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El violento dios que la historia olvidó


¡¡FEROCES MÁS ALLÁ DE TODA FEROCIDAD, LA TERCERA RONDA CONTINÚA!!


Mientras el público miraba con asombro el campo de batalla, Göll hacía esfuerzos por contener las lágrimas.

—Yo... yo no sabía... que Qin Shi Huang tenía una historia de origen tan triste...—murmuró.

Brunhild bajó la mirada.

—Resistiendo en un entorno tan extraordinario, expuesto constantemente al odio de otros en un territorio tan hostil y contra un dolor inimaginable, luchando por abrirse camino a través de tantos paisajes infernales, Qin Shi Huang obtuvo el poder de ver los puntos cruciales de chi, es decir, "sus estrellas"—apretó el puño—. Sí... y todo eso fue para cumplir esa promesa que hizo...

Ambos oponentes se miraron frente a frente.

—Me desprecias...—recriminó Poseidón—. ¿Y te declaras a ti mismo el rey más grande?

El emperador se puso en guardia tal y como su madre le había enseñado.

—Eres fuerte, rey de los mares—una sonrisa se apoderó de su rostro—. Pero le hicimos una promesa a alguien en particular de que nos convertiríamos en el mayor rey de todos. Es por eso que no nos podemos permitir perder ante nadie.

Poseidón levantó su lanza, mientras observaba a su oponente con detenimiento.

—YO... NO PUEDO CREER LO QUE ESTOY VIENDO...—anunció Heimdall—. ¡¡¡POSEIDÓN, EL REY DE LOS MARES, HA SIDO LLEVADO CONTRA LAS CUERDAS POR EL REY DE LOS HOMBRES!!

Brunhild se cruzó de brazos y sonrió con suficiencia.

"Hervör Alvitr, la valquiria que se especializa en la defensa y que puede aumentar al máximo el potencial en las artes marciales de Qin Shi Huang"—pensó—. "El poder escondido en sus runas es..."


"HERVÖR ALVITR: ANFITRIÓN GUARDIÁN"


—Hmmm...—Hermes se rascó la barbilla, pensativo—. Así que, una vez que esas balas de aire golpean esas estrellas, el poder de ataque del oponente se ve reducido y sus defensas bajan. Ciertamente es una técnica aterradora. 

—Y debo añadir, todo se debe a su fuerza para recibir ataques—apoyó Zeus—. Es más impresionante de lo que pensaba.

Ares comenzó a sudar a mares. 

—¡¡Zeus...!!

Tomó a Hermes a dos manos por el cuello del saco y comenzó a zarandearlo de un lado a otro.

—¡¡Hermeeeeeeees!! ¡¿No hay nada que Poseidón pueda hacer en contra de esas balas de aire o estréllalas o cómo se digan?!

—Mhm, es muy difícil, me temo—respondió mientras era sacudido violentamente—. Considera esto...

Ares abrió los ojos de par en par y se detuvo en seco al notar el puño de su hermano a milímetros de su barbilla.

—Cuando se trata de un combate, el golpe más aterrador de todos es aquel que no se puede ver—explicó el mensajero—. En otras palabras, un ataque del que el receptor no está consciente.

—¿Oh... oooooh?

—Sin embargo, en el caso de las balas de aire de Qin Shi Huang, uno ni siquiera es capaz de notar cuando le han golpeado—prosiguió—. Y para cuando te has dado cuenta, ya es demasiado tarde, convirtiéndola en una técnica efectivamente inesquivable.

Ares volvió a sacudirlo de arriba a abajo.

—¡¿Q-quieres decir que Poseidón no tiene ninguna oportunidad contra eso?!—chilló—. ¡Pero si él es el tirano de los mares! ¡¡Ha observado cientos y cientos de batallas!!

—Velocidad... experiencia de combate... y quizá poder... en todos esos campos, Poseidón posee superioridad—murmuró Zeus, con los brazos cruzados tras la espalda—. Pero al agotarse a sí mismo mentalmente... y sacrificándose fisicamente... ese humano es capaz de luchar en un terreno bastante parejo con Poseidón.

Se dejó caer pesadamente sobre su trono, exhalando un suspiro.

—Los humanos... realmente son... incomprensibles.

