Los pasillos de aquella escuela estaban casi vacíos...a excepción de uno en específico.

Por fin, luego de una semana de espera, habían sido publicados los resultados de los exámenes parciales de todos los grados y, por ello, a la hora del recreo, todos los alumnos salieron corriendo y se acumularon frente al tablón donde habían colocado el escalafón.

Angely y su grupo de amigos se habían quedado en una esquina platicando, esperando a que la multitud se disolviera.

No pensaban estar entre empujones para ver una simple nota y la posición que en base a su acumulado habían adquirido en el escalafón.

-¡Ash!¡Estos niños!-el gruñido de SoRa los hizo voltear a verla, percatándose de que tanto ella como JongSan se acercaban a ellos-. Sabía que no irían a merendar por estar al pendiente de esas malditas notas.

-Pero...

-¡Shhh-la joven mujer interrumpió a JaeBun bajo la intensa y burlona mirada de JongSan, quien daba todo de sí para evitar reírse y sólo le extendía a SoRa las bolsas con comida que cargaba en brazos para que se las fuera dando a cada chico.

Debía admitir que SoRa quería tanto a esos niños como si fueran sus propios hijos...y que era una de las tantas cosas que le gustaban de ella y por las que lo tenía a sus pies, casi literalmente.

-Aprovechen que JongSan lo ha pagado todo y coman sus hamburguesas con gusto-a pesar de su sonrisa, la profesora pasó a su típico regaño de madre gruñona, según afirmaban los adolescentes-. Pero nunca más vuelvan a dejar de comer ¿entendido? JongSan no siempre tendrá dinero para comprarles comida fuera del instituto y yo en la próxima no dudaré en jalarlos de las orejas y obligarlos a cuidar de JaeHo en las vacaciones.

-Ese no es un castigo-murmuró HanEul con un puchero mientras abría la bolsa donde estaba su hamburguesa-. JaeJae es un niño muy lindo.

-Entonces los suspenderé en mi asignatura y haré que pasen sus vacaciones asistiendo a repasos para presentar un examen de recuperación.

Los menores se miraron entre sí con miedo y enseguida se sentaron en el suelo para luego sacar su merienda y dar el primer bocado.

SoRa sonrió satisfecha y se dió palmaditas a sí misma en el hombro, sintiendo la risita de JongSan, quien rodeó su cintura con el brazo, "disimuladamente", mientras ambos se arrodillaban para estar casi a la altura de sus menores.

Los susodichos, viendo aquel gesto, no tardaron en mirarlos con sus mejores muecas traviesas.

-Yo apuesto un mes-soltó YoonGi de repente.

-Yo digo que dos-asintió Angely.

-No, no. Tres, que mi tío es lento-afirmó JungKook.

-¿Y qué apostamos?-preguntó ShuHua.

-Pues...quien gane debe recibir lo que quiera de cada uno de nosotros-propuso TaeHyung.

-Nooo-rió HanEul-. Mejor apostemos unos wons cada uno.

-¿Qué cantidad?-curiosa, SoYeon rió.

-Niños, su conversación es muy interesante, pero nosotros queremos enterarnos también-JongSan llamó su atención y ellos sólo se escogieron de hombros.

-Apostamos a ver cuánto tiempo les queda para formalizar-con total calma y serena sonrisa, JaeSang explicó.

Ambos adultos se sonrojaron de momentos y los adolescentes estallaron en risas.

-Yo digo que ya se vieron debajo de las sábanas-rió JiMin.

-Al menos el primer beso ya se lo dieron-asintió HoSeok.

-Y de seguro ya hicieron que sus hijos se conocieran-murmuró JaeBum.

-¡Yah!¡Mocosos irrespetuosos!-pero la exclamación de SoRa sólo los hizo reír-. Voy a pensar muy seriamente eso de ponerlos a hacer ejercicios matemáticos en vacaciones.

La pequeña pelea siguió mientras el grupo de adolescentes comía y se burlaban de sus profesores, pidiendo estos cierto respeto por ser mayores.

-Ya, ya. Dejen de joder ya con el tema-bufó JongSan-. Vayan a ver sus notas de una vez que ya el pasillo está despejado y en unos minutos sonará el timbre.

Dejando los desechos de su merienda en el cesto de basura más cercano, los once se colocaron frente al tablón con sus profesores detrás.

Sólo entonces, los jadeos de la impresión no se hicieron esperar.

-¡Lo hice!¡Lo logré!-Angely daba bronquitos en su lugar. Su alegría era compartida por sus acompañantes-¡Estoy en primer lugar!

Sin haberlo pensado dos veces, se lanzó a los brazos de TaeHyung (quien estaba apenas a un metro de ella) y, siendo su abrazo correspondido, rió cuando el castaño la hizo dar vueltas en el aire.

-¡Me debes un helado, Kim TaeHyung!

El chico le mostró su cuadrada sonrisa devolviéndole sus pies al suelo y apretó sus mejillas una y otra vez.

-Ya sé. Es el precio de quedar en el segundo puesto.

Sacándole la lengua en un aniñado gesto, Angely chilló cuando los brazos de JungKook la envolvieron desde la espalda y la levantaron por su abdomen.

-¡Felicidades, enana!

-¡Yah!¡Enana tu...!

-¡Nuestra An es toda una chica prodigio!-interrumpiendo intencionalmente el improperio que iba a soltar la única pelirroja del grupo, ShuHua también la abrazó.

Pronto, cada uno, incluyendo los mayores, se fueron uniendo al abrazo mientras las felicitaciones hacia Angely llovían.

La sonrisa en los rostros de cada cual habría de volverse imborrable de ahí en lo que quedaba de día.

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Durante la hora de almuerzo, el grupo de amigos estaba reunido, esta vez, en una de las tantas mesas del comedor.

Sin embargo, TaeHyung sólo los había acompañado hasta allí.

-Yo sigo para la biblioteca. Ya saben. Si no termino ese libro entre hoy o mañana, mi abuela me deshereda-con las risas propias y ajenas, palmeó los hombros de Angely y pellizcó su mejilla-. Ve pensando de qué quieres el helado antes de que decida yo.

Los ojos de la pelirroja se ampliaron más de lo natural y negó con la cabeza.

-¡No, no! Después de haberte visto comer jamón con sandía, prefiero ser yo quien elija.

El castaño largó una sonora carcajada y negó con la cabeza.

-Vale-se encogió de hombros-. Nos vemos luego.

Y sin más que un agitar de manos, salió de la cafetería rumbo a la biblioteca.

La mesa no tardó en llenarse de algarabía, incluso luego de que los chicos fueran a buscar sus bandejas, pero de un momento a otro, Angely llevó la vista al bolso donde estaba el recipiente que hacía minutos atrás contenía su almuerzo y de allí sacó aquel cuaderno que siempre guardaba celosamente y llevaba consigo a todas partes.

Sonriendo de lado ante la decoración que ella misma le había hecho a las tapas del cuaderno, se lo llevó al pecho y lo abrazó, sintiendo su corazón latirle desenfrenado, expectante ante lo que estaba a punto de hacer.

Aquel acto, sumado a su silencio, llamó la atención de HanEul, quien con un silbido, silenció la mesa y señaló a Angely, dejando que todas las miradas fueran a ella.

Ella estaba tan roja como su cabello, y no quería alzar la cabeza más allá de sus manos, que abrían su diario en la primera página y la marcaban con un pequeño marcador de papel multicolor.

Suspiró y dejó el librito en el medio de la mesa, siendo JungKook el primero en tomarlo.

Angely escondió su rostro en sus manos, y el resto de las chicas, sumadas a HoSeok y JiMin, le regalaron comprensivas sonrisas, mas fue ShuHua quien se sentó a su lado y la abrazó.

-Está bien, An. Entiendo que debías aprovechar esta oportunidad-incluso si la pelirroja no la veía por tener el rostro oculto en su cuello, ShuHua sonreía-. Me alegra mucho que confíes en nosotros como para revelar tu secreto así.

Amontonados sobre JungKook, YoonGi y JaeBum leyeron aquellas líneas a la vez, siendo el primero quien largó una sonrisa victoriosa.

-¡Lo sabía, carajo!-con un bailecito extraño, se colocó a un lado de Angely y con suavidad la apartó de los brazos de su novia para obligarla a mirarlo, acunando las mejillas ajenas en sus manos, apretándolas ligeramente, provocando que los femeninos labios se abultaran-. Tenía mis sospechas, pero esta mañana me quedaron más claras las cosas. Me sorprende más saber que te compraste un consolador a saber que te gusta TaeHyung.

La pelirroja frunció su ceño y aún con las manos de JungKook presionando sus mejillas, habló:

-Tú y ShuHua se han comprado una sex shop completa y yo no te digo nada.

-¡Yah!¡Pero contigo es distinto!-entre las risas ajenas, JungKook también rió-. A tí te veo como una bebé ¿entiendes? Si mi hermana me confiesa algo como eso, también reaccionaría igual.

-Ahhh. Perdóname, papá, no pensé que la vejez te atacara tan prematuramente-y de nueva cuenta la mesa se llenaba de risas ante los dichos sarcásticos de Angely.

JungKook sólo negó con la cabeza y la abrazó con fuerza.

Se pusieron a platicar acerca de cómo Angely les había contado sus secretos a cada cual y en medio de aquello, JaeBum tomó la palabra, acaparando total atención.

-En lo personal, pienso que sería mejor que tomara más cartas en el asunto. Ahora que son amigos, An puede acercarse más a Tae porque lo conoce.

-¡Genial idea!-asintió JungKook, quien se había negado a dejar de abrazar a Angely, por lo que uno de sus brazos estaban sobre los hombros de la pelirroja y el otro rodeaba los de su novia.

-Pero...

-Tiene que proceder despacio ya que es tímida-apoyó SoYeon, interrumpiendo las palabras de Angely.

-Entonces habría que acudir a un clásico-canturreó ShuHua, señalando a JaeSang, quien sonrió pues había captado la idea de su amiga.

-¡Las cartas del admirador secreto!

-Pueden ser notas también. Hay que hacerlo de manera original ya que se trata de nuestra An-opinó YoonGi.

-¡Que sea una nota de cada color cada día!-sonrió JiMin-. Se las puedo dar.

-Yo tengo muchos plumones y lápices de colores que puede usar para decorar-ofreció HoSeok.

-¡Y yo tengo plumas con brillitos!-rió HanEul.

Angely rió por lo bajo y asintió con la cabeza a todo lo que le decían, tomando ideas.

Se sentía muy afortunada.