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✧c.-074

N/A: Amo la breve pero intensa amistad que tienen Jungkook y Jimin en este fic xD

Cap dedicado a LITTLEKIMKTH ♡♡

Hoy os recomiendo 'Nervous' de Crying City, muy probablemente este sea el mejor Descubrimiento Semanal de todo el año.

[...]

"¿A dónde vas tan temprano?"

Jimin quiso saber, sentado en el sofá viendo como Jungkook se movía por toda la sala, agarrando sus cosas.

Era martes por la mañana, por lo que el pelinaranja, quién aún se quedaba allí con él tras su ruptura, estaba sorprendido de verle tan ajetreado en su día libre.

"A la agencia." Respondió, ocasionando que Jimin frunciera el ceño.

"¿Y eso? Pensaba que hoy era tu día libre."

"Sí, pero esta noche se celebra el evento benéfico que TaeHyung ha estado preparando durante todo el mes, así que quiero ir con él para hacerle compañía. Esto es muy importanre para él."

"Ow..." Canturreaba, sus ojos brillando exageradamente mientras se acomodaba en el sofá. "Qué atento y detallista eres con tu novio."

El azabache soltó una risita.

"Ojalá fueras así con todo el mundo." Terminó, burlándose.

Jungkook, habiéndose movido a espaldas del sofá para buscar las llaves de su coche, golpeó la nuca de Jimin, quién inmediatamente se quejó.

"¡Oye!"

"Llevas casi una semana viviendo en mi apartamento, comiéndote mi comida y vaciándome el champú, creo que soy muy buen amigo."

"Hm, bueno..." Encogiéndose de hombros, Jimin se mostró dubitativo. "Esa es tu opinión."

Jungkook asestó un segundo golpe en su nuca. "Vete de mi casa."

Y, en esa ocasión, Jimin rio a todo pulmón, no creyendo en la posibilidad de que el azabache pudiera echarle.

"Ya, claro, como si fueras capaz de echa..." Fue a decir, cuando un montón de ropa le cayó encima. Su propia ropa. Sucia. Aquello lo alarmó. "¡Eh! ¡Oye!"

"Fuera."

En cuanto Jungkook señaló la puerta, alejándose para terminar de agarrar sus cosas, Jimin se puso en pie y correteó tras él, sosteniéndole del brazo en un intento por evitar que hiciera otro movimiento.

"Vamos, hombre... Sabes que sólo estoy bromeando." Dijo, una risita nerviosa abandonando sus labios cuando los ojos ajenos fueron a parar hacia él. "Eres el mejor amigo del mundo, no hay otro como yo."

El azabache levantó las cejas. "Oh, ¿de verdad lo dices?"

"¡P-Por supuesto! Me has acogido en tu casa sin poner pegas, eres mi paño de lágrimas cada vez que tengo una crisis y he vaciado tu nevera... ¿Qué clase de mal amigo haría eso?"

"No lo sé, dímelo tú." Jeon se encogió de hombros. "Eres quién me ha acusado."

"Sólo bromeaba..."

"Hm, ya veo."

Casi desesperado, viéndose con un pie en la calle y temiendo estar solo, Jimin se aferró aún más a su brazo. Aquello extrañó a Jungkook, creyendo que ambos estaban participando en la misma broma, hasta que el pelinaranja se mostró horrorizado.

"Jimin, ¿hay alguna razón por la que no quieras volver a casa?"

"No, no, claro que no..." De inmediato negó, aunque Jeon sabía que no estaba diciendo toda la verdad, por lo que se puso repentinamente serio.

"Jimin."

Entonces, Jimin, tragando saliva con dificultad, se preparó para soltar lo que había estado callando durante días. Sintiéndose más nervioso de lo que pensaba y más humillado de lo que debería. Jungkook, expectante, se cruzó de brazos.

"Ese chico no sólo me fue infiel con más de veinte personas..." Comenzó, jugueteando con sus manos, el reflejo de la vergüenza reflejándose en su rostro. "También se ha metido a la fuerza en mi apartamento y no me deja entrar. Creo que me ha robado."

Jungkook frunció el ceño. "¿Disculpa? ¿Estás hablando en serio?"

"Más en serio de lo que me gustaría, sí."

"¿Y por qué cojones no has dicho nada antes?"

"No- no lo sé..." Murmuró, cohibido. "Supongo que me siendo demasiado avergonzado por no haber visto nada de esto venir. Se ha reído de mí en mi cara, Jungkook. Me ha humillado."

Bufando, el azabache apretó los dientes, una rabia inmensa apoderándose de él. Si que alguien le pusiera los cuernos a su mejor amigo (o a cualquiera de ellos), era insultante para Jungkook, todo lo que aquel imbécil le había hecho a Jimin estaba consiguiendo que se transformara en un tipo de persona completamente diferente a la que solía ser.

"¿Ese desgraciado está ahora mismo en tu casa?"

"Sí... Todavía no me atrevo a llamar a la policía, siento que también se van a reír en mi cara luego de culparme por ser tan gilipollas." Respondió. "¿Por qué?"

Jungkook agarró las llaves del coche. "Voy a hacerle una visita."

"¡¿Qué?!" Chillaba Jimin, sus ojos ampliándose, totalmente alerta. Tan pronto como vio a Jungkook alejarse, fue tras él. "No, no, Jungkook, espera."

"No espero, ese inútil me va a escuchar."

Viendo la determinación de su amigo, Jimin suspiró, siguiéndole de cerca hasta la puerta, sosteniéndole el brazo cuando llegaron hasta ella. No podía dejar que se marchara.

"¿Y qué hay de TaeHyung? ¿Vas a dejarle solo?" Quiso saber, usando a la pareja del azabache como su mejor recurso y sabiendo que había funcionado en cuanto este le observó, su mandíbula aún tensa. "Dijiste que esto es muy importante para él y querías hacerle compañía."

"Puedo hacerlo en cuanto despeje tu casa de ratas, no te preocupes."

"¿Qué?" Confundido al no haber dado en el clavo tanto como creía, fue tomado por sorpresa tras aquella contestación. "No, no, no es necesario, de verdad. Puedes ir con él, Jungkook, te necesita. Debe estar tan nervioso..."

Los ojos de Jungkook se pusieron en blanco casi automáticamente. "Jimin, no estamos hablando del mismo TaeHyung."

"B-Bueno, pero sabes a lo que me refiero. Él no te dejó solo el día que inaugurasteis el refugio, así que tenlo como tu prioridad ahora mismo. Mi casa puede esperar..." Dijo. Luego, puso mirada de cachorro, aquella que había adoptado de su mejor amigo. "¿O tantas ganas tienes de que me vaya?"

"Buen truco." Señaló, impasible. "Pero es mío, así que no funciona. De todos modos, tienes razón, no quiero dejar a TaeHyung solo con todo el tema del evento."

Finalmente, Jimin sintió en sus carnes lo que era la satisfacción más pura, esbozando una sonrisa gigantesca. "Bien dicho."

Hasta que Jungkook volvió a tomar la palabra, claro.

"Llamaré a Namjoon y Hoseok para que vayan a tu casa."

"¡¿Qué?!"

Y, seguido de aquello, el azabache abrió la puerta. "Les diré que te avisen en cuanto tengan noticias de ese cenutrio que elegiste como media naranja. Tienes más toallas en los cajones del baño, puedes usar mi ropa y pedir comida a domicilio si quieres. Te diría que te sientas como en casa, pero eso ya lo hiciste hace mucho tiempo." Dijo, Jimin se sonrojó. "Nos vemos mañana."

"P-Pero, Jungkook..."

La puerta se cerró en su rostro, no teniendo posibilidad alguna de hablar.

Jungkook salió de casa a toda prisa, entrando en su coche tan pronto como lo desbloqueó y dejó escapar un suspiro. Casi sentía que Jimin era como su hijo, algo que ni siquiera Sunwoo, un niño de por sí, le había hecho sentir antes.

De inmediato, buscó entre los contactos de su teléfono el número de Namjoon, pulsando el botón de mensaje y escribiendo con rapidez.

Jungkook:

El ex novio infiel, desgraciado y rancio de Jimin no sólo le ha puesto los cuernos con media isla del Animal Crossing (el sobrino de TaeHyung juega mucho a esto), si no que también se ha acoplado en su casa y no le deja entrar.

