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ꕤ「capitulo 13」


Narra Jungkook

Es cuando está cerrando su casillero con un ruido horrendo y su concentración en cualquier cosa que no sea a su alrededor, tal vez por eso su alfa no lo vio venir porque en cualquier otro momento hubiera sentido el olor a alfa pura, tan fuerte y molesto.

Un puño choca contra su estómago y una patada lo sigue, justo detrás de sus rodillas, el golpe lo tira al suelo donde queda arrodillado. Está preparado para pelear y romperle la cara al maldito idiota que se atrevió a faltarle el respeto, es el maldito capitán del equipo de fútbol, no un simple alfa. Pero toda su convicción de atacar a su oponente se estanca en su garganta y se clava en su pecho y estómago como una daga.

- ¿Pensaste que te dejaría descansar en paz pedazo de mierda? - La alfa rubia dice, Jungkook no recuerda su nombre, pero sabe perfectamente quién es. Esos ojos marrones claros son inigualables. - ¿Pensaste que podrías jugar con mi hermano y vivir para contarlo?

La alfa rubia está acompañada de otra de las hermanas de Taehyung. No sabe cuantos años se lleven entre ellas, pero sabe perfectamente que, al menos, la mayor de ellas es menor que Taehyung por un año. Y aun así tiene las malditas pelotas para golpear a un alfa mayor que ella, en músculo y edad. Jungkook respeta eso y también sabe que se merece esto.

- Lo siento. - solo se limita a decir, está tan arrepentido. Su pecho duele y su alfa extraña tanto a su omega.

- ¿Qué lo sientes dices? - lo otra alfa, la más joven y castaña escupe y le pisa la mano al hablar. Jungkook gruñe y quita su mano rápidamente por el dolor. - Debiste pensarlo mejor, imbécil.

Y eso es todo, antes de cerrar sus ojos y esperar los golpes. Eventualmente llegan y son patadas muy duras para ser alfas tan jóvenes, pero es entendible son dos hijas de espermas unidos de alfas en un óvulo, ellas son alfas puras y están enojadas. Muy enojadas con Jungkook, pero no las culpa porque sabe que de alguna forma se lo merece. Así que se achica en el lugar.

Ayer cuando Taehyung se escapó con la lluvia y el viento dentro del auto de Hoseok, su pecho se achicó en dolor y su alfa lo estuvo regañando y odiando desde el primer momento que sintió apenas el leve olor a tristeza que largaba el omega. Minutos antes, su alfa lo felicitaba por la mejor decisión que había tomado y luego toda esa felicidad se convirtió en enojo y gruñidos.

Lo habían discutido con su alfa la noche anterior a eso, luego de ver a Taehyung siendo simplemente... Taehyung, el omega más hermoso, carismático, sarcástico, inteligente y todos los malditos sinónimos de perfección. Su alfa lo terminó de convencer. Más bien, Tae en skate lo terminó de convencer, Tae enganchando su pequeño y delicado brazo omega debajo del suyo y agarrándolo de su fornida cintura para no dejarlo caer mientras le enseñaba a como patinar lo hizo caer y clavarse allí. Taehyung se clavó en su pecho como una daga, pero de la forma más sana y linda posible.

- ¡¿Pero qué está pasando aquí?! - Jungkook reconoce esa voz, entre medio de todos los gritos de abucheos y gruñidos, sabe quién es. - ¡Chicos ayúdenme a sacar a Jungkook!

Jimin y alguno de sus compañeros de equipo le gruñen a las alfas y entre golpes y más rugidos y gruñidos lo sacan. Su cabeza cuelga hacia atrás mientras lo arrastran hacia enfermería. La forma en la que las hermanas de Taehyung lo miran hace que su dolor se expanda más. Debió haber roto la apuesta con Jihyung en otro maldito lugar, suspira con cansancio mientras sujeta sus costillas.

   

 
- ¡Oh, mi cachorro! - su madre llega hasta él y se deja caer a su lado mientras le sostiene el rostro con ambas manos para inspeccionarlo. - ¿Qué sucedió, Kook? - el tono de preocupación de su madre hace que su pecho duela más.

Ella se mete en dirección a firmar unos papeles y sale echando humos del lugar, está muy seguro de que el director le contó que lo atacaron y su madre preguntará, ¿por qué? y ¿Quiénes fueron?, no se siente listo para contestar esas preguntas. Así que cuando su madre lo ayuda a levantarlo y pasa su brazo por encima de los hombros de su madre, hace el mayor esfuerzo para que su madre no tenga que cargar con todo su peso.

