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O6 : solo es instinto y, ¿los pasillos tienen oidos?

Corre tras la omega cuando la reunión ha terminado, es una costumbre que ha adquirido esta última semana, la toma decidida por la muñeca y antes de que alguien lo note se encierra junto a la omega en una de las aulas vacías. Lisa se queja por el agarre y la siente removerse, aunque Rosé no esté siendo bruta, sus manos alfa siempre van a ser un poco más fuertes que las de la omega.

―¿Qué mierda te pasa cabeza de nudo? ―Lisa protesta y la empuja una vez soltó su agarre―. Estás actuando más idiota de lo normal. ―está vez se cruza de brazos y comienza a caminar hacia la puerta.

―¿Por qué no cubriste las marcas? ―su voz sale ronca y espesa, la excitación en esta está comenzando a notarse.

Lisa está estática en su lugar, con la perilla de la puerta en su mano y con sus hombros dolorosamente tensos. Cuando habla no se gira para mirar a Rosé y su capucha aún está puesta, de una forma extraña e incluso se llegan a ver algunas marcas allí. Pero Rosé quiere ver todo de cerca.

―Me quedé dormida. ―no da más explicación que esa, solo un encogimiento de hombros.

―Mentira ―su voz sale en un gruñido y se acerca lentamente a la omega, quien sigue estando estática en su lugar―. Te gusta presumir las marcas de tu alfa.

Las últimas palabras son saboreadas sobre sus labios cerezas y chocan en la oreja de la omega, Rosé está detrás de ella con una de sus manos envolviendo la delicada cintura de la Tailandesa. ¿Y, qué mierda está pasando? Rosé ni siquiera es consciente de algo de esto, es como si la estuviera viendo todo desde una pantalla.

―¿Estás...? ―Lisa destensa sus hombros y se gira para quedar cara a cara. Rosé está a punto de morir por la cercanía―. Ya entendí. ―ella chasquea su lengua en el paladar y tiene esa mirada arrogante―. ¿No conseguiste alguien que te ayude en tu celo y pensaste que yo iba a estar tan desesperada como para ayudarte?

Sus pulmones expulsan aire comprimido cuando es empujada y Lisa se vuelve a cruzar de brazos, su entrecejo está fuertemente fruncido y las feromonas de enojo y confusión están alrededor de ella, nada en comparación a Rosé, quién sin entender cómo, su alfa está terriblemente excitada.

―No, solo quiero acercarme a ti. ―su voz ahora sale lenta y profunda. Lisa entrecierra sus ojos al mirarla.

―Es muy irresponsable de tu parte estar en un lugar público cuando estás a nada de entrar en celo. ―aparta su mirada y cuando Rosé cree que la omega está a punto de irse comienza a buscar algo en su mochila―. Esto lo va retrasar por uno o dos días.

Una pastilla está entre sus delgados dedos, su bonita mano se extiende hacia ella y la alfa siente que lentamente su parte humana vuelve a tomar el control. No debería retrasar su celo, pero el miércoles tiene entrenamiento y no puede faltar porque están cerca de un partido importante. Así que cuando sus dedos se rozan su cuerpo comienza a arder en llamas lentamente, su mano tiembla un poco cuando mete la pastilla en su boca y vuelve a temblar cuando agarra la botella de agua que le está ofreciendo la omega.

―Con respecto a lo del sábado ―la mirada ajena recorre todo su rostro y siente que su rostro arde por eso―, nunca pasó. Estás cerca de tu celo y eres demasiado hormonal. Son solo cosas de las castas y esas mierdas.

Una extraña presión se instala en su pecho, es muy similar a la que se instaló el sábado por la noche cuando la omega la dejó sola en aquel armario y cuando fue a buscarla por toda la fiesta, no la había encontrado. Su alfa se remueve algo inquieta en su interior a pesar de haber tomado una pastilla para calmarla. De todas formas esas mierdas siempre tardan un poco en hacer efecto.

―Sí, lamento si... ―Rosé aclara su garganta, incómoda por toda la situación y desvía su mirada a cualquier otra cosa que no sean esas almendras―. Ya sabes, perdón si te hice sentir incómoda o algo de eso.

―No importa. De todas formas, de nada por la pastilla y el agua, pero necesito mi botella de vuelta. Pa me está esperando afuera. ―Lisa extiende su mano

Pero esta vez sus manos no se tocan y hay un deje de tristeza en todo el cuerpo de la alfa por eso. Lisa se da la vuelta abriendo la puerta en un moviendo fácil y se va, los pasos apresurados de la omega se escuchan en el gran pasillo vacío. Rosé solo necesita respuestas. Sí, solo son las tontas hormonas de su celo y nada más. Ella no siente atracción por la omega, de ninguna forma.

***

Es miércoles y las clases ya han terminado, está parada junto al casillero de JeongGuk mientras este saca sus libros y guarda otros más, las clases de matemáticas son las peores porque el maldito profesor siempre les deja tarea. Aunque en realidad no es muy mala en matemáticas, solo le molesta el hecho de tener que hacer algo después del colegio.

―¿Y luego te fuiste? ―JeongGuk pregunta distraído mientras guarda uno de sus libros de química avanzada―. ¿Y no la besaste?

―¡Kookoo! ―se queja en voz baja, deseando que nadie tenga oídos para esta vergonzosa conversación―. No la iba a besar, es estúpido. Todo esto es estúpido, en realidad.

―No Lisa, no lo es. Te gusta esa idiota desde preescolar más o menos y que no hayas aprovechado la oportunidad de besarla o incluso, besar a la chica más popular de todo el maldito colegio, no es estúpido. ―él se queja en voz baja y rápida, Lisa está con sus ojos en blanco y girándolos sobre su órbita―. Esto es serio.

―No seas idiota, Koo ―se queja y se cruza de brazos, negándose a admitir lo obvio―. Es más que obvio que Rosé está haciendo todo esto por algo más. No soy estúpida a comparación tuya.

―¿Cómo? ―JeongGuk se queja y lleva una de sus manos a su pecho, cierra el casillero con el viento y este hace saltar su sonido, atrayendo las miradas de odio de algunos estudiantes―. Sólo no quieres ver que por una vez en tu vida, la alfa que tanto te gusta te está dando atención y no la estas tomando.

―No. ―niega con su cabeza y mira a los ojos al beta para recalcar su respuesta, hacen una pequeña competencia de miradas hasta que finalmente sus ojos se secan y sale perdedora.

―¡Ja! ―JeongGuk se ríe escandalosamente y comienza a caminar por el pasillo―. ¡Ven idiota!

Comienza a seguir los pasos del beta, ajena a todo lo demás, incluso ajena a que alguien más escuchó su tan discreta conversación. Los pasillos realmente tienen oídos. De todas formas, camina junto al beta quien va sosteniendo sus libros y mira hacia adelante al caminar.

―Recuerda que hoy te quedas hasta después de mi entrenamiento, debes ser una buena omega. ―JeongGuk hace un ruido asqueroso de besos y un extraño sonido de gruñido.

Le pega con su mano abierta en el hombro desestabilizando al beta un poco y ambos ríen por eso, Lisa enserio odia perder en el Mario Kart y sobre todo, odia las tontas apuestas de sus amigos. Hablando de amigos, JiSoo estuvo todo el día perdida y Lisa no necesita adivinar con quién o dónde. Solo tiene las sospechas de que tal vez Jennie envió a Rosé para que de alguna forma lentamente comiencen a llevarse bien.

―Te odio, cara de rata.

―Uy, miren quién habló, la rata apestosa que no se baña. ―JeongGuk habla con sarcasmo y Lisa ríe por eso.

Acompaña a JeongGuk al vestidor y toma los libros de este para luego dirigirse a las gradas, no es realmente una fanática del fútbol americano, pero tiene que cumplir con el reto de sus amigos y alentar a JeongGuk por un tiempo. De todas formas, incluso antes del tonto reto, Lisa siempre apoyaría a JeongGuk en cualquier cosa.

Y nadie tiene que saber que Lisa estuvo más atenta a cierta rubia más que a su amigo beta, Lisa enserio desea que Rosé no se haya acercado a ella con malas intenciones. Aunque le cueste admitirlo, le gusta Rosé desde primer año, pero por motivos obvios y sumado a que Rosé es una idiota, Lisa no deja entrar fácilmente a una alfa a su vida.

***

Su cuerpo estuvo irradiando calor desde ayer por la noche y tiene un sudor frío recorriendo su frente y espalda desde hace unas tres horas, de todas formas agradece que el entrenamiento haya terminado, uno de sus peores entrenamientos de la historia, por cierto.

Su alfa estuvo actuando como una idiota desde que vio a la omega sentada en las gradas junto a un cartel que decía: ‹‹vamos, JeongGuk. Eres asombroso››. Le cuesta mucho admitir que llegó a sentir celos y una rabia recorrer todo su cuerpo. Ni siquiera sabe qué mierda le está pasando.

Bueno, en realidad sí sabe y por eso mismo está buscando a la omega en el vestidor, no es como si la quisiera ver. Para nada. Solo quiere preguntarle si tiene otra de esas pastillas mágicas para poder contener su celo un rato más y poder llegar sana a casa. Recorre con su mirada el lugar hasta que da con la omega, esta está con sus manitos tapando su cara y una sonrisa en sus labios mientras habla con el beta tatuado quien se está cambiando mientras la omega está sentada en uno de los bancos.

―Hola ―la omega para de sonreír cuando escucha su voz y sus manos se aferran más a su rostro―, no estoy desnuda, Lis.

―No me importa y no te creo. ―la chica hace un ruido de pedo y escucha la risa escandalosa del beta a sus espaldas.

―Puedes destaparte la cara Limario, todos estamos con nuestro paquete guardado. ―él habla dulce y en los labios de la omega se comienza a deslizar una pequeña sonrisa.

―Pero si veo un nudo, grito. Estas avisado por Pa Khun si algo como eso pasara Kookoo. ―JeongGuk vuelve a reír y Lisa destapa su cara.

Oh. ―es lo primero que dice la omega al enfocar su vista.

Rosé está por regocijarse es su gloria, solo tiene una toalla por debajo de sus axilas, y sus tonificados brazos, junto a su espalda y todo su pecho húmedo por la lluvia de la ducha, están brillando ante las tenues luces del lugar. Pero todo da un giro de 180° grados cuando ve que la omega está mirando hacia otro lado. Más bien hacia otro alfa. Su mano que está sosteniendo la toalla se aprieta fuertemente y un gruñido amenaza con salir de sus labios.

―No sabía que tenías una cicatriz, JiMin. ―la omega pestañea en cámara lenta hacia el alfa y este está un poco sonrojado.

Oh-... Uhm. ―él asiente torpemente y ve a la omega sonreír más por eso.

―De todas formas se ve linda, pareces un alfa pandillero. ―la omega guiña en dirección al alfa, quien se ruboriza un poco más y sonríe en grande.

―Gracias Lis. ―el alfa está por volver a hablar pero Rosé es más rápida y se pone en el rango de visión de la omega.

―Como sea, necesito tu ayuda en algo. ―Lisa la está mirando a los ojos y no a sus bien proporcionados pechos, frunce su ceño por eso―. Yo también tengo una marca, pero son de nacimiento.

Ah, que bueno. ―la voz de la omega sale aburrida a comparación de su tono cuando hablaba con el otro Park―. ¿Qué quieres?

Rosé frunce más su ceño por eso, de alguna forma su alfa está lloriqueando y pidiendo la atención de la omega, quiere que la mime y le diga lo lindos que son sus dos pezones extra. Quiere que mire su pecho. Simplemente, quiere que la omega la mire.

―Son estas de aquí. ―ignora el hecho de que Lisa la haya esquivado y con su mano libre señala sus dos pezones extra.

―No me importa tu mierda Park, dime qué necesitas. Estoy muy apurada ahora. ―ella está con sus brazos cruzados y sus piernas también, Rosé suspira y se da por vencida.

―¿Tienes otras pastillas? ―rasca su brazo incómoda y escucha a la omega suspirar de una forma exagerada.

―Sí, pero no son para ti. ―ella niega con su cabecita haciendo mover su pelo lacio castaño y se ve adorable.

―¿Y por qué no? ―frunce su ceño. En serio las necesita―. Solo necesito la mitad de una, no es-... ―Lisa la corta antes de que siga hablando.

―Dije que no y punto. No es bueno para ti y tu alfa tomar esas cosas, son solo para emergencias o momentos inoportunos. ―ella sigue con sus brazos fuertemente cruzados y su ceño fruncido. A Rosé se le calienta un poco el pecho al saber que la omega se preocupa por ella.

―De todas formas, no entiendo ni por qué las tienes encima si no me quieres dar una, idiota. ―su tono sale un poco brusco, pero no demasiado como para hacer sentir incómoda a la omega, solo la hace enojar más.

―Tal vez porque mis padres son alfa y porque tengo cuatro malditos hermanos que también lo son, idiota. ―la omega se levanta del banco y comienza a caminar rápidamente hacia fuera de los vestidores.

Rosé se queda ahí parada pensando y analizando todo lo dicho, realmente es estúpida aveces, hacer preguntas tan tontas jamás fue su estilo. JiMin la está quemando con la mirada y JeongGuk está haciendo exactamente lo mismo. Rosé enserio necesita un pequeño respiro.

¡Gracias por leer!

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