Mi corazón latio con fuerza con cada palabra que Amir pronunciaba acerca del pasado de mi, son mil cosas diferentes que nunca espere. 

Siempre supe que no había siquiera una pizca de amor entre mis padres, siempre creí que mi madre nunca había amado a alguien, que nunca fue feliz… que equivocada estaba. 

—Aun hay muchas cosas que no entiendo, si mi madre estaba muy enamorada de Gregor, ¿Por qué se casó con mi padre? 

—Dejarme llegar a esa parte —pidió, llevándose un puñado de galletas a la boca. —La noche en que mi hermano conoció a los padres de Anne, también en nuestra casa nuestros padres estaban conociendo al novio de Samantha. 

Asentí. 

Desde hace un par de minutos que Dante había decidido esperar al otro lado de la habitación junto a la ama de llaves, cosa que agradezco. 

—Samantha siempre fue alguien complicada, desde que era niña; la primera vez que su madre los abandona era solo una niña, la segunda vez que Susan se fue, fue más lavadero y cuando tuvieron el accidente fue cuando terminó de caer en el habiamo —relato, dejando ver lo mucho que le costaba hablar del tema —su novio, Matt, era más complicado que ella. Yo le advertí que no debería de llevarlo a casa, él no era de esos y definitivamente mis padres no lo aprobarían para ella, quien para ese entonces estaba a un paso de ser internada en un psiquiátrico. 

Centre toda mi atención en lo que me contaba, él parece tener todas las respuestas a mis preguntas sobre todo en la que no ha abandonado mi cabeza en toda la semana. 

—Samantha sufría demasiado por ataques de pánico, se autoleaionaba, se salía de control… era todo un caos fuera de control —añadio, con un nudo en la garganta —esa noche estaba destinada a ser un desastre, razón por la que me escondí en la casa del árbol. Había tormenta y hacía mucho frío, lo recuerdo bien. Después de que todos cenarán, mis padres habían pedido hablar con Samantha en privado; ella no soporto el rechazo que habían dejado ver hacia Matt y tampoco el hecho de que sería internada. 

Amor tomo una bocanada de aire, para después tomar un sorbo de agua. 

—Samantha y Matt se salieron de control, los dos alegaban que no había ningún problema en ella. Amos, tu padre intento controlar la situación llevándolos hacia afuera e intentado hablar con su hermana cosa que pareció funcionar —explico, —nunca supe muy bien que paso después de eso, pero, desperté a mitad de la noche con el humo colándose en la casa del árbol. La casa grande se estaba incendiado, pero eso no es lo importante ahora; Gregor y Anne llegaron y se encontraron con Samantha quien estaba fuera de control al igual que Matt. Samantha nunca soporto a Anne, no solo por ser ella y aparentar ser demasiado perfecta, su desagrado venía por su relación con Gregor por el quien secretamente tenía sentimientos que no eran normales entre dos primos que se habían criado como hermanos. 

Un chillido de sorpresa se me escapó al oir lo último, pues nunca me espere algo así. 

—Samantha atacó a Anne, cosa que Gregor no permitió cosa que la enfureció más. —manifesto, mientras se le cortaba la voz guardando silencio.

—¿Que sucedió después?

—No creo que tengas estómago para oír la última parte.

—Necesito oírla, quiero oírla —pedí, en casi una súplica. 

—Matt decapitó a Gregor con una sierra frente a Anne —a Amir le costó demasiado pronunciar aquellas palabras, —fue una cosa espantosa, yo era apenas un niño viéndolo todo desde lejos, pero, tu madre… ella estuvo ahí; escucho con claridad el último grito y soplo de mi hermano, la sangre la salpicó. Después de eso hubo una explosión, era la casa, mis padres había acudido con vecinos por ayuda ya que Marta había cortado cualquier tipo de señal de la casa con el exterior. 

—¿Y después? 

