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Put me in the sky, my love (15): El partido y la pelea

Cuando llegan, casi todos los asientos del estadio están ocupados, pero sus hermanas les apartaron los mejores lugares, casi al final de todo. Nayeon se sienta entremedio de Jaebeom y Namjoon, hay una melliza en cada punta y Jeongyeon se sienta justo al final de todo, en la parte que da al pasillo. Los gritos de las personas hacen que sus tímpanos se quejen, estuvo dos largos días en su miseria y en completo silencio, maldita sea.

- Pensé que no vendrías, Nay. – Jaebeom le dice y la empuja un poco con su cuerpo. Él tiene un gran moretón en el ojo izquierdo, pero se sigue viendo como un alfa atractivo.

- No iba a hacerlo, solo vine por Sanashi. – sonríe a medias y su vista viaja al campus.

El maldito momento exacto en el que los jugadores salen al campo, Tzuyu está ahí y aún no se siente preparada para verla, pero se recuerda una vez más que está aquí por Sana. La alfa pelinegra es la primera en salir y todas sus jugadoras la siguen, la perra de Chaeyoung también sale, con su maldita sonrisa arrogante. Nayeon quiere arrancarle todos los dientes.

- Son Chaeyoung me cae del asco. – suelta con veneno y hace arcadas forzadas, sus hermanos alfas se tensan en su lugar y sonríe por eso. Bingo.

- ¿Qué te hizo? – Namjoon pregunta con su ceño fruncido y su voz tensa, él sabe. Aunque Nayeon suele quejarse de sus hermanos sobreprotectores, en momentos como estos los ama tanto.

- Ella planeó la tonta apuesta con la idiota de Tzuyu. – escupe entre dientes y guía su mirada hacia Ryujin y Jihyo. – Y siempre se comportó como una maldita idiota conmigo. – hace un puchero y pone ojos de cachorrito. – Me cae mal.

- A mí también entonces. – Jaebeom dice y traga, su mandíbula se tensa y le da una mirada rápida a Namjoon. Ambos asienten y le dan una sonrisa. - ¿Quieres palomitas y algún refresco, Yeon? – asiente, le dio los snacks a las mellizas.

- Sí, por favor. – sonríe y sus ojos se achican a sus costados. Jaebeom se levanta y ni bien se separa de ella, Nam se pega a su costado, justo donde estaba Jae.

- ¿Hicieron un cartel para Sanashi? – grita sobre el ruido a Jeongyeon, el partido está por empezar y todos se alborotan. Ella asiente con una sonrisa.

- Lo tiene tu hermana debajo de su lugar. – apunta con su cabeza a la melliza que está en la punta y ella comienza a pasarle el cartón pintado con corazones, brillos y grandes letras blancas que dicen ¡Vamos, Vamos! ¡Te amo mi princesa Sana!

- Oh Lunas, este es aún peor que los anteriores. – Ríe y los alfas la acompañan. – No quiero levantar esto, joder, que vergüenza.

Pero lo hace, se para de su lugar y mueve el cartel en dirección a Sana, finalmente la encontró entre el mar rojo de jugadoras, está junto a Ryujin y Jihyo. Desde lejos ve cómo las tres ríen y ella mueve el cartel de un lugar a otro, una sonrisa sincera viaja a su rostro por primera vez en días y siente a su omega removerse en su interior y largar feromonas. Mierda, no tomó los inhibidores de olor.

Recorre con su vista la cancha porque su omega se lo exige y no la dejará descansar si no lo hace. Cuando la encuentra, allí parada con su casco puesto y sus jade clavados en ella, traga. Ella está parada junto a la perra de Chaeyoung, aparta la mirada e intenta no llorar, tiene que meterse en la cabeza que está haciendo esto por Sana.

El público se alborota y Jaebeom llega en el momento justo en el que todos comienzan a gritar y a pararse de sus asientos para ver mejor lo que está sucediendo en el campo. Nayeon tiene que pararse sobre la madera de la banca y hacer puntitas para ver lo que pasa. Chou le está pegando a Son, ¿qué carajos?

...

(Pov Tzuyu)

Aún hay moretones en las piernas, brazos y por todas las costillas, pero respirar ya no duele y con cada segundo que pasa la esperanza de poder ver a esa bonita omega de ojos zafiros hace que su alfa se ponga más nerviosa y emocionada, eso también ayuda a que todo lo demás se sane más rápido.

Son las tres y en menos de cinco minutos hay que salir para calentar y entrenar un poco antes de salir a la cancha a jugar, su padre estuvo muy ocupado ayer por la tarde y Tzuyu aún no tuvo la oportunidad de preguntarle cuál fue la reacción de la omega al recibir la tarta, hizo su mayor esfuerzo en decorar la tarta con la masa, moldeando corazones y sonriendo con la ilusión de que Nayeon la perdone, sabe que tiene que hacer más que una tonta tarta.

- ¿La perra de Nayeon aún sigue enojada? – Chaeyoung es la primera maldita idiota en hablarle y le gruñe. - ¡¿Ya oyeron todas?!

Chaeyoung se para encima de uno de los bancos que están en los vestidores y comienza a llamar la atención de todas allí. Tzuyu ni siquiera quiere recorrer el lugar con su vista para no ver las malditas caras de culo de Ryujin, Jihyo y Sana. Algunas que ya están cambiadas para entrenar se paran alrededor de Chaeyoung y rueda sus ojos, malditas idiotas.

- ¡Chou se enamoró de la omega avispona! – grita al aire y todas hacen ruido, parecen un maldito zoológico.

Saca su remera y se queja un poco cuando los moretones se estiran y se quejan, puede ver de reojo la mirada curiosa de Sana y Ryujin. No necesita dar lástima, joder, todas en la maldita escuela saben de la apuesta gracias a la idiota de Chaeyoung.

- ¡Cierra el maldito culo de una vez, joder! – se queja y gruñe en dirección a la alfa. – No es mi maldita culpa que los omegas no quieran contigo porque das asco. – Todas ríen en la habitación y hacen abucheos, quieren una pelea.

Chaeyoung salta del banco y todas hacen un círculo, bien, si quieren una maldita pelea es lo que tendrán. Termina de atar los cordones de sus zapatos de juego y se para del banco. Está por dar el primer golpe cuando el silbato del entrenador hace que todas se pongan rectas y se separen. El rostro de Chaeyoung es de rabia pura, duda mucho que la expresión del suyo sea distinta.

- ¡No son unas malditas niñas peleando por dulces, comportense en mi maldito campo! – El entrenador Jung grita y todas se quedan en silencio. - ¡Ahora salgan todas al campo a entrenar! ¡Ya, ya!

...

Los gritos de todos allí afuera no logran emocionarla más que la idea de poder volver a ver a Nayeon, está deseando tanto que haya asistido. No la vio venir a los vestidores como normalmente lo hace junto a la otra alfa, pero aún así no pierde la esperanza de que haya venido.

Se estira un poco en su lugar para relajar un poco los músculos antes de los golpes, toma su celular entre sus manos y mira el chat de Nayeon, de los miles de mensajes y llamadas que hizo ninguna le llegó a la omega porque debe tener su celular apagado. Si ganan, luego del partido sabe que Nayeon bajará de las gradas a saludar a Sana y a las otras así que espera tener la oportunidad de hablar con ella.

- ¡Todas afuera! – El entrenador grita y sopla el silbato, se escucha a la banda escolar tocar y a las porristas gritar y cantar.

Todas se alinean detrás de ella y se pone su casco antes de salir, toma aire y salta en su lugar antes de finalmente salir. Las luces la ciegan por unos segundos y hay un segundo de silencio que invade todo su cuerpo antes de volver a escuchar todo el alboroto y el apoyo del público.

Corre hacia el lugar de las bancas donde su equipo debe estar y donde se supone deben reunirse a planear antes de salir a la cancha, las otras jugadoras hacen exactamente lo mismo. Se saca su casco y mira hacia las gradas buscando una mata de pelos castaños sedosos, la encuentra sonriente y moviendo un ridículo cartel.

Su alfa se retuerce en su interior y gruñe, celosa porque la omega no está portando un cartel para apoyarla a ella, está furiosa y gruñendo en su interior. Sí, Tzuyu sabe que su alfa es una maldita celosa y posesiva, pero a veces llega a asustarla la manera en la que se encapricha tanto con esa omega.

- Veo que tu omega ya se consiguió a otra. – Chaeyoung dice a su costado con nada más que veneno y burla saliendo de su boca, pero la ignora. Vuelve a ponerse su casco para ver si así molesta menos la estúpida voz.

