✧c.-066
N/A: A pesar del dolor que me causa, este capítulo me gusta mucho xD
Cap dedicado a pastelito-salado ♡♡
Hoy os recomiendo 'BRAINWASHED' de Waterparks, gracias a mi segundo aliado, Radar de Novedades.
[...]
Para cuando TaeHyung salió de la tercera reunión consecutiva, tras haber dejado a Jungkook solo en su despacho, este se había marchado a casa, sin siquiera dejarle un mensaje de despedida. Aquello le hizo sentir miserable, pero apenas era una pequeña parte de todo lo que le esperaba. Porque, como era de esperar, el martes (su día de descanso) no apareció por la oficina.
Lo que sintió la primera vez que Jungkook y él se distanciaron parecían cosquillas en el corazón al lado de esto.
"Buenos días, señor Kim." Lo saludó Yunjin, nada más poner un pie dentro del edificio.
"Buenos días." Él intentó darle su mejor sonrisa, acercándose al mostrador con algo de inseguridad. "¿Sabes si Jungkook ha llegado?"
"No me ha parecido verlo aún, pero yo he llegado un poco más tarde de lo habitual porque había un atasco en mi zona. Quizás llegó antes."
Asintiendo, aquella sonrisa flaqueó. "Hm, sí, es posible. Gracias, Yunjin."
"De nada, señor."
Acto seguido, avanzó hacia el ascensor mientras un suspiro brotaba de sus labios. No sabía qué hacer, ni cómo actuar. Estaba totalmente confundido.
Jungkook no contestaba a sus mensajes y llamadas, logrando que TaeHyung tuviera un extraño dolor en el pecho cada vez que revisaba su teléfono, en busca de alguna respuesta que no parecía querer llegar.
TaeHyung:
Te has ido sin decime nada, Jungkook. [Enviado a las 20:30]
¿Va todo bien? [Enviado a las 20:46]
No me he explicado bien hoy, creo que necesitamos hablar para aclararlo todo mucho mejor. [Enviado a las 22:15]
Espero que no estés enfadado. [Enviado a las 22:33]
Buenas noches... [Enviado a las 23:00]
Hola. Llámame cuando puedas, por favor. [Enviado a las 09:27]
Casi se sentía como un acosador, insistiendo demasiado cuando la otra persona claramente estaba tratando de evitarle. Pero él era nuevo en esto, jamás habiendo tenido que insistirle a nadie por atención. Una atención que quizás ya no volvería a tener.
Sin embargo, el miércoles por la mañana, una ola de alivio le recorrió el cuerpo cuando salió del ascensor y vio la puerta de su despacho abierta, Jungkook paseándose por allí con unos papeles en la mano.
El azabache no estaba vestido como usualmente lo hacía: con un traje oscuro que a regañadientes se ponía en las mañanas; si no que iba con ropa informal, lo que extrañó a TaeHyung, quién golpeó dos veces la puerta con sus nudillos para hacerse notar.
"Buenos días." Saludó, aclarándose la garganta. Inmediatamente, Jungkook se dio la vuelta.
"Hola, jefe."
"Te he estado llamando desde ayer, pero no has contestado ni respondido a mis mensajes."
Asintiendo, mantuvo la vista fija en los papeles que tenía en su mesa. TaeHyung sintió como le daba un vuelco el estómago.
"Sí, lo siento, estuve ocupado terminando todo el tema del refugio y la página web para donaciones. Abrimos en dos semanas y ya quieren traernos un par de camadas."
"Oh." Murmuraba TaeHyung. "Eso es una buena noticia, ¿no?"
"Lo es, sí."
Notando la incomodidad en el ambiente, Kim se aclaró la garganta. No entendía cómo lo que tenían había tanto en tan poco tiempo. Hace apenas dos días despertaba con Jungkook a su lado, Sunwoo y Yeontan actuando como koalas sobre él. No podía asimilarlo.
"¿Va todo bien?"
Jungkook asintió, todavía sin mirarle. "Muy bien."
"¿Seguro?"
"Claro."
El castaño ladeó la cabeza, sintiéndose un poco desesperado. "Jungkook..."
"Va todo genial, jefe."
"¿Estás enfadado?"
"En absoluto." Respondió.
Y, esta vez TaeHyung no dijo nada al respecto, sólo suspiró. Entonces, el azabache levantó la mirada, encontrándose con sus ojos llenos de angustia, lo que le hizo suspirar.
"No estoy enfadado, estoy herido porque me rechazaste. Y no me gusta la persona que soy cuando alguien me hace daño, por eso ignoré tus mensajes."
Entonces, su jefe bajó la mirada, comprendiendo perfectamente cómo se sentía.
"Lo entiendo... Pero no te rechacé, Jungkook, sólo dije que estábamos bien tal y como estábamos."
"Bueno, pues yo no lo estoy. Ya no quiero ser sólo la persona con la que te acuestas o simplemente pasas el tiempo, quiero algo más." Dijo por segunda vez.
El castaño tragó saliva. Había intentado digerir aquellas palabras durante las últimas cuarenta y ocho horas, sin embargo, parecía imposible que estás pasaran de su garganta, habiéndose quedado allí como un nudo.
"No sé si eso es lo que quiero ahora mismo... Tengo muchas cosas en la cabeza con el trabajo, no me queda espacio para pensar en nada más."
''Lo sé y está bien, te entiendo. Supongo que debes estar muy ocupado para cosas que no son tan importantes."
Viendo una vez más la decepción en sus ojos, TaeHyung inmediatamente se arrepintió de lo que había dicho, queriendo excusarse, pero no siendo capaz.
De nuevo, sus emociones controlaban la situación, impidiéndole poder pensar con claridad. A estas alturas, ya debía saber que cualquier cosa relacionada con Jungkook, y en especial, sus sentimientos por él, no eran algo que pudiera controlar, por muchos intentos que hiciera. Sin embargo, él se mantenía reacio en aceptarlo.
"Pero descuida, tampoco pretendía ser una prioridad para ti." Finalizó el azabache.
Una segunda puñalada fue directa al estómago de TaeHyung, quién casi se encogió en su lugar. No podía decir nada para arreglarlo, no sabía cómo. Estaba abrumado.
"No, Jungkook, no quería decirlo así..." Él negó.
"Da igual, jefe. Lo mejor es terminar con todo esto y seguir adelante."
Aquellas palabras vinieron acompañadas del tercer golpe, como una bola de demolición, dejándole sin aire. Dios, no. Todo menos eso.
El estómago de TaeHyung dio un vuelco, su expresión de dolor no tardando en aparecer. Podía imaginarse algo como eso sucediendo, pero no cómo sería su reacción, ni mucho menos lo mal que se sentiría al presenciarlo. Dolía más de lo que podía imaginar.
"¿Qué?" Susurró, pero Jungkook no llegó a escucharlo, demasiado ocupado en arreglar algunas cosas de su escritorio.
"De todas formas, sólo venía a informarte que voy a tomarme las dos semanas de vacaciones que me corresponden desde que entré aquí, si te parece bien. Quiero enfocarme en el refugio."
"Oh..." Él emitió, viéndose desconcertado. Jeon apartó la mirada, no queriendo debilitarse ante la imagen.
"¿Te parece bien? Sé que de normal debería haber avisado antes, pero es un imprevisto."
"Sí, claro, por supuesto." Asintió, aclarándose la garganta. "No pasa nada, puedes tomarte los días que necesites."
"Bien, muchas gracias, jefe."
"No- no es nada. Espero que te vaya muy bien."
Jungkook le entregó una sonrisa. TaeHyung sabía que estaba muy lejos de ser una verdadera, por lo que el hueco en su estómago aumentó de tamaño. Dolía horrores.
"Igualmente." Acto seguido, colgó una mochila en su hombro izquierdo, girándose completamente hacia él. "Me marcho ya."
"¿Te vas?"
"Sí, no puedo quedarme toda la jornada, me esperan en el refugio."
"Oh... Pensé que ya te irías mañana."
"No te preocupes, jefe. He avisado a Daehwi para que busque un suplente urgente, así que mi marcha no causará inconvenientes."
Él negó, queriendo inmediatamente decir algo al respecto. Aunque, una vez más, no salía nada, por lo que buscó los ojos de Jungkook casi con desesperación.
Por supuesto que su marcha causaría inconvenientes, sólo que todos ellos iban dirigidos al corazón de TaeHyung. Herido, confundido y sangrando sin control alguno.
"Jungkook..." Lo intentó de nuevo.
"Te quiero, TaeHyung." Habló el azabache, sin despegar su mirada de la suya. "Pero no voy a sufrir como un imbécil."
Y, acto seguido, pasó por su lado, abandonando aquel despacho sin mirar atrás.
