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Capítulo 30. Contando una historia.

"Me encontraba en un lugar oscuro, frío y húmedo, sentía como un cuerpo extraño era movido a mi propia voluntad, estaba envuelto por una gran y polvorienta túnica, comencé a vislumbrar una pequeña luz, no podía moverme de buena manera, era como si estuviera pegado al lugar donde estaba ¿Dónde estoy incrustado? Ah, parece una... ¿Pared? ¿Por qué estoy pegado a una pared? ¿Dónde estoy? Todas esas preguntas suenan en mi mente pero parece que no consigo respuesta alguna, hasta que de pronto mi espalda sentía algo que la empujaba con una delicadeza muy extraña, no podía voltear a ver qué era lo que lo hacía pero entre más empujaba, más movilidad tenía en mi cuerpo, se sentía como... volver a nacer".

"Al salir de dicha pared, pude observar mi cuerpo o mejor dicho, el cuerpo que ahora tenía, parecía que la ropa que llevaba puesta se mantuvo, no entendía lo que sucedía, ahora solo parecía un monstruo, tenía brazos extrañamente delgados, pero con piel y carne aún unidos a los huesos, sentía un corazón latir dentro de mi cuerpo aunque lo hacía débilmente, pero algo pasaba, sentía que tenía algo extraño unido a la porción media de mi cuerpo, algo que fluía energía dentro de mi ¿Es una piedra mágica? Puede ser una piedra mágica, suponiendo que todo esto no es un sueño y en verdad renací como un monstruo a pesar de que yo era un aventurero, que manera tan extraña tiene el calabozo para funcionar".

Una presencia desconocida para muchos aventureros fue subiendo poco a poco, dejando el lugar en donde había "nacido", nadie le prestaba atención, no habían personas o aventureros que lo hicieran, tampoco los monstruos parecían notar su presencia para su suerte, él no sabía lo que haría en caso de verse envuelto en algún problema en ese sitio, no tenía un arma ni sabía si su cuerpo serviría para alguna clase de combate, viendo su complexión, la respuesta era obvia, físicamente hablando sería derrotado hasta por un simple Goblin.

Subió a una zona que se asemejaba a una jungla, un extraño ecosistema que se le hizo familiar al entrar, no por la flora del lugar ni por las estructuras que habían dentro de él, digamos que en sus aventuras como aventurero, valga la redundancia, había enfrentado a los monstruos frente a él, por eso mismo, supo identificar rápidamente de quienes se trataba y por ende, el piso en el que se encontraba.

"Esos son Demi espíritus... debo estar en los pisos profundos, entonces el lugar del que vine fue..." pensó el Ente, dirigiendo su mirada hacia el lugar de donde había llegado.

"¿Fui renacido en el piso 60? En ese lugar no debería haber nada... no, no es lo importante ahora, lo importante es largarme de este sitio por ahora, luego tendré tiempo para pensar sobre lo que está pasando" pensó el Ente con la túnica, mientras avanzaba lento y seguro por el piso, no quería ser detectado, sólo buscaba una zona segura para poder pensar.

Su cabeza dolía, se sentía mareado y sus oídos zumbaban, un sonido ensordecedor se repetía en sus oídos, causando una migraña muy fuerte ¿Serán efectos secundarios? Muy probablemente, no es como si alguien renaciera con recuerdos como un monstruo y supiera lo que se siente, era su primera vez de esa manera.

