Capítulo 6: Otro tipo.
Los exámenes finales para las vacaciones de verano darían inicio pronto. La mayoría de los estudiantes ya se encontraban muy ocupados debido a ello. Cada prueba es verdaderamente difícil, por lo que, sólo estudiar, no parece suficiente.
A la abuela le parece prioritario que me dedique enteramente a los estudios durante dichas fechas. Para cuidar mis calificaciones no asisto al club y me libró de muchas responsabilidades. Estudiar se vuelve tan duro que a veces se necesita pasar la noche en vela.
El lado positivo es que tengo tiempo para mí; El lado negativo es que se dedica a mis calificaciones. Al menos puedo sentirme como un estudiante de preparatoria normal durante un pequeño periodo.
—¡Kashima-kun! ¡Kamitani-kun!
Un chico de nuestra clase –que de nombre desconozco– se nos acercó. Su cabello era amarillo como el sol y sus ojos tan grises como las películas favoritas de la abuela.
—¿Qué pasa? —pregunté.
—La clase se está organizando para hacer un club de estudio esta semana. Tienen planea solicitar un aula para pasar la noche aquí en la escuela.
—Suena más a una pijamada que un club de estudio —la cuestión de Kamitani puso al chico rubio en un ligero aprieto.
—B-Bueno —balbucea—, pensamos que sería genial. Ya saben, estudiar un poco y contar historias macabras durante la noche para relajarnos. Dicen que la escuela fue un panteón, tal vez nos encontremos con un fantasma.
—¿Fa-Fa-Fantasma?
No. Fantasmas no. Eso no existe. No existe. No existe. No existe.
—¡¿No les entusiasma la idea?!
—Pu-Pues...
—No hay fantasmas en la escuela.
—Vamos, Kamitani-kun, sé más divertido que eso.
—La idea suena muy interesante. Pero no sé si la abuela me dé permiso.
—No conozco a nadie de la clase salvo a Kashima.
El chico parpadeo un par de veces antes de hablar.
—Bueno, si cambian de parecer los recibiremos. Háganmelo saber.
—Claro —dije, Kamitani asintió.
El chico rubio desapareció de nuestras vistas, despidiéndose con una mano. Kamitani y yo retomamos nuestro camino. La biblioteca ya no quedaba tan lejos.
—¿Crees que les autoricen la solicitud?
—La maestra de teatro suele hacer un campamento una semana antes de la obra.
—Cierto. Kirin siempre se queda con nosotros cuando eso sucede —recordé. —Entonces no tendrán ningún problema.
—En lo absoluto... ¿Ah?
Kamitani se detuvo de repente a medio pasillo. Revisaba su mochila con notoria desesperación.
—¿Sucedió algo con tu mochila, Kamitani?
—Mi cuaderno no está.
—¿Cómo que no está?
—Debí de haberlo dejado en la guardería.
—¡Vamos por él!
—¡Sí!
Lamentablemente cuando llegamos Midori lo tenía en su posesión. Kamitani le soltó un gran golpe a Usaida por permitir que Midori tomara su libreta. Al abrirla, las hojas con sus trabajos y apuntes se hallaban repletas de rallones, siendo ilegible su contenido. Nos dimos cuenta que faltaban un par de hojas, las cuales usaron los niños para dibujar.
Kamitani explotó.
Les gritó muy fuerte y se fue de la guardería cuando los niños comenzaron a llorar. Tuve que quedarme un rato para calmar a los niños junto a Usaida. Les di un pequeño sermón, ya que habían tomado algo que no era suyo, y prometieron disculparse con Kamitani.
Al salir de la guardería me dirigí a la biblioteca. Kamitani se encontraba ahí. Me senté a un lado suyo y apreté suavemente su mano con la que sostenía la libreta dañada. El toque de mi mano sobre la suya llamó su atención, tal y como lo esperé.
—No hay tiempo para que repongas tus apuntes. Si gustas puedo prestarte los míos. —Le extendí mi libreta con una honesta sonrisa— Vas a necesitarlos.
Kamitani tomó la libreta y la puso sobre mi mejilla para luego besarme.
—Gracias, pero también necesitas estudiar.
Mi cara estaba tan roja que la sangre dejo de correrme por todo el cuerpo. A consecuencia de ello no logré moverme, y balbucee.
—Si-Si-Si quieres podemos estudiar juntos —logré decir, todavía con el rostro enrojecido—. Podría hablar con la abuela. De seguro lo entenderá.
—En serio, gracias, pero no te preocupes por mí. Ya me las arreglaré.
Un poco cabreado por la terquedad de Kamitani sujeté nuevamente su mano y la halé hacía mí, obligándolo a verme directamente a los ojos.
—¡Por favor, acepta mi ayuda, me sentiría menos preocupado si estudias conmigo!
Fue un segundo, pero estuvo ahí, la sonrisa de Kamitani resplandeciendo todo mi mundo.
Sentí que abría una puerta que me llevaba a otro sitio. Un lugar donde podía tocar las estrellas y beber de las nubes.
Por un momento creí encontrarme dentro de un profundo sueño que no tardaría en desaparecer. Pero, al entrelazar nuestras manos, me di cuenta de que me encontraba despierto. En la realidad.
Y todo lo que sucedía era producto de Kamitani y su sonrisa.
Una única y preciosa sonrisa.
—Está bien —aceptó, echando un suspiro derrotado.
Sonreí abiertamente y le devolví el cuaderno. Kamitani lo vio un par de segundos antes de abrirlo y darle comenzó a nuestra sesión de estudios.
Las clases terminaron de un solo parpadeo. Me encontraba esperando a que el entrenamiento de baseball terminara. Kamitani pidió mi asistencia, así que vine antes de recoger a Koutaro.
—Escuché que mi hijo idiota causo problemas en la guardería durante el descanso.
La profesora de química apareció de repente a mi costado, poniéndome los pelos de punta.
—Lo siento mucho, Kashima-kun. ¿Te asusté?
—Descuide, Kamitani-sensei —le regalé una pequeña sonrisa, aunque sí me había asustado—. Y no pasó nada malo con Kamitani. También me hubiese puesto muy molesto si mi cuaderno hubiese sido destruido.
—De todas maneras no es razón suficiente para que le grité muy feo a los niños —la señora Kamitani suelta un poco de aire de forma ruidosa y empieza a ver la cancha de baseball sin ningún propósito—. Todavía no entiendo porqué se inscribió al club.
Empecé a temblar levemente por los nervios.
—Je, ni yo —llevé una mano atrás de mi cabeza—, Kamitani no parece esa clase de chico que le agradé cuidar bebés.
—Pero —añadió casi de inmediato. Me volví hacía la profesora—: desde que asiste al club se ve mucho más contento. ¿Te has dado cuenta? Hayato es más feliz.
Regresé mi vista al campo de baseball, buscando a Kamitani con la mirada. Lo observé un momento y me di cuenta que las palabras de su madre eran ciertas. Kamitani luce más pasible, un aura diferente a la de siempre lo acompañaba, provocándote las infinitas ganas de abrazarlo.
Es como si alguien hubiese apretado un botón de reinicio.
Algo renació en Kamitani.
Parece como si abriera su corazón... ¡No!... Más bien le regaló su corazón a alguien. Pero... ¿a quién?
—Bueno, iré por Taka. Dile a Hayato que me adelantaré. Hasta mañana, Kashima-kun.
—Hasta mañana, Kamitani-sensei. Yo le digo a Kami... a Hayato-kun.
La profesora me guiñó un ojo antes de irse.
—¿Qué tanto discutías con mi madre?
Me sobresalte al oír la voz de Kamitani tan cercas de mi oreja. Es evidente que él y la profesora son familia. Ambos parece que son cautelosos para acercarse a las personas.
—Kamitani, me asustaste —dije—. No hablamos de nada. Sólo dijo que recogería a Taka y luego se adelantaría. Que te lo hiciera saber.
—Ah. Entonces te acompañó a tu casa.
—¡¿Qué?! ¡No es necesario! ¡Puedo irme sólo! ¡Además, Inomata-san debe estar esperándome en la guardería! ¡Tomamos el mismo camino!
—Te ayudaré a deshacerte de ella. Iré por Koutaro y le diré que tuviste que irte por enfermedad —alzó un pulgar.
—¡No voy a mentirle a Inomata-san! ¡Déjalo así!
Mis mejillas se encontraban nuevamente rojas y no pude evitar hacer un puchero. Me gusta que Kamitani sea atento conmigo, pero algunas veces era absurdo. Descubrí que era imposible discutir con él cuando algo se le mete a la cabeza.
—Ve a casa, Kamitani. Necesitas descansar. Mañana volveremos a estudiar hasta muy noche.
—¿Por qué hasta muy noche?
—¿No recuerdas que un chico de cabello rubio nos invitó al club de estudio que harán en la escuela? Tal vez me cueste un poco convencer a la abuela, pero haré lo mejor para que podamos asistir. Necesitas los apuntes y yo estudiar muchísimo porque es en la materia que más problemas he tenido. Así que ve y descansa.
—Hablas demasiado.
Me cubrí la boca de inmediato, viendo de mala forma a Kamitani.
—Creí que necesitabas una explicación.
—No creo que necesitemos asistir a ese club.
—Pero entonces cómo vamos a...
—Ven a mi casa y quédate a dormir.
—¿Eh?
No sé porqué, pero sentí el cuerpo frío y mi alma desprenderse de mi cuerpo.
—¡No podría hacer eso! ¡¿Qué diría tu mamá?!
—No tiene mucho que replicar. Estudiaremos para los exámenes.
—Pero...
—Habla con la vieja, si te da permiso mándame un mensaje de texto. Tendré la casa lista para mañana.
—Kamitan...
Sus labios obstruyeron mis palabras.
—Nos vemos mañana. Que descanses.
Quedé inmóvil sobre el pavimento. Los besos sorpresas de Kamitani siempre son iguales. Siento que muero y revivo de inmediato. La cara me arde, los ojos me brillan, tengo el cuerpo hecho papel y el corazón a punto de salírseme del pecho. Sensaciones tan extrañas pero para nada desagradables me recorren el cuerpo entero. Mi piel dejo de pedir abrazos cuando empecé a probar los labios de Kamitani. Trasmitían otro tipo de calor, uno más intenso. De repente mi mente grita cuanto necesitaba de sus labios. Me alegra que sean recurrentes, pero no deja de ser raro para mí.
《Kamitani me besó.》
Es igual a la primera vez.
.
Hola, hola.
Kamitani quiere introducir a Ryuuichi en su privacidad 7u7 ocno :'v
¿Qué les pareció el capítulo de hoy? Hubo más momentos HayaRyuu♡ OOOOOOOBVIAMENTE habrá aún más en el próximo capítulo uwu
Me encanta hacer la personalidad de Kamitani, es tan genial, es como un chico serio pero que tiene taaaaaaanto amor para dar, asidjdiasdsaj, adoro escribirlo♡♡♡
Les tengo una pregunta: ¿Les gusta el Toukito (Touya x Yukito de Sakura Card Captor)?
Tengo la idea de crear un fic de ellos, ¡YA QUE NO HAY LO SUFICIENTE!, y ya saben lo que dicen: "Cuando quieres algo bien hecho lo tienes que hacer tú mismo".
Pues si les gusta de una vez les digo que próximamente habrá un fic de ellos, y si no les gusta o no saben de qué estoy hablando, aquí les dejo una bella foto Toukito♡
¡MUCHAS GRACIAS POR LEER EL CAPÍTULO!
Les mando un beso igual de sexy como Yue :3
Nos leemos pronto.
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