En el campo de batalla, Poseidón miró su mano derecha, cubierta de la sangre que chorreaba desde su estómago.

—Eres fuerte, rey de los hombres—murmuró, cerrando el puño—. Y tienes una promesa por la cual no puedes perder, ya veo... Pero yo sigo siendo un dios, y eso... eso vale más que cualquier promesa hecha a un humano.

Se lanzó de frente a toda velocidad, preparando su lanza para un nuevo ataque.

—¡P-POSEIDÓN VUELVE A TOMAR LA OFENSIVA!

Qin exhaló con fuerza, pero para cuando se dio cuenta, el dios ya no estaba frente a él.

Pronto, se vio rodeado por los reflejos de velocidad de su oponente, que se movían a su alrededor buscando atacar desde su punto ciego.

—¡¡¡E-ESTÁ GIRANDO PARA EVITAR POR COMPLETO LAS BALAS DE AIRE DE QIN!!!

Ares apretó los puños con emoción.

—¡¡Ohhh!! ¡¡¡Ahora ni siquiera necesita verlas!!!

El emperador abrió los ojos de par en par y se agachó justo a tiempo para que la lanza de su oponente pasase a un lado de su cabeza.

Alzó su brazo izquierdo para desviar con su armadura una nueva estocada, y sin dejar de girar sobre sí mismo trató de protegerse del siguiente ataque del dios.

Sin embargo, Poseidón consiguió tomarlo por sorpresa, conectando un poderoso golpe con el lateral de su lanza en el cráneo del humano.

Qin retrocedió tambaleándose y escupiendo sangre, mientas que el tirano de los mares apuntaba su tridente una vez más.

—¡¡Vamoooooooos!!—urgió Ares.

Hermes hizo una mueca.

—Impresionante, Poseidón... sin embargo.

Para cuando el dios lanzó su estocada, Qin ya había exhalado una bala de aire.

El emperador arqueó la espalda para evadir el ataque, con los horcones de su enemigo pasando a centímetros sobre su nariz.

Hermes se cruzó de brazos tras la espalda nuevamente.

—Uno ni siquiera se da cuenta cuando una de las balas de Qin ha impactado—explicó—. Intentar evitar cada una de ellas en mitad del combate, es imposible.

El emperador alzó hasta lo más alto su pierna derecha, siempre mirando a los ojos de su oponente.


¡¡CHI YOU: FORMA ALABARDA!!

¡¡¡ARCO LUNAR DEL TIGRE BLANCO!!!


Qin dejó ir su ataque en la forma de un latigazo. Poseidón alcanzó a duras penas a alzar su brazo izquierdo para defenderse, no obstante, la fuerza del impacto lo mandó a volar varios metros hacia atrás, con sus pies siendo arrastrados por el suelo.

—ÉL... ÉL ES FUERTE... DEMASIADO, INCLUSO—comentó Heimdall—. ¡¡NI SIQUIERA EL MISMÍSIMO REY DE LOS MARES PUEDE DERRIBAR LAS TÉCNICAS SECRETAS DEL REY DE LOS HOMBRES!!

El primer rey exhaló con cansancio, mientras que Poseidón se miraba el brazo herido. Su piel había sido cortada y sus músculos desgarrados.

Aún así, se vio capaz de abrir y cerrar el puño sin demasiados problemas.

—Aunque seas un humano... eres tan noble como un dios—una leve sonrisa apareció en su rostro—. Eres magnífico.

El emperador le sonrió de regreso.

Hǎo!

El público estalló en vítores.

—¡¡Ya lo tienes, Qin Shi Huang!!

—¡¡Acaba con ese dios!!

—¡¡Tú puedes, tú puedes!! ¡Lord Qin!—gritaba un niño de alrededor de siete años—. ¡Asombroso! ¡Ese tipo es muy fuerte! ¿No es así, mamá?

Chun-Yan acarició la cabeza a su hijo.

—Por supuesto que lo es...—sonrió—. Después de todo, él es nuestro rey.

Mientras el emperador se ponía en guardia, Poseidón bajó la mirada hacia las múltiples heridas que adornaban su cuerpo.

—Lo admitiré una vez más, Qin Shi Huang... eres digno de ser rey—anunció—. Y así, responderé como rey de los océanos.

