-papi....¿Me lo puedo quedar?

Los ojos de Severus se abrieron espantados al ver a su hijo cargando a un niño más pequeño y vestido de dragón.

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Ser "madre" soltera fue muy difícil para Severus, en especial a su corta edad.

Al terminar el año escolar y regresar a su casa no sabía que hacer, tenía mucho miedo de lo que su padre diría y haría, lo más probable es que lo golpeará, en otro momento no le habría importado pero ahora.

Salió de la estación a paso rápido, no quería ver ni hablar con nadie, en especial Lucius que intento acercarse a él. Su madre no había ido a recogerlo, la verdad no le sorprendió, ni siquiera lo acompaño a principios.

Era una gelatina antes de entrar, sus piernas temblaban y sentía que se desmayaría en cualquier momento, tomo una gran bocanada de aire y paso su mano por su aún plano vientre, una sensación de calidez y paz lo inundó, su pequeño de mes y medio parecía consolarle, esto lo hizo sonreír. No, tenía que ser fuerte por él.

No le sorprendió que al entrar se escuchará una pelea, siempre era igual, paso de largo hasta el pequeño cuarto al final de la destartalada casa, mordiendo sus labios y apretando sus puños, su madre estaba en el suelo, sollozando con una mejilla inflamada, en otro momento habría corrido a ayudarla y confrontar a Tobías, lo cual le ganaría una paliza segura, pero ahora no podía arriesgarse, llegó hasta su cuarto y se encerró, reprimiendo el llanto y la ira, tenía que estar tranquilo.

Un embarazo masculino era muy peligroso y complicado, la magia de "madre" e hijo se tenían que sincronizar para que el bebé se desarrollará sin ningún problema, para esto se necesitaba calma y paz, cosa que Severus dudaba conseguir ahí.

El chico había investigado mucho sobre el tema el último mes, leyó libros y libros enterándose de cosas interesantes. Primero que nada esto sería muy complicado, en especial porque no contaba con el apoyo del otro padre, por lo que el tendría que dar casi toda su magia para ayudar a su hijo, segundo, si su hijo se lograba podría ser un mago muy fuerte, no siempre era así pero había una posibilidad muy grande, por lo que es probable que otros magos intentaría arrebatarselo para robar su magia, tendría que estar preparado para protegerlo. La verdad estaba muy asustado, no sabía que hacer, no podría ir a San Mungo ya que todos se enterarían de su bebé y alguien podría llevárselo, posiblemente ese señor obscuro del cual se hablaba últimamente o tal vez esa estúpida cabra loca de Dumbledore lo querría para hacerlo una "fuerza del bien" como él se autoproclama, Severus no confiaba en él director y le guardaba resentimiento por todas las veces que solapó las travesuras de los merodeadores contra él, nunca permitiría que se acercará a su hijo.

Paso cerca de dos meses planeando que hacer, todas sus posibilidades y acciones. Su estómago crecía poco a poco, lograba ocultarlo bajo la enorme ropa que tenía que usar, por primera vez usar los desperdicios de Tobías no le incomodaba, la relación con su familia cambio, Severus se encerraba en su habitación todo el día o salía a la calle, evitando cualquier contacto con Tobías o su madre, incluso se alejo de su amiga Lili, ya no la visita ni acudía a su casa a comer, aquellos regalos que Lucius le dió...los vendió, necesitaba el dinero para lo que tenía planeado, aunque odiaba admitirlo agradecía que Lucius hubiese sido tan espléndido, el rubio no lo sabía pero con esto ayudaría a su hijo, logro comprar alimentos solo para el y material para pociones de nutrición...y mareos.

Terminaron las vacaciones y era el momento de regresar a la escuela, el estómago de Severus había crecido más y ya se notaba, incluso antes de partir Tobías le recriminó a Eileen por alimentar mejor a ese engendro que a él, pese a que Severus en todo ese tiempo nunca comió en casa.

Su corazón se rompió al despedirse de su madre, nunca volvería a verla. Eileen parecía saber lo que ocurría, no dijo nada, pero abrazo con fuerza a Severus mientras lágrimas bajaban de sus ojos, le susurro un te amo y deslizó un paquete entre sus manos mientras le deseaba suerte, Severus quizo decirle algo pero Eileen no lo dejo, ambos sabían que no le acompañaría, nunca, el amor tóxico que sentía por Tobías era imposible de extripar, un destino cruel que ella aceptaba.

-adios... mamá

-adios mi príncipe, te amó...a los dos, cuidense y sean muy felices.

No dijo nada más, una ligera caricia a su nieto y cerro la puerta. Severus solo dió media vuelta y se alejo, nunca más regresaría a esa casa.

En esta ocasión no se dirige a la estación de tren, no volverá a Hogwarts nunca mas, toma un coche y se aleja, marcha directo al puerto, lo mejor para el es salir de este país, irse lejos y nunca más volver. Cuando llega entrega su boleto y sube al barco, las tierras heladas de Noruega parecen una buena opción, su población es escasa y nadie lo conoce, toma asiento en su camarote tras acomodar sus cosas, a su lado un abrigo negro que Lucius le compro en navidad, lo necesitará más tarde, de sus ropas saca una fotografía, no puede evitar llorar al verla, son él y Lucius besandose en la torre de astronomía, el mayor lo tiene sentado en sus piernas mientras Severus se recarga en su pecho, ríe al recordar cómo fue tomada esa foto, Lestrange tuvo que correr por su vida y entregar los negativos y la cámara para calmar la furia del rubio, de verdad pensó que podría chantajearlo con eso, pero eso ya era el pasado, Severus guarda con mucho cuidado la foto entre sus pertenencias, planea mostrarla a su hijo algún día, después de todo no odia a Lucius y no quiere ocultar nada a su bebé, cuando llegue el momento le explicará las cosas.

Su curiosidad lo lleva a ver qué fue lo que su madre le dió, desenvuelve con cuidado el paquete encontrando un libro antiguo de pasta negra, en el centro un ojo azul rodeado por runas, es un grimorio, el grimorio de la familia Prince.

Severus se sorprende con tal descubrimiento, no sabía que había algo así en su familia, lo abre con cuidado para encontrarse con un viejo medallón de plata y una carta de su madre.

Eileen le explica que este es un libro muy antiguo, hechizos y pociones que su familia a utilizado y creado con el tiempo, la única herencia familiar que le fue permitida y que ahora es suya, en el centro está el árbol familiar de los Prince, todos sus antepasados, ahí encuentra otra pequeña nota.

.... sabes, creo que el nombre de Siam es muy bonito, fue un mago de la edad media, muy respetado y temido.

No lo sé, creo que me gusta el nombre para mí nieto ¿Tu que opinas?

Una lágrima escurre por su ojo mientras rie.

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Severus se acerca a su hijo, preocupado.

-Siam...¿Quien es este niño?

-me lo encontré ¡Me lo puedo quedar!

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¿Cómo están?
¿Cómo los trata la vida?
Espero que muy bien😊

Ok. Cómo aclaración. El nombre de Siam lo tome de la canción: Lobo-Hombre en París del grupo La Unión.
Una canción muy padre, basada en el cuento de Boris Viam.
Cabe mencionar que el verdadero nombre de este mago en el cuento es
Etienne Pample.
Pero me parecía un poco raro y por eso mejor deje el nombre de Siam.😁

Este será un personaje creado por mi...o algo así, espero les guste.