Capítulo 22. Objetivo localizado, tercer y último round.
En el calabozo se podían escuchar pasos resonando por todo el lugar, rápidos y certeros, propio de algún espécimen con una velocidad aterradora, esperen... no solo era uno, los sonidos provenían de más de una presencia.
-¿Qué es ese ruido?-Preguntó un aventurero en las proximidades de los pisos 9 y 10.
-No lo sé, pero no creo que sea bueno investigar, larguémonos de aquí...-Dijo el acompañante del aventurero anterior antes de ser interrumpido por una mancha blanca frente a él, la cual pasó a una velocidad tan alta que no le fue posible distinguir lo que era.
-¿Qué era eso? No pude ver na...-Dijo el primer aventurero antes de ser interrumpido por otras seis presencias que no se alcanzaron a vislumbrar.
-¿Qué carajos? No alcancé a ver nada-Dijeron ambos al mismo tiempo, estaban sorprendidos/aterrados por lo sucedido, no conocían monstruos con esas características, el motivo era simple, lo que había pasado al lado de ellos, no era un monstruo o algo que se le asemeje, eran 7 de los aventureros más fuertes de todo Orario en la actualidad.
Bell de la familia Hestia, Finn, Bete y Aiz de la familia Loki, Aisha de la familia Hermes, Shakti de la familia Ganesha y Hogni de la familia Freya, todos ellos se habían reunido para cumplir la misión de encontrar y erradicar la presencia del minotauro negro que se había hecho presente aún más últimamente, pero fuera del gremio y de las propias familias que habían prestado a sus aventureros, nadie sabía quiénes irían o el motivo por el cual estaban reunidos tantos integrantes de familias distintas.
Al pasar, sólo se pudo ver una gran cantidad de piedras mágicas tiradas, para aventureros de nivel 5 o superior era pan comido acabar con los monstruos del piso 9 o aledaños a él.
-S-Son realmente fuertes, no tuvimos tiempo para ver cómo acabaron con todos los monstruos del piso en un abrir y cerrar de ojos-Dijo el aventurero del principio, incrédulo ante el botín de piedras mágicas en el piso, el grupo dirigido por Finn "El valiente" no había recogido las piedras mágicas, ese no era su objetivo, no era su meta, ellos tenían una meta clara que no tenía como necesidad la recolección de dichos objetos.
Avanzaban entre pisos cada vez más rápido, solo se podía observar manchas pasar por los aventureros y los Xenos que se encontraban ayudando con cualquier problema que se llegara a presentar en los pisos 1 al 18.
-E-Ese era Bell ¿No?-Preguntó Ray al Lizardman al poder ver por un pequeño momento el ojo rojo y cabello blanco del chico que tenía una mirada fija hacia adelante, como si no deseara distracciones, una mirada centrada y decidida en cazar a su objetivo, luego fue seguido por otras personas que no fueron identificadas por la Siren.
-Si, veo que por fin va librarse ese enfrentamiento tan esperado por Asterius-Respondió el lizardman ante la pregunta de su compañera Xeno.
-Asterius...-Dijo la chica con sorpresa.
-Mucha suerte Bell, la necesitarás-Agregó Lyd observando atentamente el lugar por el que el chico se perdió de su vista, recto y sin distracciones, ese era el camino del muchacho.
Cualquier monstruo que estuviera presente en el lugar y obstruyera el paso de los aventureros era erradicado en un abrir y cerrar de ojos dejando únicamente piedras mágicas y algunos botines gracias a la habilidad suerte de Bell junto alguno más que estaba en el grupo, era como regalar dinero a los presentes, llámalo limosna para los aventureros más débiles, pero la realidad era que solo eran peso muerto, había algo más importante que el dinero para ellos en ese momento, derrotar al maldito minotauro que había causado tantas muertes y estragos para Orario, pensar en otras cosas los detendría, provocando así más víctimas, es por eso que Bell, apenas puso un pie en el calabozo, emprendió su camino sin frenar en ningún momento, su velocidad era realmente monstruosa, lograba mantener una distancia de ventaja entre todos los presentes, de Aisha y Shakti era algo a considerar ya que eran del mismo nivel pero el joven peliblanco podía ser fácilmente el nivel 5 más rápido de todo Orario, pero ¿Mantener el ritmo de 4 niveles 6? Eso si era una proeza, dejar a espaldas a la princesa de la espada, a Bete Loga, a Finn, a Hogni, ellos cuatro solo podían sorprenderse con el poder del chico, que pasó de una semana a otra a rebasar en velocidad a todos.
-¡Hey maldito tomate! ¡No te atrevas a dejarnos atrás! ¿¡Cómo carajo te hiciste tan rápido siendo un nivel 5!?-Gritó el hombre lobo al verse abrumado por el joven.
Bell no contestaba, su cuerpo estaba en modo automático, mataba monstruos pero sin parar más que para clavar su daga en los cuerpos.
-¡Hey Bell! El entusiasmo es bueno pero si sigues a este ritmo... mejor dicho, si seguimos a este ritmo es posible que agotemos mucha resistencia física-Expresó el capitán de la familia Loki.
El chico seguía sin responder ante las palabras de su grupo.
-¡Bell!-Gritaron todos al unísono para llamar la atención o reprender al chico que estaba perdido en sus pensamientos.
-¿Ah? Lo lamento ¿Qué sucedió?-Dijo el chico saliendo de su transe.
-¡No estabas escuchando imbécil!-Gritó con cólera y enojo el aventurero de nivel 6 de la familia Loki.
-¡Lo lamento!-Se disculpó el chico pero sin detenerse.
-De eso estábamos hablando Bell, tenemos que saber usar nuestra resistencia física, no es bueno ir con todo al principio de una expedición, más cuando no sabemos en qué zona del calabozo encontraremos al minotauro-Dijo Shakti atrás de todos junto a Aisha.