Comenzó a entonar la misma melodía que antes había silbado, y con una cruel sonrisa, empapó su mano con la sangre que brotaba de su piel, utilizándola para echarse el cabello hacia atrás.

Aquella tonada parecía indicar algo, como si en ese momento estuviese haciéndole una promesa a alguien.

Se sacudió el resto de la sangre, se puso en guardia, sus músculos se abultaron y las venas se le hincharon.

—Conoce tu lugar, humano.

Poseidón se transformó en un borrón que atravesó el campo de batalla a toda velocidad.

Qin disparó su bala de aire, pero antes de que esta alcanzase a conectar, una profunda herida ya se había abierto junto al lado izquierdo su cuello.

—TAN... ¡¿TAN RÁPIDO?! ¡¿QUÉ FUE ESO?!—preguntó Heimdall—. ¡¡QIN SHI HUANG FUE ATRAVESADO POR EL TRIDENTE UNA VEZ MÁS!!

El emperador dio un gran salto para intentar retroceder, no obstante, como si de un rayo se tratase, la lanza de su oponente abrió un nuevo corte en el lado derecho de su cabeza.

Encarando las técnicas secretas de Qin Shi Huang, Poseidón sólo estaba interesado en convertir la pelea en una basada en la fuerza pura.

—¡Qué ataque más violento!—se maravilló Ares—. ¡¡Qué velocidad!!

Hermes asintió seriamente con la cabeza.

—Todo lo que ha visto ese humano hasta ahora, no es más que una pizca del verdadero poder de Lord Poseidón—explicó.


LA VERDADERA PROFUNDIDAD DEL DIOS DE LOS OCÉANOS, SIGUE SIENDO UN MISTERIO, INLUSO PARA LOS MISMOS DIOSES.


—Así que la idea de que un humano sondee las profundidades, es inimaginable...

Poseidón sonrió con una retorcida mueca llena de sadismo al tiempo que apuntaba con su lanza.

—Prepárate, rey de los hombres...

Qin se puso en guardia, apretando los dientes por el dolor.

El dios lanzó una nueva estocada, Qin alzó su mano izquierda y se preparó para recibir el golpe.

—Defensa Celestial de...

El tridente del dios pasó a su lado tan rápido que ni siquiera pudo terminar de ejecutar su técnica. Los protectores de uñas de su mano izquierda fueron despedazados en conjunto con sus dedos, y un profundo corte sangrante apareció en su mejilla.

Todo el estadio guardó silencio, mientras el emperador respiraba agitadamente.

Göll apretó los puños con frustración.

—Qin Shi Huang ha sido acorralado—murmuró—. El título de Poseidón como el más temible de los doce dioses del Olimpo no es una exageración...

Brunhild ensombreció la mirada.

—Los doce dioses, ¿eh...? Esta es una buena oportunidad para contártelo.

—¿Cómo...?

—Originalmente, al igual que nosotras, las hermanas valquirias, los dioses del Olimpo eran trece.

Göll abrió los ojos como platos.

—¡¿Eh?! ¡¿Trece dioses?!—preguntó—. ¿Qué quieres decir?

Brunhild soltó una gota de sudor nervioso.

—Entre los trece dioses del Olimpo... uno fue asesinado por Poseidón.

—¡Eh! ¡¡¿Qu-qué?!! ¡¿Un dios... mató a otro?!—chilló la menor de las hermanas—. Es la... primera vez que escucho algo al respecto. ¿Quién era...?

Brunhild endureció su expresión.

—El nombre de ese dios era... Adamas.

Todos y cada uno de los dioses en las gradas que escucharon sus palabras comenzaron a temblar sin poder evitarlo.

Göll se aferró a su hermana.

—Eh... ¿por qué reaccionaron así? ¿Era tan famoso?

—Ahora su nombre es temido. Nadie se atreve a pronunciarlo—explicó Brunhild—. Él fue uno de los dioses que heredaron la sangre del poderoso Cronos... El hermano mayor de Zeus y Poseidón.

Göll empezó a temblar en su sitio.

—Adamas...










En el pasado, un gigantesco barco volador hacía las veces de fortaleza mientras se deslizaba por los cielos.

—¿Ese pedazo de mierda de Zeus gobernará los cielos....?—murmuraba con furia un dios, sentado en su trono de huesos.


