Capítulo 2: Abrazo.
¿Soy un desafortunado viviendo en la fortuna? Ya no puedo si quiera pensarlo. Lo mejor sería no desear algo con todas tus fuerzas. Si los deseos se cumplen estaría bien pedir algo más. Gastar un deseo en lo que se necesite o en verdad se anhele con el corazón. Pero ¿qué podría pedir yo? Sólo soy un chico con un apellido vacío en esta enorme casa.
¿Qué puedo desear?
Vivir con la abuela es bueno, ella tiene un carácter duro de tratar pero siempre es atenta con nosotros; Saikawa prepara las mejores comidas que he degustado, y desde nuestra llegada a la mansión Koutaro es un niño mucho más expresivo. Resulta tranquilizante para mí tener una vida tan irreal como la nuestra. Vaya que es afortunado por donde quiera que se mire. Lo es. En verdad lo es. Sin embargo lo dejó de ser.
Con el tiempo esa fortuna se hizo muy pequeña, ya no me era suficiente. Sé que me falta mucho en mi vida para sentirme completo, o quizás no realmente. Pero quise algo más, pedía más. Quiero algo.
—Ryuuichi-sama, por favor lleve este paraguas. Pronosticaron lluvias para en la tarde.
—¿De verdad? —Observé un segundo el cielo desde la gran ventana de enfrente— Parece un día normal.
Saikawa negó levemente con la cabeza.
—Por favor, me preocuparía más si no lo llevaran.
—Está bien. La llevaré. Gracias, Saikawa-san.
—Que tengan un excelente día, Ryuuichi-sama, Koutaro-sama.
Sonreí, ambos despidiéndonos de Saikawa al salir de la mansión. No es un viaje largo a pie, pero podía pensar en muchas cosas en el trascurso a la escuela. Tantas que me hacía falta más metros de distancia.
Cuando llegaba a la escuela me agradaba charlar con mis compañeros de clase durante los tiempos muertos, pero era una lástima partir en los descansos. Los niños son fabulosos, me gusta cuidarlos y jugar con ellos, aunque a veces pensaba en lo divertido que también sería salir al campo a jugar baseball con mis amigos.
Nuestra amistad se deterioro pocos días después de ingresar a segundo de preparatoria. Dejamos de coincidir en clases y, además, yo me encontraba muy ocupado con el club de niñeras. Mis tiempos libres no servían de nada y durante las horas de clases ellos ya no se encontraban conmigo. Fue un poco devastador entender la posición de ambos. Tuve que resignarme.
—Kamitani. Taka.
—¿Eh?
Seguí el brazo de Koutaro apuntando a la entrada del club. Ahí, junto a la puerta, se encontraban Kamitani y su pequeño hermano Taka.
—Buenos días, Kashima.
—B-Buenos días, Kamitani —respondí con la mirada gacha. De verdad no puedo mirarlo.
—Kamitani. Ryuuichi. Novios.
—¡Aahh! ¡Koutaro! ¡No digas esas cosas!
De cierto modo comienza a fastidiarme.
—¿Por qué? Es la verdad. Tú y mi hermano son novios.
—¡Taka-kun, por favor!
—¡Bueeenas! -canturreo Usaida asomándose por la puerta— ¿Ah? Vaya, vaya. Pero si son mi pareja favorita —sonrío.
¡¿Es que todos son unilaterales conmigo?!
—Kashima, ¿te sucede al...?
Salí corriendo antes de que Kamitani pudiera hablarme. Yo no sabía qué decir ni cómo actuar ante sus comentarios, aunque estoy seguro que huir no debía ser una opción. Pero... Pero... ¡Mis piernas se movieron solas! ¡Entré en pánico! ¡Yo ni siquiera recuerdo aceptar los sentimientos de Kamitani!
—¡Kashima!
Sigue corriendo.
—¡Hey! ¡Kashima!
No debó detenerme.
—¡Kashima, espera!
Tengo que huir.
《Lo siento.》
Los brazos de Kamitani me atraparon por la espalda, abrazándome con ellos. Sus manos, mucho más grandes que las mías, se aferraron a mi cuerpo. Escondió su rostro entre mi cuello y hombro, llenándome de escalofríos. Su increíble presencia se volvió tan delicada y gentil, como si un extraño rayo de luz solar nos envolviera, emanando su calor. Me derretí entre sus brazos, creo que cualquiera lo haría, era extrañamente agradable. Justo así desapareció mi necesitad de huir. No quise huir más, o eso me hizo sentir.
—Lo siento, Kashima.
Me lleve una ligera impresión ante sus palabras. Pude escuchar mi corazón hacer un fuerte estruendo en mis oídos.
—Me precipite. Tal vez es mucho para ti.
Mis mejillas adquirieron un leve tono rojizo y mis ojos relucían cada vez más por la humedad.
—Si es demasiado lo entenderé y me alejare hasta...
—¡No!
Le impedí apartarse, aferrando mis dedos en sus prendas y juntando más nuestros cuerpos. Antes de que hiciera un movimiento quise sentir un poco más aquella calidez que me llenaba de seguridad. Mis manos siguieron sujetando los brazos de Kamitani y los continuaron atrayendo hasta el punto en que ya no cabía otro milímetro entre nosotros.
—Quiero que dure un poco más. Por favor, Kamitani —susurré.
No lo vi, pero apuesto a que sonrió.
.
Éste capítulo también ha sido editado, ¡ahora es mucho más bello!
Hola, hola.
Ay, se sintieron súper lindos todos sus comentarios en el capítulo anterior, son un belleza de lectores♡
¡GRACIAS!
De verdad, muchas gracias por darle una oportunidad a esta historia, les prometo no defraudarlos.
Tengo pensado hacer capítulos mucho más extensos, pero eso suele pasar cuando estoy escribiendo en la computadora, ahora me encuentro en mi celular (por eso la falta de ortografría xd). Así que les prometo mucho más de Kamitani y Ryuuichi en los próximos capítulos :3
También quería saber qué les gustaría leer sobre esta pareja. No sé, tal vez más romance o un poco de drama o algo de hard (? O un poco de todo 7u7
No lo sé, ustedes deciden, quiero que esta historia sea del agrado de todos ♡♡
Espero que les haya gustado mucho el capítulo :3
Les mando un beso del tamaño de los cachetes de Koutaro♡
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