-Lo lamento, es que... pensar en que cada segundo que pasa alguna vida esta en riesgo por no haber derrotado a Asterius, me aterra, pensar que pueden morir o murieron por mi debilidad es un peso muy grande para mi corazón y mente, no deseo darle más tiempo de vida a ese monstruo, tengo que ir por él y acabarlo-Dijo Bell aligerando el paso para poder reunirse con todo el grupo nuevamente.
-Tenemos, no tienes, te-ne-mos, deja de cargar con eso tu solo, no es bueno para ti, confía en nosotros y en nuestra fuerza, lograremos derrotar a esa cosa todos juntos-Dijo la Amazona envolviendo con su brazo al chico.
-Tiene razón, Bell, no estás solo-Dijo Aiz ante la declaración de Aisha.
-Tch, mira niño, no me agradas pero tenemos que trabajar juntos-Agregó Bete viéndolo directamente, cosa rara en él, ya que te habla de espaldas o desviando la mirada.
-Bien, vayamos más lento, ya estamos en el piso 17 y no llevamos ni 3 horas desde que iniciamos, de seguir a este paso, estaremos fundidos antes de siquiera llegar a los inferiores y/o profundos-Expresó el Hobbit ante las personas que conformaban al equipo de búsqueda.
-De acuerdo, lo lamento, iré al ritmo que ustedes digan-Contestó Bell.
"Ese niño es sorprendente, se supone que estamos al mismo nivel pero me dejó atrás con suma facilidad, también a Bete y a Aiz, eres alguien del cual debería cuidarse cualquier persona, Bell" pensó Shakti al ver al chico disculpándose.
"Este idiota, su velocidad es inhumana, no es acorde a su nivel, ¿Qué carajos le enseñaste, Allen?, ¿Qué clase de infierno le hiciste pasar a ese chico para que tenga tal fuerza?, de todas maneras, parece que no es consciente de la misma, es tan fuerte y tan idiota al mismo tiempo, me da ganas de golpearlo" Dijo Hogni de la Familia Freya en su mente sin perder de vista a Bell.
-Bien, sigamos, si este grupo fuera para recolectar ganancias, creo que seríamos millonarios tan solo habiendo llegado al piso 17, lástima que ese no sea el caso-Dijo Aisha posando sus manos en la cintura y con un rostro algo decepcionado.
Todos los aventureros volvieron a seguir su camino después de la ligera plática en el piso 17, se dirigían al piso 18 hasta que un ruido despertó la atención de todos en el lugar.
El ruido provenía de enfrente de ellos, eras pisadas fuertes, secas y grandes, propio de un monstruo gigante.
-Sabes Bell, creo que Cassandra tiene razón sobre ti, siempre que alguien viene contigo al calabozo, los problemas te siguen, la habilidad suerte que tienes sólo es de adorno o sólo sirve para botines de monstruos porque para otras cosas es una mierda-Expresó la amazona al chico peliblanco sin despegar la vista de enfrente, atenta a lo que se aproximaba.
-¿Sabes Aisha? Empiezo a creer firmemente que el calabozo me odia, no es normal todos los problemas que me acarrean apenas pongo un pie aquí-Dijo Bell hacia la amazona con un claro rostro de nerviosismo.
-¿¡No se supone que esa cosa debería regenerarse en más de 1 semana!?-Preguntó Shakti, expectante a lo que venía.
-Se supone Shakti, se supone ¡Todos! ¡En posición de batalla!-Ordenó Finn.
-¡Aiz y Bete atacarán por la derecha del monstruo! ¡Aisha y Hogni a la izquierda! ¡Bell, Shakti y yo por el medio! ¡Traten de abrumarlo rápidamente, el tiempo es preciado ahora mismo y no podemos perderlo con esta cosa, así sea un Goliath irregular! ¡Procuren dar golpes directos!-Agregó el Hobbit como instrucción ante los presentes, todos sabían que hacer pero fue interrumpido antes de que avanzaran.
-¡FIREBOOOOOOOOOOOOOLT!-Gritó Belll despertando la mirada de todos los presentes en el lugar.
Un rayo de fuego fue disparado con suma velocidad, pasando al lado de todos pero sin dirigirse directamente a ellos, su objetivo ya había sido marcado desde antes de salir de la mano del chico, mientras más avanzaba el rayo, más grande y ancho se hacía, era como si el poder se concentrara mucho más en la punta del mismo, el goliath trataba de moverse o esquivarlo pero en el mismo instante que el monstruo apareció, la mitad de su cuerpo fue destrozada por el ataque de Bell, dejando únicamente la zona de la cintura para abajo del mismo y dando a vislumbrar su piedra mágica, Aiz se adelantó a todos y salió a toda velocidad hacia el resto del monstruo.
-¡Tempestad! ¡Ariel!-Gritó la chica de cabellos dorados activando su magia característica para aumentar su velocidad e impedir que el monstruo se regenerara después de haber recibido todo ese daño.
Para los presentes fueron solo unos segundos desde que Bell lanzó su magia, Aiz ya se encontraba sobre el cuerpo del goliath y de una estocada destrozó la piedra mágica eliminando así al gigante monstruo, 10 segundos, tan solo 10 segundos de pelea hubieron entre el inicio y final del combate, todos los que se encontraban ahí vieron con incredulidad la potencia del ataque, no podían creer que un nivel 5 tuviera esa capacidad, a un grupo de primeras clases no les costaría derrotar a ese monstruo pero definitivamente no podrían hacerlo con tal velocidad, Bete y Finn lo sabían, Bell no se contendría hasta eliminar al minotauro, el chico solo veía a los monstruos que no sean Asterius como contratiempos para su objetivo, esa mirada que infundía miedo en los monstruos y aventureros, una mirada fría y sería que no podía ser intimidada ni por el ser más fuerte del calabozo, su seguridad levantaba el ánimo de todos así como el respeto hacia el chico, solo Aiz había podido reaccionar al mismo tiempo que la velocidad de pensamiento del peliblanco, se adelantó a todos para destrozar la piedra mágica, como si ese hubiera sido el plan de Bell desde el principio, no lanzó su magia únicamente para hacerle daño, en ese pequeño momento, ambos intercambiaron miradas y se pusieron de acuerdo ¿Así son los aventureros cuando su sincronización es extremadamente alta? Con solo una mirada supieron lo que el otro estaba planeando y pensando ¡Una maldita mirada!.