—Anne quedó en shock, Amos se aprovechó de eso para hablar con sus padres y convercelos de que los casaan, pues después de eso sería difícil que Anne encontrará un buen pretendiente; Amos era un cerdo, siempre fue un maldito. —solto con desagrado hacia mi padre, —nunca mereció a Anne después de todo.

—¿Después de todo? 

—Tengo la sospecha de que Samantha y Matt no actuaron solos aquella noche, puesto que Amos quería a Samantha, y Samantha a Gregor. 

No me sorprende de mi padre, a decir verdad. 

—Y además, fue él quien ayudó a escapar a Samantha y Matt de la policía; este último quedó bastante mal, pues la explosión lo había alcanzado provocando horribles cicatrices en el cuerpo. —Con cada palabra que Amir pronunciaba, mi corazón se apretujaba en mi pecho —aquella noche fue horrible; no me sorprende que Anne jamás se haya recuperado. 

—Lamento mucho haber sospechado de tí —me disculpe, —hay muchas suposiciones alrededor de tu desaparición que creí que tú podrías ser el responsable. 

—No te culpó, mi familia parece estar más loca que una cabra —soltó con una leve carcajada. —La cuestión es que lo más probable Samantha este detrás de todo esto, y me temo que la muerte de Amos fue un detonante. 

—Aun hay muchas cosas que no entiendo.

—No hay tiempo para eso, Alyssa —afirmo poniéndose de pie —el tiempo avanza y entre más tiempo pasa en más peligro estás tú y tus hermanas. Tenemos que hacer algo y rápido. 

—¿Que deberíamos de hacer? ¿Llamar a la policía? —pregunte, caminando detrás de él quien se dirigía a la puerta para subir a la superficie. —Te recuerdo que hacerte pasar por muerto es un delito, tienes muchos impuestos que pagar.

—Lo primero es encontrar el escondite de las ratas —comento, comenzando a subir las escaleras con Dante y conmigo detrás de él. —Eatoy segura de que por aquí debe de haber una pista, es decir, Samantha y Amos se mantenían en contacto, de eso estoy más que seguro.

—¿Si sabía toda esta información, porque no habló antes? —preguntó Dante, cuando finalmente llegamos a la cocina —muchas cosas se pudieron haber evitado. 

—No es tan fácil como se ve, probablemente me hubieran hecho pasar como un loco —afirmó —yo era un niño cuando todo eso pasó, la única persona que podría haber corroborado mi testimonio ha estado encerrada en su habitación desde hace años y Amos se encargó de que todos creyeran su versión de los hechos; todo eso, sumando el hecho de que nunca fui del completo agrado de mis padres después de huir de mi compromiso e intentar fugarme con una persona que seguramente debe de creer que lo deje de amar. 

Tengas tantas cosas que procesar que mi cabeza comienza a doler, por lo que tomó asiento en uno de los bancos de la cocina. 

—¿Alyssa, todavía tienen caballos? 

—¿Eso en verdad importa? —pregunte, a la vez en que la ama de llaves me tendía un vaso de agua. 

—No en realidad, pero me gustan los caballos —se limitó a responder —tal vez cuando todo esto termine pueda cabalgar en uno. 

Guarde silencio, mientras el teléfono de Dante sonó anunciado una llamada. 

—Es mi padre, tengo que contestar —aviso, abandonando la cocina por la puerta trasera. 

—Entonces, ¿Qué hacemos? —pregunte, ansiosa. 

—Hay que hablar con tu madre —manifesto, algo inquieto y ansioso. —Ella debe de saber algo, la última vez que hablamos se negó a hablar conmigo, por lo que es mejor que vayas tu y hables con ella. 

—Paso, la señora Simpson debería de hacerlo —sugeri, a lo que rápidamente la ama de llaves se negó. —Entonces, que lo haga Eliza. 

—Ni Dios sabe en donde anda metida Eliza —solto la ama de llaves, —lo último que avisó fue que iría a ver a su amiga la periodista, a Sybella Fuller. 

No pude evitar sonreí, sonrisa que me obligue a esconder, a la vez en que Amir habría todas las ventanas de la cocina inhalando el aire fresco. 

