- ¡Mamá! - Jungkook grita ni bien cierra la puerta. Sube las escaleras y corre hacia la habitación de su madre. - ¡Mamá!

La omega que está sentada en un sillón en su balcón tiembla ante el grito del susto y vuelca un poco del té que estaba bebiendo sobre el pequeño platillo. Ella se gira, lo mira con sus ojos de madre preocupada y recorre todo su rostro.

- ¿Pasó algo cachorro? - ella pregunta cuidadosamente y Jungkook solo quiere patalear como un cachorro caprichoso.

- ¡Sí! - se cruza de brazos y se acerca a la pequeña mesita de madera que tiene una bandeja llena de frutas y tostadas, toma una servilleta de papel y se la entrega a la omega mayor. - ¿Por qué no me lo dijiste?

- ¿Qué cosa cachorro? - ella frunce su ceño y deja el platillo con la tacita de té en la mesita mientras seca con la servilleta. - No entiendo de qué me estas hablando, cariño.

- ¡Casi haces que corteje a un omega y ni siquiera lo sabía! - exclama y se tira en el pequeño sillón que está frente a su madre, se cruza de brazos.

La omega lo mira cuidadosamente y le recorre el rostro con su mirada café, una sonrisa se expande por su rostro y finalmente una risa acompaña la sonrisa.

- ¿No lo sabías? - ella ríe y niega con su cabeza, lleva una mano a su pecho para contenerse. - Ese omega estaba tan preocupado por ti cuando te trajo que creí que eran pareja.

- ¡Nunca me enseñaron como cortejar apropiadamente! - echa su cabeza para atrás y el silencio de su madre lo preocupa.

- Bueno... nunca preguntaste, cariño. - ella sonríe suavemente y su mirada es cálida, tan gentil y materna como siempre lo ha sido. - Sólo pensé que un pequeño empujón podría ayudar al asunto, pero veo que las cosas no salieron como yo esperaba.

- No...solo...- Jungkook suspira y esconde su rostro entre sus manos. - Es complicado mamá. Taehyung y yo ni siquiera somos amigos. Dudo mucho que si quiera le caiga bien al omega.

- ¿Entonces si te gusta? - Jungkook niega efusivamente con su cabeza y su madre se para del sofá.

Ella se sienta en el brazo del pequeño sofá y soba su espalda. Jungkook no tiene rostro ni corazón para decirle a su madre que Taehyung solo es parte de una estúpida apuesta. Una apuesta que ya ni sentido tiene si se detiene a pensarlo correctamente. Si analiza las cosas correctamente, el único idiota que está cayendo enamorado es él mismo.

- Bueno, no puedo negarte que es muy bonito y que huele bien. - Jungkook se encoge de hombros y sonríe tímidamente. Su madre le pega en el hombro.

- ¡Yo no te enseñé eso Jeon! - su madre tiene el ceño fruncido y su tono es duro, sabe que lo está regañando. - Estoy muy segura que ese jovencito es mucho más que cosas superficiales. Estoy segura de que tu alfa lo habrá reclamado como pareja.

- ¿Qué? - Jungkook se para del pequeño sillón y mira a su madre horrorizado. - No. Y no. Definitivamente no. - su madre se cruza de brazos y rueda los ojos.

- ¿Entonces piensas que yo soy sorda o que las paredes de esta casa no son como de papel? - Jungkook enrojece y su madre sonríe malvadamente. - ¡Tuve dos cachorros y los conozco perfectamente! Estuviste llorando por ese omega durante todo tu celo.

- ¡Mentira! - Jungkook enrojece más y se cruza de brazos, esquiva la mirada de su madre.- Solo eran las hormonas del celo.

- ¡No te atrevas a mentirme en la cara! - su madre se queja, su ceño está fruncido y tiene una mirada de preocupación. Ella suspira y se para a abrazarlo. - Sé lo que mis ojos vieron y ese jovencito estaba tan preocupado por ti cuando te trajo y cuando tu alfa obedeció al omega, a su omega, no podía creer que mi hijo ya había encontrado a su destinado.

Jungkook solo decide suspirar y darle la razón a su madre. No quiere darle vueltas al asunto y explicarle algo que para ella no tendría sentido. Así que solo la abraza y luego de una pequeña charla y consejos vergonzosos para no tener cachorros, se encierra en su habitación a pensar. Su cabeza da vueltas y su alfa está tan inquieto dentro suyo.

   
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Rueda en su cama y suspira, necesita hacer lo posible para que la apuesta funcione y pueda sacarse el omega de la cabeza. So-hee es la indicada, se dice una y otra vez. Solo está confundido porque estaba cerca de su celo y porque acaba de terminar su celo, así que solo es una reacción completamente normal hacia otro omega de parte de su alfa.

De todas formas, tiene que pensar en una forma de acercarse más al omega y aunque hoy hizo un pequeño avance, todo se derrumbó cuando los alfas de la casa corrieron a proteger al pequeño omega. De solo pensar qué le podrían hacer cuando se enteren de la idiotez que está tramando, lo hace tener nauseas y hace que su alfa se ponga en alerta.

Debe llamar a Jimin, está muy seguro que Jimin tendrá la idea perfecta para poder avanzar en la apuesta. Ahora no es que solo quiera ganar la apuesta. Necesita hacerlo para demostrarle a su alfa que solo está confundido y que So-hee sigue siendo una buena omega.

- ¿Hola? - Jimin contesta su llamada y Jungkook frunce su ceño ante la voz que se escucha de fondo. - Sí, lo siento cariño... dame un momento.

- ¿Jimin? - su ceño se frunce más cuando lo que se escucha parece ser un beso. - ¿Estás ocupado?

- Sí...no, no. - el alfa suspira y se escucha como una puerta es cerrada. - lo siento, estaba con...

- ¿Con tu misterioso enamorado? - pregunta juguetón y no tiene que ser adivino para saber que su amigo alfa debe estar sonrojado. - Perdón si interrumpo algo, pero necesito preguntarte algo muy importante.

- Sí, lo que sea. - Jimin se aclara la garganta y Jungkook da un largo suspiro antes de hablar.

- ¿Qué crees que debería hacer para acercarme más al omega? - se escucha un quejido de parte de Jimin y ahora debe estar frunciendo su ceño.

- ¿Sigues con esa idiotez, Jungkook? - Jungkook se hunde más en su cama, sabe que Jimin está a punto de regañarlo. - Sinceramente ya me parece innecesario todo esto y si solo lo haces porque quieres demostrarle algún punto a Jihyung, es peor aún.

- No, yo... lo sé. - Jungkook suspira y se revuelca en su miseria contra las frazadas de su cama. - Solo...solo quiero terminar la apuesta justamente para todos y quiero llevar al baile a So-hee.

- Si es que ella acepta. - Jimin se queja y suspira. - Mira, no te prometo nada de parte de ella y jamás la obligaría a hacer nada. Así que por eso mismo esta apuesta me sigue pareciendo estúpido.

- Entonces no necesito tu ayuda Jimin. Muchas gracias por nada. - Jungkook corta la llamada antes de que su amigo alfa le conteste.

Genial. Magnífico. Ahora está en el mismo lugar que antes, sin ni una ayuda para poder acercarse más al omega de ojos marrón claro. Se vuelve a revolcar en su miseria y se levanta para comer algo, necesita recobrar fuerzas para pensar correctamente.

Es cuando le da el primer mordisco a su sándwich y su madre le está hablando de la maravillosa velada que tendrán hoy en la noche con su padre que hace que una gran idea llegue a su cerebro. Una cena. Llevará a Taehyung a una cita romántica en el restaurante del padre de Jimin y así hará que se enamore perdidamente de él. Después de todo, ¿Quién no le gusta comer gratuitamente?

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Es sábado por la mañana y aunque normalmente suele levantarse los sábados a una hora temprana para entrenar, por algún motivo esta vez le costó mucho hacerlo. Su alfa está nervioso e inquieto, no para de lloriquear y largar pequeños aullidos, Jungkook necesita un respiro de todo esto, necesita acabar con esto antes de que lo acabe a él.

Sube a su auto y lo enciende, en la radio suena alguna canción de su banda favorita y sonríe ante la melodiosa y tranquilizadora voz de Steve. Golpea el volante y mueve su cabeza siguiendo el ritmo de la canción, toma el camino más largo para llegar a su destino, deseando con sus entrañas nunca llegar para ahorrarse el momento vergonzoso.

Pero cuando gira en la esquina y toma la dirección correcta su alfa vuelve a preocuparse dentro de su pecho y Jungkook quiere golpearse la maldita cabeza contra el estúpido volante. Apaga el auto y con un gran suspiro decide abrir la puerta y bajarse. Caminar hacia la puerta de esa casa sigue pareciendo una muerte segura, toca y espera a que la puerta sea abierta.

- Tu alfa viene a buscarte panquesito. - el beta que está frente suyo canturrea hacia un costado y Jungkook se hunde en su desgracia cuando su alfa quiere gruñir y saltar feliz.

- No soy su alfa. - El beta que está frente suyo rueda sus ojos, está sosteniendo la puerta con una de sus manos y tiene medio cuerpo apoyado en la madera. - ¿Podría pasar?

- Jungkook, sinceramente y desde mi humilde opinión, no creo que quieras entrar a una casa donde seis alfas están listos para atacarte. - él habla con sarcasmo y tiene una mano apoyada en el pecho, demostrando falsa preocupación.

- ¡Yo no tengo ningún alfa, Hoseok! - la voz de Tae resuena desde el living y el beta se traga una risa. - ¡Quien quiera que sea dile que se vaya!

- Ese es tu boleto para irte, Jungkook. - el beta habla con arrogancia y está a punto de cerrarle la puerta en la cara, cuando lo frena con una de sus manos alfa en la madera.