Bell bajó el brazo al ver que el objetivo había sido eliminado con éxito en un abrir y cerrar de ojos, después de ello camino a paso ligero hacia todos los demás.
-Bien, sigamos, perdón si no les avisé de antemano pero no deseaba seguir perdiendo tiempo con esa cosa, debemos avanzar sin contratiempos y de la manera más rápida posible-Respondió el chico ante las miradas sorprendidas de todos, parecía que no era consciente de la clase de proeza que había conseguido, derrotar a un irregular de esa clase en un momento era algo que debía resaltarse, posiblemente eso era un récord, derrotar a un jefe de piso de un ataque y a esa prontitud debía ser un récord.
Bell únicamente les echó una mirada, agradeció a la princesa de la espada y siguieron avanzando, Aiz caminó al lado suyo y el resto los siguieron por detrás.
-Nada ni nadie evitará que termine esto con mis propias manos-Dijo Bell con una mirada llena de determinación, la misma mirada que tenía cuando tuvo su primer enfrentamiento con Asterius cuando apenas era un nivel 1.
Todos siguieron al chico sin esbozar palabra alguna pero sus pensamientos se centraban en lo que sus ojos acababan de presenciar.
-No me equivoqué contigo Bell, eres realmente impresionante, es una lástima que no te hubiéramos visto antes-Dijo Finn viendo al "Héroe del Destello Blanco" ante sus ojos.
-Héroe... creo que no es tan alejado de la realidad, tiene un porte de eso, ese chico... pensar que no tiene ni un año aquí en Orario y recibe la admiración de todos nosotros que tenemos años siendo aventureros-Dijo Shakti avanzando paso a paso.
"Bell... no me agradas, si por mi fuera ya te habría asesinado hace mucho tiempo, pero debo de admitir algo, cuando te pones serio ante un reto, das miedo, pero ¿Eso es suficiente para lo que estás apunto de enfrentar? Tengo el presentimiento que la respuesta ello la sabremos muy pronto" Pensó el elfo oscuro caminando detrás del peliblanco.
Siguieron bajando los pisos del calabozo, podían observar que la cantidad de monstruos era extrañamente mayor a la habitual, entre los pisos 20 y 27, donde se encontraban las zonas del Gran Árbol laberinto y la ciudad del agua, eran atacados constantemente por hordas de bestias peligrosas, las Vouivre, los Mad Bettle, Dark Fungus, Gun Libellula, Troll, Deadly Hornet, Viscum, Moss Huge, algunos Raider Fish y Green Dragon, todos ellos juntos en esos pisos impedían el paso de los aventureros, pero eran derrotados, los números eran mucho mayores, claro, pero la fuerza de todos esos aventureros juntos era terrorífica, corte tras corte con su daga, Bell acababa con ellos, estocada tras estocada con su espada, la princesa eliminaba a los objetivos que podía vislumbrar, Finn usaba su lanza y dirigía las zonas específicas a las que todos los demás debían arremeter con la mayor fuerza posible para terminar rápidamente con ellos, los números en un combate son importantes pero de nada sirve si el rival enfrente tiene mejor estrategia para contrarrestarlos, es por ello que los monstruos iban disminuyendo con el paso de los minutos, hasta que por fin dejaron de llegar.
El grupo estaba tomando aire después de ese enfrentamiento tan cansado, decidieron tomarse un tiempo en la zona de la Ciudad del agua para recuperar las energías, no estaban en las últimas ni mucho menos pero debían estar al 100 porque se aproximaban a la peor parte del calabozo, a partir del piso 30 todo era realmente horrible, Bell lo sabía perfectamente, había estado ahí aún siendo un nivel 4, únicamente con Ryuu en un estado físico deplorable para ambos, no tenían ni el equipo necesario para siquiera acercarse a esa zona de los pisos profundos, Bell se perdió en sus pensamientos, estaba visualizando todas las veces que estuvo apunto de morir en esa ocasión, cuando fue envenenado por ataques de monstruos mientras él dormía por unos segundos para no caer en Mind Cero, cuando tuvo su encuentro junto a Ryuu con todos los monstruos en el coliseo al cual tuvo que lanzarse para salvar a la elfo, el último enfrentamiento con la calamidad "Juggernaut" en el cual, si no fuera por Ryuu, hubiera muerto, todo eso habría traumando a más de un aventurero, muchos podían decir que después de haber vivido esa experiencia era muy poco probable el querer poner al menos un pie en el calabozo, pero Bell no era de esos, sus deseos de crecer, progresar, ser más fuerte y ser un héroe eran mayores que su miedo, él no volvería a huir de un reto, no huiría aunque cada fibra de su cuerpo tenga miedo, pelearía y ganaría, tiene a mucha gente esperando su llegada allá arriba, no los iba abandonar.
-Veo que estás pensando nuevamente, Bell-Dijo una chica a espaldas del muchacho, llamando su atención y volteando a ver de quién venía esa voz.
-Oh, hola Aiz, lo lamento, volví a perderme en mis pensamientos otra vez-Respondió Bell ante la declaración de la princesa de la espada.
-¿Cómo te sientes?-Preguntó Aiz con clara preocupación en su rostro, a pesar de no ser una persona muy expresiva, podía notarse que su preocupación era real.
-¿Ah? Bien, bien, quisiera decir que no estoy nervioso por lo que estamos apunto de enfrentar pero sería mentirte, creo que te habrás enterado de lo que viví en los pisos profundos ¿Verdad?-Preguntó Bell ante la belleza de cabellos dorados que se sentaba a su lado.
-Si, me enteré por parte de Airmid, me contaron en qué estado habías llegado y me preocupé-Respondió Aiz ante la pregunta del joven peliblanco.
