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SS. El retorno de la reina.

-No esperaba que regresara aquí, Freya-Sama-Dijo Helun, quien recibía la visita de la diosa antes mencionada en el apartamento que residió decenas de años. Justo en la cima de la renovada Torre de Babel.

La hermosa diosa, que hace mucho tiempo no adoptaba ese papel debido a a la unión en matrimonio con su amado Odr, Bell Cranel, fue a su antiguo hogar para visitarlo.

-Fufufu. Quise venir a ver cómo estabas. Y también a comprobar algunas cosas-Respondió Freya, paseándose en el interior de la habitación.

Los muebles se hallaban cubiertos por sábanas blancas llenas de polvo. Los años no pasan en vano y ella lo sabía perfectamente.

-¿Cómo está Keitaro? ¿No ha sido imprudente con el don que heredó de usted?-Cuestionó la sirvienta de la deidad. O al menos ese fue su título cuando la susodicha reinaba en Orario como la diosa que más poder e influencias manejaba. Actualmente ese título le pertenece a Loki a pesar de que el gran héroe del mundo, quien derrotó a la calamidad "El Dragón negro" perteneciera a la familia Hestia.

Freya suspiró, demostrando el cansancio y estrés nacido del tema tocado.

Su hijo. Aquel bello retoño nacido del amor entre una diosa y un mortal. Pero no cualquier mortal, si no el hombre del cual se entregó en cuerpo y corazón.

Ella amaba en demasía a su hermosa familia compuesta por Bell Cranel, su esposo, y su hijo e hijas de nombres Keitaro, Noel y Wiene respectivamente.

-Lo que deseo comprobar está relacionado a ello-Respondió la peliplateada.

-Es complicado entendernos ahora que ya no estamos vinculadas ¿Cierto? Cuando te devolví tu nombre muchas cosas cambiaron dentro de mi. Y al parecer contigo también. Últimamente luces más feliz y animada. Cuando aún eras mi hija rara vez sonreías. Ahora... junto a Anya, Chloe, Lunoire, Ryuu, May y Mama Mia... haz encontrado un lugar al cual pertenecer-Adicionó, sonriéndole a la peliplateada mientras se alegraba del cambio en ella.

-Nada hubiese sido posible de no ser por usted, Freya-Sama-Comentó Helun. Sí, aún sí retomó su antiguo nombre, ella decidió permanecer con el nombre que le fue otorgado.

La identidad de Syr ya no le pertenecía y tampoco es como si la necesitara. Formaría la propia.

La deidad llegó al mirador. En el centro de este, donde se podía apreciar toda la ciudad, residía un polvoriento trono cubierto por las telas mencionadas con anterioridad.

Sujetó los bordes de la manta y tiró de ella.

La nube de polvo se elevó en el aire. Las motas de polvo caían una a una mientras impedían a las presentes el observar a través de esta. Al disiparse dicha nube, el trono de color rojo fue descubierto.

Freya se sentó en él.

La madera crujió y el colchón en el asiento liberó más polvo.

-No es como lo recuerdo. Es incómodo-Se quejó la peliplateada, frunciendo el ceño y arrugando las cejas.

-Han sido casi 10 años desde que se sentó ahí. Obviamente no sería igual. La madera se ha debilitado y el relleno se asentó, endureciéndose gracias a la humedad-Explicó Helun, acercando un banco enfrente de la diosa. Ese banco acolchonado que combinaba con el aterciopelado del trono y que en ocasiones era utilizado como descanso para las piernas de la deidad.

Ya acomodadas, cara a cara, la conversación podría dar inicio.

La actitud de Freya reflejaba cierta combinación entre preocupación y emoción. Extraña mezcla.

-Bien. Me preguntaste por el Encanto de Keitaro ¿Verdad? Pues le he enseñado a controlarlo. No posee malicia así que jamás lo emplearía en motivos egoístas. Sinceramente me enorgullece haberlo criado de buena manera. Es idéntico a su padre-La felicidad se filtraba en los gestos de la hablante. Movía las manos y los dedos como si de una niña relatando su primera cita se tratara.