"Se preguntarán "¿quién es esa persona y por qué tiene una manera de pensar tan extraña?", es simple, yo pertenecía a la familia Zeus, era un aventurero de segunda clase, nivel 4, no estaba ni cerca de ser uno de los más fuertes de mi familia, ni intentaba serlo, mi labor no requería fuerza física ni poder inhumano, yo me sentía feliz con solo cumplir con mi función, extrañamente, en este momento recuerdo todo, personas, sucesos, experiencias como mi primera comida o mi primera expedición, pero no logro recordar mi apariencia o nombre, entre mis recuerdos no logro encontrarlos, aunque sé que eso no es lo que quieren oír, no solo eso hay en mi mente, por alguna extraña razón, una voz femenina sonó en el momento que abrí los ojos por primera vez en este lugar, decía algo así como "Tú serás el mensajero, yo el remitente, haz sido traído de vuelta por un objetivo, no confío en los humanos, no confío en los que sólo buscan hacer daño, pero no tengo otra opción que hacerlo, tú sabes la verdad, tú viste las probabilidades y sabes el futuro en el que el conflicto se arreglará, pero los muertos no hablan, así que te di un cuerpo para que te puedas comunicar" eran extrañas sus palabras ¿Comunicar? ¿Qué cosa? ¿Qué verdad sé? No entiendo absolutamente nada de sus palabras, no es algo que le dices a alguien que acaba de regresar de la muerte, al menos eso pienso, podré recordar muchas cosas de mi vida pero siento que hay una parte en blanco en mi mente, llámalo sexto sentido, algo en mí me dice que desbloquear esa parte de mis recuerdos no será nada agradable aunque...¿Y si eso tiene que ver con mi objetivo? No, no, no, no, no me interesa lo que el calabozo quiera de mi, tampoco me interesa vivir como un monstruo, sí, tengo otra oportunidad de vivir pero ¿Qué vida me espera siendo esta cosa? Prefiero encontrarme con algún aventurero y ser asesinado para acabar con este sufrimiento, aunque, viendo que el calabozo se tomó la molestia de revivirme, es muy probable que lo vuelva hacer, así de caprichosas son las personas, Dioses y otras presencias que quieren algo de ti, no les importa hacerte pasar un infierno con tal de lograr su cometido, que mundo más jodido, al parecer no importa lo que yo quiera, mi cuerpo se está moviendo ahora por si mismo ¿El calabozo igual puede controlar a los monstruos de manera remota? ¡Que gran descubrimiento! Es una lástima que no haya nadie presente para platicar de ello, no es como si pudiera ir con alguno de los aventureros y decirles con toda alegría "¡Oye amigo! ¡No me vas a creer esto! ¡El calabozo puede controlar a los monstruos quieran o no!", si lo hago lo más probable es que sea eliminado antes de siquiera poder acercarme, me causa un poco de gracia eso, no debería pero lo hace".

"Seguía subiendo entre pisos, creo que estoy en el piso ¿27?, si, debe ser el 27, conozco esa cascada, debe ser la Gran cascada, lugar donde comienzan los pisos profundos ¿En qué momento crucé los pisos profundos? ¿En qué momento logré evadir el coliseo de monstruos? Solo con pensar en ese lugar me da miedo, aún cuando estaba vivo como un humano, nunca me atreví a adentrarme a ese sitio, creo recordar que Zald me decía que era un buen lugar para entrenar, que la cantidad de monstruos era realmente alta y no se detenía, no compartía su entusiasmo pero parecía interesante de escuchar, solo escuchar, en mi vida me adentraría ahí, bueno, al parecer cumplí eso, nunca me adentré ahí. Retomando lo que importa, es extraña la velocidad a la que estoy subiendo, no siento hambre, cansancio ni mucho menos sueño, este cuerpo es genial, si dejamos de lado mi apariencia de muerto, claro, ¿Uh? ¿Qué es eso? Hay alguien con una túnica, se parece a mi ¿Ah? Se está acercando a mi, debo huir, no parece un monstruo ni se parece a mi, debe ser un aventurero, si me asesina tendré que recorrer nuevamente todos los pisos, que flojera hacerlo, prefiero sobrevivir".

-Alto-Dijo la presencia extraña a su vista, se había movido muy rápido y se pusofrente a él.

En ese momento pudo vislumbrar de mejor manera el cuerpo y rostro.

-Eres un ¿Lizzard?-Preguntó el ente.

-Si, veo que mi presentimiento no fue infundado, algo me decía que si venía a este lugar, me encontraría con otro Xenos-Respondió Lyd con clara alegría por haber seguido sus instintos.

-Un ¿Xenos?-Preguntó el extraño, ladeando la cabeza con clara confusión.

-Efectivamente, un Xenos, no creo que este lugar sea adecuado para hablar, posiblemente tengamos problemas con aventureros si nos ven, acompáñame, te llevaré con el resto-Expresó el lagarto con una sonrisa amable.

-¿El resto? ¿Hay más renacidos?-Dirigió ambas preguntas el entunicado mientras caminaba detrás del Lizzard.

-¿Renacidos? ¿A qué te refieres?-Contestó Lyd a ambas preguntas con otras preguntas.

-¿Ustedes no recuerdan su vida pasada? ¿No recuerdan quienes eran antes de ser monstruos?-Dijo el ente de color negro al mismo tiempo que ambos pasaban por un lugar extraño.

-Yo siempre he sido un monstruo, no recuerdo nada parecido a una vida pasada ¿Tú eras un humano? ¿No estarás confundido?-Comentó Lyd.

-No, estoy seguro, tengo memorias con detalles muy específicos, es imposible que lo esté inventando o imaginando-Respondió con una seriedad fría.

