Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

**** 13. Reencuentro. ****

Hoy tenía cita con Jackson en el hospital. A pesar de sentirme un poco desanimada, estaba ansiosa por que me quitara la escayola para poder retomar mis actividades. Delia me ayudó a levantarme de la cama y a tomar un baño. Dejé mi cabello suelto para que se secara por sí solo, ya que no tenía ganas de arreglarlo. Aun así, Delia insistió en que me vistiera bien porque estaba segura de que hoy saldría caminando del hospital.

No quería llevarle la contraria, así que me puse en sus manos y dejé que ella se encargara de todo. Cuando terminó y me miré en el espejo me sorprendí, mi cabello lucía espectacular con unos rizos definidos y libres que nunca antes había tenido. Me maquilló de manera natural y hasta escogió mi ropa. Optó por un vestido corto en color verde militar con cinturón y mangas tipo farol, un cuello redondo y una suave tela de piel de durazno. Completó el look con zapatillas bajitas a juego.

Al mirar mi reflejo en el espejo, no pude reconocer a la mujer que me devolvía la mirada. Delia se había esmerado y el vestido me sentaba muy bien, ya que había perdido algo de peso en los últimos días. Sin embargo, mi mirada seguía siendo triste y apagada, como si le faltara vida.

—Gracias Delia —le di un apretón a su mano que descansaba sobre mi hombro y sonrió con amabilidad.

—Ha sido un placer, señora. Ahora vamos, que un gran día le espera —expresó con entusiasmo.

Deseaba con todo mi corazón que la alegría y el optimismo de Delia me contagiaran, aunque fuera solo un poco. Era impresionante ver cómo una chica joven y llena de energía podía tener al mismo tiempo un grado de madurez tan elevado. Durante los días en los que estuvo a mi lado, Delia nunca dejó de sonreír, manteniéndose siempre profesional y cuidadosa con su trabajo. Sabía que la iba a extrañar muchísimo.

Al llegar al hospital, nos dirigimos a recepción y nos informaron que Jackson había dejado instrucciones para que me trasladaran a una habitación, ya que una cirugía de emergencia le había surgido y no sabía cuánto tiempo tardaría. Aunque la situación me resultaba indiferente y nada parecía importarme en esos días, aprecié el gesto de Jackson de preocuparse por mi comodidad.

Al entrar en la habitación, me impresionó su amplitud y luminosidad. La decoración era elegante y sofisticada, con paredes en tonos claros que aportaban una sensación de tranquilidad y paz. Mi mirada se detuvo en los hermosos arreglos florales en tonos azules y turquesa que adornaban la habitación. Aunque me conmovió su belleza, también me recordaron a Daniel y eso hizo que mi tristeza se intensificara aún más. Suspiré y bajé la cabeza al recordarlo. Delia empujó la silla de ruedas hasta el centro de la habitación y cerró la puerta, dándome un momento de privacidad para procesar mis emociones.

━━━━━━━ ☆ ★ ☆ ━━━━━━━

La habitación que Jackson había reservado se encontraba en un área privada del hospital, lo que significaba que muy pocas personas tenían acceso a ella. Había dejado instrucciones claras de que no nos molestaran en ningún momento, y todo estaba preparado perfectamente para nuestra llegada, incluyendo los hermosos arreglos florales que adornaban la habitación. A pesar de que todo estaba en orden, yo estaba ansioso y un poco nervioso por la reacción de Nicol al verme de nuevo. No estaba seguro de cómo se lo tomaría, pero estaba decidido a enfrentar cualquier reacción que pudiera tener.

Cuando por fin la puerta se abrió, mi corazón dio un vuelco y comenzó a latir con fuerza. Delia entró y dejó la silla de ruedas en el centro de la habitación, tal como le había pedido. Inmediatamente, se retiró para darnos privacidad.

Al principio, Nicol no se dio cuenta de mi presencia y permaneció con la cabeza gacha, sin decir ni hacer nada. Me acerqué lentamente a ella, y me coloqué en cuclillas a su lado, pero todavía no parecía haberse dado cuenta de mi presencia. Tenía los ojos cerrados y parecía estar en un estado de trance, ajena a todo lo que la rodeaba.

━━━━━━━ ☆ ★ ☆ ━━━━━━━

Cerré los ojos y recordé a Daniel, su rostro tan perfectamente esculpido, con una mandíbula cuadrada y fuerte, una nariz perfilada y una barba incipiente que le daba un aspecto duro. Pero sus ojos, esos ojos color café con pestañas espesas que invitaban a explorar su profundidad, revelaban una suavidad y ternura que no podía ocultar. Y su boca, ¡oh!, tan carnosa y provocativa, sus labios que se movían de una manera tan particular, como una danza que te hipnotizaba y te hacía perder la cordura. Me concentré tanto en recordarlo que incluso podía oler su perfume, lo que me hizo sentir su presencia mucho más cerca de lo que estaba en realidad.

