Era el día siguiente, Gastón tenía todo listo para la sesión de fotos con su ídolo, Dami estaba preparando del almuerzo de ambos para el mediodía y uno extra para su pololo, ya que iba a ir a una entrevista de trabajo y no sabía a qué hora regresaría.
Guaripolo por otro lado guardaba algunas cosas en su mochila y escuchaba a su hijo hablar, no de su día, sino de como debería actuar en la entrevista y sobre sus derechos del trabajador para que no lo estafen como ya le había pasado antes.

—Y recuerda que aunque el trabajo este en negro tú tienes derecho de pedir tu paga completa...
—Si, si, si, GJ, ya me lo explicaste treinta mil veces, ya me las memorice, ya se que puedo hacer en distintas situaciones, así que tranquilo —dijo con algo de sarcasmos y tratando de calmar a su hijo—, desde que no trabajas te has vuelto un obsesionado con los derechos del trabajador. —le dijo tranquilo y burlón a su hijo terminando de guardar sus cosas.
—Pues, yo solito me gane eso de no trabajar, y solo te las digo para que no te estafen como siempre.
—No me estafan siempre.
—¿Los supuestos chicles de pepino?
—Fue un error mío.
—¿Y el trabajo en ese taller extraño?
—No leí bien las condiciones.
—¿Ya ves el porque trabajaba ahora, Verdad?
—Bla~ah, niño presumido. —Guaripolo le saca la lengua burlón y Gastón con algo de gracia le devuelve ese gesto para después ir juntos a la cocina en donde Dami terminaba de hacer el almuerzo.

—Hola, bombón ¿Qué cocina el chef estrella? —pregunto con una sonrisa a Dami, sentándose en una de las sillas cercanas de la barra.
—Oh, chicos, terminé de hacer unos sándwiches de jamón y queso, aquí está el tuyo, Lucecita, como te gustan. —este le entrega tupper con cuatro sándwiches adentro, Guaripolo los acepta al instante con una sonrisa dándole después un beso a su amado como forma de agradecimiento e irse de la cocina a guardar su almuerzo.

—Hice con solo mostaza, se que no te gusta la mayonesa. —le dijo el robot a su hijo con una sonrisa guardando un tupper más grande con más sándwiches en una bolsa de tela que se usan para ir al supermercado.
—Gracias, papá Dami —le agradeció con una sonrisa a su padre abriendo su refrigerador y sacando unas latas de gaseosa— ¿De qué son los sándwiches de papá? Además de jamón y queso.
—De jamón, queso, pollo y huevo, con un poco de mostaza y kétchup —le respondió agarrando las latas que Gastón saco y poniéndolas en la bolsa—. Ya se cuáles son sus gustos, nunca los a cambiado, en cada picnic que estábamos así eran sus sándwiches.
—Pero los tuyos son limpios y lindos, los sándwiches de papá son todos un desastre.
—jejeje, es por eso que Segurito jamás agarró uno, pero esos sándwiches no se comparar con el pastel de chocolate y col de Monstruino.
—bla, asco, nunca comeré otro pedazo de ese pastel.
—Yo tampoco, el col me da gases y es una rara combinación —le dijo con una sonrisa para después terminar de preparar todo e ir a ver a su hijo—. Creo que escuche que dijiste "bla".
Eso avergonzó a Gastón que se tapo su cara con su capucha, despeinándose en el proceso.

—Si dijiste "Bla" es porque estás muy feliz ¿Sabes que me haría feliz?
—¿Qué papá y Segurito se lleven bien?
—No... Bueno sí, pero también que después de esto te vayas a disculpar con Julián y Patrick, no fue bueno lo que hiciste, será mejor pedir disculpas ¿No lo crees? —Esas palabras solo dejaban pensando a Gastón en lo que dijo ayer que por el impulso y las emociones del momento él no pudo controlar lo que decía, sintiéndose muy avergonzado y triste por aquéllas palabras.
—Si, creo que es lo mejor, me deje llevar y no me controlé.
—Yo se que lo entenderán, no te preocupes. —Dami le sonríe para que no lo sobre piense demasiado, y después le da un beso en la frente con cariño para calmarlo, algo que logra, haciendo reír a su hijo.

Un rato después Dami y Gastón se despiden de Guaripolo y le desean suerte en su entrevista, yéndose con una sonrisa pidiéndole prestado el auto de Segurito para ir más rápido y seguro a la sesión de fotos en el parque.

Al llegar a plena vista no ven nada elaborado, pero eso se debía a que aún estaban preparando todo para las fotos, siendo su anfitrión el mismo Bernardo, que les daba conversación mientras esperaban a sus ayudantes, teniendo siempre consigo una maleta en la que decía que tenía su cámara más valiosa ahí dentro, algo que sorprendió a ambos.

—¿Me disculpan un momento? Tengo que llamar a mis ayudantes y ver el porque tardan tanto. —les dijo Bernardo a ambos invitados para después irse con una sonrisa algo forzada y tratar de no estar en el radar auditivo y visual de ninguno, especialmente el del robot.

—Esto es muy emocionante, nunca estuve en una sesión de fotos que no sean las tuyas. —le dijo el robot al adolescente con una sonrisa muy emocionado de ver a su hijo aprender al lado de su ídolo.
—Si, yo también estoy muy emocionado, espero aprender muchas cosas... —Gastón se interrumpe al sentir algo choca en su pelo, pensando que es un insecto que se apoyó o choco en él, tratando de no tocar por miedo a recibir una picadura.
—¿Estas bien, cariño? —pregunto al notar su interrupción repentina, mirando si tiene algo malo.
—Creo que un bicho se chocó en mi pelo, pero creo que se fue. —dijo tratando de estar calmado, y mostrándole una sonrisa a su padre para que no se preocupe, aunque de a poco se sentía cada vez más débil, confundiéndolo ya que no había recibido una picadura ni nada.
—Esta bien, si te sientes raro me avisa¡AAA! —Dami de la nada siente una descarga eléctrica en la ubicación de su espalda, algo que le da un corto circuito, asustando y preocupado a su hijo, que ve a su padre recibiendo esa descargar y después caer al suelo como si fuera un muñeco, dejando ver a Bernardo con una taser en su mano mirando con despreció al robot y después mirar con seriedad a Gastón, que al ver qué él fue el que electrocutó a su padre siente como el peso del miedo y culpa cae en su espalda.

—Lo siento, niño, pero tu novio y tú tienen un buen precio, y no pienso perder mi oportunidad. —le dijo con seriedad para después guardar la taser y dejar al descubierto una gema que no se podía ver a simple vista por la luz se tenía. Bernardo agarra al adolescente y pone la gema cerca de él, sintiendo como este se quedaba sin fuerzas, estando cada vez más agotado y sin poder defenderse, sintiendo también el calor que está gemas tenía, y viendo cómo Bernardo usaba guantes para sostenerla.

—¡Aléjate de mi familia ahora!
Bernardo mira a la dirección en donde se escuchó ese gritó, y ve a Guaripolo y a Segurito listos para lucha, Guaripolo con solo los puños y Segurito con su bate de béisbol.
—Papá, me siento extraño. —intento decirle a su padre, pero no tenía las fuerzas de alzar la voz, dejando notar unos ojos cristalinos que dejaban a relucir su pánico.
En eso un rugido se escucha del otro lado, Bernardo dirige su mirada sin bajar la guardia y ve a Julián casi transformado por completo junto con Patrick, que se preparaba para salvar a su mejor, dejando a Gastón con esperanzas de ser salvado y a Bernardo molestó, temiendo que por Julián su plan fallé.

—Yo voy por Gastón, tu trata de prender a Dami ¿Sí? —le dijo el monstruo de lana a Segurito en voz baja, su vecino asiente y le da el bate para que se pudiera defender.

En eso un auto negro llega detrás de Bernardo y habré una de las puertas. Bernardo pone adentro a Gastón lo más rápido posible, antes de que Guaripolo o Julián pudieran atacar, dirigiendo la gema cerca de Gastón y después ponerla en frente a Julián estando a centímetros de ser atacado por este, debilitándolo con la misma gema como hizo con Gastón.
—¿Genial, no? una gema que debilita a otras gemas, especialmente a las que pertenecen en la categoría de la oscuridad como tú noviecito, que desde ahora en adelante jamás lo volverás a ver, esto se hubiera evitado si tus padres fueran menos tercos y te dieran en la corporación, pero al parecer eso no pasó, ahora a decirle adiós a tu pololo. —le dijo con una sonrisa sádica a Julián, acercando cada vez más la gema en él, poniéndola en su cara, quemándolo con está y dejarlo sin fuerzas para luchar y salvar a su amado, dejando a todos atónitos.

En eso Guaripolo le quiere golpear con el bate, pero Bernardo actúa rápido y usa la telequinesis de la gema y hace volar lejos el bate de su contrincante, dejándolo en desventaja, siendo después golpeado en el estómago y lanzado lejos de él y del auto.

Patrick intenta acercarse al auto con su vuelo y sacar a Gastón de ahí, siendo que esté recuperaba sus fuerzas de a poco y queriéndose escapar de ahí, pero Bernardo usa la gema para desviar el vuelo de Patrick, usando la telequinesis en su ropa y haciéndolo ir a otra dirección, para después volver a apuntar a Gastón y debilitarlo de nuevo para que no escape, empujándolo más en el auto y después entrar en este y cerrar la puerta, siendo golpeada después por fuera por Segurito, que intentaba abrirlo como podía, pero el auto se va, tirándolo de paso en el suelo y dejando a Segurito y los demás ver cómo Gastón era secuestrado por un extraño, haciendo entrar en pánico a Guaripolo y a Patrick, y a Julián de a poco recuperaba sus fuerzas con lágrimas en los ojos, viendo cómo su novio se alejaba de él, dándole mucha rabia y frustración.

Segurito va hacía su hermano y intenta arreglarlo lo más rápido posible, siendo ayudado por Patrick para apresurar la recuperación del robot, logrando prenderlo y dejando que el robot se prenda a su ritmo. Mientras lo hace Patrick agarra su celular y va junto con Julián para mostrarle algo, mientras que Guaripolo, un poco débil y con lágrimas en los ojos se acerca a su amado, siendo lo primero que ve Dami al terminar de prender.

—¿Qué pasó? ¿Guaripolo? ¿Segurito? ¿En donde está Gastón? —Este mira su alrededor y nota a Julián aún transformado y a Patrick que aguantándose las lágrimas le mostraba algo desde su celular a Julián, pero solo se confunde y altera al no ver a su hijo por ninguna parte, mirando a Guaripolo que estaba llorando pensando que había perdido a su hijo para siempre.

—Guaripolo ¿En donde está Gastón? —le pregunto a su novio con miedo de que algo malo le haya pasado, siendo después abrazado por el peli-naranja.
—Se lo llevaron —le contesto Guaripolo con una voz rota y ahogada—, se llevaron a mi bebé.
Dami al escuchar eso solo se queda petrificado, sus ojos amarillos se tornaban de a poco en rojos, y abraza con fuerza a Guaripolo para calmarlo, pero pensando en como recuperar a su hijo, aferrándose a él y con una mirada que dejaba sorprendido y aterrado a Segurito, y le traía recuerdos del como era con ese color de ojos en específico.

Está historia continuará...