La niña de la lluvia
Gray tenía 12 y como todos los veranos visitaba el lago con Natsu, pero ese día sucedió algo extraño, estaba lloviendo más de lo usual, llegaba a ser anormal, ya que su padre no estaba trabajando ese día, ¿cómo era posible? ¿Magia?
-Natsu, ¿Por qué crees que llueve tanto?- Preguntó Gray mientras se ocultaron debajo de unas rocas.
-Yo se el motivo y estoy enojado por eso... ¡Juvia!-
De la nada apareció frente a los niños una niña un poco menor que ellos, ésta tenía el cabello azul y sobre su cabeza llevaba un gorro, sus ojos eran de un color mas oscuro que su pelo, y su tez era muy pálida.
A Gray le pareció muy bella la niña y su gorrito la hacía ver adorable, se sentía muy atraído, pero al sentir su esencia volvió a la realidad, eran un Demonio y tenía un aura incluso más oscura que Natsu.
-Juvia, ¿por qué me seguiste?- Preguntó Natsu enojado.
-Príncipe, Juvia fue enviada por Mirajane-Sama- Dijo sin reflejar emoción alguna.
Natsu frunció el ceño y dijo -Y ¿Por qué te envió?-
Juvia al ver que el príncipe estaba enojado se asustó, pero intentó no demostrarlo -Envió a Juvia para saber si se encontraba bien-.
El príncipe de los Demonios levantó una ceja y dijo -Lisanna se enojó porque la mojaste, por lo tanto, te enviaron-
-Juvia no quiso empaparla, es inevitable ni siquiera el Dios Zeref puede liberarme del hechizo- Dijo triste la pequeña peliazul.
Gray observaba detenidamente a la tal Juvia, le causó gracia que hablase en tercera persona, pero algo le llamó la atención, a pesar de esa aterradora aura, el Dios no veía en ella intenciones de dañar cualquier cosa, era como si ella misma se enfrentara contra esos deseos con los que nacen estas criaturas.
Ver a la pequeña le demostraba que lo que decía Mavis-Sama era correcto, los Demonios podían luchar contra sus instintos...
-¡Gray! Deja de soñar despierto, Juvia te está hablando- Le gritó Natsu provocando que éste volviese a la realidad.
Gray observó a la niña, provocando que ella le diese una pequeña sonrisa -Mi nombre es Juvia Lockser, ¿Cuál es su nombre?-
El pequeño Dios se sonrojó y dijo con una especie de sonrisa -Mi nombre es Gray Fullbuster...-
Y así fue cómo conoció a la niña de la lluvia, un demonio que sigue a Natsu para viajar a la Tierra para ver a "Gray-Sama". El pobre Dios no la soportaba, siempre lo seguía y lo abrazaba a tal punto de asfixiarlo, era toda una acosadora.
Gray no sabía que hacer, ¿Cómo podía alejarla sin lastimarla? la niña le caía bien, no deseaba herirla, pero ya no aguantaba esos abrazos exagerados, además ella tenía 12 y él 14, no le atraía mucho su aspecto, tal vez cuando él era un niño la encontraba más adorable, pero ahora la veía como mocosa, por lo tanto, debía rechazarla.
-Juvia, lo siento no puedo corresponder tus sentimientos- Le dijo Gray intentando sonar serio, éste no sabía como reaccionaría.
-¿Por qué?- Dijo Juvia intentando no llorar.
-Porque yo soy un Dios y tu un Demonio, yo pertenezco al cielo y tu al inframundo, es un amor imposible- Dijo Gray deseando que Juvia no llorase.
Juvia lo observó fijamente y sonrió -Juvia buscará algún método para dejar de ser un Demonio, para así vivir con usted en el cielo-
Gray abrió la boca, no esperaba esa respuesta, se suponía que dejaría ese amor infantil, y se iría a su casa, pero no, Juvia tenía que ser tan cabeza dura.
-Aquí tiene Gray-Sama- Dijo Juvia entregándole una caja, -Juvia lo hiso con sus propias manos- finalizó con una sonrisa, para luego marcharse llevándose junto con ella la lluvia.
Gray comenzó a oír una carcajada detrás de su espalda -Así que al final no lo lograste-.
-Cállate Natsu- Dijo Gray enojado.
-Gray, ¿qué tiene de malo Juvia? Porque si te gustase, conociéndote no te hubiera importado si fuese un Demonio, hubieras mandado a la mierda las reglas- Dijo Natsu, a pesar de que sabía la respuesta, quería oírla de parte de su amigo.
Mientras Gray sostenía la caja, pensaba en las palabras que le diría a su amigo, -Simple, es excesivamente cargante, me estresa cada vez que me dice "Gray-Sama", está loca y...- No alcanzó a terminar debido a que comenzó a llover.
-Natsu, ¿Juvia está detrás de mí?- Preguntó nervioso.
Natsu solamente dijo -Sí y se ve molesta-
Gray se dio la vuelta y vio como su acosadora lo observaba, no con tristeza, no caían lágrimas... sus ojos, sus hermosos ojos azules, ahora eran rojos como la sangre, estaba enojada.
Instintivamente Gray comenzó a formar hielo, "¿Seré capaz de hacerle daño?" pensó Gray.
-Príncipe Natsu, podría quemar la caja por favor- Eso fue lo único que Juvia dijo.
El Demonio agarró la caja y la quemó inmediatamente, tuvo que hacerlo, le había dolido ver a Juvia de esa manera, así que si eso la ayudaba para que no enloqueciera, tuvo que hacerlo.
Después de que se terminó de quemar la caja, Juvia dijo seria -Gray, a pesar de que me veo como una criatura débil, sigo siendo un Demonio...-
-Gray, si te vuelvo a ver no dudaré en ahogarte- Finalizó Juvia con una sonrisa falsa.
Esa fue la última vez que vio a la niña de la lluvia, la pequeña Juvia, quien a pesar de los rechazos continuó intentando enamorarlo, pero por culpa de unas palabras ella se fue con el corazón roto.
¿Quién dice que los Demonios son los únicos que pueden herir a alguien?
En ese momento al perderla se dio cuenta lo especial que era esa niña en su vida, pero por no abrír los ojos, la perdió.
-Juvia... no te vayas-
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro