Mire la hora desde el celular por quinta ocasión y lo guardé al estar seguro. Quizá no venga. Si pasan diez minutos más tendré que resignarme y regresar a la guardería. Sé que no somos amigos con toda la extensión de la palabra, pero pudo negarse cuando se lo pregunté. No me gusta las lastimas.

—¡Kashima-kun!

Aquí está.

—¡Yuki-chan! —grité de alegría al verla entrar a la escuela a toda velocidad. Enserio pensé que no vendría— Gracias por aceptar mi invitación.

Ella negó con una tierna sonrisa en su boca.

—Al contrario, me hizo muy feliz tu llamada —las mejillas de Yuki se sonrojaron un segundo después e hizo varias reverencias sin parar—. ¡Siento llegar tarde!

Su preocupación me hizo reír levemente, Yuki es la persona más adorable que conozco. La sujeté por los hombros, parando su continuo movimiento.

—No te preocupes. De cualquier forma también estoy contento de verte —le regalé una honesta sonrisa y Yuki hizo lo mismo, pero la suya es tierna y linda.

Yuki y yo caminamos por los alrededores escolares mientras charlábamos. Un tiempo durante el recorrido nos dedicamos a hablar de nosotros; Yuki prestó tanta atención que me sentí alagado, y también le di mi atención cuando comenzó a hablar de ella. Su compañía me agradó. Son pocas las veces que hemos salimos –es la primera oficialmente– y cada segundo que paso a su lado lo estoy disfrutando. La presencia de Yuki es de lo más normal, y me gusta sentirme normal; como el chico en una cita con "esa" chica.

—Esto... Kashima-kun, ¿por qué me llamaste?

En todo el recorrido no me detuve a pensarlo, fue hasta que Yuki lo menciono, y entonces la paz que vivía en mí se esfumó.

—Ha-Hay una razón, ¿no?

La miré fijamente a los ojos y tome sus manos. Las mejillas de Yuki estaban rojas y los labios a medio abrir, derritiéndosele la mirada.

—Lo que pasa es que yo estoy... ¡realmente confundido! —solté, reinándome otra vez la angustia— ¡Y necesito una amiga que me aconseje!

Nos soltamos de las manos y yo estaba avergonzado por abusar de su confianza. La cara que puso sólo es de una persona que se siente utilizada. Ó parecida a la de alguien que le rompieron las ilusiones.

—Ouh... Pues... ¡Claro que te ayudaré, Kashima-kun! —su ánimo regresó de repente. Hizo un puño, manifestando fuerza con él, y frunció el ceño, mostrando su determinación— ¡Seré la mejor amiga que tengas, daré mi mayor esfuerzo!

Sonreí. En verdad me agrada Yuki.

—Gracias, Yuki-chan.

Ella me sonrió como respuesta.

Caminamos a una banca cercas del sitio donde nos hallábamos y decidí contarle las circunstancias sin muchos detalles específicos. Prefería omitir ciertos puntos irrelevantes que me avergonzaban, como lo mío con Kamitani.

—¿Cómo puedo arreglar un corazón?

—¿Eh? Bueno... —Yuki rascó su mejilla, confundida— Eso deberías preguntárselo a un médico.

—Me refiero a cuando rompes uno porque tus sentimientos no corresponden a los suyos.

—¡¿Mari-chan se declaró?!

El comentario de Yuki me desconcertó. Inomata no está enamorada de mí, y si lo estuviera lo habría notado. Debe ser muy obvio cuando le gustas a alguien.

—No. No hablo de Inomata-san. Es... otra persona.

—¿Tú no correspondes sus sentimientos, Kashima-kun?

Fue una pregunta difícil.

—Se podría decir que no. Ó, bueno, yo... no lo sé.

—¿Qué quieres decir?

—¿Cómo te lo explicó? —pensé una manera de detallarlo sin que mi cara se pusiera roja— Ya nos hemos besado, me gustan sus abrazos y a veces no puedo evitar tocar sus manos, el calor que emana de su piel es demasiado cálida, y me gusta cuando... ¿Eh? ¿Yuki-chan? ¿Por qué parece que te posee un demonio?

La linda de Yuki dejo de intentar arrancarse los cabellos y regresó a su postura al instante, sonriendo.

—¿Cómo puedes besarla y decir que no te gusta? —inquirió.

—¿Crees que esté mal?

—Totalmente —afirmó con un dedo arriba y acercándose peligrosamente a mí—. Le haces creer que están juntos porque aceptaste sus sentimientos.

—¿Pero si acepté sólo la mitad?

—La mitad ya es mucho cuando se trata de querer. Le diste una esperanza, y ella creé que están juntos porque la quieres, cuando la realidad es que estás ahí para ordenar tus propios sentimientos sobre los de ella.

—Estás diciendo que...

—Kashima-kun —volvió apuntarme con su dedo, esta vez de forma acusatoria—, eres la peor persona del universo.

—¡No ha sido intencional! —alegué.

Subí los pies a la banca para abrazar mis piernas y así colocar el mentón sobre las rodillas. Era cómoda la posición para momentos así.

Pensé un poco en lo que dijo Yuki.

Sé que nunca acepté directamente los sentimientos de Kamitani hacía mí, pero es cierto que tampoco los rechacé, por eso he dicho la mitad. Pero aprendí que incluso el detalle más pequeño es importante. Con el corazón no se puede jugar.

He lastimado a Kamitani sin darme cuenta, y no se lo merece. Al contrario de mí, Kamitani me ha hecho la persona más viva en tan limitado tiempo. Siempre me agradó, me encantó, me gustó muchísimo estar junto a Kamitani. Sus abrazos, sus caricias, incluso sus besos me parecieron inmemorables. Los extrañaba cada día, cada noche, cada tarde. Hubo momentos en los que pensaba sí era correcto besarlo, tener sus brazos a mi alrededor y suplicar de todas sus caricias. Ahora veo que siempre estuvo mal si yo... Si yo no estaba claro con mis sentimientos.

—Sabes, Yuki-chan, a veces pienso que lo nuestro fue una equivocación, pero me gustaba tanto estar a su lado que dejó de preocuparme lo demás. Resulta complicado describírtelo —bajé mis piernas y mantuve la vista gacha. El tema en sí me avergonzaba mucho, pero otras veces se necesita hablarlo en voz alta—. Supongo que esto que siento es a lo que dicen que no tiene explicación pero que es posible de entender, a pesar de que yo todavía no lo entiendo.

—Yo sí lo entiendo —murmuró Yuki, observando el cielo entre las hojas de un árbol frondoso. El tono en su voz me supo a nostalgia—. Me pasa lo mismo.

—¿De verdad?

—Mjuh —asintió. —Me gusta un chico de nuestra clase, no he hablado mucho con él pero es la persona más honesta, linda y extraordinaria que conozco —la vi dudar un poco antes de continuar—. Yo no le gusto a él. Tal vez lloré porque de ahora en más no me importará estar siempre a su lado aún sabiendo que no le gusto. Lo apoyaré siempre, aún si me destroza el corazón.

Volteo a verme con una cálida sonrisa.

—Kashima-kun, deberías pensarlo bien antes de rechazar sus sentimientos. Si dices que no lo entiendes entonces tú...

—¿Tú crees que yo estoy...?

Yuki me dedico otra tierna sonrisa mientras sostuvo mi mano entre las suyas y acercaba un poco más su rostro al mío.

—Kashima-kun, estás enamorado.

.

Hola, hola.

¿Qué creían? ¿Qué creían? ¿Qué Yuki también iba a quebrantar el amor de HayaRyuu? ¡PUES NOOOOOO! Jajajaja xd

Ahora sí se viene lo chido, amiwos, la historia va a tomar un giro total con nuestros protagonistas uwu

Emociónense, emociónense (/u\)

GRACIAS POR LEER, ESPERO QUE LES ENCANTE.

Les mando un beso tan tierno como Takuma :')

Nos leemos pronto.

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