El hueco se hizo más grande, alcanzando su corazón y dejándole un profundo dolor que jamás sabría cómo apaciguar, incluso cuando se mantenía impasible. Aquel hecho le dejó aún más aturdido, tragando saliva para eliminar la sensación del nudo allí. Por supuesto, no lo consiguió, si no que una lágrima solitaria se deslizó por todo su rostro.
Jungkook abandonó la agencia poco después, despidiéndose de Yunjin y otros compañeros con los que usualmente charlaba antes de salir, buscando su coche con ojos llenos de lágrima. Romper algo que ni nombre tenía, pero con alguien que significaba tantísimo para él y quería, dolía más que cualquier cosa que pudiera haber sentido nunca.
Entró a su coche, dejando la mochila en el asiento del copiloto y permitiendo que algunas lágrimas mojaran su rostro, frotándolo poco después como si estuviese intentando desesperadamente eliminar aquella sensación de vacío. Una sensación instalada en su corazón de forma permanente, por desgracia, así que deshacerse de ella no parecía ser posible.
Resignado, agarró su teléfono, buscando de inmediato el contacto de Jimin, mientras más lágrimas caían y él sorbía por la nariz.
"Mira tú quién se digna a llamarme después de semana y media." Fue cómo contestó el pelinaranja, oyendo su suspiro.
"Sí, hola, lo siento."
Notando el dolor evidente en su voz, Jimin frunció el ceño. "¿Qué ocurre? ¿Te pasa algo?"
"¿Estás libre esta noche?"
"Claro, ¿quieres ir al club de Hoseok?"
Él negó, a pesar de que no podía ser visto. "A mi casa."
Y, por supuesto, esas palabras alertaron a Jimin, viéndolas como una señal de socorro al instante de Jungkook haberlas pronunciado.
"¿Va todo bien? ¿Qué te pasa?"
El silencio reinó durante unos segundos. Jungkook sorbió por la nariz, buscando cómo explicar lo sucedido sin sonar ridículo o simplemente un estúpido. Sin embargo, encontró que aquello ni siquiera tenía sentido, porque sólo era una persona enamorada a la que le habían roto el corazón. No había nada de ridículo en ello.
"He... He terminado mi relación con TaeHyung. Lo que sea que teníamos, en realidad." Respondió, acabando con una sutil risita que reflejaba parte de su molestia.
"Oh." Susurró el pelinaranja. "Lo siento mucho, Jungkook. Y por él también, seguro que lo ha tenido que pasar realmente mal durmiendo contigo..."
De los labios del mencionado brotó una carcajada. "Gilipollas..."
"Tenía que devolvértela, lo siento." Se excusó, por lo que Jungkook mantuvo su sonrisa, agradecido de que aliviase el ambiente. "Estás enamorado de él, ¿no?"
"Como un completo gilipollas, sí."
"Bien, llevaré un paquete de doce cervezas, entonces."
"De acuerdo. Te veo esta noche."
"Oh, por supuesto que me verás, troglodita." Recalcó, volviendo a hacerle reír. "Te quiero, adiós."
Jimin colgó, dejándole nuevamente solo con sus pensamientos. Mantuvo la vista fija en la pantalla de su teléfono por un largo tiempo, suspirando y negando. Luego, algo más llamó su atención fuera del coche. TaeHyung salía del edificio con rapidez, mirando a todos lados como si estuviera buscando algo desesperadamente. Entonces, se detuvo en su coche, caminando hacia él. Jungkook tragó saliva.
El castaño llegó a su lado lo más pronto que pudo, deteniéndose junto a la ventana del piloto, que Jungkook no tardó en bajar. TaeHyung tenía los ojos cristalizados, muy probablemente al igual que él.
"Dijiste que sería la primera persona a quien le pasarías el link de donaciones para el refugio." Habló sorbiendo por la nariz y tragando saliva. "Te has ido sin dármelo."
Él tendió su mano, esperando algo a cambio. Fuera de lugar, Jungkook se quedó en blanco, no entendiendo qué tenía que hacer. Sin embargo, una vez asimiló lo que había dicho, lo comprendió, buscando algunas tarjetitas de prueba que había hecho para la promoción del día de apertura y tendiéndosela.
"Toma, aquí tienes." Dijo, sin saber muy bien qué más decir.
TaeHyung asintió, apartando la mano. "Gracias."
Y, a pesar de que parecía tener intenciones de decir algo más, él simplemente se giró, volviendo en sus pasos y desapareciendo por donde había venido. Jungkook suspiró.