—Se siete bien estar de vuelta, ¿Eh?

—Aun no estoy de vuelta, no puedo andar por ahí libremente hasta que la rata de Samantha y su cómplice estén tras las rejas —afirmo, —digamos que tengo un poco de culpa en los que le pasó a Matt, su novio, o lo que sea que haya sido de ella. 

—Crei haber entendido que era su novio.

—Eso fue lo que ella dijo, pero… —Amir guardó silencio de golpe, —hay cosas que son difíciles de procesar y demasiado asquerosas, de las que prefiero no hablar. 

—Ya, mañana cumplo años, estoy a un paso de tener la mayoría de edad. 

—No importa, hay algunas cosas que una hija nunca debe de oír de su padre, aún si fue la basura más asquerosa del planeta —afirmo evitando verme, mientras se mueve con total libertad por el lugar. —Andando, hay que hablar con Anne. 

Él abandono la cocina conmigo caminando detrás de él, mis piernas se sienten como gelatina, siento que en cualquier momento voy a caer hasta lo más hondo sin posibilidad de volver a nadar a la superficie. 

Amir camina se mueve con mucha confianza y seguridad por el lugar que lo más probable es que está no es la primera vez que sale del sótano, yo camino detrás de él temerosa por ver a mi madre después de muchos años. 

—¡Ugh! ¿la familia Crane sigue ofreciendo su concierto anual? —pregunto, tomando una de las fotografías que se encontraban colgando de una de las paredes —su concierto fue el último evento al que asistí. 

—¿Lo hicieron bien? —pregunte, pues nunca había asistido a ninguno de los conciertos, a pesar de que cada año nos llegaba la invitación, pero sí que había oído algún que otro comentario respecto a las niñas Crane que habían tocado Mozart el año pasado. 

—Fue bueno, me divertí mucho esa noche —respondio con una cálida sonrisa, pareciendo recordar un buen momento. 

Amir dejó la fotografía en su lugar y dando grandes zancadas finalmente llegamos a la habitación de mi madre, le dimos algunos golpes sin recibir respuesta alguna, hasta que Amir me dió una mirada para que me acercara a la puerta.

—Uh, mamá soy yo, Alyssa —hable en un tono lo suficientemente alto para ser oída, sin embargo, no recibí respuesta por su parte.

—Anne, soy yo, Amir —anunció Amir, —Alyssa ya lo sabe todo. Tienes que salir, tenemos que terminar con esto.

Ninguno de los dos recibió respuesta alguna del otro lado de la puerta, por lo que después de intercambiar una corta mirada, tiro de la perilla encontrando una habitación vacía. 

No recuerdo haber estadl en esta habitación antes, pero con certeza estoy segura de que es la más grande la casa, es cinco veces más grande que mi habitación y para nada es como alguna vez la imaginé; siempre pensé que sería una habitación oscura y húmeda, pero es todo lo contrario. 

Los colores neutros me reciben acompañados de olores característicos de inciensos, y para mí sorpresa, hay algunos floreros con rosas frescas.

—Hamamelis —afirmó Amir, inhalando el olor de uno de los floreros —mejor conocidos como Hazel; Gregor solía darle muchas de estas a Anne, incluso los llegó a plantar solo para ella. 

Asentí adentrándome más a la habitación, muchas fotografías, en verdad muchas fotografías estaban decoraban toda una pared; con facilidad puedo reconocer a Eliza, a los hermanos de mi madre y algunas cuantas mías. Amir se acercó hacia mi dirección, tomando directamente una de las fotos. 

—¿Quien es? —pregunto tomándome por sorpresa, pues jamás me imaginé encontrar algo así en la habitación de mi madre —es una extraña combinación entre todos los Brown.

—Es Mareike, mi media hermana —afirme sorprendida.

—Es muy parecida a Samantha —señalo, devolviéndo la foto al lugar de donde la había tomado —es decir, tiene un poco de todos nosotros, incluso de Gregor. Tu también, pero, ella… es como si todos los Brown le hubieran dado algo de ellos. 