-Pero... aunque eso haya pasado, no hay cabida para el miedo, somos aventureros después de todo-Agregó Bell.
-Sin miedo... y pensar que eres ese mismo chico al que salvé del minotauro hace ya poco más de medio año-Dijo Aiz con una ligera risa que fue tapada con su mano.
-N-No es gracioso-Dijo con una mirada nerviosa nuestro protagonista.
-Pero tienes razón, me sorprenden todas las cosas que han cambiado en tan poco tiempo, lo mucho que yo he cambiado, llegué a esta ciudad sin tener nada ni a nadie, la única familia que tenía ya no se encontraba conmigo, mi abuelo murió, nunca conocí a mis padres ni a otro familiar, no tenía a nadie pero poco a poco fueron llegando personas importantes a mi vida que comenzaron a darme la fuerza necesaria para seguir adelante, pienso que todo lo vivido ha valido la pena llegados a este punto-Agregaba Bell mirando hacia la nada y con una sonrisa en su rostro que daba a relucir su calma y sinceridad tras el paso de las palabras.
-Pienso que... soy muy afortunado, es por eso que, protegeré a todos los que son especiales para mi-Volvió a agregar el peliblanco a lo anteriormente dicho.
-Todos los que son especiales para ti...-Dijo Aiz con una mirada cabizbaja, ella se imaginaba a la camarera de la señora de la Abundancia cuando Bell decía eso.
-Eso te incluye, Aiz, quiero protegerte, eres especial para mi, como prometí, salvaremos a tu madre del dragón negro, cuando esa pelea se presente, estaré a tu lado, peleando junto a ti, así que, no tienes por qué estar triste-Dijo Bell dándole una sonrisa sincera a la chica, lo que provocó un ligero sonrojo en ella, Aiz creía firmemente en las palabras del joven, ella sabía que era verdad todo lo que le estaban diciendo en ese momento.
-Gracias, Bell-Respondió la Princesa de la Espada sonriendo dulcemente.
-N-No es nada, Aiz-Contestó Bell, por alguna razón se puso nervioso al ver la sonrisa de Aiz.
-¡Chicos! ¡Debemos continuar!¡El descanso terminó!-Gritó Finn a la distancia para que todos los del grupo se reunieran nuevamente para seguir con el viaje.
-V-Vamos Aiz-Dijo Bell levantándose de su lugar y extendiéndole una mano a la pelidorada.
Ella aceptó la ayuda y se impulsó para levantarse.
Bell trotó ligeramente para regresar a donde Finn estaba esperándolos.
-Madre, Bell será mi héroe... pero... tal vez no será únicamente mi héroe-Dijo Aiz posando sus manos en su pecho con una sonrisa melancólica.
A la distancia se podía ver a Hogni, había escuchado todo lo anterior.
"Bueno, al menos puedo saber que ese chico no le sería infiel a Freya-Sama, ya dejó claro con la Princesa de la Espada que la considera importante pero no que la ama como a Freya, bien ahí chico, pero sigues sin agradarme" pensó el elfo oscuro desprendiendo un aura pesada al pensar que Bell, en quien se dirigía todo el amor de su diosa, se podría decir que era demasiado egoísta y celoso, contrario a Hedin.
Se reagruparon y continuaron con su camino, sin detenerse hasta encontrar una zona ligeramente segura en caso de ser necesario, por el momento todos se veían bien físicamente, aunque el cansancio en Aisha y Shakti se hacía presente de cierta manera por no estar acostumbradas a mantener un ritmo de combate y avance tan alto como en las familias más experimentadas, Bell era un caso aparte, parecía que todos no podían seguirle el ritmo a él, era realmente sorprendente.
Avanzaron a pasos agigantados, habían Violas atacando pero parecían simples florecitas cuando Bell exterminó a varias de ellas lanzando Firebolt, el resto fueron acabadas por los demás del grupo, el problema empezaría en ese momento.
-Escucho algunos huesos, deben ser Spartois, tengan cuidado, normalmente atacan en grupos demasiado grandes, si bien nosotros como aventureros en niveles 5 y 6 no deberíamos tener problema, la fuerza de esos esqueletos no deberían tomarse a la ligera, aventureros de nivel 3 o 4 pueden ser derrotados por tan solo 1 de ellos, en grupos grandes si podrían derrotar a aventureros de nuestro nivel, así que este es el plan, al frente tenemos que posicionar a Bell, Aiz, Hogni y Bete, son los más fuertes en ataques físicos, Shakti, Aisha y yo apoyaremos detrás de ellos en caso de que alguno llegue a pasar de ellos, así los tendremos rodeados sin poder huir, también podemos proteger las espaldas de los de adelante ¿Les parece bien?¿Alguna sugerencia?-Preguntó el hobbit ante el grupo, quería saber si tenían alguna objeción respecto al plan.
-Pienso que sería bueno que los de la primera línea vayamos directamente por ellos, y ustedes vayan a nuestras espaldas para rematarlos en caso de no acabar con ellos rápidamente-Respondió Shakti, lo cual pareció agradarles a los demás.
-Es más simple de esa manera, así los esfuerzos se reparten de mejor manera y evitamos que ataquen a solo uno de nosotros-Expresó Bete ante la idea de la chica de la familia Ganesha.
La batalla comenzó de esa manera, el primer grupo arremetió directo hacia ellos para reducir los números, los sobrantes eran fulminados de la manera más rápida posible por el segundo grupo de ataque, uno pensaría que en momentos como estos alguien con un gran repertorio de ataques mágicos, el caso de Riveria, sería necesario, pero para sorpresa de todos, se estaban manteniendo muy bien ante ataques de una gran cantidad de monstruos, Aiz activó Avenger haciendo que muchos de los Spartois acabaran muertos en cuestión de segundos, Bell cargó Argonauta por unos segundos para aumentar la potencia de sus golpes, tumbando así a muchos de los monstruos esqueletos frente a él, Hogni y Bete no tuvieron problemas para acabar con ellos, ya que si bien eran del mismo nivel, su experiencia en combate era mayor que los otros dos integrantes.
La pelea terminó con un saldo positivo pero las heridas en Shakti y Aisha se vieron presentes, por primera vez se hacía presente daño en alguno de los integrantes del equipo.
-Bien, usen las pociones que tengan y crean pertinentes en el momento, pienso que por el uso de magia, Bell debería tomar una para recuperarse en ese rubro al igual que Aiz, Bete y Hogni no parecen tener daños, Shakti y Aisha, tomen una poción de salud en este instante, sería terrible que llegaran más enemigos y ustedes estén en ese estado-Ordenó el hobbit.
-¡Si capitán!/¡Si Finn!-Dijeron todos al mismo tiempo, exceptuando por un elfo oscuro que seguía manteniéndose a raya sin hablar con los presentes, no porque no tuviera algo que decir, si no porque no era alguien que le gustara hablar, extrañamente se sentía incómodo cuando las miradas de los demás se centraban en su persona, ha enfrentado millones de monstruos pero su peor miedo es tener la atención de los demás, curioso ¿no?.
Continuaron su camino apenas terminaron de consumir sus pociones, avanzaron del piso 37 no sin antes toparse con algunos Barbarian, estos eran solamente 5 que fueron eliminados rápidamente, en fuerza y cantidad palidecían si los comparábamos con los Spartois que enfrentaron anteriormente.
Llegado al piso 43, el silencio era abrumador, la oscuridad abundaba en todo el lugar, despertando los sentidos más agudos de todos los presentes ahí, sabían que cualquier parte del calabozo podría ser donde se encontraba el minotauro, la falta de monstruos en esta zona hacía pensar que posiblemente se acercaban a su objetivo, ese pensamiento se confirmó cuando a lo lejos, enfrente de ellos, se vieron 5 sombras acercándose lentamente, ellos tuvieron que ponerse alertas en el instante que las vieron.
"¿Qué es esto? Se siente como si esas 5 presencias fueran Aventureros de primera clase ¿Cómo pueden existir monstruos así? Además, por lo que alcanzó a ver... tienen forma casi humana, mi pulgar no deja de dolerme cada vez más mientras ellos se acercan" Pensó Finn tomando con fuerza su lanza.
"Esto no puede ser posible... me siento nervioso por un monstruo... no es tan imponente su presencia como el minotauro, pero su fuerza puede fácilmente rivalizar con la mía" Dijo en su mente Aiz mientras apuntaba su espada.
Todos estaban en alerta máxima por esas presencias, Bell seguía con su mirada fría pero por dentro estaba aterrado, no podía creer que cosas así existieran y justamente ahora que tenía que guardar su fuerza para Asterius.
Poco a poco se acercaron las presencias y el grupo logró vislumbrar lo que eran.
-D-Demi espíritus, son demi espíritus, en este piso, con ese poder...-Dijo Hogni por primera vez durante todo el viaje.
-Así que no eres mudo, me agrada, pero mal momento elegiste para hablar-Dijo Bete poniéndose en guardia.
Solamente esperaban las órdenes de Finn pero algo sucedió.
-Bell Cranel...¿Se encuentra entre ustedes?-Dijo uno de ellos.
Todos se sorprendieron ¿Ese Demi espíritu era un Xenos?, Bell no conocía a ningún Xenos que sea un Demi espíritu pero ese acaba de hablar y parecía que sabía de lo que hablaba.
-Soy yo-Dijo el peliblanco sin perder la compostura y su guardia.
-Solo él puede avanzar... el resto debe quedarse-Dijo nuevamente el mismo Demi espíritu.
-¿Por qué deberíamos hacerles caso?-Dijo Finn ante la presencia frente a él.
-Asterius espera por él únicamente...-Agregó.
-Ese maldito minotauro lo acabaremos todos maldita cosa-Dijo Bete antes de ser embestido por uno de los 5 Demi-Espíritus.
-¡BETE!-Gritaron todos al ver a su compañero ser alejado de ellos.
-Si así lo desean... pelearemos con ustedes... ¡pero Bell debe avanzar!-Gritó el mismo Demi espíritu mientras todos los demás cargaban contra sus compañeros.
-¡AIZ!¡FINN!¡HOGNI!-Dijo Bell con preocupación ante sus compañeros pero sin quitar la mirada del Demi espíritu.
-Entonces solo yo debo ir... ¿Verdad?-Dijo Bell viéndose acorralado ante la situación.
-¡Ve Bell! ¡Nosotros nos encargamos de estas cosas!-Gritaron Aisha y Shakti plantándole cara al único Demi espíritu que quedaba libre.
-¡Ve maldito tomate! ¡iremos contigo apenas derrotemos a estos malditas cosas!-Gritó Bete mientras atacaba a su rival.
-P-Pero...-Decía el muchacho con nerviosismo, no quería abandonarlos.
-Bell, estaremos bien-Dijo Aiz mientras activaba su magia para atacar a mayor velocidad.
-De acuerdo...-Contestó el joven peliblanco.
Bell avanzaba hacia adelante, él sabía que cada paso que daba era un paso menos para llegar a Asterius, sólo podía escuchar como sus compañeros intercambiaban ataques con esas cosas, se mantenían increíblemente bien, pero el chico no tenía tiempo para voltear a ver cómo se desenvolvía la pelea, quienes más le preocupaban eran Aisha y Shakti, si bien era un dos contra uno, ambas eran nivel 5.
-Lo derrotaré, chicos-Decía Bell caminando poco a poco con una mirada seria y decidida.
Después de unos minutos, se encontró una presencia realmente grande, que hacía sentir pesado todo el lugar.
-Estoy aquí, Asterius...-Dijo Bell ante el minotauro.
-Al fin llegaste Bell, no pensaba que serías tan cobarde como para pedir ayuda-Dijo Asterius.
-Ellos quisieron venir conmigo, nunca se los pedí-Dijo el peliblanco desenfundando su daga Hestia y su daga de unicornio, mientras se ponía en guardia.