- Dile que quiero hablar con él. - su voz sale ronca, es casi un gruñido y el beta frunce el ceño. No parece afectado, más bien parece ofendido.

- No te atrevas a gruñirme maldito infeliz. Ni siquiera sabes coordinar conmigo en el maldito equipo, ni mucho menos te sabes mi nombre. - el beta le hace frente y hace amague para cerrar la puerta.

Está a punto de responder con un gruñido y de tirar al beta al suelo por comportarse como un maldito dramático, pero un Taehyung con una falda rosa pastel y un crop top negro aparece en su rango de visión. Se desconcentra con la visión divina, el omega también lleva su ceño fruncido, un puchero suave y bonito adornando sus finos y delicados labios, su cabello está algo revuelto y aplastado, ni hablar de esas preciosas pequitas.

- ¿Puedes terminar de hacer lo que estés haciendo idiota y venir a acurrucarte al sofá? - él está cruzado de brazos y aún no nota su presencia.

- Primero dile a tu alfa que se largue. - el beta habla entre dientes y cuando Tae frunce más su ceño en cuando decide mirarlo.

- ¡Yo te dije que no juegues con eso, Jung! - Tae tiene las mejillas tan sonrojadas como un adorable tomatito y sin darse cuenta una sonrisa se desliza por sus labios.

- Hola, Taehyung. - su voz sale algo ronca y ahora el beta lo está mirando incrédulo.

- Como sea, me voy a acurrucar con Jungwon y Yoongi. - el beta se va con su ceño fuertemente fruncido y pisadas pesadas.

- ¿Acurrucarse no es algo íntimo entre parejas? - su ceño está fruncido y la mirada del omega es de confusión.

- No es algo malo en realidad, a mi omega le gusta ser algo mimoso. No está mal acurrucarte mientras no se marquen con el aroma, mis padres y hermanas lo hacen porque son familia. - Tae es cuidadoso con sus palabras y su ceño está suavemente fruncido, es como si no quisiera alarmarlo.

- Si lo pones así...supongo que no está mal.- sí lo está, su alfa gruñe dentro suyo y aclara su garganta. - Como sea, venía a...yo...

- ¿Si? - Tae sonríe y se encoge en su lugar tímidamente, lo mira bajo sus bonitas pestañas. - Si quieres disculparte por lo de ayer, no hace falta en realidad. Fue de muy poca educación lo que hicieron...

- No...- niega y sonríe suavemente. Lleva una de sus manos a su nuca para rascar aunque no tenga comezón, Taehyung lo pone tan nervioso por algún estúpido motivo.- En realidad, quería invitarte a salir...

- ¿En qué sentido? - Tae frunce su ceño, su aroma a cerezas se vuelve un poco más dulce y agrio a la vez, denota sus nervios.

- Como, salir de...- suspira y mira a los bonitos ojos del omega. - ¿una cita?

- ¿Una cita? - Tae pregunta con incredibilidad e inclina un poco su cabeza hacia un costado. Jungkook clava por un instante su mirada en la bonita curvatura del cuello omega. - Mejor digamos que es una salido entre ¿amigos?

- Eh... sí...- asiente distraídamente y pestañea para salir de su trance y disparar su mirada a otro lado. - ¿Hoy por la noche está bien?

Esta vez su mirada viaja al suelo, pero estúpidamente sus ojos alfa empiezan a recorrer aquellas bonitas y suaves piernas. La piel se va ilegalmente suave, tiene el color de un caramelo, tan dorada. Taehyung en general es lindo y dorado, como el sol, muy cálido. No. Sacude su cabeza para despejar sus estúpidos pensamientos, solo son cosas tontas de su ¿post-celo?

- Sí, ven por mí a las siete. - sube su mirada en el momento exacto en el que él omega sonríe genuinamente con una sonrisa que trae arruguitas a los costados de sus bonitos ojos. - Dame tu celular, guardaré mi número.

- Oh, sí. - asiente torpemente al omega y saca su celular de uno de los bolsillos de sus jeans.

Cuando le entrega el aparato sus dedos se rozan por un instante y sus estómago se da vuelta, su alfa aúlla como si estuviera en celo y sonríe por inercia, sus hoyuelos hacen presencia y mira al omega mientras guarda su número en su celular.

- Bueno, nos vemos dentro de unas horas, Jeon. - Tae sonríe suavemente y se acerca a él.

Jungkook contiene la respiración por la sorpresa, Taehyung hace puntitas con sus suaves pantuflas de conejitos mientras lo abraza. Uno de sus bracitos está en su cuello y otro debajo de su brazo, antes de que Tae se separe Jungkook lo envuelve con sus brazos y le da un suave apretón.

Él se va a su casa deseando que la cena salga malditamente bien y que todo esto acabe de una jodida vez, aunque una gran parte suya quiere que la cercanía con el omega jamás acabe.

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