Helun sonrió involuntariamente.

-Pero le preocupa algo ¿Me equivoco?-Agregó.

La expresión en la diosa se alteró.

Suspiró y tragó saliva, preparando la garganta para sincerarse ante la mujer, después de Ryuu, en la que más confiaba.

-Helun yo... ya no puedo usar mi encanto de diosa-Confesó.

La chica abrió los ojos totalmente.

-¿C-Cómo...?-Escupió aquella interrogante. Impresionada.

-Lo descubrí al entrenar a mi hijo. Cada que él mejoraba en el control de la habilidad, la mía iba perdiendo efecto. A tal grado que ya no soy capaz de hipnotizar a gran escala. Lo intenté para comprobar si mis sospechas eran correctas. Sin embargo... no fue posible-Informó la deidad.

-Entonces... ¿Se está convirtiendo en mortal? ¿A qué se debe?-Cuestionó la peliplateada.

-En lo absoluto. Conservo mi divinidad intacta. Soy capaz de verme así...-Dijo, señalándose el cuerpo.

-Y volver a la forma de Syr-Adicionó.

-No obstante. Solo mi capacidad respecto al Encanto está fallando-Complementó la explicación.

-Si es ese el caso ¿Por qué no luce asustada?-Preguntaron.

-Fufufu-Freya rió.

-Mi querida Helun... ¿Por qué me asustaría? Ya no lo necesito. He obtenido todo lo que deseo y mucho más que no esperaba recibir. Mi Odr... mi amado... tres maravillosos hijos... una vida feliz... y no requerí el Encanto para ello-Expresó, sonrojándose.

-Supongo que, al ya no ser utilizada ni requerida, se le fue otorgada a quien tuviera el aura divina más fuerte y que estuviera relacionado conmigo. Que Keitaro la posea reafirma que es hijo mío y una parte de mi vive en él. ¿Sabes lo feliz que soy?-Las lágrimas de alegría recorrían el rostro de la diosa en el transcurso de la oración.

Se le formaba un nudo en la garganta a Helun, quien en verdad disfrutaba presenciar la dicha de aquella mujer que la recibió cuando la esperanza casi la abandona.

-Tú también eres mi hija, no lo olvides-Declaró Freya, acariciándole la mejilla.

-Y también estoy orgullosa de ti. De que continuaras tu propio camino en este mundo que solo te dio desgracias desde el momento en que naciste. Te amo, mi niña-Complementó.

*Puff*

-¡Gracias... Freya-Sama!-Ahogada en lágrimas, la peliplateada la abrazó.

-Siempre he deseado que todos mis hijos sean felices y tengan vidas plenas. Prométeme por favor que, si dejo de ser la Freya que conoces o desaparezco de este mundo, seguirás adelante-Pidió la deidad, llorando de igusl modo que su antigua dependiente.

Ella, a pesar d eso comprender del todo a qué se refería, respondió.

-¡Sí!-.

No le negaría ningún deseo a su diosa. Sin importar lo confuso que este sea. La lealtad que le tenía era innegociable.

-Es una promesa-Susurró Freya.

Varios minutos pasaron y ambas no se separaban.

Hasta que el sentimiento se fue apaciguando y los ánimos calmando.

Las dos se secaron las lágrimas.

-Es eso lo que quería decirte. Por eso te cité aquí. Supongo que es hora de abandonar-Avisó la diosa de la belleza.

-S-Sí. Dudo que a Mama Mia le agrade que tardemos en presentarnos al trabajo-Rió Helun, secándose el rostro.

-Cierto. Es mejor que vaya cambiándome. Creo recordar que dejé un uniforme del bar en alguno de estos cajones-Freya quitó la manta de un ropero. La escena de antes se repitió. La nube de polvo se alzó.

