Todos tenemos momentos de fragilidad, momentos de dolor, amargura. Momentos en los que te pierdes a ti mismo, en los cuales no eres tú realmente.

Y aunque suene cruel eso no hace lo que somos, unos simples humanos.

Por más que  parezcamos fuertes nos podemos romper, que veas una sonrisa no significa que esa persona este totalmente bien, por que al final la mejor máscara del dolor es la sonrisa, no hay que dar por sentado nada, no todo lo que brilla es oro y las apariencias son más engañosas que certeras.

En esos momentos de oscuridad, un poco de luz es agradable, un poco de paz a una vida perturbada no tiene precio.

Muchas personas no llegan a tener ese pedacito de luz o no lo llegan a ver, gracias al cielo  Kim Namjoon lo tenía, el no lo busco, más bien  su luz lo busco a el.

Su por así decirlo angel guardián, lo había sacado de ese abismo, lo había rescatado del infierno en el que había caído al desaparecer Yoongi.

Kim Seokjin no la tuvo nada fácil, cuidar a Kim Namjoon a los diecisiete años fue en serio complicado.

Namjoon se rompió tanto que jin tubo que juntar pedazo por pedazo de lo que quedaba del pobre corazón.

Flashback
—¡Sólo déjame en paz!... ¡vete! No necesito tu lástima ni la de los demás. ¡No te necesito!
— ¡Pero yo a ti si!.
Un silencio se expandió en toda la sala.
—...gritame cuanto quieras, golpeame si deseas pero por favor no te hagas más daño— se escuchó un sollozo— nada me hiere más que verte así, ¿quieres destrozar a alguien? Destrozame a mi, te lo suplico Namjoon.
—Jinnie...
—No te voy a dejar caer, ¿Entiendes?, no dejaré que te destruyas, no vale la pena. ¡Ese idiota no lo vale!... joder mira en la mierda que te ha convertido. No solo te dañas a ti, daña a tus padres, a los chicos... a mi.
—... Jinnie no creo poder, el era mi todo, yo lo amo, lo amo tanto Jinnie, no puedo olvidarlo, simplemente no puedo. No creo poder volver a ser feliz
—Si puedes, lo vas a ver, aunque tenga que pegar tu corazón con curitas.

Fin de flashback

- ¿En que piensas amor?- susurro con voz apenas audible.

- Solo en lo agradecido que estoy por tenerte a mi lado- susurro abrazando a su amado Jin por la cintura, sacando un sonrrojo y una sonrisa de su parte - gracias Jin por estar con este tonto- dijo con una sonrisa, mirando los hermosos ojos color avellana que tanto quería.

-Nam...

- Mmm..- apenas pronuncio acercándose al rostro del contrario, rozando nariz con mejilla.
- Te amo- respondió Jin  dándole  un beso en mis labios, sin dejár que  responda.

Para Namjoon no había alguien más fuerte que Seokjin, para Namjoon Seokjin era un muro inquebrantable donde se puede apoyar, se había olvidado que su querido hyung era humano y sin querer lo había roto más veces de las que el pueda imaginar, Seokjin era una persona fuerte pero no estaba hecho de hierro, el ama a Namjoon con todas sus fuerzas. Esa fuerza había sacado del abismo al más alto. Pero ¿eso será suficiente para los dos?, ese era el miedo de Seokjin.

El menor  se separó por la falta de aire y quedo embobado con la mirada suplicante de Jin, delineó con delicadeza sus labios.

- Jin...

- Lo siento Nam no debí decirlo se..

- También te amo- La mirada en shook de Jin lo decía todo, ¿Cuánto había esperado para esto?, la verdad era demasiado tiempo para ser recordado. Se miraron a los ojos diciéndose todo.

Seokjin se lanzó a los brazos del más alto escondiéndose en el cuello de Namjoon, en esa madrugada se escucharon los sollozos del mayor y un Namjoon dando tiernos golpecitos a la espalda para calmar a su novio.

-¿Lo dices en serio?-pregunto con cierto temor.

-Claro que te lo digo enserio, tontito.

-¿Me lo puedes repetir?

-Te amo Kim Seokjin- susurró en su oído y comenzó a darle besos por todo su cuello.

Todo era perfecto en la vida de Kim Namjoon y Seokjin,  o eso es lo que parecía.
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He cambiado un poco este capítulo ya que mi forma de redactar anterior era un asco, ahora sigo siendo un asco pero por lo menos he mejorado un poquito.

Espero les guste y gracias a todos los que están leyendo esto.