Unas horas más tarde, cuando llegó la noche y Jungkook se encontraba en su apartamento por primera vez en varios meses, el timbre sonó, haciéndole saber que Jimin había llegado. Por lo que acto seguido, esperó a que la puerta se abriera por sí misma, ya que el susodicho tenía llaves que podía usar. Y, efectivamente, así fue.
"Buenas noches, ratita presumida, ya estoy aquí." Dijo en voz alta, adentrándose en el apartamento. "Traigo refuerzos, espero que no te moleste."
Jungkook salió de la habitación donde se estaba cambiando, viendo como tras Jimin entraban Namjoon, Hoseok y Yoongi, cada uno con algo en la mano. Él no pudo evitar esbozar una sonrisa, viéndose algo sorprendido.
"Hola, venimos a ver al enfermito." Yoongi habló, soltando las cajas de pizza en la mesa.
"¿Cómo es que habéis venido todos?" Quiso saber, llegando donde estaban ellos. "Pensé que hoy te tocaba abrir a ti el club, Hoseok."
"Le he cambiado el turno a Keeho. Jimin nos contó que estabas pasando por tu primera ruptura amorosa y supimos que se trataba de una emergencia, así que no pudimos quedarnos de brazos cruzados.
Namjoon asintió. "Eso es. Hemos traído pizza, cerveza y alitas picantes."
"Hoseok ha robado una botella de vodka para chupitos."
"Vaya..."
El mencionado se encogió de hombros. "Lo bueno de ser el jefe..."
"Pues menudo detalle, chicos, muchas gracias."
"¿Has visto? Para que luego te quejes." Yoongi se pavoneó, inmediatamente recibiendo un golpe por parte del azabache. "¡Pero bueno!"
"De ti me quejo siempre, despojo social, ¿a quién coño llamas «enfermito»? Que el sordo es Jimin, no yo."
"¡Oye!" Chilló él. "Sólo soy sordo para lo que me conviene."
Jungkook asintió, estando de acuerdo con él. "Pues también es verdad..."
Hoseok dio una palmada, frotándose las manos poco después.
"Bueno, ¿empezamos o qué? Que se enfría la comida y no he estado treinta minutos detrás de doce adolescentes hormonales para comerme unas alitas frías."
"Sí, vamos."
"¡Me pido el trozo de pizza con más bacon!" Exclamaba Jimin, correteando hacia el sofá para sentarse junto a Jungkook.
Yoongi lo abordó en mitad del camino, empujándole lejos y haciéndole caer en el sillón, tomando su lugar inmediatamente y, por supuesto, lo que era más importante, su trozo de pizza con más bacon.
"Tarde, ya es mío."
"¡Tramposo de mierda! ¡Te voy a sacar los ojos!"
Namjoon bufó, negando con la cabeza mientras ponía una mano en el muslo de Jungkook, llamando así su atención.
"Tú ignora a esos dos, no saben comportarse cuando un amigo lo está pasando mal. De milagro saben ponerse los calzoncillos."
Jeon soltó una risita. "No, está bien. Me alegra al menos no sentirme solo en esta situación."
"Nunca vas a estar solo si todos estos gilipollas estamos aquí."
"Lo sé. Gracias." Asintió, sonriéndole esta vez. "Jamás he pasado por algo como esto antes... Es nuevo para mí."
"Yo tampoco soy un experto, en realidad, pero sé que todo mejora con el tiempo, como en cualquier otra situación. La clave está en permitirte a ti mismo expresar cada cosa que sientas, sin privarte de nada."
"Ya..."
"Y si esa persona que tanto te duele ahora mismo está hecha para ti, el tiempo te la traerá de vuelta."
"Pasadme una alita."
Aclarándose la garganta, movió su cabeza a modo de asentimiento una vez más, ignorando a Yoongi. "Espero que así sea."
Una alita de pollo voló frente a los ojos del azabache, impactando contra el rostro de Yoongi. Este gritó por la sorpresa.
"Me cago en..."
"Toma tu alita. Disfrútala y ojalá te atragantes con el hueso, ladrón hijo de puta." Jimin dijo, fulminándolo con la mirada.
"¿Quién quiere cerveza?"
"Yo."
"Yo también."
"Dos por aquí, por favor." Namjoon levantó dos dedos, volviendo a palmear el muslo de Jungkook, observándole para así concluir con el tema inicial. "Lo será, descuida, lo será."
El azabache asintió de nuevo. "Vale..."
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