Los días se hacían más y más extensos. Y la espera de este día era de lo más inquietante.

Si se trataba de un extenso grupo de rufianes malhumorados, este era su lugar preferido. Ellos no se tocan el corazón jamás, ni se llegan a preguntar si estuvo bien hacerlo. ¿Por qué? Fácil, están acostumbrados a la mala vida y a tener todo a la mano.

Sonic. Chico de dieciséis años. Robando en más calles desde los ocho años.
Era aún novato. Su agilidad y destreza se caracterísaban por ser el más tranquilo de los seis. Cuya vida corrompida, esconde un misterioso secreto en lo más profundo de su ser.

— ¡Ya despierten! —gritó uno de los individuos a todo el grupo que seguía durmiendo.

Solo resonaban por toda la habitación los graves ronquidos de ellos. Pero eso se acabaría en un santiamén.

— Aquí estoy yo, ya despierto. — respondió un erizo negro arrojando un tarro de agua a su compañero equidna rojo.

—¡Ahh! ¡Está helada, Shadow eres un maldito! —despertó de golpe refunfuñando el equidna.

—¿Qué plan hacemos hoy?—cuestionó otro de ellos tallando sus ojos. Mientras que el equidna seguía sumamente enojado.

— Recuerda lo de aquella vez. — tercea el jefe. Tails "Miles" Prower.

El erizo azul, de color de ojos verde salvajes. Se acerca a el grupo mientras degustaba una dona. Miró a los demás, sin preguntar nada, solo escucha atentamente.

— ¡Oh, por..! ¡Levántense de una vez! — les espeta Tails— ¡Ya, todos!

— ¿Desde a qué hora estás aquí? — preguntó el erizo verde levantándose del sofá mientras se talla los ojos y se incorporaba.

   ———Ellos———

PRIMERA PARTE.

—Como sea, mejor ya vamos... Pero antes. —exclamó el joven erizo azul, agarra a su compañero plateado y lo sacude bruscamente haciendo que se cayera de narizes al suelo.

— ¡Maldita seas, Sonic! — Silver, el erizo plateado iba a golpearlo pero él le detiene el puño.

—Mejor ni te metas conmigo. — lo empuja y asoma una risa victoriosa. — No sabes lo que puedo hacer.

Silver le mira enojado. Pero después asiente y todos caminan hacia otra sala de reunión.

**En otro Lugar**

—Amy ¿Has escuchado lo que están vitoreando en las calles? ¡Suena aterrador! —alertó una murciélago a Amy— ¡Oh, joder! te tengo que decir algo cuando sea la salida.

— Si, de acuerdo, está bien Rouge —responde la jóven eriza Amy con desdén.

¿Qué era eso que decía?
No tenía ni idea.

Una vez dentro del aula.

Nada fuera de lo normal, la educadora saludando a sus educandos como todos los días y de costumbre. Para después darle comienzo a su clase.

Amy, Eriza de trece años. 2° de secundaria.
Cruzaba las piernas debajo de su butaca y jugueteaba con el lápiz sobre la libreta, mientras pensaba en que inciso era el correcto. Echaba un vistazo a sus compañeros y sonreía juguetonamente.

Las clases comenzaron en la Escuela Emerald.
Ya todos hacían en sus salones.
Era un día previo a los comienzos de los examenes.

**Regresando con los demás**

— Bueno ya que todos están aquí, me gustaría ya empezar el plan. —comenta observando a los demás que le escuchacen atentamente.

— Adelante. —responde Knuckles.

—Desde hace unos meses ustedes ya saben que estuvimos siguiendo cada movimiento y sacando información de cada una de las alumnas del Colegio Emerald. Sin embargo, estuve buscando y...me di cuenta que hay una alumna en especial que tiene más fortuna que destaca de las demás. —Dice Tails, el jefe. En voz alta.

Sonic entra a la habitación y cierra la puerta tras de sí.

— Su nombre es Annie Hazer. —Tails les muestra una fotografía. — Va en segundo grado de secundaria. Saqué información básica de ella, no hay mucho que decir hasta que sea ella en persona que diga dónde está su fortuna. Después, ella muere.

Sonic comía una dona. Se acerca a Los demas y les arrebata la fotografía para verla detalladamente.

— Es bonita —vocalizó Sonic sin dejarla de ver.

Se trataba de una eriza rosa con ojos azules. Delgada, portaba en la fotografía el uniforme de la secundaria.