-Bien, creo que eso le podría interesar a Fels, él podría decirte lo que te sucede-Expresó Lyd.

-De acuerdo, hemos llegado-Agregó el Lizzard mientras entraba junto al encapuchado.

Entraron a un lugar lleno de monstruos, todos parecían inteligentes, se acercaron a preguntar sobre quién era el nuevo visitante del lugar, Lyd únicamente les dijo que era un nuevo integrante, que lo encontró en la zona de la gran cascada, junto a la misma y lo trajo a este lugar después de darse cuenta o identificarlo como un Xenos, la verdad es que nadie podía identificar la clase de monstruo de la que se trataba, nunca habían visto a alguien así, aunque todos estuvieron de acuerdo a la hora en la que Wiene, la vouivre, comentó que se parecía a Fels, había un ambiente muy hospitalario en el lugar, todos los monstruos presentes se comportaron de manera amable con él.

De un momento a otro llegó el susodicho Fels, quien se quedó asombrado al ver al nuevo integrante de los Xenos.

"No era mentira, si se parece a mi" pensó el "Ente", como todos le decían, a penas lo vió.

-Me comentan que tienes memorias sobre tu pasado ¿Estoy en lo correcto?-Preguntó de manera directa y sin tacto la mano derecha del Dios de Orario.

-Así es-Respondió.

-Dime lo que recuerdas en los últimos momentos de tu vida, lo último que recuerdes hasta antes de renacer-Pidió Fels amablemente.

-Está bien, yo era un aventurero de la familia Zeus, creo que es la mejor manera de empezar, por el momento no logro recordar mi nombre pero lo último que viene a mi memoria antes de ver un resplandor blanco en mi mente, es que yo me encontraba dentro del calabozo, en el piso 60, en una cueva, no podría responder con seguridad lo que hacía en ese lugar o como había llegado, lo único que puedo decirte es que me encontraba solo, no había monstruos ni personas, sólo estaba yo, otra cosa que sucede es que siento desde el fondo de mi ser que tenía un propósito pero no sé cuál era, al parecer mi mente ha de haber bloqueado esa parte de mi subconsciente, el motivo no lo sé pero por algo ha de haber sido, antes de eso, tengo una ligera imagen de una batalla contra el dragón negro, al parecer perdimos pero yo no morí en ese instante, dudo mucho que ese sea el caso, si fuera así, la continuidad de mis memorias no tendrían ningún sentido-Respondió sin rodeos, despertando la mirada de todos por lo dicho, era rara la vez en la que uno de ellos mencionaba al dragón negro.

-Hay algo más-Agregó.

-¿Qué es?-Preguntó Fels.

-Una voz en mi mente, quiero creer que es el calabozo, me dijo que yo soy un intermediario para comunicar un mensaje pero no sé a qué se refiere con eso, otra cosa que dijo y que apenas logré oír, fue que el dragón negro está cerca, sinceramente pienso que todos moriremos en caso de ser cierto, ya me resigné-Comentó nuevamente el encapuchado.

-Hay que informarle esto a Urano, no te muevas de aquí, es posible que tengas visitas muy pronto-Dijo Fels mientras se retiraba para llegar a donde Urano se encontraba.

-No tengo otro lugar a donde ir de todas maneras-Respondió el Ente mientras veía a Fels desaparecer rápidamente.

Con Urano.

-Urano-Sama, fui a ver al nuevo integrante de los Xenos, tengo noticias inquietantes sobre él y sobre el Dragón Negro-Informó Fels con clara preocupación en su voz mientras el dios Urano no perdía la compostura aún sentado en su trono.

-¿Qué es lo que sucede, Fels? No es propio de ti ese actuar, al parecer si son realmente malas noticias-Comentó el dios a su mano derecha.

-Lo qué sucede Urano-Sama es que el nuevo monstruo que llegó con los Xenos, nos informó que es un renacido, dió demasiados detalles respecto a su vida pasada que era imposible que estuviera inventando toda esa información, respecto a su identidad, solo sabe que era parte de la familia Zeus, su nombre o cosas así no las recuerda, otra cosa que nos mencionó es que, aún siendo de los más débiles de la familia Zeus, tenía una habilidad especial que le permitía ser de utilidad en la misma, el problema recae en que tampoco recuerda cuál era, pero si era lo suficientemente importante para la familia Zeus, es porque en verdad era especial-Respondió Fels, despertando la sorpresa del Dios frente a él.

-Interesante, es algo realmente extraño que el calabozo haya regalado un hijo con sus recuerdos intactos, como sabemos tu y yo, las almas de los aventureros caídos son tomadas por el calabozo para darles cuerpos de otros monstruos, muy pocos son nacidos sin contener un alma reciclada, el caso de las tres grandes misiones, quienes fueron creadas directamente del alma del calabozo, dividiéndola en tres partes, pero eso no es lo que nos concierne, dime la información que tiene ese monstruo respecto al Dragón Negro, los problemas respecto a él son cada vez más frecuentes, dependiendo de lo que nos informe, se decidirá si publicamos la información respecto a él o si seguimos ocultándola hasta estar seguros de que lo que sucede en el calabozo es causado por el Dragón Negro-Dijo Urano con un semblante de seriedad en su arrugado rostro.

-Eso es lo preocupante Urano-Sama, según nos informó aquel renacido, es que el calabozo lo revivió con todos sus recuerdo con un objetivo que no era de su comprensión, de todas maneras las palabras que el calabozo le dijo antes de aparecer en el piso 60 fue "Tú serás el mensajero, yo el remitente, haz sido traído de vuelta por un objetivo, no confío en los humanos, no confío en los que sólo buscan hacer daño, pero no tengo otra opción que hacerlo, tú sabes la verdad, tú viste las probabilidades y sabes el futuro en el que el conflicto se arreglará, pero los muertos no hablan, así que te di un cuerpo para que te puedas comunicar", creo que él en su vida anterior descubrió algo que podría ayudarnos a sobrevivir al igual que ayudaría al calabozo a no desaparecer a manos del dragón negro pero gracias a su amnesia es imposible saberlo, también nos informó que la llegada del Dragón Negro ya es un hecho y está próxima, así que, si me pide mi humilde opinión Urano-Sama, lo mejor sería llamar a la Familia Hestia junto a Bell, cuando lleguen, ellos podrían saber algo más o dar su opinión sobre los hechos-Respondió Fels alargando mucho sus palabras, algo raro en él, ya que normalmente era muy directo al hablar.

-Sería lo mejor, pero por el momento Bell no se encuentra, la familia Loki y Bell llevan 6 días dentro del calabozo, me sorprende que no se hayan topado con ellos por la expedición en que están, lo más probable es que lleguen en un par de días, al menos que encuentren algo interesante-Contestó Urano, informando de la posición en la que se encontraba el chico peliblanco.

-Habrá que esperar entonces, Bell es importante en la ecuación...-Decía la mano derecha de Urano cuando le llegó una información al Dios, interrumpiendo las palabras de Fels.

-Creo que el cielo nos sonríe, al parecer acaban de llegar-Comentó Urano.

-Iré a llamarlos para que vengan a hablar con usted, Urano-Sama-Agregó Fels.

Fels se retiró y Urano pudo recibir la información de la expedición de mano de una de las asesoras del gremio, con la cual dicha familia habló, comentando lo ocurrido en el piso 60 y sus descubrimientos, eso hizo que Urano se interesara aún más por lo que ronda alrededor del nuevo monstruo, era muy posible que dichos descubrimientos(Dibujos, mapas, instrucciones), hayan sido hechas por él pero ¿Por qué no lo recuerda? Posiblemente esa respuesta se obtenga en unos momentos.

Con la familia Hestia, dirigiéndose al refugio de los Xenos.

-¿Quién será la persona que pueda ayudarnos? ¿Alguno de los Xenos que conocemos tendrá información sobre ese mapa?-Preguntó Lili, con clara duda por la situación.

-No sabemos pero debe ser alguien realmente importante como para que Urano-Sama nos mande con él, debe saber de ello, aunque claro, estamos siendo muy optimistas-Comentó Welf mientras caminaba junto a todo su familia.

-Ya chicos, creo que no tiene sentido discutir tanto, que bueno que Hestia-Sama no vino, si fuera así creo que habría más discusiones entre todos nosotros-Interrumpió Bell con una sonrisa nerviosa, él sabía que su Diosa, aunque la respetara mucho, era una persona demasiado problemática, anudado al hecho de que los Dioses no deben entrar al calabozo, no tenemos que ir muy lejos para saber cómo reacciona el calabozo a la hora en la que un Dios entera a él(Como sucedió en Rivira cuando el Goliath negro atacó después de que Hestia despertara su Arcanum).