-Pero ellos no estarán aquí, solo somos tú y yo-Contestó el minotauro.
-Así debía ser ¿no?-Dijo Bell sin moverse de su lugar.
-Basta de palabrería, ambos sabemos que hoy se decide nuestros destinos, así que ¡QUE COMIENCE LA BATALLA!-Gritó Asterius seguido de un mugido que hizo temblar todo el piso y retumbaba en los oídos del chico.
Comenzaron acercándose lentamente, ambos, sin temor, sin otro pensamiento en sus mentes más que derrotar al rival frente a ellos hasta que de pronto...
Asterius lanzó el primero golpe, directo al rostro del chico, este apenas pudo reaccionar a la velocidad del minotauro para esquivarlo, el golpe pasó demasiado cerca de él.
Bell corrió con toda su fuerza y logró hacerle un corte en la parte lateral del torso.
-Veo que haz entrenado, me contuve ahora pero al parecer tú no tienes la intención de hacerlo ¿Cierto?-Dijo el minotauro tocando el lugar donde fue cortado.
-Vine a acabar con esto, no a jugar-Respondió Bell posando sus dagas frente a él.
El minotauro solamente sonrió.
-Empecemos entonces-Expresó.
El minotauro aumentó brutalmente su velocidad conectando un puñetazo al rostro de Bell, esta vez no pudo esquivarlo, solo sintió como varios de sus huesos en el rostro se astillaban y su mejilla sangraba, haciendo enojar de sobremanera al chico que se lanzó nuevamente hacia el monstruo, se podía observar la decisión que se reflejaba en todo su ser, golpe tras golpe que daba, recibía la misma cantidad de daño, lanzaba cortes a zonas específicas, tendones, músculos, todos cortes horizontales pero parecía que solo era un rasguño para que la bestia.
En el momento que tomó distancia sintió algo que no había sentido desde hace una semana, un ataque a toda velocidad que no podía siquiera observar, era golpeado con una fuerza de ataque monstruosa, digna de admirar si Allen estuviera presente, era como pelear con ese hombre gato pero con la fuerza multiplicada 2 veces, sentía como sus costillas y abdomen eran golpeadas al punto que parecía que iba a explotar hasta que de pronto salió volando por el impacto del golpe, el minotauro iba a cargar directamente a donde Bell yacía pegado a la pared, hundido por el impacto del golpe y la fuerza del choque en la pared.
El peliblanco agudizó todos sus sentidos y pudo observar como Asterius se acercaba, por unas milésimas de segundos activó Argonauta en todo su cuerpo para aumentar su velocidad y esquivar el choque, provocando que Asterius se estampara en el lugar donde antes se encontraba Bell.
-¡Sorprendente!¡Aún tienes trucos bajo la manga!-Dijo el monstruo saliendo del hueco.
-Pero no es suficiente-Agregó volviendo a atacar al chico.
Todos los golpes eran interceptados por las dagas del chico, cada choque con ellas se sentía como una descarga eléctrica en sus brazos, apenas podía mantener la velocidad de los golpes, no salía volando por los impactos únicamente porque sus piernas estaban haciendo un esfuerzo sobrehumano para mantenerse en la tierra, derrapando con ella y frenando su deslizamiento al ser empujado por los impactos del minotauro, Bell se sentía abrumado así que decidió dejar de bloquear y empezó a atacar, la fuerza de sus golpes aumento exponencialmente hasta el punto que comenzó a tomar el control de la situación y hacer retroceder a Asterius, una gran barrera de polvo y humo que provenía de las quemaduras del roce entre daga y puño se empezó a levantar entre ambos, impidiendo que se vieran los ataques, por ese mismo motivo Bell sonrió, él había luchado a ciegas al principio de su entrenamiento con Allen, sus ojos no eran la única forma de saber dónde y cómo atacar a tu rival, su oído comenzó a reconocer el movimiento de los músculos del minotauro, empezó a saber de donde venía cada golpe de esa cosa y alternaba entre bloquear y esquivar los ataques, el control lo tenía él, Asterius miraba sorprendido al chico, en tan solo algunos meses desde su último encuentro, Bell se había hecho extremadamente poderoso, no como la vez anterior que solo atacaba en respuesta a Asterius, no, ahora él inclinaba toda la batalla a su lado pero... Bell no fue el único que se hizo más fuerte desde ese día.
De pronto y sin previo aviso, el minotauro aumentó su velocidad y al cuerpo de Bell, ya acostumbrado a este ritmo de pelea, le llegó un recordatorio, nunca subestimar la fuerza bruta de tu enemigo, por eso mismo, recibió una onda de choque que, si bien pudo escuchar, no pudo reaccionar, su cuerpo no alcanzó a reaccionar a ella. Costillas rotas, pulmón perforado, Bell podía decir que su cuerpo estaba siendo destrozado por tan solo un golpe y el daño pudo ser mayor si no fuera porque alcanzó a recibir parte el impacto con la armadura de adamantita que cubría su brazo, de no tenerla, ese hubiera sido su fin, pero eso no evitó que el golpe causara estragos tanto en el cuerpo como en el brazo derecho del chico, sentía sus manos vibrar pero no tenía tiempo para pensar en ello, tenía qué concentrarse en ganar y sobrevivir.
Una imagen pasó frente a él, Asterius se puso de frente y golpeó nuevamente su rostro, él alcanzó a esquivar y...
-¡FIREBOOOOOLT!-Gritó Bell, agachado en el suelo, directo al hocico de la bestia.
Esto hizo que Asterius retrocediera un poco, ese pequeño instante fue aprovechado por Bell para arremeter rápidamente contra el monstruo y cortar todo el cuerpo, sus cortes cada vez se hacían más profundos, hasta el punto de poder vislumbrar el hueso unido al músculo del minotauro, pero Bell no estaba en mejor estado, su armadura pesaba cada vez más y partes de ella se rompían, su respiración se sentía pesada y el aire al llegar a sus pulmones hacía que estos mismos dolieran, lo peor era que, al inflar su pecho, sentía que sus costillas se movían del lugar en el que debían estar, sus manos estaban llenas de sangre, la fuerza ejercida en la empuñadura comenzó a pasar factura en manera de callos así como de quemaduras y cortes en las manos.