— Déjame verla—se la arrebata Scourge— Es guapa. ¿Se podría quedar también?

— ¡Nadie se quedará con ella! —les espéta Tails como recuerdo a sus palabras—y quiero que Sonic vaya por ella, esperala en el callejón, llevate la fotografía. Shadow ha estado vigilando y dice que casi nunca sale acompañada. Cuando vaya a unos metros retirada de la escuela, la secuestras y la llevas a tu casa de campo. Después iré yo con los demás y nos encargaremos de ella. Solo mantenla aprisionada, será por unos días. Scourge, tiene la disposición de hacer lo que le plasca con ella por un día. Luego, ya saben que hacer.

Sonic escuchaba detalladamente. Sin dejar de ver la fotografía que posaba en la mesa.

—¿Por qué tiene que ser Sonic? —reclama Scourge molesto— Yo quiero atraparla, siempre tengo que ser el que se quede la parte dos.

— Para ti tengo otra cosita —le dice Tails tras asomar una sonrisa perversa— serás quien espere fuera del banco. Esta tarde es cuando los del turno nocturno se quedan sin vigilancia por una hora.

Tails extiende la fotografía nuevamente hacia Sonic. Él la toma.

—Está bien. Vendré mañana con ella. —finaliza Sonic tomándola y yéndose.

Todos murmullaron en la sala respecto a la palabra de Sonic. El jefe se cansó de oírlos y se molesto;

— Dejen a él solo. Sabe lo que hace. Y lo hace mejor que nadie.

—Como digas.—respondió Knuckles, el disociado equidna rojo.

—Trae el arma, Scourge —ordenó Tails.

En eso los demás se fueron y Sonic igual, tenía la idea de volver a secuestrar. Anteriormente ya lo había hecho. Pasó a su casa por unos sedantes y una sudadera negra y después tomó un reloj de bolsillo y se fue a esperar.

Horas Después.

En la escuela Esmerald.

El reloj del pasillo sonó fuerte, era suficiente para anunciar que las primeras clases habían concluido.

La eriza sale del pasillo, y siguiéndola detrás, una mano se posa en su hombro. Se gira para ver de quién se trataba.

—¿Ya te puedo contar? —preguntó Rouge inquieta.

Ya se le había olvidado a Amy. Pero aún así, actuó emocionada para no vacilar la información de la murciélago.

— Si. ¡Pero ya que me tienes intrigada! ¿Es acaso sobre el chico que va en tercer grado?

— ¡Ay, niña!. Esto es serio —gritó Rouge.

Ellas se alejan de los salones.

—Lo que pasa es que he escuchado rumores de que han estado robando más de lo esperado. — menciona ella viendo derrepente a la salida y vuelve a verla. — Están acechando estudiantes, y en la primaria, ayer por la tarde robaron una niña...Por suerte, escuché que solo sus materiales y algo de dinero de la menor.

Su cara se veía demasiado preocupada.
Amy no opinó nada, a su amiga le permitió hablar sin trabas:

— Y como tú pasas cerca de ahí. Te pido que tengas más cuidado. Ve siempre acompañada.

— Esta bien Rouge, gracias por ese aviso.

—Solo ten mucho cuidado por ahí. — da una palmadita en su hombro — Bueno. Vamos a la última clase y salemos de está cárcel.

— Si, tienes razón.

—¡Hola Amy, hola Rouge!. — Llegaron a alcanzarlas a su paso, una eriza rubia y una coneja marrón, y caminando a su lado dos pares de amigas más del instituto.

— ¿De qué hablan? —preguntó curiosa una gata morada que se apegó también a ellas.

— Le decía a Amy sobre los robos que hay últimamente. Esta muy peligroso. —continuó la murciélago.

— Sí, lo escuché también —terceó una eriza rubia de nombre Maria— En los baños murmuran eso todo el tiempo.

—Tendré eso en mente María, ahora que nada...E
staré más atenta —Asintió Amy.

—Bueno, nosotras vamos a comer algo y regresamos a clase —anunció la conejita marrón— ¿Vamos todas?

Asintieron y caminaron por el largo pasillo. Mientras chimoseaban ahora sobre los chicos de tercero.

»Sonic.

»Estaba desesperado.
Tenía que hacer eso. La chica no estaba mal, sin embargo tenía en mente otras cosas pendientes y quería que saliera cuando antes para llevar a cabo dicho trabajo«

Aunque la foto no revelaba muchos detalles, era una fotografía de ella en retrato. Pero al menos si de sus facciones hablaban, reconoció de que además de “adinerada” era bonita. Y sus ojos azules eran aún más.