No sé que decir, por lo que en silencio camino hacia la cama donde espero que mi madre esté acostada, pero no. Ella no se encuentra en ningún rincón de la habitación, en la cama solo está una montaña de sábanas de ceda con el señor bigotes acostado en el medio. 

—No está —afirme, sin saber que más decir o que pensar. 

Estoy muy confundida con todo lo que ha pasado, todo lo que he descubierto, han sido muchas sorpresas en un solo día. 

Amir estaba por decir algo, caundo Dante entró a la habitación con una expresión que no se identificar. Él no parece estar bien, por lo que intuyo que su padre no le ha dado buenas noticias. 

—Mi padre me ha contado que tú madre ha sido vista bañando de sangre caminando por el bosque —informo, —eso fue hace dos o tres horas, desde entonces la han estado buscando, pero no han tenido suerte en encontrarla. 

Me dejó caer con pesadez en la parte inferior de la cama, Amir suelta una maldición saliendo de la habitación, dejándome a solas con Dante quien se sienta a mi lado. 

—Le he contado una parte de la historia a mi padre, él me ha asegurado que no le pasará nada —siguio —pero, es preocupante el estado en que fue vista. 

No dije nada, las palabras no me salen, estoy siendo incapaz de procesar lo que siento que en cualquier momento me quedaré sin aire. 

Dante se pone de pie, probablemente él no está de humor para lidiar con el desastre que soy en este momento.

—¿Cómo obtuvieron está foto? —pregunto, obligandome a levantar la mirada del sueño, solo para encontrarme con una foto que no recuerdo —crei haberla perdido. 

Dante me extendió la foto, solo así pude recordar el momento en que fue tomada; me veo tan feliz, en verdad la estaba pasando bien en casa de Dante viendo películas bajo la supervisión de Constance. Estaba muy feliz, mi sonrisa me delata. 

—Dante, ¿Harías algo por mi? —pregunte, dejando la foto a un lado mío. 

—Creí que ya había quedado bastante claro que yo haría cualquier cosa por ti. 

—Besame, entonces.

Quiero ser besada antes de camina hacia algo de lo que no estoy segura de que regresaré con vida. 

—¿Quieres que te bese? —pregunto, pareciendo no cree mi petición 

—Si, ahora mismo, en este instante. Tú me dijiste que no harías nada a menos de que yo lo pidiera, y es lo que estoy haciendo, quiero que me beses. 

Dante se mantuvo quiero, estático en su lugar. Mi pecho sube y baja, siento que en cualquiera momento podría morir, pero me alzó acercándome lo suficiente a él para que nuestros labios se rocen. Nuestras bocas están demasiado cerca, nuestras respiraciones chocan y cuando siento que Dante no hará ningún movimiento; me tomó de la cara para besarme. 

Nuestros labios se rozan, solo juntamos nuestros labios por un par de segundos, para después apartarnos. 

Ha sido bueno, pero, no pedo evita sentirme un poco decepcionada. Estaba por apartarme cuando Dante pasa sus dedos sobre mis labios que entre abrí sin poder evitarlo, entonces, algo en su mirada cambio volviendo a juntar nuestras bocas.

Es un beso húmedo con mucha necesidad por parte de los dos, no solo nuestras bocas estaban más cerca, nuestros cuerpos también. 

Sus manos continuaban en mi cara sosteniendome con delicadeza, yo llevé mis manos a su cuello a la vez en que soltaba un jadeó. 

Sus manos bajan de mi cara, viajando por mi espalda dejando algunas caricias en ella, hasta llegar a mi cintura tomándome con una fuerza que me provoca algunos jadeos. 

Dante ha encendido algo dentro de mí que estoy segura que no podré apagar dentro de mucho tiempo, es solo un beso, pero me ha hecho sentir más que todo este tiempo que estuve yendo y viniendo de algo sin futuro con Erick. 

Con Dante es diferente, todo siempre ha sido diferente. Siento que necesito más, quiero más de él.