TaeHyung

— ¡No pienso ir! — grité con todas mis fuerzas, mientras me aferraba mi almohada.

— Pero amor, ya hasta hemos comprado un regalo. — insistió mi esposo con un tono meloso.

— ¡Corrección! — le grité, saliendo de las sábanas para mirarlo. — ¡Tú compraste un regalo! — estaba totalmente enojado, HoSeok había comprado un obsequio para mis "hermanos" sin mi permiso y atribuyendo que iríamos a ese maldito baby shower. Yo NO pensaba ir a algún lado, menos a esa fiesta.

— TaeHyung, es la fiesta de tus hermanitos, tenemos que estar, tu padre estará muy triste si es que tú no-

— ¡Mi padre no estuvo presente en mi baby shower! — grité en mi defensa. Ya me estaba alterando.

— Cariño, relájate, no es bueno para el be-

— Lo sé, lo sé. — dije para luego salir de la cama y caminar hacia el cuarto de baño.

HoSeok me siguió en todo momento, hasta que le cerré la puerta en la cara, comenzando a escuchar sus súplicas por ir a esa maldita fiesta.

— Realmente es fastidioso cuando aplastas mi vejiga, bebé. — susurré mientras veía mi vientre. Estaba a un mes y unos cuantos días de dar a luz y cada vez me sentía más pesado, ni siquiera podía ver mis pies y mucho menos mi pene.

Terminé con lo que tenía que hacer en el baño y luego de lavarme las manos, salí del cuarto, dirigiéndome a la cama. Este fin de semana pensaba quedarme todo el día en cama y lo hubiera hecho, sino fuera por HoSeok, quien llegó gritando.

— TaeHyung, tu padre realmente estará enojado y triste por nuestra culpa...

— Mi madre estuvo enojada y triste cuando él prometió que estaría ahí a tiempo y al final no llegó hasta la medianoche. Yo también importaba, HoSeok, era su primer bebé y sin embargo, faltó a prácticamente todas las reuniones que se hicieron en mi honor, hasta llegó tarde cuando mi madre entró en labor de parto y ni siquiera estuvo a su lado cuando debió ser así. — me encontraba al borde de las lágrimas, HoSeok me había orillado a esto y mi bebé no hacía nada más que ponerme hormonal 24/7.

— Tae, cariño, sé que fue difícil...— trató de acercarse y abrazarme, pero lo aparté de inmediato.

— No pienso ir a una fiesta de un chico que podría ser mi hermano y es mi última palabra. No habrá nada que puedas hacer para convencerme de ir.

[❁]

— No sé cómo rayos llegaste a convencerme. — dije totalmente molesto y con la vista fija en la mansión de mi padre.

— TaeHyung, sal de auto. — dijo HoSeok, manteniendo la puerta abierta para que pueda salir.

— ¡Obligame! — crucé los brazos y miré hacia el frente.

— Cariño, no estás precisamente liviano como para cargarte en mi hombro, así que sal del auto, Kim TaeHyung.

Sabía que cuando pronunciaba mi nombre completo era porque estaba al borde de colapsar, por lo que salí y agarré la maldita canasta con regalos y caminé sin mirar atrás.

Al ingresar pude ver una mesa llena de muchos regalos preciosos y de canastas muy parecidas a la que había comprado HoSeok. Dejé la maldita canasta tirada en una esquina y caminé directamente hacia el patio trasero. La casa de mi padre era grande y su patio, muy enorme.

— ¡TaeHyung! — y esa voz chillona y ridícula sabía de dónde provenía. SeokJin se acercó, luciendo un camisa blanca translúcida y unos pantalones cortos de color rosado. Se supone que era modelo y se veía tan ridículamente... precioso. — ¡Qué bueno que llegaste, tesoro! — me sonrió y abrazó por el cuello, para luego dejar un beso en mi mejilla.

— Llegaste, bebé. — esta vez el que habló fue mi padre, quien se acercó justo por detrás de SeokJin para rodearlo. Formaban un hermoso recuadro familiar... un recuadro donde yo no entraba, al igual que mi madre. — ¿Dónde está HoSeok?

— Él, pues... — tenía tantas ganas de decirle que HoSeok y yo habíamos discutido por su culpa, pero me aguanté las ganas, pues una señora, que reconocía como la madre de SeokJin, se acercó.

— Cariño, tenemos que ir a saludar a tu tía y de paso salvar a JungKook y YugYeom, quienes están totalmente agobiados con sus preguntas ridículas sobre el embarazo de tu primo. ¿Me permites, NamJoon? — se dirigió esta vez a mi padre, a lo que este le sonrió y asintió, viendo como su esposo se alejaba.

Demonios, yo no podía estar más tiempo aquí. NO PODÍA.

— Disfruta de la fiesta, hijo. — fue lo último que me dijo mi padre antes de ingresar a la casa, según él, en busca de HoSeok.

Caminé por el lugar, viendo a cientos de personas desconocidas para mí y observando la gran fiesta que había organizado SeokJin, realmente era muy original.

Me dirigí directamente hacia la mesa de bocadillos, el estilo era algo tropical, por lo que la mayoría de bocadillos que se encontraban en la mesa era a base de frutas.

— ¡TaeHyung! — y nuevamente ese grito chillón.

Di media vuelta y me encontré con SeokJin y un chico con cara de pocos amigos que parecía matarme con la mirada. Idiota, yo tampoco quería estar aquí.

— Mira, te presento a JungKook, mi primo favorito y casi hermano. — SeokJin me sonrió, pero el chico llamado JungKook no lo hizo.

— Un gusto... — susurré más por educación que por gusto. —¡Oh! ¿También estás en espera? — dije al ver su vientre algo hinchado.

SeokJin se carcajeo y asintió.

— Tiene tres meses y medio, casi cuatro y por ahí está su novio. — SeokJin comenzó a buscar a alguien con la mirada, pero al parecer no lo encontró.

— SeokJin, cállate. — JungKook habló por primera vez, mirando mal al esposo de mi padre. — no tienes que andar ventilando mi vida privada.

— Ay, tampoco es para que te pongas todo histérico, le hará mal a tu bebé, así que tranquilizate. — SeokJin estaba tan animado que tenía ganas de arruinarle la fiesta, pero...

— Sabes que yo no quería estar aquí y mucho menos ver al insoportable hijastro que tienes. — volvió a hablar el tal JungKook, importándole muy poco que yo escuchara sus insultos hacia mi persona.

— Él no es mi hijastro, es mi hijo y-

— Yo no soy tu hijo y tú no eres nadie para estar llamándome de esa manera. — fui directo. No solo las palabras de JungKook me habían enojado, también las de SeokJin.

— TaeHyung... — SeokJin se veía un poco sorprendido, mientras JungKook se hacía el indiferente.

— SeokJin, vámonos, este chico es un idiota.

— Yo no soy ningún idiota. — me defendí mirando más que mal al primo de SeokJin.

— JungKook, disculpate con TaeHyung.

— No lo haré. — contestó este sin siquiera mirarme.

— Claro que lo harás.

— No, SeokJin.

— JungKook, haz--

— ¡Ya basta! — grité, alertando a algunas personas a mi alrededor y a los dos idiotas que se peleaban delante de mí. — Estoy cansado de ti... — miré a SeokJin. — y también de tu primo, ¿Crees que no me he dado cuenta que no les caigo bien? Pues a mí tampoco me agradan, especialmente tú, SeokJin, ¿Qué creías, que con una sonrisita y tu actitud de mierda ibas a ganarte mi corazón? ¡Es obvio que no! ¡No quiero saber nada de ti ni de tus hijos! — estaba yendo muy lejos, lo sabía, pero al parecer mi boca no. — Estoy totalmente cansado de tener que fingir que todo está bien, cuando en realidad lo único que siento son ganas de alejarme cada vez más de ti y de mi pa-

— ¡TaeHyung! — y ese grito no lo esperaba. Papá me había escuchado. — A mi oficina ¡AHORA!

HoSeok me miró con algo de pena mientras caminaba detrás de mi padre, pero poco me importó, pues era su culpa que estuviera en esta situación.

Esta historia está cada vez más cerca del final ;-;

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