"Si esto se alarga, ambos moriremos, no puedo continuar de esta manera, debo conseguir tiempo" Dijo Bell en su mente mientras sentía como la sangre chorreaba de su cabeza, en alguno de los impactos en la pared, su cabeza debió abrirse.
Volvió a lanzarse, esta vez con la intención de conseguir tiempo, solo para eso, debía hacer retroceder al minotauro para poder cargar Argonauta, era más fácil decirlo que hacerlo, Asterius ya sabía el potencial de la habilidad y no le permitirá usarla.
-¡FIREBOOOOOOOOOOOOOOLT!-Dijo Bell en repetidas ocasiones levantando humo en el lugar, no todos los lanzamientos fueron dirigidos al monstruo.
Terminando de lanzar su magia corrió a toda velocidad, tanta que, cuando su pie se levantó se la tierra, sentía su rodilla crujir y sus huesos chocar como si el cartílago que impedía la fricción entre ambos se hubiera deshecho.
Se lanzó sin miedo ante el rostro del minotauro, su intención era simple, cegarlo, de esa manera ganaría algunos momentos, el problema sería cuando sus otros sentidos se adapten a la falta de vista.
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!-Gritó Bell haciendo cortes a diestra y siniestra a la cara del minotauro pero aún sin acertar a los ojos, cortaba nariz, pómulos, orejas, entre otras cosas más pero no alcanzaba los ojos hasta que de un momento a otro vió la oportunidad y arremetió contra ambos pero al terminar el corte fue golpeado con el enorme puño y estampado en la pared nuevamente, rompiendo algunos de sus huesos y astillando vértebras, sus piernas y espalda dolían, su hombro izquierdo se había dislocado al chocar.
"Siento que... pierdo el... conocimiento" pensó el chico.
-¡BEEEEEEEELL!-Gritó la princesa de la espada, acababa de llegar al escenario.
-¡AIZ!¡DETENLO POR 2 MINUTOS!¡SÓLO NECESITO DOS MALDITOS MINUTOS!-Gritó Bell con una determinación y mirada decidida.
"¡NO CAERÉ HASTA DERROTAR A ESA COSA! ¡MIS HUESOS DUELEN!¡MIS MANOS ARDEN!¡MIS PULMONES QUIEREN EXPLOTAR!¡MIS PIERNAS Y BRAZOS TIEMBLAN! ¡PERO AÚN HAY VIDA EN MI CUERPO! ¡ASÍ AUE SEGUIRÉ PELEANDO!" Pensó el chico cargando Argonauta, toda la carga se dirigía a su daga Hestia, no tenía la confianza suficiente para usar su magia en ese instante, no veía probable derrotarlo de esa manera.
-¡De acuerdo Bell!-Gritó la Princesa de la Espada, abalanzándoselo al minotauro que se encontraba cegado pero solamente de un ojo, en el otro solo había recibido un corte en el párpado que no llegó a reventar el globo ocular.
Bell se encontraba inmóvil en su lugar, el ardor de su cuerpo fue ignorado completamente, debía concentrarse si quería que esto saliera bien.
-¡Tanto tiempo Princesa de la Espada!-Gritó el minotauro golpeando el cuerpo de la chica, la batalla con el Demi espíritu de antes había causado más daño del previsto en la chica, se encontraba realmente cansada, no podía creer que un monstruo como ese, que si bien eran de los más poderosos del calabozo, le haya costado tanto trabajo, no se hallaba en mejor estado que en su anterior enfrentamiento con el minotauro, pero Asterius tampoco estaba en su mejor versión, Aiz no se iba rendir, si Bell necesitaba esos 2 minutos, se los daría, así tuviera que destrozar todo su cuerpo y acabar en un estado crítico.
El tiempo parecía transcurrir lento en todo el lugar, el polvo se levantaba alrededor del mismo, pero un brillo comenzaba a iluminar todo, era Bell, las partículas de Argonauta cubrieron todo su cuerpo y un gran ruido semejante al de campanas empezó a ser oído por todo el calabozo.
-¿¡Qué carajo es todo esto!?-Gritó el hombre lobo viendo la escena.
Detrás de él venían el elfo oscuro Hogni, la amazona Aisha, el hobbit Finn y la chica de la familia Ganesha, Shakti.
-Parece que ese será su último ataque-Dijo Finn expectante a lo que iba suceder.
"¿Qué planeas niño?" Pensó el elfo oscuro.
-¡AIZ!¡QUITATE DE EN MEDIO!¡AHORA!-Gritó Bell a todo pulmón mientras el brillo de su cuerpo se desvanecía y se dirigía a la daga, creando una hoja más larga de la que ya era.
Aiz se apartó y corrió hacia un lado.
"Esta es mi aventura, este es mi sueño, este es mi destino... ser un héroe ya no suena como un delirio de niño ¿Verdad Abuelo? ¡HOY DEMOSTRARÉ LA VALÍA DE UN HÉROE" pensó Bell mientras con la poca fuerza que le quedaba en el cuerpo, se lanzaba corriendo hacia donde el minotauro se ubicaba.
Asterius solo pudo lanzarse de igual manera con los cuernos por delante, este sería el final de la batalla, uno de ellos moriría al finalizar el ataque.
Corriendo ambos, directo a su rival, a decidir sus destinos, se acercaban poco a poco hasta que pudieron ver el rostro del otro estando de frente.
Uno de los cuernos del minotauro chocó con el brazo izquierdo del chico, pero en un movimiento rápido, Bell logró apartarlo, el problema era que el cuerno se dirigía ahora a su torso, por ello, con ese mismo brazo, impedía el paso del cuerno, aplicando una llave al mismo para evitar que avance, lográndolo apenas pero la punta del cuerno se clavaba por ese lugar y empezaba a traspasar la piel.
El cuerno sobrante se dirigía al brazo con el cual Bell iba usar la daga Hestia, pero la punta del mismo solo pudo deslizarse por toda la superficie, el recubrimiento de adamantita había salvado a Bell.
-¡AHORAAAAAAAA!¡ARGOVESTAAAAAAAAAAAAAAAAAA!-Gritó Bell con todo el aliento que le quedaba y la hoja de la daga fue clavada en el rostro del minotauro.
No sin antes sentir que Asterius empezaba a infundir más fuerza en el único cuerno suyo que había logrado encontrar destino.
Bell con toda la fuerza que le quedaba en el brazo izquierdo, no soltó el cuerno hasta que impuso tanta fuerza, provocando que el cuerno se rompiera.
En la señora de la abundancia.
Se podía ver a una bella camarera trabajando en el lugar hasta que de pronto un tarro de cerveza se caía de sus manos.
-Bell...-Dijo por chica con un ligero apretón en su corazón.
Volviendo al combate.
-¡AHHHHHHHHHHHHHHHHH!-Seguía gritando el chico con la daga clavada en el rostro el monstruo.
-¡THUNDERBOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLT-Gritó nuevamente.
El cuerpo de Asterius comenzaba a inflarse como en su primera batalla.
-Gracias por esta pelea, Bell...-Dijo el minotauro antes de explotar.
*PUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUM*
Ese sonido resonó en toda la sala, ahuyentando a los monstruos a la cercanía.
Bell lo había logrado, había derrotado a su rival, el humo y polvo que la explosión levantó se iba disipando.
-Ese maldito lo logró...-Dijeron Bete y Hogni al mismo tiempo.
Todos estaban felices por haber logrado el objetivo y veían a Bell parado como un héroe, Aiz por su parte podía ver a su padre reflejado en Bell.
-¡Bell! ¡Lo lograste!¡Ganamos!-Gritó Aiz corriendo con alegría hacia el chico.
Pero algo sucedió...
Bell solamente volteó hacia ellos y escupió sangre...
El polvo se disipó por completo y todos los presentes pudieron ver el motivo por el cual el chico no se movía.
Un gran cuerno de minotauro había sido clavado en su abdomen, sin llegar a traspasar el cuerpo pero el daño estaba hecho.
Bell solamente sentía como caía hacia adelante.
"Me siento... ligero... como una pluma... puedo ver un brillo adelante..." pensó el chico mientras caía.
El shock no permitía que el grupo se moviera, solo veían como el chico caía hacia adelante sin nada que pudiera hacer.
-¡SI NO LO DETENEMOS ESE CUERNO TERMINARÁ DE ENSARTARSE EN EL CUERPO!-Dijeron todos corriendo a él pero alguien se les había adelantado.
Aiz salió a toda velocidad usando Ariel y logró detener la caída del chico.
-A-Aiz...-Dijo Bell.
-D-Dile a Syr... que no cumplí mi promesa... lo lamento...-Dijo el chico antes de caer desmayado.
-¡BEEEEEELL!¡DESPIERTA!-Gritó Aiz con lágrimas en sus ojos.
"Aún no es el momento para morir Bell... alguien te espera de vuelta y aún tienes una misión que cumplir, así que... no morirás en esta ocasión" Dijo una voz en el sueño de muerte de Bell... era su abuelo quien lo guiaba lejos de la luz a la que Bell se acercaba.
-¡Aiz!¡Aún tiene pulso!-Gritó Hogni a la princesa.
-¡TENEMOS QUE REGRESAR RÁPIDO, ANTES DE QUE SEA TARDE!-Gritó Finn lanzándole a Bell las últimas pociones de salud que quedaban.
-Esto debería darnos el suficiente tiempo ¡NO SAQUEN ESE MADITO CUERNO DE AHÍ!-Agregó el hobbit.
Todos comenzaron a correr a toda velocidad para regresar a la superficie, cada segundo era importante.
-Por favor Bell, no mueras...-Decía Aiz con Bell en sus brazos, mientras lloraba.
Tardaron tan solo una hora en subir y salir del calabozo.
Todos los de la ciudad veían como un grupo salía a una velocidad monstruosa, rompiendo el suelo del lugar y destrozando lo que se encontraban enfrente.
Ya la noche estaba cayendo en el lugar.
En la sede de la familia Dian Cecht
Entraron 6 personas con una velocidad endemoniada, cargando a un joven de cabellos blancos.
-¡CUESTE LO QUE CUESTE!¡SÁLVENLO!-Dijo Aiz a Airmid aún sorprendida por ver q semejante aventureros frente a ella.
-¡Rápido! ¡llévenlo a la sala de urgencias ahora!-Dijo Airmid guiándolos hacia la sala de operaciones.
Dejaron a Bell en el lugar, rogando a los Dioses que viviera.
-Iré a avisar a Loki que regresamos, Aiz, quédate aquí por cualquier cosa-Dijo Finn mientras se iba del lugar
-Yo tengo que avisarle a Hermes y a la familia Hestia sobre todo lo que sucedió para que vengan-Dijo Aisha retirándose del lugar a toda velocidad.
-Yo avisaré al gremio, espero que todo salga bien-Dijo Shakti yéndose del lugar igualmente.
Hogni sin decir palabra alguna salió rápidamente del lugar para ir a la Torre de Babel.
-Por favor Bell... No mueras-Dijo la princesa de la espada con lágrimas nuevamente.
-No morirá... hombres como él sobreviven a esto y más-Dijo Bete tratando de levantar el ánimo de la chica.
"Maldito tomate, más vale que no mueras, si no, quedaré como un mentiroso" pensó el hombre lobo.
Bueno banda, espero que les haya gustado el capítulo, me gustaría leer sus opiniones sobre el combate en cuestión, pienso que lo hice bien pero no estoy seguro jajaj, esta vez no hay antojo por la seriedad el asunto, lo lamento jaja...
Es broma obviamente ¿¡ALGUIEN DIJO ANTOJAAAAAAAR!?
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