✧c.-068
N/A: Capítulo corto, pero que no falla en hacerme soltar alguna que otra lágrima (me he dado cuenta de que últimamente estoy más sensible de lo normal... Debe ser por el cambio de horario, seguro) muy tonta xD
Cap dedicado a onlyvnte ♡♡
Hoy os recomiendo 'SATELLITE' de Koste, una canción demasiado bonita. Esta semana mi Descubrimiento Semanal y yo estamos en sintonía y eso me hace muy feliz.
[...]
El viernes por la tarde, a un día de la apertura oficial del refugio, Jungkook y algunos de los voluntarios se encontraban remodelando las habitaciones para todos los animales que llegarían esa misma noche, queriendo hacerlas lo más cómodas y sencillas posible.
Jungkook se había mantenido ocupado (o al menos lo había intentado) las últimas dos semanas, haciendo todo lo posible por trabajar la mente para no pensar en TaeHyung. Y, sin embargo, él era todo en lo que terminaba pensando al final del día, cuando llegaba a su apartamento solo, vacío, sin nadie con quien despertar a la mañana siguiente. TaeHyung le había jodido el corazón y la cabeza completamente. Pero aún así, no hacía más que echarle de menos.
"Creo que deberíamos poner esas mantas allí." Escuchó la voz cercana de Namjoon, hablando con uno de los voluntarios. "Así estarán más calentitos cuando lleguen."
"Sí, yo también lo pienso, pero creo que es un lugar demasiado pequeño para la camada, ¿no te parece? Son perros grandes."
"Tienes razón..." Murmuró, apretando los labios.
Suspirando, Jungkook se acercó a ellos. "Esa será la habitación de Rudy, una galgo embarazada. Seokjin y yo la hemos preparado especialmente para ella."
"Oh... Se pondrá de parto pronto, ¿verdad?"
"Eso parece, sí."
"¡Hombre! Pero mirad quiénes han venido." Namjoon exclamó, con la mirada fija en la espalda de Jungkook.
Girándose de inmediato, vio a Jimin y Yoongi bajarse de una camioneta. Ambos sonrieron mientras se acercaban, el pelinaranja pasando junto a Jungkook y palmeando su hombro a modo de saludo.
"¿Qué hacéis aquí?"
"Venimos a ayudar. Un pajarito nos ha dicho que estáis desbordados y necesitáis un par de manos extras."
"Pues como sean del tamaño de las vuestras, no vamos a avanzar mucho." Se burlaba Jungkook, siendo prontamente fulminado por Jimin.
Jimin apretó los labios con fuerza, dándole un golpe en el estómago. Jungkook se quejó en voz baja.
"Eso por tonto." Señaló, sin dejar de fulminarle.
Yoongi aprovechó su distracción y que estaba de espaldas a él para golpearle la nuca. De inmediato, el azabache se giró.
"Y eso por doblemente tonto."
"Bueno, ¿en qué podemos ayudar?" Jimin quiso saber, frotándose las manos.
"Venid conmigo, os voy a ir enseñando un poco cómo está quedando el refugio mientras que Jungkook termina de organizar cajas."
"Perfecto. Hoseok estará al llegar." Avisaba Yoongi, dirigiéndose al azabache. "Lo más probable es que necesite ayuda para aparcar."
Asintiendo, Jungkook se agachó para agarrar una caja llena de pienso especial para cachorros. "Vale, estaré atento."
"Id vosotros, yo os busco ahora, necesito hablar sobre algo con Jungkook."
"Vale."
Yoongi siguió a Namjoon al interior del refugio, mientras que él se quedaba con Jungkook en el exterior, quien comenzó a almacenar todos los suministros que faltaban por etiquetar.
"¿Cómo te sientes?" Quiso saber Jimin.
El azabache se encogió de hombros. "Bien. Con mucho trabajo."
No podía negar que estaba agotado, habían sido dos semanas de mucho trabajo y esfuerzo por llevar un negocio tan grande e importante adelante, con ayuda mínima y muchísimos contratiempos. Sin embargo, se sentía sumamente orgulloso de lo que tanto Namjoon como él habían logrado juntos.
Hacía menos de un año, Jungkook veía todo esto como algo lejano, imposible. Y ahora estaba guardando cajas con suministros para cachorros que llegarían en pocas horas. Se sentía flotando en una nube.
"¿Y con respecto a TaeHyung?"
"Trato de no pensar mucho en eso, la verdad."
Jimin asintió. "Lo entiendo... Sólo preguntaba porque creo que hay algo que deberías saber."
"¿Qué cosa?"
"Hoseok está ahora mismo reunido con TaeHyung. Le llamó hace unos días porque está organizando un desfile benéfico o algo así, y necesita a alguien que se encargue de la barra de bebidas."
Asintiendo, el azabache masticó su labio superior, tratando de no verse afectado.
"Hm, ya veo..."
"TaeHyung dijo que pensó en Hoseok porque sabía que si tú hubieses estado cerca lo habrías recomendado. Quiso tenerlo en cuenta."
Jungkook intentó duramente mostrarse impasible, pero no pudo conseguirlo cuando Jimin mencionó aquello. Su corazón dio un vuelco terrible en el que casi se le salía del pecho. Él suspiró.
"Qué bien... Me alegro mucho por Hoseok. Seguro que es una gran oportunidad."
Estando de acuerdo, Jimin simplemente sonrió, entendiendo que Jungkook no quería seguir hablando de ello.
"Sí, claro." Asentía. "Bueno, te dejo que sigas con el trabajo, voy a por Yoongi y Namjoon, a ver en qué puedo ayudar."
"De acuerdo, Jimin, gracias."
Una vez el pelinaranja se marchó, Jungkook quedó completamente a solas, soltando un suspiro.
"Oye, Jungkook." La voz de Marco, uno de los voluntarios, sonó a sus espaldas. Él se giró. "Hay un señor fuera preguntando por ti."
Él se aguantó una carcajada, asintiendo. Ese debía ser Hoseok.
"En seguida voy, Marco, gracias."
"Un placer."
Marco se alejó por donde había venido, volviendo a dejarle allí solo. Jungkook rio para sí mismo, negando antes de salir al exterior. No quería estar en la piel de Hoseok y que alguien se refiriera a él como 'señor' teniendo apenas veinticinco años. Debía ser un golpe duro.
En cuanto llegó a las afueras del refugio, buscó a su amigo con la mirada, no viéndolo por ninguna parte, así que frunció el ceño. Debía estar merodeando por los alrededores.
"Qué sitio tan bonito." La voz de alguien increíblemente conocido sonó a sus espaldas. "Se nota que hay mucho tiempo invertido."
Jungkook frunció el ceño nada más reconocerla, girándose para ver al hombre que se dirigía a él.
"¿Papá? ¿Qué haces tú aquí?"
"He venido a ver cómo le va a mí hijo." Explicó, encogiéndose de hombros. "Eres el único del que no sé nada."
"¿Cómo sabías que el refugio estaba aquí?" Quiso saber, no cabiendo en su sorpresa.
Nunca había mencionado nada acerca de la dirección del refugio cerca de sus padres, además de haber sido bastante claro con Jungwon y Yoona, no queriendo que ninguno de los dos dijese algo al respecto. Quería que sus padres se mantuviesen al margen.
"Soy tu padre, Jungkook. Yo lo sé todo."
Poniendo los ojos en blanco, dejó escapar un suspiro ante su evidente tono jocoso. Claramente no estaba para sus bromas.
"Papá..."
El hombre dio un par de pasos hacia delante, escondiendo las manos en los bolsillos de su abrigo y aclarándose la garganta. Su expresión cambió a una más seria.
"En realidad, he venido para hablar contigo."
"¿Para hablar sobre qué?"
"Sobre todo." Respondió. "Lo creas o no, me preocupo por ti todos los días."
Un bufido abandonó los labios del azabache por segunda vez. "Ya, claro..."
"Hablo en serio, Jungkook. Sé que todavía estás enfadado conmigo por haberte obligado a trabajar de algo que no te gusta para nada, pero lo hice por tu bien."
"Eso ya me da igual, papá." Murmuró, negando con la cabeza. "Querías librarte de mí y lo conseguiste, enhorabuena."
"Si quisiera librarme de ti nunca hubieras nacido, en primer lugar."
"Ya..."
Su padre chasqueó la lengua, dando otro paso más cerca de él.
"Eres libre de pensar que mis únicas intenciones eran hacer todo esto para fastidiarte la vida tan cómoda y privilegiada que llevabas, pero no es así." Insistió. "Sólo quise que te centraras de una vez por todas."
"Claro, mandándome a trabajar de lo que te daba la gana a ti para que pudieras tenerme controlado."
"Te envié donde sabía a ciencia cierta que iban a ayudarte." Le corrigió, su ceño fruncido. "Y no me he equivocado. Mira dónde estás."
Los ojos de Jungkook se entrecerraron. Esto no era mérito de nadie más que sí mismo.
"Estoy aquí por mí, papá, no porque tú me enviaras al negocio de tu amigo y su hijo."
"¿Y dónde estarías si no te hubiera enviado allí? Si tu jefe actual hubiese tomado la decisión de denunciarte el día que te estrellaste contra su puñetero coche, en lugar de simplemente no hacerlo, ¿qué sería de ti?"
Ante la mención de TaeHyung y aquel accidente, Jungkook se quedó en silencio, con las palabras muriendo en su garganta. No se supone que él debía saber eso.
"¿De verdad creías que no iba a enterarme? Esa noche tuviste el primer golpe de suerte de toda tu vida. Y probablemente el último."
"¿Cómo...?"
"Su padre me dijo que un borracho se había estrellado contra el coche de su hijo la misma noche que tú tuviste el accidente. No me hizo falta mucha más información cuando vi la pintura extra en tu coche."
Tragando saliva, Jungkook suspiró. "¿Hiciste que el padre de TaeHyung metiera en la empresa a alguien que casi mata a su hijo?"