- Te llevaré a casa cachorro, verás que para mañana ya estarás mucho mejor. - aunque su olor a omega preocupada sea muy presente, la sonrisa maternal que le regala hace que se convenza un poco de eso.

El camino a casa hace que su pecho se hunda más y su lobo se sienta más inquieto, quiere pedirle a su madre que cambie de rumbo y lo lleve a la casa del omega más bonito de toda esta maldita ciudad. Quiere disculparse y si es necesario dejarse golpear por todos esos alfas por ser un maldito idiota, pero la realidad es que su llanto nubla su vista y sus sollozos forman el nudo más doloroso en su garganta. Lo arruinó todo.

- Ow, cachorro, ya estas en casa, no debes preocuparte. Todo estará bien. - su madre dice y baja rápidamente del auto para abrirle la puerta del copilo. - Ayúdame a sacarte, cariño.

Desde aquella vez que era niño y se rompió su pierna jugando en el árbol de la casa de sus abuelos es que no se le hacía tan jodidamente difícil subir las escaleras de su casa, aunque tiene a su madre a un costado ella no hace que sea imposible que cada respiración que da sea una golpiza directa a sus costillas. Finalmente, ella lo acuesta en su cama y lo ayuda a sacarse los pantalones y las zapatillas.

- Voy a hacerte sopa y a traerte algo para el dolor. También te haré paños en los moretones, no te duermas aún. - la omega sale de su habitación guiada por la preocupación materna y con el sonido de los pasos apresurados en los escalones hunde más su cabeza en su miseria.

No es necesario que sea la persona más inteligente para saber que es un completo idiota y que arruinó todo con Taehyung. Nunca debió aceptar esa ridícula y estúpida apuesta, pero de no haberla aceptado tampoco nunca se hubiera acercado al omega. Nunca se hubiera enamorado de su aroma, sus ojos tan azules, la forma en la que muerde un poco el lápiz al pensar.

Esa forma tan ridícula y poco correcta de escupir y hablar al comer, en como saca la lengua con toda la comida masticada y hace que todos se quejen. Su sonrisa que cubre tímidamente detrás de sus manitos tan delicadas y bonitas y su risa, joder su risa hace que su alfa y su alma se sienten en paz a admirarlo. Ama tanto la forma en la que esas bonitas arruguitas se forman cuando ríe.

- Hey, cachorrito, no llores. - su madre se sienta con cuidado a su costado y deja un vaso con agua en su mesa de noche. - Tu reputación de alfa no se arruinó, lo prometo. - dice con un todo divertido, ella sonríe cálidamente mientras peina sus rizos húmedos por el llanto fuera de su rostro.

- No es eso...- niega y más lágrimas calientes salen. - Yo...lo arruine y él ahora no me querrá.

- ¿Qué? ¿De quién hablas cachorro? - una luz de entendimiento ilumina el rostro de su madre. - ¿Hablas de aquel lindo omega, hijo? - el tono de su madre es cuidadoso y Jungkook ya no quiere mentir, no importa si su madre lo juzga. Solo quiere que lo entiendan por ser un idiota.

- Yo...- aparta la mirada de su madre y se hace bolita de costado, no puede verla a la cara para contarle semejante idiotez. - Hice una apuesta con los chicos de que lo enamoraría y luego lo invitaría al baile para dejarlo plantado. Yo...yo ganaría quedarme con una omega, si ella me dejaría, y...

- Toda salió mal y te enamoraste de él. - su madre lo corta y el asiente hundido en su miseria. Ella no dice nada más por un rato y solo se limita a suspirar. Jungkook entiende si su madre ahora lo odia.

- Lo siento. - susurra y solloza, su alfa aúlla. - Sé que no me enseñaste a ser así, no me diste esos valores. Lo siento mucho mamá.

El cálido cuerpo de su madre se hunde en la cama junto a él y lo abraza por la espalda, lo arrulla mientras acaricia sus brazos y canta una canción de cuna con su garganta. Sus ojos comienzan a pesar y lo último que siente es un beso de su madre en su coronilla, tal como cuando era niño y se lastimaba.

   


 
Narra Jimin, después de la salida de Jungkook.

- ¡No quiero esto! - Yoongi grita y tiene los ojos nublados al hablar. - ¡Me mentiste y no solo a mí! ¡Rompiste mi confianza!

- No, Yoonie, déjame explicarte. - dice y lo toma por los hombros, no puede permitirse perder a este alfa. Yoongi es tan hermoso y dulce.

Están en los vestidores, no hay nadie porque no es día de practicas y porque es el primer receso de clases, todos deben estar en el comedor, pero ellos están aquí. Suspira y recorre con su mirada el bonito rostro del alfa, no puede perder a Yoongi, Yoongi es el alfa perfecto y la persona más dulce, comprensiva y amable que jamás en su vida conoció.

- Ya no quiero que sigamos juntos, Jimin. - detiene sus movimientos y aprieta levemente su agarre en los bonitos y levemente marcados brazos del alfa azabache. - No quiero estar contigo, no así. No de esta forma, ocultándonos y peor aún, con un maldito mentiroso.

- No, no bebé. - intenta llevarlo a su pecho pero él forcejea y se suelta de su agarre, se cruza de brazos y agacha su cabeza impidiéndole ver esos bonitos ojos color avellana. - Juro que todo esto fue un maldito mal entendido, te lo puedo explicar, te lo juro. Por la Luna, Yoongi, te amo tanto. No me dejes.

Sus ojos se nublan y al pestañar siente las primeras lágrimas. Es un maldito cobarde, lo sabe, pero salir con sus padres fue un paso muy grande y fue tan hermoso que lo hayan apoyado y lo siguieran amando tal como es. Pero es tan distinto con la maldita escuela, todos son unos malditos idiotas y tiene tanto miedo que los del equipo se sientan con el derecho de hacerle algo a su alfa o a él. Tiene tanto miedo de ser rechazado por todos.

- ¿Qué me puedes explicar? - Yoongi lo mira con enojo y gruñe al hablar. - ¡Hiciste que mi mejor amigo salga lastimado por una maldita apuesta y ni siquiera tienes las pelotas para tomar mi maldita mano frente a todo ese par de inútiles!

Solo se limita a tragar y a no ponerse duro ante la forma tan caliente en la que se ve Yoongi cuando se enoja. No, mierda. - Su alfa lo regaña por pensar en cogerse a este bonito alfa de pómulos afilados. No es el maldito momento, están literalmente terminando.

- ¡Lo siento joder! ¡No sabía de qué otra forma conectar contigo! - Escupe y abre sus ojos ante su confesión. Joder, cuando creyó que no podría arruinarlo más.

- ¡¿De qué mierda estás hablando, Jimin?!- Yoongi se gira justo cuando comienza a irse. Bien, tendrá que hacer su maldita confesión.

- Es... es que... es complicado. - suspira y toma aire. Mierda.- Tu en serio me gustabas y mi alfa se sentía tan atraído a ti, cuando supimos que eras un alfa nos sentimos algo decepcionados, pero no nos importó mucho. - su mirada se clava en el rostro confuso del alfa frente a él.

- No estoy entendiendo. - Yoongi niega levemente con su cabeza y pestañea como un bonito cachorro perdido.

- Cuando Jihyung propuso hacer una apuesta mi cerebro se iluminó e hicimos que todo se pusiera en marcha con mi alfa. Al principio no nos importaba nada más que estar cerca de ti, pero luego la culpa comenzó a cavar lentamente. - suspira y se sienta en la banca que está frente a los casilleros. - Joder, me gustabas tanto que no pensaba en las malditas consecuencias y como conozco a Jungkook, sabía que él iba a recapacitar. Lo que no tuve en cuenta es que el día que todo se puso en marcha, iba a ser el mismo día que nos juntarían a hacer un maldito proyecto.

- ¡¿Podrías ser más preciso, Jimin?! - Min le grita y está apretando sus manos a los costados.

- Lo cosa es que, yo sabía que Jungkook no tendría las pelotas para acercarse solo a Taehyung y me pediría ayuda, entonces con la excusa de que Jungkook quería conocer más a Taehyung tal vez yo podría hablarte a ti y preguntarte. - suspira y recorre el rostro del alfa.

Yoongi lo está mirando fijamente, pero su mirada parece perdida a la vez, demasiado sumido en sus pensamientos. Joder, Jimin lo entiende si en este maldito momento el alfa quiere golpearlo, pero no quiere perderlo. Lo ama tanto, tanto.

- Pudiste venir a saludar como lo haría cualquier otro ser humano, maldito idiota. - Es lo último que dice antes de irse y dejarlo con toda su mierda y sus lágrimas.

Mierda, Jungkook lo matará, si es que no muere antes por su maldito corazón roto y su alfa aullando y llamando a su pareja.

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