-Entiendo, entiendo, no es bueno que estemos peleando pero considéralo como nuestra forma de comunicarnos, rara vez Lilicuajo y yo nos dirigimos la palabra en un lugar que no sea el calabozo-Contestó Welf con cierta burla a la Hobbit a su costado, recibiendo un golpe en el costado con el codo por parte de Lili.

-Yo solo deseo ver nuevamente a Wiene-Comentó Haruhime con una dulce y linda sonrisa, común en ella.

-A mi me interesa lo que sucederá, el tema del dragón negro me tiene muy preocupado y pensar que ya es un hecho que vendrá es atemorizante, no sé si Orario se encuentre listo para ese enfrentamiento, no me siento seguro, si la familia de mi abuelo y la familia Hera no pudieron contra él y se supone que fueron y son los aventureros más fuertes que han habido en Orario ¿Qué nos espera a nosotros?, no deseo ser pesimista pero no está ni cerca de ser sencillo lo que viene-Dijo el chico con mucha preocupación, haciendo presente un silencio abrazador en todos, a ellos igual les preocupaba el tema del Dragón negro y con justa razón, ninguno rebasaba el nivel 3, no eran tan fuertes como Bell, si un aventurero de su talla estaba preocupado, ellos igual lo estarían con más razón, en caso de que una batalla se librara, estaban conscientes de que serían un peso extra en la espalda del chico.

-Hemos llegado, familia Hestia-Informó Fels cuando se encontraron en presencia de todos los Xenos.

De un momento a otro, una linda y pequeña Vouivre se abalanzó hacia Bell para abrazarlo, se trataba de Wiene, quien tenía pequeñas lágrimas en sus ojos, lágrimas de felicidad, ella en verdad extrañaba al peliblanco ¿y cómo no hacerlo? Ya tenían un tiempo considerable sin verse, la bella renard se acercó a ambos y saludó a Wiene, esta hizo lo mismo que con Bell, se lanzó a abrazarla, ella la había cuidado por gran parte del tiempo que estuvo en la superficie, le tenía un gran cariño, casi como el cariño que un hijo le tiene a su madre.

El ambiente en el lugar era realmente alegre, les hacía feliz a todos los Xenos, ver a quienes tanto tiempo llevan esforzándose para cumplir su sueño, vivir en la superficie y poder ver el sol, sentirlo, sin que haya humanos atemorizados por su presencia.

Llegó la hora de hacer lo que les correspondía, entrevistar al nuevo integrante de los Xenos, tanto Haruhime, como Mikoto, Welf y Lili se quedaron con el resto de los Xenos, el que iba a encargarse de esa tarea, sería Bell, quien era el que conocía de mejor manera los detalles de lo ocurrido en la exploración con la familia Loki y los descubrimientos que hicieron en el piso 60.

Entrando a una pequeña sección de la zona segura, Bell pudo vislumbrar al susodicho, estaba sentado, sin mediar palabra, sin hacer ninguna clase de movimiento, en su rostro, o mejor dicho en lo que conseguía ver de él, pudo notar que tenía una especie de mirada atónita, reflejando sorpresa por la presencia del peliblanco en el lugar.

-H-Hola, lamento si te llego a molestar, sé que es muy probable que te encuentres cansado, sabiendo lo que posiblemente pudiste haber pasado y la confusión que tengas en ti al verte como un monstruo diferente al resto, me disculpo de antemano por el infortunio que pueda causar, pero deseo realizarle algunas preguntas, me comentaron que muy posiblemente tenga información-Dijo Bell con educación, no sabía en qué condiciones se encontraba el monstruo enfrente suyo, mucho menos el humor con el que estaba, por eso mismo trato de no ser grosero, aunque sentía como si fuera ignorado, pero era raro porque los ojos de aquel "Ente", nombre el cual se le informó a Bell que se le dió, no dejaban de verlo.

-Meteria...-Dijo aquel monstruo.

-¿Disculpe?-Preguntó Bell con clara duda al oír aquellas palabras provenir del monstruo.

-Eres realmente parecido a Meteria...-Agregó el Ente a sus palabras.

-Perdone pero ¿Quién es Meteria?-Preguntó Bell nuevamente, ladeando la cabeza con su rostro inocente.

-Niño... dime ¿Quiénes son tus padres?-Preguntó el monstruo frente a Bell.

Esto hizo que la mirada de Bell se tensara.

-No lo sé... mis padres... nunca los conocí, todo este tiempo solo fui cuidado por mi abuelo, aunque hace ya un par de años que mi abuelo me dejó para emprender un viaje, de esto último me enteré hace unas pocas horas-Contestó el chico con sinceridad, no veía intenciones hostiles en la persona frente a él, por lo que no tuvo problema en contestar con la verdad.

-Niño... ¿Quién es tu abuelo?-Preguntó nuevamente el Ente.

-El Dios Zeus-Respondió Bell, al parecer los papeles se invirtieron, ahora Bell era quien estaba contestando las preguntas del monstruo.

-Zeus... entonces t-tú...-Dijo con cierto nerviosismo.

-Tú eres hijo de mi compañero cuando era parte de la familia Zeus, al igual que la chica que estaba en la familia Hera...-Agregó a sus palabras.

Los ojos de Bell se abrieron enormemente tras oír aquello.

-¿Usted conoció a mis padres? ¿A qué se refiere con que mi padre era su compañero?-Preguntó Bell tratando de no actuar nervioso, si lo hiciera era muy probable que asustara a la persona frente a él.

-Si, conocí a tus padres, el parecido es innegable, el cabello de Meteria, los ojos de mi compañero, tu rostro amable como tu madre, no hay duda, eres hijo de ellos... me alegra saber que al menos naciste bien... y que la muerte de ambos no fue en vano-Contestó el Ente.

-Sus muertes... así que si están muertos...-Dijo el muchacho con un tono decaído.

-No era me intención ser portador de esa noticia, lo lamento, solo puedo decir, que tus padres te esperaban como no te lo imaginas, pero tú madre siempre fue una persona débil de salud, me imagino que falleció cuando naciste, nos habían informado que era muy posible que eso pasara, tu padre no quería ir a la misión por lo mismo, pero ella lo convenció de ir-Respondió el encapuchado al ver el rostro triste del chico, aquel rostro que le recordaba a su pasado y a sus amigos, él era muy cercano al padre de Bell y a la madre del mismo.

-Me alegra saber que mis padres me deseaban, aunque me duele que hayan muerto... por cierto ¿Cómo murió mi padre?-Preguntó Bell con una sonrisa falsa, que trataba de ocultar su tristeza, la verdad siempre duele, si él hubiera conocido a sus padres desde el inicio, era muy probable que reaccionara de peor manera a la noticia, pero viendo que ese no es el caso, su calma iba acorde a la situación.

Tras esta pregunta, una serie de recuerdos se proyectó en su mente a manera de película, pudo observar en primera persona cómo se desenvolvía la batalla contra el dragón negro, cómo, por su arrogancia y por la fuerza del monstruo, fueron brutalmente asesinados, vislumbraba a los cadáveres que se apilaban a su lado, él era un cobarde, nunca se metía en combate directo, al igual que el padre de Bell, pero a diferencia de él, el padre de Bell estaba en el campo de batalla porque trataba, con poco éxito, de salvar a los pocos que estuvieran vivos, él decidió tratar de hacer algo, no deseaba quedarse sin hacer nada, no otra vez, como con las 2 misiones anteriores, pero sus esfuerzos fueron en vano y fue herido, aunque después de eso, sus recuerdos se volvieron borrosos nuevamente.

-Disculpe ¿Se encuentra bien?-Preguntó Bell, sacándolo del transe.

-Lo lamento... me quedé pensando en algunas cosas-Respondió.

-Tu padre murió cuando nos enfrentamos al dragón negro, a pesar de ser débil, trató desesperadamente de salvar a todos los heridos-Agregó a sus palabras.

-Entiendo... al menos murió tratando de proteger a los demás, tal vez nos parecemos en eso-Dijo Bell con una gran sonrisa en su rostro, con rastros de melancolía.

-Pero me informaron que el que haría las preguntas sería tú, lamento haberte abrumado con la historía de un viejo-Expresó el Ente, aún sin recordar su nombre.

-No diga eso, me acaba de hacer feliz saber que mis padres no me abandonaron porque quisieron, estoy feliz de saber que provengo de familias tan importantes y que mis padres eran dos personas tan buenas-Comentó Bell.

-Bien, lo que sucede es que, cuando estaba en expedición con una familia, llegamos hasta el piso 60, no estoy seguro de que sepa lo que sea esto pero... espero que si-Dijo Bell sacando de su bolsillo el mapa.

Los ojos del Ente se abrieron con terror, estaba sintiendo cómo regresaban el resto de sus memorias, ese maldito mapa tenía algo que ver con ello.

-¿De dónde sacaste eso?-Dijo atemorizado.

-De una cueva escondida en el piso 60 ¿Puedo suponer por su reacción que sabe lo que es?-Dijo Bell.

