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"Psicólogo Demonio"
El Psicólogo estaba sentado esperando al próximo estúpido, digo eh... próximo paciente.
Respiró profundamente y olió un aroma exquisito, un aroma poco común... Emociones
Es curioso como los humanos sufren constantemente de forma patética a su parecer, lo único bueno que sale de eso, es su comida favorita: Los sentimientos negativos
Tales como: Miedo, ira, tristeza y tal vez otras cosas sabrosas como las emociones de un Psicópata en potencia.
Sin importar la fuente, su alimento era de lo mejor para estandares de un Demonio, aunque claro también podía comerse sus almas directamente y así sacarlas del ciclo de reencarnación, pero sería un desperdicio y eventualmente se quedaría sin humanos para alimentarse.
La puerta se abrió despacio con un chirrido molestó a su parecer, pero todo valdrá la pena al final.
—(Huele a arrepentimiento y vergüenza) —pensó mirando al paciente que estaba entrando, vió a un joven de ¿19 años? Sinceramente no importaba mucho.
—Eh, hola... Buenas noches —saludo algo Incómodo por la sonrisa del psicólogo.
—Buenas noches, siéntate —dice apuntando al sillón frente a su escritorio con una sonrisa falsa que le dió un escalofrío al Jovén.
El Jovén asintió y se sentó un poco incomodo porque el sillón era más para acostarse que para sentarse en el, pero trató de pensar en eso.
—¿Qué te trae a aquí? —pregunta con falsa curiosidad en su tono al igual que su falsa sonrisa.
—... Verá he tenido una especie de... ¿Cómo decirlo? —pensaba sus palabras para poder expresarse correctamente.
—(Hablando) —pensó con falsa diversión en su mente, mientras analiza al chico de pies a cabeza.
—(Parece alguien sociable y alguien que invitarías a pasar a tú casa... Oh, creó que ya se el problema) —rio mentalmente de una manera escalofriante, ser sociable y que te dejen pasar a la casa de un amigo es como darle pase para que se relacione con la familia...
—(Supongo que se acostó con la hermana o madre de un amigo suyo) —pensaba con algo de asco, no entiende el gusto humano por tener sexo, lo ve innecesario y más para un demonio, puede que haya demonios que tengan hijos, pero duda que sea para dejar descendencia y tener familia o quién sabe, tal vez se equivoca y hay un demonio o demonia rarito con ganas de formar familia.
—Vera, me acosté con la madre de un amigo mío —dijo directamente porque no encontraba otra forma de decirlo.
—(Lo sabía, que listo que soy) —pensó con aburrimiento, adivinar problemas humanos no es complicado.
—¿Y eso te ha generado arrepentimiento y vergüenza de ti mismo porque sientes que traicionaste la confianza de tú amigo? —más que una pregunta, era como si estuviera afirmando un estado emocional.
—... Si, me siento horrible —admite con total honestidad para su pesar, el psicólogo había dado en el blanco.
—(A pero en el acto: "Qué rico se mueve señora") —se burla el psicólogo, le es divertido como los humanos primero disfrutan luego reflexionan de sus acciones y errores cometidos.
—No se como verle la cara a mí amigo sin sentirme horrible y lo peor... No fue una vez —admite con cierta tristeza y sin querer, una especie de aura azúl marino salía de su cuerpo.
—(Mí parte favorita) —pensó y sacó una taza donde el aura azúl marino, solo visible para el se dirigía a su taza en un proceso muy lento.
—Difícil situación, te diría que no es culpa completamente tuya, pero sería mentirte descaradamente —admite con una sonrisa falsa y el Jovén se deprime más y el aura azúl marino incrementa su tamaño.
—Pero... ¿La mujer se inició o fue algo mutuo? —preguntó con falsa duda y una falsa expresión de preocupación.
—Ella inicio, yo traté de no ceder a mis impulsos, pero me ganaron —pensó deprimiendo se más y el aura azul marino incrementa su tamaño.
—(Idiota calenturiento) —pensó con diversión verdadero, era divertido ver cómo los humanos caían rendidos ante sus instintos primitivos.
Miró como la taza estaba por la mitad de un líquido azúl marino, dicha taza estaba absorbiendo la tristeza de su paciente.
—Te lo voy a decir claro, eso es un problema que tienes que resolver con tú amigo que sepa que te arrepientes, seguramente quiera terminar su amistad contigo, pero es mejor a que te lo guardes y eventualmente te lastimes (A menos que el tipo sea tan idiota como para seguir de amigo con el tipo que se follo a su mamá varías veces) —hablo con una falsa preocupación por la situación y pensó con toda la verdad que tenía en su mente.
El Jovén suspiro pensando en lo dicho se acostó en el sillón y relajándose un poco, la taza se empezó a llenar más rápido gracias a la relajación.
—¿Creé que es lo correcto hablarlo con mí amigo? —pregunta con cierta duda en su voz.
—(¿Vienes por ayuda o para criticar las soluciones que doy?) —piensa con una sonrisa falsa en su semi-inmortal rostro.
—Obviamente, si guardas una emoción por bastante tiempo eventualmente ése malestar emocional afectará tú cuerpo y no podrás hacer bien las cosas de tú día a día —responde la pregunta con calma mientras observa que la taza lleva como 3/4 de estar llena.
El aura de tristeza ahora era más pequeña que antes por la taza que se estaba llenando.
—¿Y como podría hacer para que me perdoné? —preguntaba con tristeza en su voz, el psicólogo se pone una mano en su frente para cubrir su rostro.
—(¿Es estúpido? El amigo seguramente no lo perdonará nunca y si lo hace es más estúpido que esté tipo) —pensó mientras se frotaba los ojos con frustración en su mente.
Habían dando un pasó y el tipo dió dos hacía atrás.
—No lo hará, así de simple... Lo que hiciste no tiene perdón (A menos que, como dije, su amigo sea estúpido) —pensó con una falsa sonrisa en su mente.
—¿Habrá una forma para obtener su perdón? —preguntó ignorando la respuesta del Psicólogo, que dejó su falsa sonrisa al ser ignorado.
Se levantó de su escritorio y sus ojos cambiaron de color a unos totalmente negros, la temperatura empezó a bajar en la habitación.
Ahora estaban a 0° grados Celsius, el Jovén empezó a temblar de frío mientras se levanta rápidamente del sillón y se abrazó a si mismo por el frío.
Miró el escritorio del psicólogo viendo que ya no estaba ahí.
—¿Hola? ¿Señor Psicólogo? —pregunta con preocupación por estar solo de noche a estás temperaturas.
Escuchó una especie de gruñido detrás suyo y lentamente se da la vuelta.
No había nada...
Volvió a mirar hacía delante y ver que tampoco había nadie, con miedo sacudió su cabeza.
—Tranquilo, seguramente fue imaginación tuya —dice tratando de calmarse mientras que en el techo lo que parecía ser una especie de gran lagarto veía al Jovén.
Lentamente el "lagarto" empezó a bajar del techo sin hacer ruido, un sonido a de una gota chocando contra el suelo se escuchó.
El Jovén se volteo temblando del frío y vió al lagarto, con terror trató de alejarse.
—¿Qu-qué es es-esa cosa? —preguntó sin esperar respuesta y el lagarto de arroja contra su presa.
—¡¡AHHHHHHHHHHHHHH!! —grito de miedo y horror por ser comida vivo.
Rápido despierta alterado en el sillón con el psicólogo frente a el que lo estaba despertando con ligeras cachetadas.
—¿Estás bien? —pregunta con falsa preocupación en su voz, el tipo estaba temblando de miedo por la pesadilla generada por el psicólogo.
—Cr-creó que debería irme ya, es demasiado tardé —dice con miedo mientras se levanta con sudor frío en su frente y manos.
—No hay problema, esperó haber sido de ayuda con tus problemas —dice con una falsa sonrisa de alegría, el tipo parecía estar conmovió por las palabras del psicólogo.
Rápidamente sacudió su cabeza y se fue a la puerta para salir de la habitación, se dió la vuelta y miró al psicólogo que se despidió agitando su mano.
Rápidamente salió de la habitación con miedo y se fue corriendo recordando su pesadilla.
—Buena chica, lo hiciste fantástico —dice el Demonio mientras acaricia a la lagarto que estaba recibiendo mimos de su amo.
—Seguramente piensa que fue una pesadilla —rie con diversión y la lagarto parecía reír junto al Demonio.
Tomó de la taza y el sabor de la tristeza lo inundó, sonrió de manera sincera y se ruborizó por el sabor.
—Exquisito, la mezcla de tristeza, horror y miedo es facinante, creó que debería hacerla más seguido —opina y le ofrece un poco a su "pequeña" mascota que felizmente acepta.
Fin del Capitulo
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