Capítulo 15: Lo importante.
—¡Inomata-san! ¡Qué alegría ver...!
—Lo siento.
La voz de Inomata interrumpió mis palabras, ocasionando un abrupto silencio. Le temblaron los labios al intentar hablar y su mirada reflejó un mar bajo tormenta.
—Yo... No... Mi comportamiento antes de las vacaciones de verano fue inaceptable.
—Correcto.
—Hayato, por favor —le eché un vistazo por encima del hombro. Regresé a Inomata—. Oye...
—Están juntos, ¿no?
Me pareció oírla suplicar. Suplicaba mentiras.
—Sí —respondí. Me sentí asfixiado.
Inomata suspiró y alzo la mirada. Sus labios embozaron una ligera sonrisa.
—Que bien por ustedes.
No supe responder a eso.
—Inomata-san, estuve buscándote.
Su delicado rostro relució al oírme. Sentí como la mano de Kamitani tiraba de mi camisa.
—Yuki-chan me pidió ayuda. Dijo que durante las vacaciones no te sentiste muy bien.
Las facciones brillantes de Inomata perecieron. Fue como destruir una ilusión. Ligera, era ligera, pero una ilusión.
—No es que me sintiera mal, sólo no tenía tiempo para divertirme como todos ustedes lo hacen —ella endureció el gesto y bramó—: Dile a Ushimaru-kun que deje de molestarme.
Sujete su brazo antes de que lograra huir. No iba a cometer el mismo error. Ella me miró y sus ojos sujetaban firmemente las lágrimas mientras el color rojizo escandalizaba su frágil rostro. Debía existir una razón para que reaccionara así al verme.
—¿Hice algo mal?
Las lágrimas cayeron de sus ojos y entonces Inomata forcejeo, soltándose de mi agarre para luego echarse a correr.
Su imagen de aquella tarde antes del verano me despertó. Intenté seguirla, alcanzarla, descifrar el misterio de su mirada destruida, pero la mano de Kamitani sujetando la mía lo impidió.
—¡Hayato, suéltame!
—No puedo permitir que la sigas.
—¡Inomata-san es mi amiga! ¡Debo ayudarla!
—¡No puedes ayudarla, Ryuuichi!
—¡¿Por qué no?!
—¡Porque ella está enamorada de ti!
Lo miré. No le creía. No lo entendí. Todo se volvió confuso.
—¿Qué?
Kamitani se frustró. Paso una mano por todo su cabello, fijando la mirada a otro punto menos a mis ojos. Era evidente la rabia que crecía en su interior con sólo observar su mandíbula endurecida. Me miró, pero ya más relajado.
—Ryuuichi, eres un gran chico. Me gustas mucho por esa y otras razones. Pero eres demasiado ingenuo...
Estuve callado, oyéndolo con atención.
—Si la sigues voy a perderte.
Mis ojos se abrieron con sorpresa y el corazón me latió con rapidez y dolor en mi pecho.
—Sonará egoísta, ¡soy egoísta!, pero no quiero que eso pase. Ryuuichi, significas mucho para mí. Por favor... No lo hagas.
Sus palabras se clavaron en mí como filosos cuchillos.
—Hayato, lo que dices es muy absurdo.
Jamás querré alejarme de Kamitani. Hay algo en él que me debilita. Siento que si me alejó de él, aunque sea un par de centímetros, mi cuerpo no lo resistirá y moriré. Kamitani se ha convertido en un ser demasiado especial para mí. Casi como mi familia.
—Lo que siento por Inomata-san es totalmente independiente a lo que siento por ti. Inomata-san es mi amiga, y quiero ayudarla, y tú eres... Tú eres mi novio, Hayato. ¿Por qué dices esas cosas?
—Ya te perdí una vez.
Por un segundo creí que el corazón me explotaría.
Le sonreí.
—Hayato —sostuve entre mis manos las mejillas de Kamitani y las acaricie suavemente con los pulgares—, tú me gustas.
Mis labios probaron los suyos con escases.
—Ten eso siempre en la cabeza de bateador que cargas, ¿sí?
Sus labios devoraron los míos.
—Te quiero, Ryuuichi.
La campana sonó de repente y el color de nuestro mundo se desvaneció. El tiempo transcurrió muy rápido. ¡No asistimos al club! Espero que Usaida no se enfade o que Koutaro esté bien. Debó recompensarlo de algún modo en la próxima hora libre.
El equipo de baseball retuvo a Kamitani cuando él y yo estábamos de camino al club de niñeras, por lo que nos separamos, prometiendo que nos veríamos después del descanso. He de admitir que me puse un poco triste. No tendré a Kamitani por un ratito. Sé que sólo son treinta minutos pero ya lo extraño.
—¡Siento mucho la falta!
—¿Ah? ¿Ryuu-chan?
Entré al salón y puse una pequeña bolsa de dulces en medio de la mesa donde se hallaban los niños y Usaida merendando.
—¿Dulces? —inquirió Usaida, observando la bolsa con curiosidad.
—¡Dulces! —gritaron los pequeños.
Al terminar la comida le entregué una paleta de caramelo a cada niño. La de Taka fue de sabor a fresa, la de Kirin un sabor a piña, Koutaro eligió la de sabor a limón, Kazuma y Takuma escogieron la de naranja y Midori tuvo una de uva. Se veían felices con su caramelo. Para Usaida fue una gran disculpa y dos paletas de mora azul.
—Entonces tuviste problemas con esa niña, María Inomata, ¿no?
Mientras los niños disfrutaban de su paleta, Usaida y yo nos sentamos sobre el suelo, cercas del librero para charlar un poco. Entre plática y plática, le dije lo sucedido con Inomata.
—Creo que la he lastimado —abracé mis piernas, recargando mi mentón sobre las rodillas—. No sabía que gustaba de mí.
Usaida soltó una carcajada.
—¿Qué es tan divertido?
—Lo patético que eres para el amor. Primero Ha-chan y ahora Inomata-kun —prosiguió riendo—. ¿Qué sigue? ¿La tal Yuki-chan?
—Yuki-chan y yo sólo somos amigos.
Usaida mantuvo una expresión seria mientras me veía. Su mano me dio un par de palmadas en la cabeza como tal cual perro.
—Ya, ya. Tienes a Ha-chan, eso es lo importante.
Miré a Usaida, fastidiado.
—¡Ryuu-chan! ¡Ryuu-chan!
Kirin llegó con nosotros, sosteniendo un libro de princesas en sus manos.
—¿Puedes leernos un cuento?
—Ah, claro, Kirin. —La pequeña sonrió entusiasmada mientras me entregaba el libro. —¡Chicos, ¿quieren oír un cuento?!
Todos gritaron un eufórico y afirmativo "¡Sí!" y corrieron hasta dónde me hallaba para sentarse frente a mí en un medio círculo. Antes de que pudiese comenzar oímos la puerta del salón abrirse y cerrarse.
—¿Está bien si me les uno?
Mi sonrisa creció al verlo entrar.
—Hoy toca un cuento de hadas, ¿te parece?
—Suena bien para mí.
Mi primer día de clases fue el mejor de todos.
.
Hola, hola.
Me siento mal porque parece que a nadie le importa el sufrimiento de Inomata jajaja)8
¿Qué les pareció este nuevo capítulo?
Me ha encantado que Ryuuichi y Kamitani estén avanzando de apoco en su relación, son tan tiernos :3 Y dice la biblia que vendrán cosas mejores :B
¡Muchas gracias por sus comentarios en el especial!
Nunca me imaginé que les encantará tanto :3 Próximamente habrá otro especial de otras parejitas... De hecho son un shipp bien improvisado. Me aterra que no les vaya a gustar, ¡pero daré mi mayor esfuerzo para que eso no suceda!
¡Espero que les guste cuando se publique!
MUCHAS GRACIAS POR LEER Y COMENTAR. AILOBIU.
Les mando miles de besos tan hermosos como Banba-san :3
Nos leemos pronto.
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