Que así sea
El enorme silencio que rodeaba a Ink era abrumador y aplastante, inquietante y desolador. Mirando las estrellas sentado sobre aquella roca, en algún lugar a las orillas de Outertale, se sentía el único monstruo posible en todo el multiverso.
Se alegraba infinitamente de saber que no era así.
Con las manos apoyadas en sus rodillas y completamente erguido, Ink posiblemente llevaba alguna media hora pensando así, en el más completo silencio. De vez en cuando sacudía la cabeza, apartando algún pensamiento o contradiciendo las ideas que se le ocurrían. Se regañó pensando que quizás debería estar preocupado de estar ahí, a miles de metros de los monstruos nativos del AU y desarmado, pero estaba absolutamente seguro de que nada malo pasaría.
Era lo que llamaban una corazonada.
Unos minutos después sintió una presencia que se acercaban con lentitud; suspiró y miró hacia la dirección de los pasos. Error estaba detrás de él y caminaba con cautela, mirando con algo de paranoia hacia su alrededor, seguro revisando el lugar.
"Desconfiado como siempre" pensó el pintor, poniéndose de pie y girándose para encarar al recién llegado.
Error se enderezó y levantó la mirada en cuanto Ink se movió, optando una postura de alerta y altanera; tenía una mueca de disgusto y recelo ante la presencia del esqueleto frente a él. Gruñó y se acercó a él, hasta quedar a solo algún par de metros de distancia, los suficientes para que ninguno se sintiera incómodo o amenazado. Se sostuvieron la mirada por unos segundos, como si se estudiaran.
Ink estaba por hablar, pero Error se le adelantó.
-Realmente viniste desarmado- comentó, observando como su rival no llevaba consigo su típico pincel ni sus ridículas pinturas -¿En serio creíste que no te emboscaría o algo?- soltó con malicia.
Ink se tensó ligeramente por ese comentario, pero respondió con sencillez.
-Sí, y aún lo creo, Error; sé que por más vil que seas, aún puedes llegar a guardar una promesa-
Error ahogó una risa, y estaba por decir que se sentía alagado, pero Ink habló primero.
-Aunque claro, sigue siendo increíble ver ese "honor" tuyo a relucir de vez en cuando...-
El esqueleto glitcheado estuvo por lanzar un rugido, pero apretó los dientes y se lo tragó. De querer discutir podría haberse quedado en el Anti-void con las visitas estúpidas de Fresh o "visitado" a cualquier otro Sans de cualquier otro universo; pero como no se podía "conversar seriamente" con alguien, eligió a Ink, su curioso y eterno rival.
Se acercó, sintiéndose raro de hacerlo sin la intención de lanzarse sobre el pintor para hacerlo pedazos a golpes. Se sentó en otra roca que estaba a una distancia prudente de la de Ink y se cruzó de brazos, mirando hacia el cielo justo como su contrario antes de que éste llegara. Ink regresó a su posición con las manos en las rodillas y ambos guardaron silencio otro largo rato. Error no estaba seguro de como comenzar, e Ink no tenía ni la más mínima idea de para qué su compañero le habría pedido reunirse allí, sin intenciones de una batalla.
Había recibido su mensaje el día anterior, en donde Error le decía en pocas palabras que quería reunirse con él, aparentemente para hablar sobre el tema de su eterna rivalidad. Le decía que fuera desarmado, porque él así también lo haría, y dejaba el lugar de encuentro a elección del pintor.
A Ink le pareció lo más extraño del mundo.
No comentó nada, arriesgándose a una trampa y, acordando el lugar, decidió acudir para averiguar de que se trataba todo. Quizás, y por extrañas cosas del destino, su compañero había decidido dar los primeros pasos hacia la paz entre ambos. Por un momento su alma brilló de emoción ante esa posibilidad, pero recordó todas las ideas de Error con respecto a la paz y descartó la idea. Aún así se aferraba a la más mínima esperanza.
Ahora, y sentado con su compañero en aquel páramo silencioso, esa esperanza de obtener la paz crecía con cada segundo que Error dejaba pasar. El esqueleto glitcheado carraspeó un poco e Ink habló, impaciente, pero intentado ocultarlo.
-¿Y bien?-
-¿Y bien qué?- espetó el otro con seriedad.
-¿Para qué me has llamado?-
-Nada importante, en verdad- respondió Error con simpleza.
-Pero...- Ink se sintió algo engañado -Dijiste que querías hablar sobre...-
-Sólo así ibas a venir, Ink- hizo un gesto de fastidio -Deja de ser tan iluso-
Sin poder evitarlo, una sombra de decepción inundó al esqueleto de bufanda, y Error lo notó muy bien de reojo. Suspiró y se volvió a mirar a su enemigo.
-Vamos, ¿realmente te creíste que quería hablar sobre paz o esos tema tan ridículos?-
Ink lo miró también, algo molesto.