- ¡Te picó con su aguijón para envenenarte y ahora se consiguió otra víctima! – Yuna, una de las alfas que están en su equipo dice y ríen junto a Chaeyoung.

Su alfa gruñe en su interior y Tzuyu necesita calmarla, no quiere armar un maldito espectáculo. Si lo hace y se pone a pelear con la perra de Chaeyoung, el entrenador podría suspenderla para el partido y no quiere eso porque quiere presumir un poco frente a Nayeon y tener el apoyo de una victoria sobre sus hombros para animarse a hablarle.

- Es una lástima que tú no hayas podido llegar a picarla con tu aguijón. – el maldito tono burlesco a ella y a su alfa la está sacando de sus casillas. - ¿O esa putita se doblegó a ti y dejó que te la follaras como la puta que es?

Bien, eso fue todo, decidió Tzuyu. Chaeyoung se está marchando junto a una pequeña ronda donde hay más jugadoras del equipo, pero antes de que la muy maldita llegue Tzuyu se saca su casco y corre detrás de ella para darle con el casco en la cabeza. Suerte de principiante tiene la otra alfa al tener su casco puesto porque sino Tzuyu la hubiera noqueado. Chaeyoung se gira y Tzuyu le gruñe, sus colmillos están fuera y sus ojos deben estar oscuros porque la mirada de Chaeyoung tiembla por un momento.

Se abalanza contra la infeliz y la toma desde el torso para hacerlas caer a ambas al piso, está encima de ella y antes de pensar correctamente lo que hace toma su casco con ambas manos y comienza a golpear en la cabeza de Son. Su alfa está molesta y quiere sangre, quiere a Chaeyoung muerta. No por nada está intentando romperle el maldito casco para romper su maldita cabeza.

- ¡Maldita idiota! – su alfa habla y le ruge en la cara a Chaeyoung, la otra alfa está asustada y tontamente intenta sacarla de encima suyo. – Muerta. Muerta. No a mi omega.

No sabe qué sucede a su alrededor pero siente que la jalan desde sus brazos y se sacude para zafarse, su alfa quiere a esa maldita muerta, se atrevió a decir cosas humillantes de su omega y peor aún, la sola idea de que esa alfa pudo crear escenarios en los que su omega estaba desnuda dentro de su cabeza, la hace ver más roja. Ruge y se sacude, quiere la cabeza de esa idiota entre sus manos, tuvo mucha mierda esta semana y necesitaba desquitarse.

- ¡Insultó a mi omega! – Grita y gruñe mientras intenta soltar sus brazos. Su alfa se calmó un poco, pero eso no quiere decir que su parte humana no esté enojada.

- ¡Tzuyu, debes calmarte! – Dahyun grita frente a ella e intenta sostener su rostro, pero Tzuyu solo puede ver rojo.

- ¡Saquenla del campo, no puede jugar así! – el entrenador grita y Tzuyu gruñe. Maldita sea, quiere llorar, ni siquiera puede complacer a su alfa en algo tan simple como jugar un partido. - ¡Y que alguien traiga a su omega, joder!

Dahyun ya no está en su rango de visión y lo único que sabe es que están intentando arrastrarla hacia los vestidores, la perra de Chaeyoung está pálida como un maldito palmito y se tambalea en su lugar. Maldita perra, ni siquiera se aguanta una pelea decente de alfas. La llevan a las duchas y la tiran debajo de una ducha para despabilarla, gruñe y golpea su cabeza contra la pared. Su alfa se calma un poco.

Cuando recupera un poco su conciencia y sus colmillos están dentro, cinco jugadoras con caras pálidas y temblando la están rodeando y mirando cuidadosamente. Gruñe bajo y comienza a quitarse el equipo de juego, es un maldito desperdicio que se haya mojado todo, le costará la maldita vida hacer que se sequen. Las alfas entienden que ya está más calmada y la dejan sola.

Sale de las duchas con solo una toalla cubriendo su cuerpo y puede escuchar los gritos fuera, el partido habrá empezado hace unos minutos y ella está aquí como una maldita idiota. Se sienta a un lado de su bolso y recarga su cabeza entre sus manos, tira del pelo de su nuca y cierra sus ojos. Escucha algunas voces y ruidos de pasos y gruñe, no quiere que la molesten.

- ¡Quiero estar sola, joder! – grita, los pasos y voces se detienen, pero un olor celestial llega a sus fosas nasales y se levanta de un salto. - ¿Nay?

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