Selfishness [Luckity]
Sí, la persona más egoísta posible. Solo pensaba en si mismo. Una y otra y otra vez. No le importaba lo que los demás creyeran siempre y cuando él estuviera contento.
Alexis era esa persona.
Todos pensaban que necesitaba una lección. Que necesitaba algo tan impactante en su vida que lo hiciera ver que no todo era solamente él. Por eso, cuando su tan querido novio y prometido apodado Luzu murió todos pensaron que le sería de ayuda para ver que no todo se quedaría con él. Que las cosas no eran eternas y que no importaba cuanto amaras algo o alguien no siempre se iba a quedar a tu lado.
Pero le subestimaron.
Alexis trabajaba en un gran laboratorio de una empresa conocida como QSMP. Siempre se dedicó a cosas de electrónica y tal, no como su fallecido novio que era más de biología. La empresa trabajaba con diferentes cosas y bajo el cuidado del gobierno. Habían experimentos tan crueles como ilegales que eran manejados para encontrar curas a enfermedades o para conseguir cantidades de X cosa que necesitaran.
El chico de gorro pasó la tarjeta por el escáner y abrió las puertas para comenzar a caminar decidido. Bajo su brazo había un libro sin portada. Estuvo meses estudiando y estudiando cada libro, cada archivo y cada informe sobre la biología. Este proceso se iba a llevar a cabo hoy sin interrupciones. Hasta había burlado a los guardias y apagado cada cámara para evitar tener testigos sobre lo que estaba a punto de hacer.
Llegó a su oficina y entró para cerrar las puertas con la seguridad que él mismo había creado. Aunque fuera de noche y no hubieran tantas personas no confiaba.
Dejó el libro sobre su mesa y lo abrió para ver todo lo que había escrito durante casi un año. Estaba obsesionado con el tema y lo iba a conseguir de una forma u otra. Esto iba a suceder.
"No te preocupes, Luzu." Dijo el chico mirando la foto pegada a el libro. Con delicadeza la arrancó y giró sobre su sitio apreciando la sonrisa de su amado en aquella fotografía. "Voy a traerte de regreso." Juró bajando la foto para dejar ver un gran tanque de agua morada. Dentro de este había un cuerpo pálido pero pacífico y sin vida flotando con los ojos cerrados.
No. no lo subestimaron a él, subestimaron a su egoísmo.
Tenía toda la información que necesitaba en ese libro. Cada detalle le ayudaría para hacer que ese cuerpo volviera a respirar. No le importaba lo que tuviera que hacer, traería a su amor a la vida una vez más.
No esperó ni un segundo más. Se puso manos a la obra y tomó todo lo que ocuparía. Nunca antes había tratado con la biología y no sabía casi nada de esta, solo tomó la información que pensaba que le sería útil. La biología era un tema al que ni le prestaba atención. Lo suyo era la electricidad y todo eso, no estudiar a un animalito.
"Lamento hacerte esperar tanto, amor mío." Le dijo a aquel tanque mientras se colocaba guantes. "No deberás esperar más. Te tengo y te traeré." Sonrió. "Les probaré que estaban equivocados y será como matar dos pájaros de un tiro."
Una vez terminó empujó una camilla al centro de la sala para comenzar a apretar unos botones.
"Comencemos." Dijo para si mismo antes de presionar un último botón.
[...]
Lentamente abrió sus ojos siendo cegado por una luz blanca. Parpadeó y fue entonces que sintió todo su cuerpo arder. Dolor, es lo que sentía. "Sí.." escuchó a su lado para luego escuchar una risa corta. "Sí, sí, eso es. Despierta."
Parpadeaba unas veces más. Cuando logró despertar del todo levantó sus manos para taparse de la molesta luz, fue entonces que notó sus manos pálidas y con moretones. Lo que más le sorprendió fue ver hilo cocido en su piel con heridas cicatrizadas casi del todo.
"Uhg.." se quejó para sentarse con cuidado bajo la atenta mirada del chico pelinegro a su lado.
"Okay, perfecto." Murmuró el menor para tomar su pequeña linterna. "Mírame." Le dijo atrapando su atención. Con la luz vió sus ojos opacos y algo rojizos. Por como reaccionaba ante la luz siguiéndola y entrecerrando los ojos supo que estaba consciente. Pero lo que lo comprobó fue el quejido del castaño quitando la linterna de su rostro. "Eres tú, Luzu. Mi amor, genuinamente eres tú." Murmuró mirándole con fascinación y una gran sonrisa en el rostro.
"¿Quacks?" Llamó Luzu confundido. "¿Qué es esto? Mi cuerpo duele y mis manos.." calló al ver sus piernas y brazos. "Mi cuerpo parece como si fuera una muñeca." Murmuraba mirándose como podía.
"Moriste." La respuesta de Alex lo hizo mirarlo con los ojos enormemente abiertos. "Fue por los químicos que accidentalmente inhalabas en tu laboratorio. Algunos de ellos eran altamente tóxicos y te hicieron daño permanente. Te desmayaste y caíste en.." se pausó mirándolo y recordando como lo encontraron en pedazos. Le dolió mucho verlo así. "No lo recuerdas porque tu cerebro no guardó tu muerte en tus memorias, lógicamente. Lo importante es que estás aquí." Sonreía tomándole de las manos con alegría.
"¿Cómo que estoy vivo si yo— ¿Cómo estoy vivo?" Repitió la pregunta tartamudeando un poco con confusión.
"Te traje de regreso." Le dijo con orgullo en su tono. "¿¡A qué no es emocionante!?" Chilló dando un pequeño brinco. "¡Podremos continuar nuestras vidas juntos!"
Pero Luzu no se veía igual de emocionado. No estaban en la misma página. "Alex, morí." Le dijo con suavidad.
"Sí, pero ya estás aquí. Estudié mucho para que funcionara." Esa sonrisa no desaprecia de su rostro.
"Alexis." Le repitió y lentamente se levantó de la camilla casi cayéndose en el proceso pero se agarró de su amado.
"Cuidado." Alex lo agarró y lo hizo volver a sentarse en la camilla. "Trabajé mucho para cocer todo tu cuerpo junto y para que cicatrizara aún cuando tu cuerpo ya no funcionaba. No se si todavía todo esté en proceso de cicatrización pero no corramos el riesgos." Hablaba revisando sus manos y rostro para ver si había alguna señal de curación completa.
Luzu tomó el rostro de Alexis y lo hizo mirarle con una expresión que...no se veía contenta. Esto mismo confundió al menor.
"No se supone que esté aquí, Alex. ¿Porqué estoy aquí? ¿Porqué me trajiste de vuelta?" Le preguntaba alzando un poco la voz con algo de desesperación.
"Te traje." Le repitió mirándolo con una expresión inocente. Parecía que no sabía lo que hizo. "No quería que te fueras." Le dijo con obviedad sonriendo un poco. La misma sonrisa fue desapareciendo poco a poco al ver que su amado estaba visiblemente molesto. "¿Qué..qué pasa? ¿Porqué no estás contento?" Murmuró confundido y algo dolido de que el castaño estuviera molesto.
"Lo que hiciste no está bien." Le dijo serio sujetándole los hombros.
"No. Sí lo está." Respondió Alex frunciendo el ceño. "Porque nos amamos y podemos estar juntos."
"Hasta que la muerte nos separe." Le dijo Luzu. "Me lo dijiste una vez. Morí, debes dejarme ir."
"¡Pero te traje de regreso y ahora estás vivo!" Le insistía una vez más pero con desesperación.
"¡¿A qué costo, Quacks?!" Le gritó de vuelta con el ceño fruncido. "¡Me duele todo! Tengo moretones, estoy casi sin color, mis uñas están moradas y me sabe la lengua a sangre." Alzó sus manos mostrándole estas. Estaban pálidas, heridas y visiblemente con puntos por las cocidas con hilo. "Soy un cadaver. ¿Porqué un cadaver quisiera estar vivo?" Le preguntó sin realmente esperar una respuesta.
"Para estar conmigo." Le dijo Alexis con sus ojos llorosos. "Te vez hermoso, yo te veo hermoso."
Pero Luzu suspiró pesado para negar. "No se trata de ti." Le dijo. Nunca pensó decirle esto.
"¡Luzu—" tartamudeó un poco. "¿Es que no quieres estar conmigo?" Preguntó con lágrimas en su rostro. "¿No me amas? ¿Es eso?"
"¡Claro que te amo! ¡Pero estás siendo egoísta!" Le gritó. "¡Estoy sufriendo desde que abrí los ojos! ¡No quiero vivir sufriendo!"
Las palabras de Luzu lo dejaron impactando. Abrió los ojos enormemente y lloró ante todo esto. "No valoras todo lo que hice por ti." Le dijo molesto y triste. "Estudié todo lo que pude. Usé todos mis conocimientos para crear todo lo necesario y traerte de regreso. ¿Y aún así no lo valoras?" Le preguntó llorando.
"No. No lo valoro." Le dijo seco. "Tienes que soltar. Tienes que dejarme ir. Este cuerpo ni siquiera parece que durará tanto tiempo. Con suerte y llega a la semana que viene." Se miró una vez más negando. "¡Ni siquiera puedo mantenerme de pie!" Le dijo con el ceño fruncido.
Alexis negó y retrocedió para ir a mirar a otro lado. Para ser más específicos, miraba aquellos planes y notas marcadas en su pared con hilos rojos. Toda su investigación para nada.
"Alex, te amo. Realmente lo hago. Pero debes dejarme ir." Le pidió con suavidad en su voz. "No quiero vivir sufriendo." El de greñas no lo miraba. "Por favor." Le dijo una vez más esperando convencerlo.
"Yo.." el menor murmuró con las ganas de llorar. Volteó a él y se notaba en su rostro todo lo que sentía. "¿Puedes...quedarte hasta que amanezca?" Le preguntaba entre sollozos. "Es lo único que pido. Por favor, déjame disfrutar una vez más de unas pocas horas contigo...Es todo lo que pido." Murmuró con su nariz roja y sus ojos también por el llanto.
Luzu lo miró cansado. Pero lo amaba y quería complacerle una última vez. "Vale. Hasta que amanezca." Le dijo con una débil sonrisa.
Ese noche se quedaron juntos abrazados sobre aquella camilla. Alexis estaba acostado sobre el pecho de Luzu y le dolía que no podía escuchar su corazón. Claro, estaba más muerto que vivo, básicamente era un zombie.
Cuando el sol comenzó a salir ambos chicos se vieron rodeados de algunas moscas y un olor molesto. El cuerpo de Borja se iba descomponiendo más rápido de lo que creyeron y para cuando ya era el momento donde se debían despedir su cuerpo ya había terminado de "vivir". No logró quedarse hasta el amanecer. Lo último que le dijo a Alex fueron susurros que se perdieron en el aire y que nunca volverían.
"Yo también te amo." Susurró el menor de los dos en respuesta mirando a la nada sin moverse de aquella camilla. Su mejilla seguía contra aquel frío pecho y no pensaba moverse de allí. Perder a tu amor dos veces no era algo que pedirías, podría ser hasta una pesadilla. Él, Alexis, vivió esa misma pesadilla.
Cuando se vió obligado a levantarse le dolió tener que recoger su cuerpo. Pero no fue suficientemente fuerte para tirarlo. En cambio, lo dejó en aquel tanque de agua morada y lo encerró allí. No estaba listo para abandonarlo. Tampoco quería estarlo.
Todo eso pasó por que la empresa nunca se preocupó por su amado. Si no fuera por los experimentos que lo ponían a hacer no hubiera sucedido nada.
[...]
Eran las ocho de la mañana y había un escándalo por todo el laboratorio. ¿La razón? Se había encontrado el cuerpo sin vida de un científico electrónico en uno de los enormes tanques de ácido.
Se revisaron las cámaras y se pudo observar que él mismo se había lanzado. En el suelo se encontró su ID, así supieron quien era y qué ejercía en el laboratorio. Fue frustrante para los altos mandos saber que habían perdido a uno de los mejores científicos electrónicos que tenían. En su oficina se encontró un tanque de agua morada sin nada dentro. En la mesa había un papel y al leerlo decía: "Si no se preocuparon en cuidarlo a él, no van a tener que lidiar conmigo." Nunca supieron a quien se refería.
Alexis no se podía permitir vivir sin Borja y eso quedó muy claro ese día.
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