-Lo siento... - dijo Bell a la confesión de Syr

En ese instante, Syr lo supo, estaba siendo rechazada por Bell, estaba siendo echada a un lado por la persona que tanto amaba, un fuerte dolor en su corazón empezó a surgir y un semblante de tristeza y dolor se dibujaba en su fino y blanco rostro, el cual no tenía nada que envidiarle a las bellezas de la ciudad de Orario. Antes de que ella pudiera preguntar el por qué de la decisión de Bell, este la interrumpió.

-Lo siento... pero no puedo aceptar tu confesión... no por ahora-agregó.

La tristeza y dolor que estaba en su rostro se vió cambiada por confusión, ella en su mente se preguntaba ¿No por ahora? ¿Qué quiere decir con eso?, ella miraba atónita el rostro de Bell, si alguien la viera podría decir que había palidecido hasta el punto de estar transparente.

-Bell ¿Qué quieres decir con "No por ahora"?-Preguntó Syr con una voz temblorosa.

-El día de hoy, comprendí que sigo siendo débil, comprendí que sigo siendo un niño incompetente, estuve en peligro muchas veces antes pero el día de hoy y el de ayer me dejaron claro algo, aún no soy lo suficientemente fuerte para que alguien dependa de mi, no quiero perder a nadie más en mi vida-dijo Bell cabizbajo y en tono triste.

-Por ese motivo no puedo aceptar tu confesión en este instante, aún soy débil, quiero convertirme en alguien que pueda protegerte, alguien que pueda asegurarte un mañana, alguien que esté seguro de que puede hacerte feliz, pero en este mismo instante no puedo asegurártelo, es por es que...-Dijo Bell con una seriedad impropia de él.

En ese momento Syr comprendió sus primeras palabras, no la rechazaba porque no la quería, la rechazaba porque tenía miedo de perderla, en ese mismo instante recordó el motivo por el cual ella llegó a la ciudad laberinto "Orario" hace ya unos ayeres. Contrario de lo que muchos se podrían imaginar, ella no había llegado buscando lo que las personas y Dioses normales buscaban, ella no buscaba riqueza, ella no buscaba poder, ella no buscaba reconocimiento, ella no buscaba reinar, ella solamente buscaba... Amor, un amor puro, un amor sincero, alguien que la quisiera y eligiera por encima de las demás, alguien que la quisiese por lo que es ella en el interior, no en su exterior, no por su posición, solo... por su interior, poco a poco sentía como su corazón latía más y más rápido, esperando a que él joven Bell continuara con sus palabras.

-Es por eso que... ¡Es por eso que quiero hacerme más fuerte a partir de hoy!¡Quiero ser alguien que pueda caminar a tu lado!¡Alguien que pueda hacerte feliz y estar contigo para compartir esa felicidad!, por ese motivo yo... quiero que me cumplas un deseo egoísta, puede parecer una prolongación y estás en todo tu derecho de negarte y rechazarla, pero quiero decirlo-Declaró Bell alzando la voz de una manera decidida y segura, aunque esa seguridad fue desapareciendo con el pasar de las palabras.

Syr ya no podía aguantar más, su corazón apretaba, ella sentía que en cualquier momento este iba a salir de su pecho, no podía creer lo que estaba escuchando de Bell, no podía creer que cada palabra que salía de su boca la hacía más y más feliz, su rubor pasó de estar en sus mejillas a cubrir todo su rostro y llegar hasta la punta de sus orejas, pasó de estar pálida a parecer un tomate maduro, ella guardó silencio mientras esperaba de nuevo a que Bell terminara de decir lo que tuviera que decir.

-¡Por favor espérame hasta eso!¡Espérame hasta que sea más fuerte y pueda estar a tu lado!¡Tú también me gustas!-Gritó Bell desde el fondo de su corazón, dejando sorprendidos a las personas que los rodeaban pero nada de esa sorpresa se comparaba con la que estaba dibujada en el rostro de Syr.

Syr comenzó a sentirse débil y temblando, pequeñas lágrimas salían de sus ojos, uno pensaría que por esos síntomas parecería tener fiebre combinada con tristeza pero eso no podía estar más alejado de la realidad, ella estaba feliz, ella estaba tan feliz que no sabía qué hacer, ella quería responder a su propuesta pero las palabras simplemente no salían de su boca, poco a poco vió como la seguridad de Bell, ese valor que el joven reunió para decir todas esas palabras, se apagaba poco a poco, seguramente él estaba pensado que ella lo iba a rechazar.

"Eres un tonto Bell, necesitas comprender mejor a las mujeres, estoy tan feliz que estoy en shock, por eso no puedo decir nada" dijo la bella Syr en su mente, de pronto, cuando Bell iba a decir algo, ella se abalanzó hacia él y lo abrazó, envolviendo sus brazos atrás de su espalda y apoyando su rostro ruborizado en su pecho.

-Bell, mis sentimientos han sido correspondidos, la persona que amo me ama, estoy tan feliz, tan feliz, tan feliz, es por eso que acepto esperar, por ti esperaría hasta el fin de los tiempos, eres la persona por la que esperé toda mi vida, unos meses o años más no son nada sabiendo que por fin te encontré y me correspondiste, ¡Gracias por haberme elegido Bell!-Dijo Syr, alzando su rostro hacia el de Bell para poder mirarlo, a pesar de que ella aún tenía lágrimas en sus ojos, estas eran de felicidad, una felicidad tan desbordante que una sonrisa gigante se dibujaba en su rostro, se podía decir, sin exagerar, que la sonrisa iba de oreja a oreja.

Todos empezaron a aplaudir ante la escena que habían presenciado, todos habían visto como el amor de 2 jóvenes había nacido y estaba próximo a ser florecido.

-Gracias por haberte enamorado de una persona como yo, yo igual me siento muy feliz-Dijo el peliblanco bajando su mirada hacia donde se encontraban los grises pero hermosos ojos de Syr y le regaló una sonrisa de alegría pura.

Bell en ese instante no lo sabía, pero en su espalda, en su estado, se había creado un nuevo deseo inquebrantable, un nuevo motivo para crecer, un nuevo motivo para seguir luchando, así que en su mente, Bell dijo "Deseo poder proteger y hacer feliz a... Freya".

Bueno amigos, este sería el capítulo 1, es la primera vez que escribo historias para Wattpad y quisiera saber sus comentarios, muchas gracias por su atención.