-¡Son temas muy importantes!-
Error rió sonoramente, con esa risa grave, reverberante y malévola que tenía. Ink desvío la mirada, pensando que quizás debería largarse de allí.
-Si no me trajiste para hablar sobre eso, ¡¿para qué rayos me hiciste venir?!- exclamó, desconcertado.
-Te puedes ir si quieres- dijo Error recobrado la compostura.
El pintor lo miro extrañado. Era la primera vez que lo veía así, tan despreocupado por algo que tuviera que ver con ellos dos. Fue él quien se cruzó de brazos esta vez y guardó silencio, pensativo.
Volvió a pasar otro rato en silencio. Error miraba el cielo, Ink al suelo.
-¿Cómo te resulta la vida en el Anti-void?- preguntó finalmente el pintor.
Error lo miró de reojo y trató de serenarse, aunque no estaba alterado, sino más bien confundido.
-Podría ser peor, supongo- contestó -¿Y qué tal la vida cuidando universos?- realizó la pregunta con un tono en su voz que Ink pudo identificar como resignación, o posiblemente rencor. No estaba seguro.
-Buena, aunque algunos son algo difíciles de tratar-
-¿Por qué?-
-Son demasiado revoltosos, y necesitan más cuidado que otros- respondió Ink.
-Es porque son un estorbo- siguió Error- Son pequeñas cucarachas que se sienten amenazadas con tu simple presencia-
-No es cierto...-
-Sí que lo es; te ven y corren porque sienten peligro por lo que sea- sonrió con malicia -¿Nunca te dado por destruir uno?-
-Claro que no, Error- suspiró Ink- Por si no lo recuerdas, yo creo cosas, ¿cómo quieres que los quiera destruir?-
Error rió sonoramente de nuevo. Ink lo miraba serio. El esqueleto glitcheado no tenia problema en expresar cuando algo le parecía divertido; se reía con toda su boca abierta.
-Error, ¿estás nervioso?- le preguntó de pronto, cortando con la risa del otro.
Éste se quedó extrañado y lo miro enojado.
-¡¿Nervioso yo?!, ¡¿estás jugando?!-
-Bueno- Ink se rascó el cráneo y habló de forma relajada -Es lo único que se me ocurre por tus repetidos ataques de risa-
El esqueleto oscuro carraspeó, algo avergonzado.
-Vale, no me río más-
-¿Ya me dirás la razón por la que me trajiste aquí?- volvió a preguntar Ink.
-Yo no te traje-
Ink se molestó.
-Para qué me hiciste venir- corrigió.
-Solo para hablar. ¿Feliz?-
El de bufanda se quedó desconcertado de nuevo. ¿Había oído bien?
-¿Hablar?... ¿Sobre qué?-
Error hizo una exclamación y levantó los brazos.
-¡Pues de lo que sea!-
El pintor no entendía muy bien el extraño cambio de su compañero, pero prefirió no preguntar y seguir con el trato no agresivo de Error.
-¿Tú que piensas de los universos?- le preguntó.
-Solo son tontos estorbos llenos de cosas para hacer polvo. Fuera de eso, no les veo nada interesante- respondió el otro.
-Deberías conocerlos mejor- argumentó Ink -están llenos de lugares hermosos y no solo eso, tiene una gran diversidad de historias muy interesantes. Todos los universos son muy extraños y dife-
-¡Bah! ¡Los universos, los universos!- exclamó Error exasperado y haciendo una mueca -¡Siempre hablas de esos adefesios! ¡¿Por qué mejor no te casas con los universos a ver si dejas de hablar tanto de ellos?!-
Esta vez fue Ink quien rió de forma alegre y jovial. El mal temperamento de Error siempre le había parecido, secretamente muy divertido y encantador. Error esperó a que se callara para hacerle una pregunta.
-¿Qué tanto les ves, Ink? Algunos son violentos, primitivos, fastidiosos; no reflejan nada de lo que tú eres. Tú mismo solías reprocharte eso todo el tiempo-
-Lo sé, lo sé- respondió Ink -pero ni yo mismo sé la respuesta. Aún con todos sus defectos, me parecen fascinantes. Yo los cree después de todo-
Error hizo una expresión de desaprobación con la boca y sacudió un poco la cabeza, causando que Ink se sonrojada ligeramente y bajara la mirada avergonzado, pero manteniendo una sonrisa en su rostro.
-Siempre has sido todo un caso- le dijo Error, volteando su rostro para ocultar su sonrisa.
-Ya me conoces, "Ink el soñador" ¿no?-
-Sí, sí. Y yo "Error el pesimista"- Ink amplió su sonrisa.
-Más bien "Error el crasheado"-
-Esta bien que hable tonterías de mí, pero no te permito que me insultes Ink-
El pintor rió nuevamente de esa manera volátil que tenía, y en esta ocasión Error no se reprimió y rió también, aunque no con las mismas ganas. Cuando Ink se quedó callado, Error volvió a hablar.
-Dime, ¿cómo haces para saber cuando ataco alguno de esos adefesios que creaste?-
-En primer lugar se llaman universos, no adefesios. Y en segundo lugar, ¿cómo esperas que no hable de ellos cuando eres tú quien los menciona?- Ink reprimió una risa cuando Error carraspeó y volteó el rostro, seguramente avergonzado.
-Sólo contesta y ya- espetó el esqueleto glitcheado.
Ink rió.
-Siendo sinceros, no estoy seguro- confesó, rascándose el cráneo de nuevo -Sólo lo sé- la respuesta hizo bufar a Error, quien esperaba alguna respuesta algo más complicada que eso.
El silencio volvió a instalarse entre ellos, quienes solo se dedicaron a mirar el cielo y perderse en sus pensamientos.
-Ha pasado mucho- soltó Ink con melancolía.
-¿Desde qué?-
-Desde la última vez que hablamos por más de cinco minutos- Error lo miró, encontrándose con la mirada ajena -Sin amenazas ni gritos de odio-
-Hm... supongo- se encogió de hombros, realmente no era algo que le importara.
-Yo no te odio- se sinceró Ink -No realmente-
Error guardó silencio. Tenía el ceño fruncido cuando volvió a ver el cielo, ignorando lo dicho por Ink.
-No confundas las cosas- dijo después de un rato -Esta tregua momentánea no significa nada- el tono de su voz no era muy convincente.
-Mantengo la esperanza-
Error rió bajo.
-Como dije, todo un caso-
Ink se quedó viéndolo, dándose cuenta de lo difícil que era intentar entender a ese esqueleto de valores algo retorcidos. Error pensaba exactamente lo mismo de su compañero multicolor.
-Creo que nunca llegaremos a entendernos del todo, Error- suspiró Ink con una sonrisa triste.
-Lo sé- respondió el otro -pero me alegra que así sea- dijo sonriendo mientras se levantaba, dando por terminada la reunión.
Esto desconcertó a Ink, quien también se levantó.
-¿Por qué lo dices?-
-Porque de lo contrario, todo ésto sería aburrido. Yo sería más como tú, y tú más como yo; eso es algo que jamás podría permitir-
Ink se quedó sin saber que decir.
-Somos diferentes; opuestos. Tú creas, yo destruyo; ese talento no se puede desperdiciar. Nacimos para la contienda, Ink, y así será de aquí hasta que uno de los dos pruebe ser mejor que el otro. Te prefiero como mi imbatible rival: fuerte y astuto, a como un amigo-
-¿Y como enemigo?-
-¿Qué?-
Ink lo miró a los ojos, sonriendo de lado.
-Ser rivales no necesariamente es ser enemigos- explicó.
Error rió bajo y negó divertido mientras Ink guardaba silencio. Le dio la espalda y comenzó a caminar.
-Yo no te odio, Error- le dijo Ink de nuevo, haciendo que se detuviera y lo mirara por encima del hombro.
-...ni yo a ti, Ink- se sinceró el esqueleto glitcheado.
Ambos se miraron en silencio por otro rato.
-¿Quieres...?- comenzó inseguro el pintor -¿Quieres charlar de nuevo la próxima semana?-
El otro amplió su sonrisa y volvió a darle la espalda, comenzando a alejarse.
-Que así sea- contestó cuando ya estaba algo lejos, pero lo suficiente cerca como para que Ink todavía pudiera oírlo -Te estaré esperando-
El esqueleto abrió un portal y desapareció sin dar tiempo a Ink de decir nada. El pintor se quedó viendo el infinito, en dirección al lugar en que Error había desaparecido. Le costó creer lo que había escuchado, pero una vez que lo asimilo bien y lo guardó en su memoria, sonrió.
-Yo también, mi amigo-
•~•~•~•~•~•
Fin.
No sé, esto me dejó una agradable sensación mientras lo escribía. Muchos de los diálogos los base de una platica que tuve con alguien hace días, y con quien, a pesar de la fricción constante entre ambos, nos buscábamos cuando queríamos escuchar lo que los otros no nos dirían frente a frente: la verdad tal cual era.
Ya llevábamos un tiempo sin vernos y sin saber nada del otro, cuando nos reencontramos. Fue extrañamente gratificante saber que aún hay cierto nivel de amorodio entre los dos.
Sé que tal vez no leerá esto nunca, pero se lo quiero dedicar ♬.
Y gracias a ustedes por leerlo todo. Espero que lo hayan disfrutado, y lamento el intento fallido de ErrorInk. Lo compensaré en algún momento. ᕙ(⇀‸↼‶)ᕗ
Frank R.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro