—¡Yo no hice nada!—gritó Yoon Gi al anciano—¡Ese niño metió la cabeza en la fuente, se estaba intentando matar! ¡Yo lo salvé!

El rubio decía la verdad, pero parecía ser que no le creían. Eso lo molestaba porque se suponía que el Dr.Kim lo conocía a la perfección como para saber que no era ningún asesino, ni tenía otra intención más que ver fuego a su alrededor.

—Yoon Gi, tranquilízate. Yo nunca dije que hubieras sido tú, ¿está bien?

—¡No, no está bien porque ese niño no dijo nada!—volvió a gritar.

La enfermera a cargo de Jung Kook y la enfermera Tae Yeon estaban presentes.

La rubia estaba molesta porque Yoon Gi se había escapado de su cuarto, por lo demás no lo creía capaz de matar a nadie. Le creía y, trató de convencer a su compañera de que seguro fue un malentendido.

Pero si Kook no hablaba, nada se resolvería.

—Hablaré con Jung Kook—dijo la enfermera a cargo del niño—Estuvo sin decir una palabra, creo que se quedó asustado.

—¡Que diga la verdad!—Yoon Gi se giró para ver a la mujer, casi con lágrimas en los ojos—¡Yo no quise matarlo!

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Jung Kook estaba sentado sobre la cama, mirando sus pies. Los movía de un lado al otro y tarareaba una música que él mismo generó en su mente.

Después del incidente con la fuente, no volvió a decir nada. Se quedó callado porque la voz se lo exigió, si no, le había dicho que lo golpearía fuerte en su cabeza, y Kook no quería eso.

La enfermera Wendy entró a la habitación del niño y se sentó a su lado. Le sonrió amablemente pero Kook sólo la miró asustado.

—Quiero preguntarte una cosa, Jung Kook, ¿puedo?

El niño agachó rápido la cabeza y se quedó esperando a que la voz le dijera que podía.

—Sí, dice que sí...

—Te pregunto a ti, no a él. ¿Es él, verdad?

Kook asintió, ya ignorando a la voz molesta.

Ignorándolo a él.

—Bien, dime. ¿Ese chico rubio que viste en el patio intentó ahogarte?

Sí, no, sí, no...

—N-no—.dijo en voz baja.

—Está bien, sólo era eso—le acarició los cabellos con delicadeza y seguido se levantó —. Yoon Gi estaba muy frustrado por esto. Siento no haberle creído...

—Yoon Gi—repitió Jung Kook  como tratando de grabarse el nombre en su cabeza.

—Sí, Yoon Gi—rio la mujer ya que le parecía enternecedor el cómo lo pronunciaba el niño, con pausas.

Ese chico, del que seguía repitiendo el nombre en su cabeza, lo había salvado de la muerte.

Había pasado por varias cosas parecidas y de todas, salió él mismo, nunca nadie trató de detenerlo. Pero Yoon Gi lo había hecho.

Y si Kook se sentía agradecido, a la par de un poco confuso, quería darle las gracias. Pero, ¿cómo haría eso cuando él lo seguía a todos lados?

¿Y sí lo volvía a incitar a hacer cosas malas?

¿Y si hacía algo al chico que lo salvó?

A veces él desaparecía, pero después volvía en el momento menos esperado y eso, era lo que más temía Jung Kook.