UNO DE LOS TRECE DIOSES DEL OLIMPO

"DIOS DE LA CONQUISTA"

ADAMAS


—Él es el más joven... ¡¡No aceptaré eso!!—gruñía—. ¡¿En qué demonios están pensando?!

Después de que Zeus y los demás dioses del Olimpo derrocaran a los titanes, la sucesión que obtuvo Zeus como nuevo soberano del cosmos provocó la ira de Adamas.

En consecuencia, Adamas se rebeló.

Liberó a los gigantes y a los titanes del Tártaro, y doblegó al temible Tifón a su voluntad. Y así se dirigió hacia el Olimpo.


PALACIO DE POSEIDÓN

EL GRAN SALÓN


El tirano de los mares estaba sentado con una pierna cruzada sobre la otra, apoyando la cabeza contra su puño derecho y mirando fríamente en dirección a Adamas, quien le hablaba desde el otro lado de una larga mesa.

—¡¡Ha llegado el momento!!—golpeó violentamente y con emoción—. ¡Ya he conseguido el apoyo de cuarenta y nueve miembros del comité de Zeus! ¡¡Y eso no es todo!! ¡¡Gracias a los esfuerzos de Hermes. Algunos de los dioses prometieron traicionar a Zeus después de mi señal!!

Adamas alzó un dedo y sonrió con crueldad.

—Poseidón, si puedo asegurar tu apoyo... ¡¡El destino de Zeus será sellado!!

Poseidón se mantuvo callado e imperturbable.

Adamas cerró el puño y golpeó la mesa una vez más.

—Ningún hermano debería menospreciar a sus mayores... es sentido común, ¿no crees?—preguntó—. Me apoyarás ¿verdad, Poseidón?

El dios del mar guardó silencio por varios segundos más antes de responder:

—Qué hermano mayor más patético tengo.

Adamas abrió mucho los ojos sorprendido, para luego bajar la mirada con los ojos ensombrecidos.

—Disculpa, no te escuché bien, es una mesa muy larga...—gruñó fríamente—. Poseidón...

Volteó la gigantesca mesa de un golpe y la estrelló contra el muro, reduciéndola a astillas.

Poseidón seguía impasible.

—Vamos, dilo en voz alta—retó Adamas después de haberse levantado de su trono negro—. Para que pueda escuchar lo que dices. Sólo intenta decirlo una vez más.

Entonces, Adama observó a Poseidón con detenimiento: su hermano menor ni siquiera se dignaba a mirarlo a los ojos, veía al suelo con aburrimiento e indiferencia.

—El caso de Zeus es diferente. Y ahora tú también—gruñó—. ¡¿Quién demonios piensan ustedes que soy, pedazos de mierda?! ¡¡MÍRAME A LOS OJOS!! ¡¡SOY MAYOR QUE TÚ!! ¡¡MUÉSTRAME UN POCO DE PUTO RESPETO!!

Poseidón se limitó a levantarse de su asiento y convocar su tridente.

—No necesitamos ejércitos—murmuró—. No necesitamos traicionar. Y no necesitamos apoyo... Así son los dioses. Desde el principio hemos sido seres perfectos. Y aún así...

Se irguió frente a Adamas, viéndose muchísimo más majestuoso e imponente que él.

—Conseguiste deshonrar todo lo que nos representa.

El dios de la conquista empezó a ver en rojo, apretó los dientes y gruñó con ira:

—Tú.... ¡BASTARDO! ¡¡PARECE QUE NECESITAS QUÉ TE PONGA EN TU SITIO!!

Poseidón empezó a silbar aquella vieja melodía.

Adamas no le dio importancia, convocó su guadaña y se puso en posición de ataque.

—¡¡No...—saltó a toda velocidad, mientras se dirigía en un ataque feroz y directo, con la intención de partir a su hermano por la mitad—...TE ATREVAS A MENOSPRECIARME!!

En la fracción de segundo en la que Adamas tardó en cruzar el salón, por su mente pasaron cientos de recuerdos que había compartido con Poseidón.

"¡¡Él siempre ha sido así!!"—pensó iracundo—. "Hasta ahora, ni una sola vez, él jamás... ¡¡ME HA MIRADO A LOS OJOS!!"

