《Kashima-kun, estás enamorado.》

Hablar con Yuki fue aliviador. Comprendí un poco más a mi corazón, y ya no lo sentía opresivo, ni dolía como antes. Todavía faltaban piezas al rompecabezas, pero con lo poco que he comprendido ha sido más que suficiente, y quizás esto ayude en lo que se avecina. Casi todos los enigmas se desvanecieron. Realmente me siento mucho mejor luego de nuestra charla.

Supe desde el primer momento en que la vi, la persona estupenda que era Yuki, además de linda. Es una suerte encontrar apoyo en gente de ese tipo. Yuki es dulce, adorable, muy amable, compresiva, demasiado inteligente y sobretodo linda. Siempre la veo como la persona más linda en toda la escuela. Y puede que no sea así, o sí, pero para mí es la única en el universo.

—Oh, Ryuu-chan, regresaste.

—Hermano.

Al abrir la puerta del club me encontré con Usaida y Koutaro leyendo un libro sobre tigres. Me alegraba saber que Koutaro ya no depende tanto de mí.

—Sí. Ya estoy de regreso —sonreí.

—Eeeh, y dime —de nuevo esa cara repleta de malicia se coloca en el rostro de Usaida— ¿cómo te fue con esa Yuki-chan?

Es gracioso como Usaida siempre quiere estar al tanto de todo lo que sucede, aun si el tema no le incumbe. Tampoco hay algo que ocultar, así que podía contarle.

—Estuvo bien. Me ayudó mucho. Pude habértelo pedido a ti pero Yuki es una chica... y es más lista.

—¿Qué clase de consuelo es ese? —replicó dañado por mi comentario. Tal vez no me expresé bien: Lo siento, Usaida-san.

Reí un poco.

—Perdóname, Usa...

Un sonido compuesto por el desliz de un objeto llamo mi atención. Ambos volteamos al escuchar el abrir de la puerta.

—¡Ryuu-chaaan! ¡Usaida-chaaan!

Taka entró corriendo a la guardería al gritar y detuvo sus pisadas cuando se encontró con Koutaro, quien se alegró de verlo también.

—Sólo vengo a dejarles a mi tonto hermano, tengo entrenamiento —dijo Kamitani al entrar. Tenía puesto el uniforme del equipo y un bolso con la correa atravesándole medio pecho donde guardaba el bat.

Verlo me alegro de sobremanera. Justo con él quiero hablar, pero pensé que lo vería hasta la hora del almuerzo. Las cosas serán más rápidas de lo que imaginé.

—Kamitani, tengo algo que...

—Debo irme ya.

Kamitani me dio la espalda, ignorando las palabras que salieron de mi boca, y se fue del club al cerrar la puerta detrás de él.

—¿Era enserio lo de los problemas maritales? —cuestionó Usaida meramente sorprendido al apreciar el comportamiento de Kamitani.

—¿Kamitani? —y yo me hallaba con la misma expresión.

No entendía nada.

—¿Has visto a Kamitani-kun?

—No, lo siento.

¿Dónde podía estar?

—¿Conocen a Hayato Kamitani? ¿Del equipo de baseball?

—No, lo sentimos.

¿Por qué no aparece?

—Hayato Kamitani. ¿No lo han visto rondar por aquí cercas?

—Ni idea.

Kamitani, ¿dónde te metiste?

—¡Kamitaniiiii!

Me doy por vencido, la campana no tarda en sonar. No voy a encontrarlo en ese tiempo. No lo logré ni con toda la hora.

He estado buscando a Kamitani por toda la escuela y pregunte a más de cien personas por su paradero. Cuando dio la hora del almuerzo se desapareció y no lo he visto desde entonces. Sigo sin entender las razones de Kamitani para huir de esa manera, pero sé que tengo la culpa, y quiero enmendarlo. Pero por más que lo intento, él no me lo permite. Algo lo tiene muy molesto conmigo.

—¡Kamitani, por favor, hay que hablar! —grité en medio del pasillo, ganándome varias miradas de las personas que transitaban por ahí.

La campana sonó y emprendí inmediatamente al salón de clases. Sé que Kamitani estará ahí de nuevo ya que somos del mismo grupo y ha estado cuidando muy bien de sus calificaciones por el equipo de baseball.

Me fue imposible hablar con él durante el horario de clases, lo intenté, pero su pupitre esta a tres filas del mío, lo que es un enorme problema, además estuvo evadiéndome. Hice de todo: Lo llamé en voz baja, le envíe mensajes de texto, incluso le envíe cartas, las cuales acabaron bateadas. ¡Qué ironía!
Pensé en utilizar a un chico de mi grupo como mensajero, pero tras analizarlo un poco me di cuenta que eso sería vergonzoso. No haré que alguien se le declaré a Kamitani por mí. Solo requiero un par de minutos de su tiempo, ó al menos unos segundos. Si no quiere saber nada de mí después de lo que tengo para decirle entonces yo... yo lo entenderé.

¡Pero necesito que me escuche ahora!

—¡Kamitani!

Grité su nombre al llegar y por fortuna se encontraba ahí dentro. Me acerqué a él y tome su mano para halarlo fuera del aula. No hubo resistencia, lo que facilito las cosas. No entendí muy bien, mi cuerpo reacciono solo, pero lo acorrale contra los casilleros. Lo haría a escuchar todo lo que necesitaba decir, quiera o no.

—Kamitani, tengo algo que decirte.

Como era de esperarse, bajó mis brazos sin esfuerzo.

—La clase está por empezar.

—¡Kamitani, por favor escúchame! —rogué— Yo...

—Esto va a perjudicarnos. Sobre todo a mí con el equipo de baseball.

—¡No importa la escuela ni el baseball! ¿Qué acaso lo nuestro no es lo más importante ahora?

—No hay ningún lo nuestro.

Eso destrozó mi corazón.

—Kamitani...

—¿Puedo entrar a clase? Si no tenemos nada de qué hablar e...

Golpe el metal de los casilleros con mi puño, ocasionando un profundo estruendo. Dolió terriblemente, quizá tenga los dedos fracturados, la mano entera o huesos rotos, no importaba ya que no sentí la mano después de eso. El dolor se concentraba en mi corazón hecho añicos. Y el sentimiento me controlaba.

Miré a Kamitani muy molesto, y es que simplemente no lo entendía.

—¡Lo siento!, no debí decirte esas cosas ayer, fui un idiota y yo...

—Kashima, lo de ayer no ha sido el problema.

—¡¿Cuál es el problema entonces?!

Bajó la mirada, callando su respuesta.

—¡Por favor dime!

Kamitani rodeo mi cuerpo y entró al aula sin darme la respuesta que exigía. Quede de pie frente a unos casilleros desconocidos con el peor de los sentimientos dentro de mi corazón. Las millones de preguntas regresaron y ninguna con su debida respuesta, sólo partes de un acertijo que era muy difícil de comprender.

.

Hola, hola.

Ódienme, háganlo, lo merezco u-u Pero ya era hora de ponernos un poquitos sad xd

¿Alguien tiene idea de por qué Kamitani está tan molesto con Ryuuichi?

Pensaron que habría lemmon pero naaah, todavía no, ¡sean pacientes monstruos de lo bien hard! xD

ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO MUCHO ESTE CAPÍTULO... aunque está bien sad xd

Les mando un beso igual de sad que este capítulo :3

Nos leemos pronto.