tenerla cerca, porque me dolía más su ausencia, hubiese sido capaz de darle mi vida sólo por un beso, sin embargo sería la mujer de mi padre.

Detrás de las puertas pueden suceder varias cosas, pero nadie debe enterarse, porque es más cómodo para todos, aunque no sé cuanto vayamos a soportarlo, así es nosotros que la amamos y ella; la razón de nuestros pleitos .