Al menos no se cayó
Cuando propuso ir a las Vegas al finalizar la carrera, no esperó que lo tomaran enserio. La mayoría estaba estresado por los resultados aplastantes de Mclaren, dejando de lado a Óscar, quien guardó silencio cuando la ronda de quejas en la mesa inició.
Él también quiso quejarse, pero se entretuvo mirando un comercial brillante en una de las televisoras del restaurante.
"Las Vegas"
Se leía en letras grandes.
Se sorprendió cuando solo unas horas después de abandonar el restaurante, George lo integró a un grupo en WhatsApp para coordinar el hotel en el que se iban a quedar.
Se dispuso mover unos cuantos hilos después de esa reunión.
Checo fue uno de los mejores compañeros que tuvo. Se preocupaba por él y aún después de ser despedido por su padre, el mexicano siguió en contacto con él. Iban juntos a comer de vez en cuando, con Fernando la mayoría del tiempo, o a jugar pádel en la cancha que su papá reservaba.
Lance fue el primero en enterarse de su relación con Max, después de su familia y Lewis.
Max le daba igual.
No hacía el esfuerzo en hablarle cuando se acercaba a felicitar a su ex-compañero al terminar una carrera, el neerlandés se quedaba a un lado, ignorándolos para darles espacio. Traía y recogía a Checo los días de salidas en grupos, se aseguraba saber las direcciones y lugares a los que iban por si surgía alguna emergencia; y respondía a los segundos la llamadas que Checo le hacía cuando ya era hora de irse.
Era una buena pareja para su amigo.
Por eso, quería ser parte de esa pequeña familia que se iba construyendo día a día.
— ¡Checo! — El mexicano giró para prestarle atención — ¡Mira lo que conseguí!
Lance se sentó al lado de la pareja. Max descansaba su cabeza en el regazo de Checo, juntos veían una película antigua.
— ¡¿Es el nuevo francotirador?!
¿Esperaba que Max se interesara en su nueva compra?
Si.
— Estoy en el servidor de Estados Unidos, sale un día antes allí— Lance se hizo el desinteresado, esperando hacer crecer la emoción del neerlandés al hacer unas cuantas demostraciones en una partida de prueba.
Max se había enderezado de un tirón al ver los colores llamativos de su tableta, se inclinó sobre Checo y parecía estar conteniéndose para no arrebatarle el dispositivo de las manos.
El mexicano solo se rio, dándole palmaditas a los dos en la cabeza.
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