Llama a Hoseok y mirad si podéis hacer algo para sacarlo de allí. Ya me diréis qué tal.

[Enviado a las 10:54]

Luego, saliendo de aquel chat, fue directamente al único que tenía fijado: el de TaeHyung, quien le había respondido al mensaje que anteriormente había enviado.

Jungkook:

¿Cómo va todo por allí?

[Enviado a las 08:35]

¿A qué hora empieza el desfile?

TaeHyung:

Estoy en la oficina ahora mismo por una reunión, Daehwi está allí encargándose de todo, yo me acercaré en un par de horas para ver cómo van.

¿Tú cómo estás pasando el día libre? ¿Bien? Descansa mucho por mí, haz el favor.

[Enviado a las 09:04]

Ah, y empieza a las seis de la tarde. Tienes un sitio asegurado junto al mío, por si quieres venir.

[Enviado a las 09:10]

Y ese 'por si quieres venir' tómatelo como una orden, porque tienes que estar allí sin falta. Tengo una sorpresa para ti.

[Enviado a las 09:13]

Esbozando una pequeña sonrisita, se mordió el labio inferior, tecleando en respuesta. No tenía ni idea de cuál sería aquella sorpresa, pero encontró que realmente era lo que menos importaba.

Jungkook:

¿Aún sigues en la empresa?

[Enviado a las 11:57]

Antes de siquiera esperar su mensaje, Jungkook arrancó el coche, conduciendo hasta la agencia, porque faltaba poco para que TaeHyung se marchara rumbo al desfile. Para su suerte, el trabajo no le quedaba muy lejos de casa, llegando en quince diez minutos como máximo.

Entonces, cuando su coche se detuvo justo en la puerta, la pantalla se le iluminó, el número de TaeHyung apareciendo en ella a modo de mensaje.

TaeHyung:

Justo voy saliendo, ¿por qué?

[Enviado a las 12:08]

Sin siquiera tener oportunidad de poner los dedos sobre la pantalla, TaeHyung salió por la puerta principal, con su atención fija en el teléfono y una pequeña sonrisa en los labios. Si no estuvieran mensajeándose mutuamente y fueran pareja, Jungkook asumiría que estaría hablando con alguien muy especial. Pero sabiendo que se trataba de él, podía confirmarlo.

Pulsando el claxon, hizo que TaeHyung levantara la mirada, paseándola por los alrededores, confundido, hasta dar con su coche. Entonces, aquella sonrisa tímida se agrandó, comenzando a caminar hacia él mientras reía.

"¡¿Qué haces aquí?!" Dijo, agachándose a la altura de la ventana. Jungkook bajó esta.

"Vengo a asegurarme de que mi jefe no esté solito en un día tan especial como hoy. Quería hacerle compañía."

TaeHyung rio más fuerte. "Ow..." Canturreó, acercándose para besarle en los labios. "¿Quién será ese jefe tan afortunado?"

"Pues espero que uno lo suficientemente bueno como para acompañarme a almorzar algo, antes de irnos a revisar cómo está yendo la preparación del evento, porque no he desayunado."

"¿Nada de nada?"

"Nada de nada." Respondió, negando con un puchero. "Me levanté temprano esta mañana para abrir el refugio, ya que hoy llegaban dos camadas nuevas y tenía que prepararles las habitaciones. Apenas me dio tiempo de desayunar... Llegué con el tiempo justo."

"Vaya, hombre... Y luego me regañas a mí por ir sin desayunar."

"Bueno, es que yo no he estado al borde del infarto, permíteme que te lo recuerde, TaeHyung."

Kim frunció los labios, adoptando una expresión ofendida.

"No, no te lo permito." Dijo, mientras se dirigía a la puerta del copiloto, adentrándose en el coche y tomando asiento. El azabache soltó una carcajada.

"¿Vas a venir conmigo a almorzar?"

"Tú eliges el sitio."

Sonriente, Jungkook se inclinó para besar su mejilla.

Tardaron aproximadamente media hora en llegar al lugar que Jungkook había elegido para almorzar juntos, este notando la inquietud de TaeHyung durante todo el trayecto, queriendo decir algo al respecto, pero no siendo capaz debido a que pasó la gran parte de él al teléfono, preguntándole a Daehwi cómo iban las cosas por allí.

TaeHyung no parecía estar nervioso por el desfile como tal, ya que hablaba calmadamente y reía, ni siquiera demostrando tener ninguna preocupación, siendo eso lo que más extrañaba a Jungkook, quien no podía entender qué era lo que estaba mal con él.

Una vez sentados en la mesa, frente a frente, toda la atención del castaño estaba única y exclusivamente en Jungkook, mirándole con los ojos brillantes.

"¿En serio? ¿El idiota ese se ha adueñado de la casa de Jimin?" Cuestionó, viéndose incrédulo.

Tenía las manos unidas bajo la barbilla, soportando el peso de su cabeza. Jungkook asintió, soltando un suspiro, mientras le daba un sorbo a su vaso de agua.

"Sí, como lo oyes... No tiene suficiente con ponerle los cuernos, también quiere quedarse con su casa."

"Pero eso es ilegal, ¿por qué no ha llamado a la policía?"

"Le da vergüenza." Respondió, encogiéndose de hombros. "Teme salir aún más humillado de un error que él ni siquiera ha cometido. Un pensamiento que me hierve la sangre, pero en el fondo entiendo."

"Sí, por desgracia yo también..." La boca del castaño se torció. "¿Y qué tiene pensado hacer?"

"Él nada, sólo autocompadecerse de lo que le ha tocado vivir y evitar sacar la cabeza del cascarón por un tiempo."

Asintiendo, TaeHyung frunció los labios esta vez. "Apuesto a que tú no piensas quedarte de brazos cruzados, ¿verdad?"

Una sonrisa iluminó el rostro de Jungkook, riéndose entre dientes, visiblemente orgulloso por lo poco que necesitaba abrir la boca, antes de que TaeHyung supiera con exactitud lo que iba a decir. Era como un don que sólo él había logrado perfeccionar. Y eso a Jungkook, al igual que ponía sus vellos de punta, le encantaba.

"Efectivamente. Mi idea era presentarme en casa de Jimin y darle un pequeño toque de atención a ese ser, pero como tenía otros planes ya pensados, he tenido que avisar a Namjoon y Hoseok para que se encarguen ellos. Son igual de eficientes que yo, así que no estoy preocupado."

Por apenas un segundo, TaeHyung se vio horrorizado, casi atragantándose con el agua que estaba bebiendo.

"¿Qué...?" Balbuceaba.

Él parpadeó, abriendo y cerrando la boca sin saber muy bien qué decir. Jungkook no pensó que necesitaría ser demasiado específico, pero apostaba que el tono utilizado a la hora de explicarse no había sido muy tranquilizador, por lo que se apresuró en aclarar.

"TaeHyung, no somos un grupo de matones, sólo van a darle un aviso."

"Ya, bueno... Es que lo has dicho de una forma..." Se excusó. El azabache rio.

"Vamos, tú has visto a Namjoon, mide como dos metros y sin sonreír parece un cura del Vaticano, eso asusta a cualquiera. El inútil ese saldrá por patas en cuanto se presenten allí."

Siendo TaeHyung quien soltase una carcajada esta vez, negó al mismo tiempo. "Sí, eso es cierto, no creo que vayan a necesitar hacer mucho más que quedarse de pie frente a la puerta."

"Exacto. Y eso porque no voy yo, que si no..."

"Tendría que recogerte al cuartel de la cárcel." Acabó la frase por él. Jungkook bufó.

"Y dale... Que no soy ningún delincuente, TaeHyung, ¿por quién me tomas?"

"Por alguien que haría cualquier cosa para defender a las personas que le importan. Y no me molesta, para tu información, te recogería encantado."

Entonces, Jeon frunció el ceño, extrañado. "Ah, ¿no te importa?"

"Qué va, yo haría lo mismo, sólo que de manera silenciosa. El caos que causé para averiguar de dónde salió el video de Bible es la principal prueba de ello. Hicimos soltar las alarmas, pero nadie se enteró."

"Tienes razón... O sea que, ¿me sacarías de la cárcel?"

El castaño puso los ojos en blanco, como si aquella pregunta formulada por alguien cuya mirada brillaba más que las estrellas, hubiese sido casi ofensiva.

"Reventaste mi coche y en lugar de llevarte a juicio te metí en mi despacho, seguidamente en mi cama y ahora estamos saliendo... ¿De verdad necesitas una respuesta a esa pregunta?" Dijo, sonando casi obvio. "Lo haría, sí, pero tampoco hace falta que lo demuestre, así que estate quietecito."

Jungkook rio, asintiendo. "Mensaje captado, descuida."

"Así me gusta."

"Por cierto, ¿qué es eso que te tiene tan alterado? Pensé que el desfile estaba yendo bien, ¿acaso algo va mal?"

Dándole otro sorbo a su vaso, TaeHyung se aclaró la garganta, tomándose su tiempo en contestar.

"El desfile va tal y cómo lo planeamos, eso no me preocupa."

"¿Entonces?"

"Pues se trata de tu sorpresa, en realidad." Admitió, vaciando sus pulmones y esbozando una pequeña sonrisita cuando el camarero llegó a la mesa con sus respectivos platos. "Gracias."

"Gracias." Jungkook repitió, asintiendo a modo de agradecimiento. Luego, se enfocó en TaeHyung de nuevo. "¿Mi sorpresa? ¿Por qué te pondría nervioso?"

Encogiéndose de hombros, frunció los labios. "Hm, bueno... Van dos sorpresas fallidas y ambas en menos de veinticuatro horas, yo diría que incluso en un plazo de treinta minutos... Creo que tengo motivos para estar nervioso, mucho más si es algo bastante elaborado e importante."

"¿Elaborado e importante?" Cuestionó, levantando las cejas. "¿Vas a pedirme matrimonio?"

"Dios, no. Tengo veintitrés años, ni de broma me quiero casar." Dijo, soltando una risita nerviosa que Jungkook secundó. "No, no tiene nada que ver con eso... Pero es especial para mí y creo que también lo será para ti, es por eso que estoy algo intranquilo."

"¿Crees que no me va a gustar?"

El castaño negó. "Sé que te va a gustar, y como no sea así, te arranco los huevos. Eso no me preocupa."

Volviendo a reír, un suspiro brotó de los labios de Jungkook. "¿Entonces?"

"Entonces nada, estoy intranquilo y ya. Si te respondo al porqué, terminaría dándote una pista y con lo inteligente que eres cuando te conviene, saldría perdiendo yo con la tercera sorpresa fallida. No me voy a arriesgar."

Concluyendo la conversación allí, TaeHyung comenzó a degustar su plato, mientras Jungkook se encogió de hombros, encontrando que no podía decir nada a su favor, pues estaba en lo cierto.

"Bien pensado..."

"Lo sé."

"Aunque soy inteligente todo el tiempo, no sólo cuando me conviene."

"Eso también lo sé, pero tu pequeño cerebro trabajaría de más intentando averiguar cuál sería la sorpresa y eso no te conviene. Piensa en una posible hernia intracraneal... No sobrevivirías."

Jungkook soltó una carcajada. "¿Eso siquiera existe?"

"Ni idea, pero espero que no."

"¿Y qué te hace pensar que mi cerebro trabajaría de más por una sorpresa?"

Como respuesta, TaeHyung sintió que bastaba con mirarle teniendo las cejas alzadas, sin embargo, su lado sumergido levemente en el egocentrismo, tuvo la necesidad de añadir:

"Porque se trata de mí, Jungkook, por favor... Soy capaz de controlarte la mente, si quiero."

"Oh, ¿de verdad lo crees?" Cuestionó, su comisura ladeándose.

"No lo creo, lo sé. Y afortunadamente para ti, no quiero."

Él asintió, suspirando como si estuviera aliviado. "Qué bien, menos mal... Estoy libre de peligro, entonces."

Sonriente, la mirada del castaño se volvió oscura, lujuria pura brillando en ellos. Jungkook sentía que se había adueñado de la situación, hasta que algo se presionó contra su entrepierna por debajo de la mesa, ni siquiera necesitando mirar bajo el mantel para saber que se trataba del pie ajeno. Cuando le observó, casi atragantándose, este negó.

"No, no lo estás."

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