Las puertas de éste se abrieron y, colgado en un perchero, se hallaba el traje de camarera color verde y blanco.

-Hora de regresar a la verdadera yo-Declaró, destransformándose y abandonando el papel de la reina de Orario y retomando la identidad de Syr Flova, la hermosa ama de casa y esposa de Bell Cranel, quien trabaja en "La señora de la abundancia".

Extendió la mano al perchero y desprendió la vestimenta.

Sin embargo, a pie de este, se cayó un objeto suave en su pie.

-¿Are?-Se sorprendió por aquello.

Al bajar la mirada se topó a un polvoriento peluche blanco con traje negro.

-¿A-Arere?-Murmuró.

Se agachó, intentando alcanzarlo.

Ya habiéndolo agarrado, se levantó nuevamente.

Al darle la vuelta lo reconoció.

Las mejillas se le ruborizaron y humo se desprendió desde el ápice de su cabeza.

Se trataba ni más ni menos que... de Bell Cranel. O el peluche de él que ella mandó a hacer diez años atrás.

Flashbacks y recuerdos azotaron su mente.

"-Ah~ mi hermoso conejito. No sabes lo feliz que me hizo tu confesión...-".

Sí. Tal y como se lo han de imaginar, ese juguete fue hecho tras la declaración de su amado esposo diez años atrás. Justo después de la cansada y larga travesía huyendo de la Allen, Hedin, Hogni y los Gulliver. Y el encuentro con la "Falsa" Syr.

-¿Por qué se queda ahí, Freya-Sama...?-Helun se asomó al hombro de la deidad y notó el Bell Cranel miniatura.

Ella tuvo los mismos síntomas que ella.

-F-Freya-Sama... por favor guarde eso. Le recuerdo que para ese entonces, además de pensamientos, compartíamos sensaciones-Comentó la peliplateada, tragando saliva y desviando la mirada, avergonzada.

Qué cosas no habrá visto ese peluche hasta que el verdadero lo reemplazó.

-Fufufu. Lo lamento. El verdadero me pertenece, tomando tu lugar. Así que ya no requiero tus servicios-Le dijo Freya, tirándolo al interior del ropero y cerrándolo seguido de esto.

La cabeza de este se inclinó. Simulando tristeza.

*¡PAM!*

Y Bell Jr fue encerrado. Siendo esa la última vez que vio la luz del sol.

Syr se vistió con el antiguo uniforme dentro de dicho ropero y ambas partieron a su trabajo.

Desde una pequeña requirió en la puerta, antes de que esta se cerrara, Freya miró nostálgicamente y pensó...

"Hasta nunca... antigua yo...".

Aquel departamento en la Torre de Babel no recibiría visitas de ellas dos nuevamente. Sería vendido y las cosas en el interior desechadas.

Ese era el final definitivo del reinado de la diosa.

Porque ahora, como se dijo anteriormente, es solamente la hermosa ama de casa y esposa del héroe Bell Cranel. La cual trabaja en "La señora de la abundancia" y cría a tres hijos maravillosos a los que no cambiaria por nada. Ni siquiera por todo el poder del mundo.

Y... esa es la vida feliz que tanto deseó. Si regresara en el tiempo y se le otorgara la oportunidad de elegir nuevamente la ruta a tomar... escogería la misma sin siquiera dudarlo.

Y el destino, cumpliéndole ese último capricho a la diosa de la belleza que todo lo que quiso lo obtuvo sin pestañear, se lo entregará.

Hoy se le dice "Adiós" a Freya. Y Syr, la verdadera cara de la diosa, tomará su lugar, reemplazándola eternamente.

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¡Finaliza el séptimo capítulo de las antologías!

Bueno, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que sea de su agrado y dejen su apoyo como ya es costumbre.

En fin, déjenme sus opiniones.

¿Cómo estuvo el capítulo? ¿Sí les gustó?

Buzón de sugerencias/opiniones/comentarios.

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