—¡MÍRAME! ¡¡MALDICIÓN!!—rugió.

Poseidón alzó la mirada.

Adamas se quedó congelado en el aire.

Ese momento, fue la primera vez en sus vidas en la que sus ojos se encontraron.


POSEIDÓN TOMÓ LA VIDA DE ADAMAS.


El dios de la conquista yacía atravesado de extremo a extremo por el tridente de Poseidón. 

—Posei...—intentó pronunciar, mientras vomitaba sangre a chorros y manchaba el rostro de su hermano con ella.

Con un movimiento del tridente, Adamas salió disparado a toda velocidad. Se estrelló contra un muro y se quedó allí empotrado, en medio de un sangriento cráter.

Poseidón se dio media vuelta y se encaminó hacia la salida.

—Parece que entre nosotros había alguien que no merecía el título de dios—murmuró—. ¿No estás de acuerdo, Hermes?

El dios mensajero se asomó desde atrás de un pilar.

"Qué vista más aguda..."—pensó divertido, mientras se ponía de rodillas.

—En efecto.

Y así fue, como su nombre fue borrado de la historia. Y fue como si en el Olimpo siempre hubiese habido doce dioses.










Ares se rascó la barbilla pensativamente.

—Oh... ya lo recuerdo. Había un rumor que decía que había un traidor entre nosotros...

Hermes alzó la mano.

—Ah, yo era ese traidor.

El dios de la guerra se volvió hacia su hermano, mirándolo en silencio por un momento.

—Tú... ¡¿Qué demonios?! ¡¡Eso podría haber causado un conflicto que hubiese separado los cielos!!

Hermes sonrió inocente.

—Bueno, pensé que podría haber sido bastante interesante.

Zeus soltó una risilla.

—Sí... recuerdo estar muy emocionado por esa idea...

Ares suspiró con cansancio.

—Uggggh... jamás los comprenderé. Aparte de eso... Lord Adamas no era un debilucho. El que pudieran derrotarlo con un sólo golpe...

—Eso no es lo más aterrador—añadió Hermes sombríamente—. Tan pronto como Lord Poseidon lo solicitó. Adamas fue borrado de la historia. No hubo ni una sola objeción. Ni ninguna discusión al respecto. ¿No es eso... muchísimo más aterrador?

Ares tragó saliva.

—En efecto... Por eso él es...


"MÁS DIVINO QUE CUALQUIER OTRO"


—C-CON UNA RÁPIDA ESTOCADA, FINALMENTE POSEIDÓN... ¡¡LOGRÓ ATRAVESAR LA IMPENETRABLE DEFENSA DE QIN SHI HUANG!!

El emperador retrocedió varios pasos, mientras su oponente lo miraba fríamente a los ojos.

—No seas tan arrogante, rey de los hombres.

Los pedazos de armadura que habían caído al suelo se resquebrajaron y se disolvieron en el aire entre destellos de cristal.

—H... ¡¡Hermana Alvitr!!—gritó Göll—. La hermana Alvitr está bien, ¡¿verdad?!

Brunhild comenzó a sudar con nerviosismo.

—Creo que te lo había dicho, Göll—murmuró—. Con los destinos entrelazados, nosotras las valquirias lo ofrecemos todo. Naturalmente... eso viene con un precio.

La décima hermana se proyectó sobre el humano como una imagen de luz verde esmeralda, mirándose los dedos destrozados de la mano izquierda que se deshacían en polvo.

Qin trató de cerrar el puño de su mano herida.

—¿Te encuentras bien, Alvitr?

—N-nada que no pueda manejar...—respondió ella, apretando los dientes.

El primer rey bajó la cabeza.

—Lo lamentamos... es nuestra culpa que te hayan herido.

Alvitr forzó una sonrisa.

—¡Esto no es nada!—exclamó—. Pero... ¿qué hay de ti? ¿Tú estás bien?

El emperador alzó el puño derecho y sonrió con energía.

Mou man tai. Comparado con el dolor de otros, nuestro propio dolor es soportable.

La valquiria le miró con admiración.

—Vaya... no te creo...

En su palco, Brunhild apretaba los puños con furia.

—Esto se ve mal—gruñó—. Parece que se terminó, ¿eh?