[...]

Suena las chicharras. Momento de entrar a otra clase.

—Bueno chicas, hora de que entremos

Historia. Era una materia aburrida, pero que los maestros le habían hecho saber a Amy, que no lo era. Pero seguía pensando lo mismo.

Sus amigas se fueron a distintas aulas, era una pena que no les tocaba juntas.

En eso, ya cada una entro a sus salones y Amy como le toca historia, estaba algo pensativa, no dejaba de pensar en aquello que Rouge dijo, veía la ventana y casi no estába poniendo atención "suficiente". Mientras que el docente seguía explicando su clase con normalidad. La eriza pensaba en las consecuencias y el peligro, tanto que le atensaba la idea de andar sola de solo pensarlo. Considerando que era una descuidada hasta la fecha y no siempre iba a con audífonos en la calle.

—¡Alumna Amy! deje de ver la ventana y ponga atención

—¡Oh! ¡Disculpe!  — sacude su cabeza para eliminar los pensamientos que le apuran. Saca sus materiales y se pone a tomar apuntes. 

El maestro sigue dando anotes sobre la pizarra.

Pasaron las horas hasta llegar las 14:00 y ya era hora de la salida, algunos de los alumnos se fueron más temprano, casi siempre los que les toca historia salen un poco más tarde en eso ya María, Tikal, Cream e incluso Rouge ya se fueron a sus casas y Amy apenas iba saliendo. Se suponía que se iría con ellas pero ya la habían dejado.

—Alumnos hasta mañana, que tengan buena tarde — toma sus cosas. Los demás le despiden y salen de inmediato, observa a su alumna, aún quedaba ella— ¿Amy por qué no pusiste atención a clase? — pregunta acercándose a ella —¿Algo te está molestando?

— Lo siento. Le prometo que prestaré atención bien. Fue solo algo que me atormentó y..

— Okey Amy, y ya es hora de que te vayas, ya se fueron todos.

—Oh.. No lo noté, nos vemos.

Recogió sus cosas y se retiró.

—Sonic.
»Que rayos, ¿ya se me pasaría o qué? No la veo por ningún lado.
Salieron muchas alumnas pero iban en grupos de 10 cada uno. ¿Se me habrá pasado?«

Amy:
»Me salí y miré a todos lados, no hay nadie, soy la última eso me aterra pero, siempre me voy sola. Caminé mirando a todos lados, esta calle está sola, y es la que lleva directamente a mi rumbo ... Mi casa. Pero la calle se ve tranquila. Por Dios Amy. Basta. Ya has caminando sola.«

Sonic Mira de reojo y la ve, era ella, eh iba Sola. Totalmente. Sus facciones de su cara eran las mismas, era delgada y parecía insegura. Dejó que avanzara hasta mas debajo del callejón. Y la siguió. Se puso el gorro para no ser visto y...

No tenía idea de que la estaba confundiendo con Annie.

—¿Dónde crees que vas? — la coge la muñeca con fuerza la jalonea a un callejón. No la dejó tan siquiera vociferar, su mano se posó en su boca,  la aprieta contra su cuerpo y le pone el trapo humeno de sedante. Amy quiso gritar pero el efecto fue tan rapido que sus piernas se quedaron inmoviles y cerro los ojos. Solo escuchaba el forcejeo, veía todo borroso.

Él volvió a hablar.

— Eso es. Así es chiquilla, quédate dormida, vamos a casa —mira a todas partes y ve que no hay nadie, la carga en su hombro y la lleva por el callejón.

Después.

Aquel erizo llegó a su casa y colocó a Amy en su cama, él se retiró y cerró la puerta con llave, que mas tarde volvería a abrir.

—Solo hay que esperar que despierte,
De todos modos. Nadie te escuchará. — Cierra con doble candado la puerta y sale de su casa.

Eso había sido tremendamente fácil. Pensó que no lo haría y estaba apunto de rendirse, pero claro que era ella. Quién más podría ser.

Para cuando despertara.
Veía que Rouge lo decía en serio.
Y como siempre; Todo lo que decía, se cumplía.

Escrito: 06//Marzo//17
Actualizado: 03//Abril//21.

*Bueno, saben que esta historia no se le puede arreglar mucho, pero se está haciendo el tercer intento de mejorarla. Disfruten la nueva versión. :)