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Y aquí están, los shinobis de todas las aldeas peleando contra un enemigo en común, dando sus fuerzas en la batalla para ver un amanecer más en este mundo.
Y aquí estás, inerte sobre la tierra que mancha tus ropas, tus ojos sin su característico brillo tenaz y sin tu imponente presencia.
Tu frente está libre de restricción, libre de ese sello que ha traído miseria a nuestros familiares, el que ha hecho diferencias entre un mismo clan.
Y aquí estoy, sosteniéndote en medio del caos, sin poder reaccionar. Estoy mirándote, dejando pasar el tiempo con la esperanza de que esto sea solo un genjutsu y no la realidad. No puedo aceptar esta realidad, esta realidad en la que tú ya no estarás, en la cual no me consolarás, en la cual no entrenaremos, en la cual no compartamos nuestras tardes de té...
En la cual ya no existas...
Neji, hermano mío, sangre nuestra, aún tengo muchas cosas que contarte, aún tenemos muchos momentos por delante, aún tienes una vida por delante,¿por qué arriesgarse por alguien que no vale la pena?¿por alguien débil como yo?¿por alguien tan indigno de tu sacrificio?.
Mi corazón está sangrando, mi alma se está desgarrando, tengo un nudo en la garganta que no puedo tragar, tengo un revoltijo en el estómago que me causa náuseas y tengo un mareo que no puedo detener.
Neji
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¿Qué hago sin tí, hermano?
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