—Nicol... —escuché un suave susurro que me sacó de mi ensoñación. Abrí los ojos y lo vi justo enfrente de mí, ¿cómo era posible? ¿sería que mi locura era tal que lograba imaginarlo tan vívidamente? Pero no, allí estaba él, tan real como siempre, mirándome con una mezcla de tristeza y preocupación en sus ojos. El corazón me latía con fuerza y me costaba respirar con normalidad. No podía creer que lo tuviera frente a mí después de todo lo que había pasado entre nosotros.

━━━━━━━ ☆ ★ ☆ ━━━━━━━

Ella no decía nada, solo me miraba, como si pensara que yo era un sueño. Sus ojos reflejaban tanta tristeza y dolor que inmediatamente lamenté haberme ido. Una lágrima escapó de sus ojos y rodó por su mejilla, pero antes de que cayera al suelo, la atrapé con mi mano y acaricié su rostro con ternura. Sentí un nudo en la garganta y las lágrimas amenazaron con brotar de mis propios ojos, pero me contuve para no empeorar la situación. Quería que ese momento fuera perfecto, quería reparar todo el dolor que le había causado y demostrarle lo mucho que la amaba.

— ¿Daniel? ¿Realmente estás aquí? No estoy soñando otra vez... —dijo ella, y sus ojos se llenaron de lágrimas.

— ¡Mi dulce Nicol! ¿Dónde más podría estar si no es a tu lado? —le respondí con una sonrisa, y sus lágrimas comenzaron a desbordarse. La abracé con fuerza y con mucho cuidado la levanté de la silla de ruedas para que quedara de pie frente a mí. A pesar de que ella era mucho más baja que yo, nuestros cuerpos encajaron perfectamente, como si hubieran sido hechos el uno para el otro.

Sentí que el mundo desaparecía a nuestro alrededor, como si solo existiéramos nosotros dos en ese momento. Como si nunca hubiéramos estado separados. Estaba decidido a hacer lo que fuera necesario por su amor.

━━━━━━ ☆ ★ ☆ ━━━━━━━

Daniel estaba aquí, justo enfrente de mí, como tantas veces lo había soñado. Lo abracé con todas mis fuerzas, sin querer soltarlo por miedo a que desapareciera como una horrible pesadilla.

Permanecimos así durante mucho rato, sin decir una palabra. Él acariciaba mi espalda con ternura, como si quisiera darme consuelo. Mis mejillas estaban empapadas de lágrimas y yo estaba empezando a mojar su camisa, así que me separé un poco para poder mirarlo a los ojos.

— No puedo creer que estés aquí, Daniel. Pensé que nunca volvería a verte —le dije con un hilo de voz, todavía con lágrimas en los ojos.

— Yo también pensé eso, Nicol. Pero estoy aquí ahora —me respondió con una sonrisa cálida y sincera.

Él tomó mi rostro entre sus manos mientras acariciaba mis mejillas con los pulgares. Lo tenía tan cerca de mí que podía sentir su aliento sobre mis labios, lo que me hizo temblar de emoción. Su calidez me embriagaba, y humedecí mis labios mientras cerraba los ojos, deseando besarle con todas mis fuerzas. Lo tenía tan cerca, sería tan fácil dar ese pequeño paso y sentir sus labios sobre los míos. Pero tenía miedo, era una cobarde por no tomar lo que mi alma pedía a gritos, sentía que algo más me detenía, una voz interior que me decía que no era el momento adecuado, que había mucho por hablar y por resolver.

━━━━━━━ ☆ ★ ☆ ━━━━━━━

Nicol despertaba en mí deseos que nunca antes había sentido por nadie. Estábamos solos en esa habitación, y nadie nos interrumpiría. Podía hacerle el amor allí mismo, en ese momento. Podía poseerla por completo y probar esos labios que reclamaban mi atención constantemente. Pero mi educación y mi sentido del honor me impedían hacer algo así. Aprovecharme de ella en un momento de vulnerabilidad no era un acto honorable ni respetuoso. Mis padres me habían educado como un caballero, y sería muy bajo de mi parte deshonrarla de esa manera.

Ella merecía mucho más que un simple acto de pasión. Merecía alguien que la respetara y valorara, alguien que siempre le diera su lugar y la tratara con el amor y el respeto que ella necesitaba. Por eso, reprimí mis deseos más primitivos y tomé una profunda respiración para calmar mis sentidos y concentrarme.

Le di un suave y largo beso en la frente, transmitiéndole todo el cariño y el respeto que sentía por ella. Luego la tomé entre mis brazos y la llevé a la cama para que estuviera cómoda. Me aseguré de que estuviera bien, antes de sentarme a su lado y tomar su mano en la mía.

— ¿Te gustaría tomar algo? —pregunté con amabilidad—. ¿Un refresco, agua o té, tal vez?

— Agua, por favor —respondió Nicol con una sonrisa tímida.

Me dirigí hacia la pequeña nevera que había en la habitación y saqué las dos bebidas.

Le entregué la botella de agua con una sonrisa amistosa, y ella tomó un sorbo con gratitud. Me senté a su lado y abrí mi lata de soda, sintiendo cómo la burbujeante bebida refrescante calaba mi garganta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro