El pequeño Gray Fullbuster tenía 10 años y vivía cómodamente en Fairy Tail, se divertía todos los días con sus nuevos amigos y peleaba principalmente con Laxus, por ser éste engreído.

Un día a causa de una estúpida apuesta contra Kana Alberona y Loke, terminó viajando a la Tierra (sin permiso de Makarov), se suponía que debía estar tres días, tres días en que conoció a su mejor amigo, a su rival, al futuro ser que odiará.

Gray caminaba por el bosque, el día estaba asquerosamente caluroso, "¡Maldito seas Dios del Verano!" pensaba el pequeño Dios.

-¿Qué hace un Dios en la Tierra?- Preguntó alguien detrás de Gray.

Gray se dio la vuelta y se encontró con un niño de extraños cabellos rosados, pero lo que más le llamó la atención el aura oscura que emanaba...

-¿Qué hace un Demonio en la Tierra?- Respondió instantáneamente con el ceño fruncido, Gray debía tener cuidado, a pesar de ser un Dios, todavía era un niño y no sabía si ese pelirosado en realidad era un Demonio adulto haciéndose pasar por un niño débil.

-Estaba aburrido y vine a conocer las maravillas de este asqueroso mundo- Dijo serio, era muy amargado el niño, excesivamente amargado "¿Todos los Demonios son así?" se preguntó Gray al ver el rostro.

-¿Asquerosa? Se nota que eres un Demonio, no sabes apreciar lo hermoso- Dijo Gray observando los árboles, Makarov siempre les decía que "la Tierra es hermosa y deben protegerla"

-Se nota que eres un Dios, ¡La Tierra es hermosa! en este lugar solo hay pecadores- Dijo el pelirosado, cosa que le causó gracia a Gray.

-Eres un Demonio y te quejas de los que pecan- Dijo soltando una pequeña risa.

-Es diferente, yo he nacido para pecar, en cambio ellos se vuelven pecadores por si mismos, ¿notas la diferencia?- Dijo con una sonrisa amarga.

-Me parece interesante tu punto de vista, pero déjame decirte algo, nadie nace para pecar... Mavis-Sama me dijo que ustedes nacen con más tentación ha cometer pecados, por lo tanto, niega esos instintos y serás libre de cometer pecados- Dijo Gray como si fuera lo más fácil del mundo.

El pelirosado le sonrió y dijo -Mi nombre es Natsu Dragneel-

-Mucho gusto, mi nombre es Gray Fullbuster- Dijo dándole una sonrisa para luego pensar "¿Dragneel?, ¿Dónde he escuchado ese apellido?"  "Dragneel, no es un apellido común solo se que una sola criatura tiene ese apellido"

-¿Eres pariente del Dios Zeref Dragneel?- Preguntó serio el joven Fulbuster, "Por favor que no lo sea" suplicaba en su interior ya que le provocaba escalofríos cada vez que se topaba con ese Dios.

Natsu lo observó y luego al cielo -Es mi hermano mayor- dijo frío como el hielo que Gray podía crear.

-No me lo puedo creer, no me causas ninguna gota de miedo... no te pareces a tu hermano, ese Dios si que da miedo- Dijo Gray intentando de calmar el ambiente.

-¿Lo conoces?- Preguntó Natsu interesado.

-Bueno, no lo conozco lo veía en las reuniones de los Dioses- Dijo recordando la época en que vivía con su padre y hermano, Gray con tan solo recordarlas le daban ganas de dormir.

-¿Reuniones? ¿Qué clase de Dios eras?- Preguntó intrigado Natsu, "Debe ser importante" pensó.

-Soy el futuro Dios del Invierno, o tal vez lo era, dudo que mi padre me permita recibir tal "honor" luego de que me fugué- Dijo mostrando una sonrisa recordando el día en que conoció a Makarov y se unió a Fairy Tail.

-¿Te fugaste? ¿Por qué?- Preguntó extrañado, y como no estarlo, un Dios niega su puesto, eso es raro para el resto, pero para quienes son del Reino Fairy Tail, no lo es para nada.

-Buena pregunta, por donde comienzo...- Dijo observando al pelirosado con una sonrisa.

Gray comenzó a relatarle a Natsu sobre su vida y el por qué había llegado a esa decisión, le habló también sobre como era Fairy Tail y los que habitan allí, además le explicó en que consistía la apuesta que lo trajo a la Tierra.

Natsu también comenzó a decirle sobre su vida, el inframundo y en especial que significaba él en ese lugar, a Gray le sorprendía cada anécdota y que el niño era el príncipe de ese mundo. Al relatarle su vida, el Dios comprendió la amargura del Demonio.

-Natsu, no puedo creer que los tres días hayan pasado volando... fue un gusto conocerte- Dijo dándole una enorme sonrisa.

-También fue un gusto, y es verdad sobre lo que nos dicen sobre los Dioses- Dijo Natsu muy serio.

-¿Qué cosa?- Preguntó extrañado Gray.

-Que las sonrisas de los Dioses nos ciegan a los Demonios por su brillo tan puro- Dijo Natsu soltando una carcajada, la cual fue respondida con otra.

De la nada un rayo de luz apareció desde el cielo arrastrando a Gray hacia éste.

-¡Nos vemos Natsu!- Gritó Gray desapareciendo por completo.

Cuando Gray llegó a Fairy Tail recibió un sermón por parte de todos y un castigo de parte de Makarov, en cambio la Diosa Mavis estaba impactada.

-¿Por qué estás impregnado a Demonio?- Preguntó alterada.

-Es cierto, ¿Dónde estuviste? ¿Te hicieron daño?- Preguntó Makarov revisando por completo a Gray.

-No me sucedió nada, solamente conocí a un niño, y conversamos- Dijo intentando de calmarlos.

-¿Cómo se llamaba el niño?- Preguntó preocupada Mavis.

-Se llamaba Natsu Dragneel- Dijo Gray nervioso, eso si iba hacer enojar a Mavis.

-¿¡Natsu Dragneel!? ¡Con razón tienes esa esencia tan oscura!- Dijo impactado Makarov.

-¡Gray! ¡Te prohíbo que veas a ese niño!- Dijo Mavis furiosa.

-¿Por qué?- Preguntó Gray enojado.

-Porque los Demonios son peligrosos- Respondió Loke serio.

-Natsu no es peligroso, y no me interesa, saben que igual lo volveré a ver- Dijo con sinceridad, se fugó de su hogar, y aunque adore Fairy Tail sigue haciendo lo que quiere, bueno a veces, Makarov y Mavis, son estrictos y lo vigilan mucho.

-Es cierto, júntate con el niño, pero si te hace daño lo eliminaré- Dijo Mavis sin titubear, niño o no, nadie puede tocar a los suyos sin pagar.