Los ojos de Jisung se suavizaron. "Ese alguien era mi propio hijo. Y te envié allí con todas las consecuencias, pero sabiendo que esa sería tu mejor oportunidad para centrar la maldita cabeza. Y funcionó."
"Sí, bueno..."
"Funcionó." Recalcó, no permitiendo que dijese algo para quitarle la razón. "Estás centrado, eres alguien responsable y totalmente capacitado para llevar tu propio negocio."
Jungkook apartó la mirada, porque estaba a punto de caer en las garras d esu padre, quién intentaba ganarse su confianza nuevamente.
"Siempre lo he estado..."
"Firmaste el contrato de un local en ruinas sin mirar la letra pequeña. Podrían haberte estafado, Jungkook."
Apenas sonrojándose, el azabache bufó. Eso era dolorosamente cierto, pero admitirlo no estaba en sus planes más recientes.
"¿Qué dices? Claro que no."
"Claro que sí, hijo. Porque de haberlo hecho, sabrías que este local es mío."
Jungkook se quedó completamente en blanco, abriendo y cerrando la boca como si eso fuese lo único que supiese hacer.
"¿Q-Qué?"
"Lo que oyes. No es un secreto que te gk edificios por toda la ciudad, y este era uno de ellos."
Dando un paso hacia atrás, frunció el ceño. "¿Lo compraste...?"
"Mucho antes de que tuvieras siquiera el pensamiento de construir un refugio. Todavía yo estaba en el bufete de abogados e invertía en propiedades."
"Oh."
"Pero sí que lo mantuve después de que nos plantearas tu idea. Tenía pensado venderlo hace unos años, sin embargo no lo hice."
"Y me lo vendiste a mí..."
Su padre asintió. "Al mismo precio que a cualquier otro comprador. Nada de favoritismos."
Dejando escapar un bufido, Jungkook se cruzó de brazos, rodando los ojos. Menuda sorpresa.
"Pues ojalá hubieras tenido favoritismos, porque esta mierda nos costó un ojo de la cara." Dijo, oyendo a su padre reír.
El hombre negó, ocultando las manos en los bolsillos de su abrigo. "¿Y que tu victoria fuese más fácil? De eso nada, hijo. Soy tu padre, no un genio de lámpara. No puedo darte las cosas en bandeja siempre."
"Vaya, hombre... Ahora ayudar a tus hijos se les llama así." Bufó, haciéndole reír por segunda vez.
"Sí, por supuesto que se llama así. Como padre tuyo que soy, te ayudaré y apoyaré en cualquier cosa que necesites. Siempre."
El azabache asintió. "Pero no ibas a rebajarme el precio del local."
"Ni de broma."
"Bien... Imagino que mamá no se enamoró de ti por ser detallista."
Esbozando una sonrisa, su padre agachó la cabeza. Nunca podría negar que ese muchacho era su hijo.
"Imaginas bien."
Con los brazos cruzados por debajo del pecho, Jungkook asintió. Ni siquiera estaba molesto al no haber obtenido un descuento familiar, puesto que saber que tenía su apoyo era todo lo que necesitaba para seguir adelante con cualquier cosa.
Su padre se marchó algunos minutos más tarde, avisando de que mañana, en la apertura del refugio, tanto él como su madre, Yoona y Jungwon se pasarían para verlo todo más detenidamente. Aquello calentó el corazón de Jungkook, habiendo dejado su orgullo atrás y agradeciéndole por estar allí.
Había pasado meses, años, creyendo que no era más que un lastre para sus padres. Mientras que Jungwon se esforzaba por construirse un futuro y Yoona por desintoxicarse, él no hacía absolutamente nada que pudiera hacerles sentir orgullosos. Sin embargo, ahora lo tenía. Algo que no sólo llenaba de orgullo a su familia, si no también a sí mismo. Y eso era lo más importante.
Un coche rojo aparcó justo en la entrada, haciéndole sonreír mientras salía de las habitaciones, nada más reconocer la matrícula de Hoseok y acercarse a él cuando se bajó, no sin antes soltar las cajas que llevaba consigo.
"Por fin llegas, hombre, estaba a punto de volver a hacerme ilusiones falsas."
Hoseok le sonrió, acercándose y quedando tras la verja cerrada "No sé de qué hablas, pero yo también me alegro de verte."
Negando, el azabache abrió la reja, permitiéndole así adentrarse al refugio.
"Nada, nada, cosas mías... Gracias por venir a ayudar. Nos hacen falta manos extras."
"De nada." Dijo, escondiendo las manos en los bolsillos y encogiéndose de hombros. "Aunque no vengo solo."
Inmediatamente el ceño de Jungkook se frunció, asomando la cabeza sólo para ver a TaeHyung tras el muro, mostrándose algo cohibido e inseguro.
"Jefe..." Apenas susurró, incrédulo.
"Sí... Hola." Él saludó de vuelta, tragando saliva. Realmente no tenía ni idea de cómo había llegado allí.
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