Göll le sacudió un brazo.

—¡¿De qué hablas?!

La mayor de las hermanas bajó la mirada.

—Además de que el as bajo la manga de Qin Shi Huang (esas burbujas de aire) fue bloqueado... ahora no tiene la mano izquierda, tampoco puede usar la Defensa Celestial del Fénix. En otras palabras, ya no tiene forma de defenderse contra los ataques del dios.

Poseidón le apuntó a su rival con la lanza y le miró fijamente a los ojos.

—Enorgullécete por haber llegado hasta este punto...

—¡E-EL PODER DE POSEIDÓN ES SOBRECOGEDOR! ¡¡AHORA QIN SHI HUANG NO TIENE FORMA DE VENCERLO!!

El emperador cerró los ojos por un momento mientras formulaba una estrategia.

—Alvitr... si no hacemos algo, no tendremos oportunidad de ganar—dijo—. Creemos que deberíamos apostarlo todo en un sólo ataque.

La valquiria abrió los ojos sorprendida, quedándose en silencio por varios segundos antes de mostrarse furiosa sobre su compañero.

—¡¡Eso fue patético!!—le recriminó—. ¡¡Di lo que quieras alto y claro como un rey!!

El primer emperador bajó la cabeza, con la mirada ensombrecida.

—Qué arrogante de tu parte, nuestra pequeña tomboy...—un desesperado grito lleno de sentimiento escapó de los pulmones de Qin—. ¡Yo quiero ganar, sin importar lo que pase!

La décima hermana le sonrió, tendiéndole la mano.

—¡Lo sé! De verdad, ustedes los reyes... ¡Son muy obstinados!

Los ojos del emperador refulgieron intensamente mientras alzaba su brazo derecho en alto.

"¡¡Permíteme brindarte todo el poder que tengo!!"

Un fulgor verde esmeralda se apoderó de todo el coliseo mientras la armadura del gran emperador se deshacía en tiras de luz y se envolvía alrededor de su brazo hsta concentrarse en su puño.

—¡H-hermana Alvitr!—gritó Göll—. ¡Se está transformando!

—Hervör Alvitr—murmuró Brunhil—. El poder que reside en sus runas es el "Anfitrión Guardián", cuyo significado es...


BRAZOS REFUNDIDOS DEL EMPERADOR

¡¡¡ESPADA DE GOUJIAN SHI HUANG!!!


Göll abrió los ojos de par en par.

—¡¿Una espada?!

—Sí—confirmó su hermana—. La mejor defensa es, por así decirlo... la ofensiva.

El primer emperador sonrió de oreja a oreja, mientras se ponía en guardia una vez más.

—Somos un emperador, rey entre los reyes—exclamó—. ¡Y de lo único que un rey debe enorgullecerse es de proteger a su pueblo!


...

Aquí vamos otra vez.

Poseidón es fuerte, y mucho, el problema es que no sabemos exactamente qué tanto porque nunca peleó con todo en su batalla.

Aún así, el simple hecho de poder romper un arma divina con un golpe nos dice que de hecho es bastante poderoso.

Claro que romper un sable japonés no se compara a romper una armadura cuya valquiria se especializa en la defensa, por eso no hice que Poseidón atravesase el hombro de Qin, como sí hizo Hades.

Me parece que romper los protectores de uñas es suficiente para hacer paralelismo a Poseidón rompiendo el sable de Sasaki, pero no llega a más que eso.

Ahora, esto es importante.

Primero, la armadura de Qin sólo le cubre los hombros, los protectores de uñas y la parte superior de los brazos. Es decir, no es precisamente la cosa más impenetrable del mundo, ya que deja prácticamente todo del pecho para abajo completamente al descubierto.

Segundo, hubo un error de impresión en los capítulos mensuales del final de la séptima ronda, en donde Qin invoca su espada medio porque sí aún teniendo la armadura puesta.

Esto se corrigió en el tomo recopilatorio, en donde efectivamente la armadura desaparece y se refunde para crear la espada.

Porque en la versión original de esta historia me estuve peleando como por una hora con un peleado que no comprendía esto y no entendía cómo Qin podía sufrir daño en los hombros y brazos teniendo la armadura puesta.

Pues fácil... ¡Porque ya no la tenía!

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