-Así que... mi última voluntad fue escuchada... ahora recuerdo por qué el maldito calabozo me revivió, no le bastó con verme moribundo por culpa de su hijo... me revive para atormentarme nuevamente-Contestó el Ente con una mirada que reflejaba un profundo trauma.

-Niño, solo te diré esto por ser hijo de unas personas muy cercanas a mi, si fueras otra persona, me habría suicidado antes de revivir esos recuerdos...-Levantó la mirada el ser oscuro para posar sus ojos a la par de los de Bell.

Bell únicamente tragó saliva y miró atento.

-Te dije que peleamos contra el dragón negro y ahí pereció la mayoría de aventureros de la familia Hera y Zeus... pues bien, yo no morí en esa ocasión-Inició el monstruo con esa premisa.

-Justo después de haber sido masacrado por mi tonto esfuerzo de salvar a las personas de ambas familias, por algún motivo, mi espíritu no se rendía, aún arrastrándome en la tierra, entre los cuerpos mutilados, me monté en la bestia, un corte, solo deseaba hacerle un corte para poder morir en paz, pero mi fuerza no permitió ni eso, de pronto pude ver como el gran cuerpo del Dragón negro extendía sus alas conmigo subido en él, por mis heridas, yo únicamente pude desmayarme pero... al despertar, demonios..., no puedo creer lo que pasó... me encontraba tirado en un cráter..., en algún momento me debí caer del lomo del dragón, viendo que aún seguía vivo, era muy probable que él me hubiera dejado caer cuando se encontraba reposando en ese sitio, si me hubiera caído desde las alturas, habría muerto sin dudas..., el problema no era ese, aquel cráter era realmente profundo, no tenía manera de subir a la superficie nuevamente... pero había un pequeño espacio entre las paredes del mismo, mis únicas opciones en ese momento era arrastrarme lentamente por ese lugar o esperar la muerte ahí, curé ligeramente mis heridas con magia curativa, aunque tenía poca energía y mi especialidad no era esa, logré regresar a un estado decente, podía caminar aunque el brazo que había perdido a la hora de luchar no lo recuperaría, al adentrarme por esa apertura, sentí una gran cantidad de rugidos de monstruos pero no lograba ver de donde venían, sé que no es raro ver monstruos fuera del calabozo, pero no daba crédito a lo que oía, caminé por varios días, parecía no tener fin ese camino, perdí la cuenta del tiempo que pasé ahí hasta que de pronto, llegué a lo que parecía el final, al cruzar... solo había nieve, un frío realmente grande abundó en mi cuerpo, busqué refugio en una cueva, esa maldita cueva donde encontraste eso, no tenía forma de volver, estaba seguro de que ese lugar era el calabozo, al parecer el dragón negro tomó descanso en una apertura que conectaba a él, no estoy seguro de si lo hizo a propósito o si lo sabía pero... lamento no haber muerto por culpa del dragón negro, mis últimos días estaban transcurriendo, mi piel se caía a pedazos, mi nariz y orejas igual, mis labios estaban congelados, iba a morir pronto, justo antes de que la vida se apagara de mi cuerpo... una visión cruzó ante mis ojos... ese era mi habilidad... podía ver el futuro, o rastros de él, aunque en ocasiones el pasado se conectaba y hacía que los sucesos se combinaran, en ese momento, te ví, en aquel momento no tenía tiempo para saber quién era la persona de la visión, me concentré únicamente en ver el suceso, no el protagonista del mismo, pero recuerdo ese cabello blanco, comencé a dibujar en las paredes, con mi sangre y algo de carbón que había en la cueva, todo lo que llegaba a mi mente así como lo que sucedió en la batalla contra el dragón negro, como solo imágenes pasaban por mi mente, no había manera de pasarlo a texto para que lo lean, solo podía dibujar... puse la pelea de la familia Hera y Zeus vs el dragón negro y un mapa de esta zona, todo eso era una visión del pasado, pero una más de ese mismo tiempo apareció en mi mente, de un pasado mucho más distante, se trataba de un arma enterrada en un lugar, de ahí el mapa, pude vislumbrar el lugar que, para mala fortuna, estaba fuera de Orario... esa maldita arma, de haber sabido de su existencia... no habría muerto tanta gente... con ella, es posible matar al dragón negro... solo sé eso... un gran héroe de hace mucho tiempo la empuñó y pereció en batalla 1 vs 1... siendo uno solamente... dió más batalla que todos nosotros juntos... toda mi visión se centraba en esa espada... hasta que llegó una última del futuro, en ella pude ver como un héroe se levantaba victorioso... con esa espada asesinó al dragón negro, quiero creer con todas mis fuerzas... que ese eres tú-Relató de manera realmente detallada el Ente y ex aventurero de la familia Zeus.

-Entonces... con esa arma podríamos matar al dragón...-Era lo único que le importaba a Bell.

-Puedo equivocarme pero en mi tiempo como aventurero de la familia Zeus, nunca lo hice hasta aquel día... yo había visto que ganaríamos pero... me equivoqué-Dijo el monstruo posando ambas manos en su cabeza, no deseaba volver a ver la escena de la muerte de sus compañeros y amigos.

-Si existe la más mínima posibilidad de que sea cierto... tengo que tomarla, por el bien de Orario..., dime, de casualidad, en tu visión, después de derrotarlo ¿Sobrevivo?-Preguntó Bell con un escalofrío en su espalda.

-No lo sé, mi visión solo me mostró que ganabas o alguien ganaba, el futuro es muy confuso y no lo veo completamente nítido, tal vez no seas tú la persona o tal vez de plano no ocurra y todos fallezcamos...-Dijo el Ente antes de ser interrumpido.

-Nadie morirá... así tenga que destruir mi cuerpo... protegeré a toda la gente que me importa, a todo Orario-Exclamó Bell, despertando la mirada expectante del Ente.

-Creo que sería todo, me retiro, gracias por la información-Expresó Bell mientras regresaba con sus compañeros.

-Realmente tienes un parecido muy grande a ambos... espero equivocarme en el final de la batalla, pero no en el desarrollo de la misma... verlo morir de la misma manera que mis compañeros de familia...no lo podría soportar-Dijo Ente con una mirada triste, en su mente solo se pudo ver una imagen de Bell parado en medio del campo de batalla, habiendo derrotado al dragón negro, pero muriendo después de lograrlo.

En la superficie.

La familia Hestia se despidió de los Xenos, Bell informó a su familia y a Urano sobre lo sucedido, el Dios de Orario decidió usar esa información y planear una búsqueda por el arma, creando un grupo para ir por ella.

Sede de la familia Loki.

Llegaba una carga a altas horas de la noche en la Mansión Crepúsculo, se trataba del gremio, todos fueron despertados inmediatamente para leer las noticias, Finn fue el primero en hacerlo.

-¿Y bien capitán? ¿qué sucede?-Preguntó Tione aún medio dormida.

-Al parecer, tendremos otra expedición en poco tiempo...-Informó Finn.

Todos parecían enojados por el poco tiempo de anticipación y el poco descanso que habían tenido después de la expedición anterior.

-¿Qué debemos hacer?-Preguntó Riveria, aún somnolienta.

-Bueno, el lado positivo es que no será en el calabozo y solo debemos ir unos cuantos-Agregó El Hobbit.

-¿Qué quieres decir con eso?-Dijo Loki.

-¿Quién se apunta a una misión de búsqueda con la familia Hestia a afueras de Orario?-Comentó Finn.

-Iré por mi equipaje-Dijeron tanto Bete como Aiz.

-Al parecer solo 3 de nosotros debemos ir, me interesa saber lo que sucede, así que iré junto a Bete y Aiz-Expresó el Hobbit mientras asentaba la carta en la mesa.

-Ese maldito viejo, se va llevar a 3 de mis hijos por una maldita búsqueda, pero no podemos negarnos-Expresó Loki con claro desagrado.

-Viendo que no hay nada que se pueda hacer-Dijo Riveria mientras todos volvían a sus habitaciones.

En la sala de la mansión, solo estaba Finn, pensando.

-Mi pulgar duele mucho ¿Qué nos esperará?-Concluyó el Hobbit de cabellos rubios.



Bueno amigos, hasta aquí el último capítulo de esta semana, quise hacerlo corto pero se alargó, espero que no sea un problema, esta semana son sólo 3 ya que quisiera tener tiempo aora realizar los episodios que vienen, espero que, como siempre, reciba el apoyo de ustedes.

Aclaración, en la historia tomé en cuenta unas cosas que no pasaron en la novela, por ejemplo, después de que Albert ahuyentara al dragón negro, éste volvió al calabozo por una entrada diferente(el cráter que se menciona en la historia del Ente) ya después de eso llegó el combate del dragón contra la familia Zeus y Hera, en esa ocasión si huyó y no volvió al calabozo(Esto es inventado por mí para conveniencia de la trama y para que tenga sentido la historia con el Canon)

Imagen qué tal vez no antoje pero es bonita.

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